DIARIO DE AULA 1º DE ESO

1º de ESO

 

LAS GRANDES RELIGIONES

Qué es Budismo:

El mundo budista caracterizado por no poseer un inicio ni un fin, considera al estado nirvana como el estado ideal alcanzado por el individuo cuando se libera de sus ataduras, logrando la cesación del sufrimiento, siendo percibido por el propio individuo al finalizar su búsqueda espiritual.

Es por ello, que el budismo es orientado para mostrar la liberación a través de creencias y prácticas espirituales, que buscan desarrollar en el individuo estados positivos como la calma, concentración, conciencia, emociones, entre otras.

Por consiguiente, el karma es un asunto de destaque en el budismo. El ciclo vicioso del sufrimiento es llamado Samsara y es regido por las leyes del karma, por lo que el budismo busca, tal como fue designado por la doctrina «el camino medio» de la práctica no extremista tanto en lo físico como moral.

No obstante, los budistas –persona que lo profesa- deben de tener presente las Tres Joyas, también conocido como Tres Tesoros, Tres Refugios, que son las bases de las tradiciones y practicas budistas, en las cuales se refugian ellos mismos:

  • Tener como maestro a Buda o Iluminado.
  • Dharma, seguir las enseñanzas del budismo.
  • Sangha, participar de la comunidad budista.

El budismo representa una técnica de comportamiento que invita a sus seguidores despegarse de todo lo que es transitorio, o que resulta de una especie de autosuficiencia espiritual. Las enseñanzas de Buda, proferidas en el parque de las ciudades Benares, definió los caminos para llegar a la sabiduría e igualdad, a través de “las cuatro verdades nobles”:

  • La vida es sufrimiento (duhkha)
  • El sufrimiento es el fruto de los deseos del ser humano (Tanha)
  • El sufrimiento cese cuando se extingue su causa.
  • Para eliminar el sufrimiento es necesario seguir el noble camino óctuple, basado en el cultivo constante de la mente y corazón a través de la meditación y de la plena consciencia.

En inglés, la traducción de la palabra budismo es buddhism.

Para más información, consulte el artículo buda.

Véase, los artículos de karma y nirvana.

Budismo Tibetano

El budismo tibetano, también designado lamaísmo, es una práctica que se desarrolló en Bután, Nepal, China e India. El budismo tibetano es considerado como una religión predominante en las regiones tibetanas y mongoles, que reconocen al dalái lama como el más alto maestro espiritual.

Budismo Zen

El budismo zen es un tipo de meditación para trabajar el lado espiritual del individuo, en la cual puede ser practicado por cualquier persona y no exclusivo de creyentes de la doctrina budista.

Zen es una escuela que surgió en la India y se desarrolló en China con el nombre de chán, ambas palabras derivan de la expresión sanscrita dhiana que significa “meditación”. Esta escuela se expandió por otros países como Corea, en donde se llama son, y en Vietnam con nombre de thiền.

Te puede interesar: Confucianismo.

Origen del budismo

Siddharta Gautama, nació en el año 563. La vida de Buda puede ser resumida en nacimiento, madurez, renuncia, busca, despertar, liberación, enseñanza y muerte. De familia aristócrata, se vio chocado cuando descubrió la realidad de su país, en miseria, hambre.

En vista de eso, se raspó la cabeza en señal de humildad, cambio sus finas ropas por un sencillo traje anaranjado y salió al mundo en búsqueda de explicaciones para el enigma de la vida. En su carácter de novato en temas espirituales se juntó con los ascetas para aprender con ellos cuál es el mejor medio para llegar a las verdades superiores, pero no aprendió nada y perdió la fe en el sistema.

Gautama escogió la sombra de un árbol y paso a meditar, permaneciendo así hasta esclarecer sus dudas, y ocurrió el despertar espiritual que tanto buscaba. Iluminado por un nuevo entendimiento de todas las cosas de la vida, se fue rumbo a la ciudad de Benares, a margen del río Ganges, con el fin de transmitir a los otros lo sucedido.

En los años 45 divulgó su doctrina por todas las regiones de la India, y resumió todo su pensamiento en: “Todo lo que somos es el resultado de lo que pensamos”. En general, el budismo se fue implementando en otros países hasta convertirse en una de las mayores religiones de la humanidad en cuanto al número de seguidores.

El budismo se expandió por el mundo donde existen templos budistas en diversos países de Europa, América y Australia. Líderes budistas llevan por el mundo sus conceptos de vida, adaptándose en cada sociedad.

1º de ESO

 

LAS GRANDES RELIGIONES

Qué es Budismo:

El mundo budista caracterizado por no poseer un inicio ni un fin, considera al estado nirvana como el estado ideal alcanzado por el individuo cuando se libera de sus ataduras, logrando la cesación del sufrimiento, siendo percibido por el propio individuo al finalizar su búsqueda espiritual.

Es por ello, que el budismo es orientado para mostrar la liberación a través de creencias y prácticas espirituales, que buscan desarrollar en el individuo estados positivos como la calma, concentración, conciencia, emociones, entre otras.

Por consiguiente, el karma es un asunto de destaque en el budismo. El ciclo vicioso del sufrimiento es llamado Samsara y es regido por las leyes del karma, por lo que el budismo busca, tal como fue designado por la doctrina «el camino medio» de la práctica no extremista tanto en lo físico como moral.

No obstante, los budistas –persona que lo profesa- deben de tener presente las Tres Joyas, también conocido como Tres Tesoros, Tres Refugios, que son las bases de las tradiciones y practicas budistas, en las cuales se refugian ellos mismos:

  • Tener como maestro a Buda o Iluminado.
  • Dharma, seguir las enseñanzas del budismo.
  • Sangha, participar de la comunidad budista.

El budismo representa una técnica de comportamiento que invita a sus seguidores despegarse de todo lo que es transitorio, o que resulta de una especie de autosuficiencia espiritual. Las enseñanzas de Buda, proferidas en el parque de las ciudades Benares, definió los caminos para llegar a la sabiduría e igualdad, a través de “las cuatro verdades nobles”:

  • La vida es sufrimiento (duhkha)
  • El sufrimiento es el fruto de los deseos del ser humano (Tanha)
  • El sufrimiento cese cuando se extingue su causa.
  • Para eliminar el sufrimiento es necesario seguir el noble camino óctuple, basado en el cultivo constante de la mente y corazón a través de la meditación y de la plena consciencia.

En inglés, la traducción de la palabra budismo es buddhism.

Para más información, consulte el artículo buda.

Véase, los artículos de karma y nirvana.

Budismo Tibetano

El budismo tibetano, también designado lamaísmo, es una práctica que se desarrolló en Bután, Nepal, China e India. El budismo tibetano es considerado como una religión predominante en las regiones tibetanas y mongoles, que reconocen al dalái lama como el más alto maestro espiritual.

Budismo Zen

El budismo zen es un tipo de meditación para trabajar el lado espiritual del individuo, en la cual puede ser practicado por cualquier persona y no exclusivo de creyentes de la doctrina budista.

Zen es una escuela que surgió en la India y se desarrolló en China con el nombre de chán, ambas palabras derivan de la expresión sanscrita dhiana que significa “meditación”. Esta escuela se expandió por otros países como Corea, en donde se llama son, y en Vietnam con nombre de thiền.

Te puede interesar: Confucianismo.

Origen del budismo

Siddharta Gautama, nació en el año 563. La vida de Buda puede ser resumida en nacimiento, madurez, renuncia, busca, despertar, liberación, enseñanza y muerte. De familia aristócrata, se vio chocado cuando descubrió la realidad de su país, en miseria, hambre.

En vista de eso, se raspó la cabeza en señal de humildad, cambio sus finas ropas por un sencillo traje anaranjado y salió al mundo en búsqueda de explicaciones para el enigma de la vida. En su carácter de novato en temas espirituales se juntó con los ascetas para aprender con ellos cuál es el mejor medio para llegar a las verdades superiores, pero no aprendió nada y perdió la fe en el sistema.

Gautama escogió la sombra de un árbol y paso a meditar, permaneciendo así hasta esclarecer sus dudas, y ocurrió el despertar espiritual que tanto buscaba. Iluminado por un nuevo entendimiento de todas las cosas de la vida, se fue rumbo a la ciudad de Benares, a margen del río Ganges, con el fin de transmitir a los otros lo sucedido.

En los años 45 divulgó su doctrina por todas las regiones de la India, y resumió todo su pensamiento en: “Todo lo que somos es el resultado de lo que pensamos”. En general, el budismo se fue implementando en otros países hasta convertirse en una de las mayores religiones de la humanidad en cuanto al número de seguidores.

El budismo se expandió por el mundo donde existen templos budistas en diversos países de Europa, América y Australia. Líderes budistas llevan por el mundo sus conceptos de vida, adaptándose en cada sociedad.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

Qué es el Islam:

Los creyentes del Islam se llaman musulmanes, cuya palabra también deriva de la raíz árabe slm.

El Islam es monoteísta porque afirma la plena fe en un dios único, omnisciente y todopoderoso llamado Alá o Allah. El conocimiento y la creencia en Alá constituyen el genuino fundamento del Islam.

El Islam afirma que en la creación de Alá se encuentra el sentido de que la vida sigue un fin sublime más allá de las necesidades físicas y las actividades materiales del hombre.

Origen del Islam

El profeta Mahoma, también conocido como Muhammad, nace entre los años 570 y 580 en La Meca o Makkah. A partir del año 610, Mahoma comienza a predicar las revelaciones de su dios único y verdadero, Alá.

Mahoma huye de La Meca a La Medina (Yatrib) en el año 622 dando comienzo al calendario musulmán. En La Medina se consolida como jefe guerrero y retorna victorioso en el año 630 a La Meca, imponiendo gradualmente su autoridad y religión.

Mahoma muere 2 años más tarde dejando una nación unida por la fe y una Arabia políticamente unida.

Los sucesores de Mahoma, los califas o jefes políticos y suprema autoridad religiosa, conquistaron en menos de 100 años un imperio que se extendía desde España, pasando por el norte de África, hasta el Asia Menor.

Islam y las mujeres

El Corán, libro sagrado con las revelaciones de Alá, trata tanto al hombre como la mujer de forma igualitaria.

El Corán habla sobre la virtud e inteligencia de las mujeres en varios ámbitos. Un ejemplo, no exclusivo, es la descripción que hace sobre las mujeres del profeta mostrando sus diferentes facetas e importancia:

  • Jadiya: la mujer de negocios.
  • Aisha: la erudita y dirigente militar.
  • Umm Salama: la modelo de inteligencia razonada y calma.
  • Fátima: la hija que se contenta de cuidar de la casa.

Islam y el Corán

El Corán es una guía divina para regir la vida de sus creyentes llamados musulmanes. Los musulmanes consideran el Corán como la palabra de Allah revelada al profeta Muhammad por medio del arcángel Gabriel o Yibrail, por lo tanto es sagrado.

El Corán está dividido en 114 suras o capítulos, cada una con sus ayat o versículos. Los suras son ordenados en forma decreciente según la extensión del texto.

La fuente principal del derecho islámico es el Corán. La ley coránica o fiqh es un derecho revelado y regula la vida del musulmán en su triple calidad de creyente, hombre y ciudadano.​

Islam, Cristianismo y Judaísmo

El Islam, el Cristianismo y el Judaísmo representan las 3 religiones monoteístas actuales que creen en la existencia de un solo Dios.

El Islam dice que Mahoma recibió de Alá la culminación de las revelaciones que habían sido dadas anteriormente a los hebreos y a los cristianos de la antigüedad.

Según el Islam, la revelación llegó a Mahoma porque tanto los hebreos como los cristianos violaron el pacto con Dios.

Los hebreos habrían violado el pacto con Dios al calumniar a María y a Jesús, y los cristianos también habrían violado este pacto al elevar a Jesús a la igualdad con Dios mediante el concepto de trinidad.

Por esta razón el Islam se concibe a sí mismo como el último llamado a la salvación de toda la humanidad.

También te puede interesar el significado de Islamismo.

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

Qué es el Islam:

Los creyentes del Islam se llaman musulmanes, cuya palabra también deriva de la raíz árabe slm.

El Islam es monoteísta porque afirma la plena fe en un dios único, omnisciente y todopoderoso llamado Alá o Allah. El conocimiento y la creencia en Alá constituyen el genuino fundamento del Islam.

El Islam afirma que en la creación de Alá se encuentra el sentido de que la vida sigue un fin sublime más allá de las necesidades físicas y las actividades materiales del hombre.

Origen del Islam

El profeta Mahoma, también conocido como Muhammad, nace entre los años 570 y 580 en La Meca o Makkah. A partir del año 610, Mahoma comienza a predicar las revelaciones de su dios único y verdadero, Alá.

Mahoma huye de La Meca a La Medina (Yatrib) en el año 622 dando comienzo al calendario musulmán. En La Medina se consolida como jefe guerrero y retorna victorioso en el año 630 a La Meca, imponiendo gradualmente su autoridad y religión.

Mahoma muere 2 años más tarde dejando una nación unida por la fe y una Arabia políticamente unida.

Los sucesores de Mahoma, los califas o jefes políticos y suprema autoridad religiosa, conquistaron en menos de 100 años un imperio que se extendía desde España, pasando por el norte de África, hasta el Asia Menor.

Islam y las mujeres

El Corán, libro sagrado con las revelaciones de Alá, trata tanto al hombre como la mujer de forma igualitaria.

El Corán habla sobre la virtud e inteligencia de las mujeres en varios ámbitos. Un ejemplo, no exclusivo, es la descripción que hace sobre las mujeres del profeta mostrando sus diferentes facetas e importancia:

  • Jadiya: la mujer de negocios.
  • Aisha: la erudita y dirigente militar.
  • Umm Salama: la modelo de inteligencia razonada y calma.
  • Fátima: la hija que se contenta de cuidar de la casa.

Islam y el Corán

El Corán es una guía divina para regir la vida de sus creyentes llamados musulmanes. Los musulmanes consideran el Corán como la palabra de Allah revelada al profeta Muhammad por medio del arcángel Gabriel o Yibrail, por lo tanto es sagrado.

El Corán está dividido en 114 suras o capítulos, cada una con sus ayat o versículos. Los suras son ordenados en forma decreciente según la extensión del texto.

La fuente principal del derecho islámico es el Corán. La ley coránica o fiqh es un derecho revelado y regula la vida del musulmán en su triple calidad de creyente, hombre y ciudadano.​

Islam, Cristianismo y Judaísmo

El Islam, el Cristianismo y el Judaísmo representan las 3 religiones monoteístas actuales que creen en la existencia de un solo Dios.

El Islam dice que Mahoma recibió de Alá la culminación de las revelaciones que habían sido dadas anteriormente a los hebreos y a los cristianos de la antigüedad.

Según el Islam, la revelación llegó a Mahoma porque tanto los hebreos como los cristianos violaron el pacto con Dios.

Los hebreos habrían violado el pacto con Dios al calumniar a María y a Jesús, y los cristianos también habrían violado este pacto al elevar a Jesús a la igualdad con Dios mediante el concepto de trinidad.

Por esta razón el Islam se concibe a sí mismo como el último llamado a la salvación de toda la humanidad.

También te puede interesar el significado de Islamismo.

 

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LAS GRANDES RELIGIONES

Qué es el Islam:

Los creyentes del Islam se llaman musulmanes, cuya palabra también deriva de la raíz árabe slm.

El Islam es monoteísta porque afirma la plena fe en un dios único, omnisciente y todopoderoso llamado Alá o Allah. El conocimiento y la creencia en Alá constituyen el genuino fundamento del Islam.

El Islam afirma que en la creación de Alá se encuentra el sentido de que la vida sigue un fin sublime más allá de las necesidades físicas y las actividades materiales del hombre.

Origen del Islam

El profeta Mahoma, también conocido como Muhammad, nace entre los años 570 y 580 en La Meca o Makkah. A partir del año 610, Mahoma comienza a predicar las revelaciones de su dios único y verdadero, Alá.

Mahoma huye de La Meca a La Medina (Yatrib) en el año 622 dando comienzo al calendario musulmán. En La Medina se consolida como jefe guerrero y retorna victorioso en el año 630 a La Meca, imponiendo gradualmente su autoridad y religión.

Mahoma muere 2 años más tarde dejando una nación unida por la fe y una Arabia políticamente unida.

Los sucesores de Mahoma, los califas o jefes políticos y suprema autoridad religiosa, conquistaron en menos de 100 años un imperio que se extendía desde España, pasando por el norte de África, hasta el Asia Menor.

Islam y las mujeres

El Corán, libro sagrado con las revelaciones de Alá, trata tanto al hombre como la mujer de forma igualitaria.

El Corán habla sobre la virtud e inteligencia de las mujeres en varios ámbitos. Un ejemplo, no exclusivo, es la descripción que hace sobre las mujeres del profeta mostrando sus diferentes facetas e importancia:

  • Jadiya: la mujer de negocios.
  • Aisha: la erudita y dirigente militar.
  • Umm Salama: la modelo de inteligencia razonada y calma.
  • Fátima: la hija que se contenta de cuidar de la casa.

Islam y el Corán

El Corán es una guía divina para regir la vida de sus creyentes llamados musulmanes. Los musulmanes consideran el Corán como la palabra de Allah revelada al profeta Muhammad por medio del arcángel Gabriel o Yibrail, por lo tanto es sagrado.

El Corán está dividido en 114 suras o capítulos, cada una con sus ayat o versículos. Los suras son ordenados en forma decreciente según la extensión del texto.

La fuente principal del derecho islámico es el Corán. La ley coránica o fiqh es un derecho revelado y regula la vida del musulmán en su triple calidad de creyente, hombre y ciudadano.​

Islam, Cristianismo y Judaísmo

El Islam, el Cristianismo y el Judaísmo representan las 3 religiones monoteístas actuales que creen en la existencia de un solo Dios.

El Islam dice que Mahoma recibió de Alá la culminación de las revelaciones que habían sido dadas anteriormente a los hebreos y a los cristianos de la antigüedad.

Según el Islam, la revelación llegó a Mahoma porque tanto los hebreos como los cristianos violaron el pacto con Dios.

Los hebreos habrían violado el pacto con Dios al calumniar a María y a Jesús, y los cristianos también habrían violado este pacto al elevar a Jesús a la igualdad con Dios mediante el concepto de trinidad.

Por esta razón el Islam se concibe a sí mismo como el último llamado a la salvación de toda la humanidad.

También te puede interesar el significado de Islamismo.

 

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LAS GRANDES RELIGIONES

Qué es el Islam:

Los creyentes del Islam se llaman musulmanes, cuya palabra también deriva de la raíz árabe slm.

El Islam es monoteísta porque afirma la plena fe en un dios único, omnisciente y todopoderoso llamado Alá o Allah. El conocimiento y la creencia en Alá constituyen el genuino fundamento del Islam.

El Islam afirma que en la creación de Alá se encuentra el sentido de que la vida sigue un fin sublime más allá de las necesidades físicas y las actividades materiales del hombre.

Origen del Islam

El profeta Mahoma, también conocido como Muhammad, nace entre los años 570 y 580 en La Meca o Makkah. A partir del año 610, Mahoma comienza a predicar las revelaciones de su dios único y verdadero, Alá.

Mahoma huye de La Meca a La Medina (Yatrib) en el año 622 dando comienzo al calendario musulmán. En La Medina se consolida como jefe guerrero y retorna victorioso en el año 630 a La Meca, imponiendo gradualmente su autoridad y religión.

Mahoma muere 2 años más tarde dejando una nación unida por la fe y una Arabia políticamente unida.

Los sucesores de Mahoma, los califas o jefes políticos y suprema autoridad religiosa, conquistaron en menos de 100 años un imperio que se extendía desde España, pasando por el norte de África, hasta el Asia Menor.

Islam y las mujeres

El Corán, libro sagrado con las revelaciones de Alá, trata tanto al hombre como la mujer de forma igualitaria.

El Corán habla sobre la virtud e inteligencia de las mujeres en varios ámbitos. Un ejemplo, no exclusivo, es la descripción que hace sobre las mujeres del profeta mostrando sus diferentes facetas e importancia:

  • Jadiya: la mujer de negocios.
  • Aisha: la erudita y dirigente militar.
  • Umm Salama: la modelo de inteligencia razonada y calma.
  • Fátima: la hija que se contenta de cuidar de la casa.

Islam y el Corán

El Corán es una guía divina para regir la vida de sus creyentes llamados musulmanes. Los musulmanes consideran el Corán como la palabra de Allah revelada al profeta Muhammad por medio del arcángel Gabriel o Yibrail, por lo tanto es sagrado.

El Corán está dividido en 114 suras o capítulos, cada una con sus ayat o versículos. Los suras son ordenados en forma decreciente según la extensión del texto.

La fuente principal del derecho islámico es el Corán. La ley coránica o fiqh es un derecho revelado y regula la vida del musulmán en su triple calidad de creyente, hombre y ciudadano.​

Islam, Cristianismo y Judaísmo

El Islam, el Cristianismo y el Judaísmo representan las 3 religiones monoteístas actuales que creen en la existencia de un solo Dios.

El Islam dice que Mahoma recibió de Alá la culminación de las revelaciones que habían sido dadas anteriormente a los hebreos y a los cristianos de la antigüedad.

Según el Islam, la revelación llegó a Mahoma porque tanto los hebreos como los cristianos violaron el pacto con Dios.

Los hebreos habrían violado el pacto con Dios al calumniar a María y a Jesús, y los cristianos también habrían violado este pacto al elevar a Jesús a la igualdad con Dios mediante el concepto de trinidad.

Por esta razón el Islam se concibe a sí mismo como el último llamado a la salvación de toda la humanidad.

También te puede interesar el significado de Islamismo.

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

Las 4 principales ramas del cristianismo

El cristianismo está basado en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, creen que él es el hijo de Dios y el mesías que fue crucificado y resucitó de entre los muertos para dar vida eterna a quienes crean en él.

Al ser una religión tan extensa y antigua, muchas comunidades cristianas se han ramificado por distintas razones dando paso a la creación de otras variantes religiosas.

1. Protestantismo

Es una de las ramas del cristianismo más importantes, con más de 900 millones de seguidores en todo el mundo. Nace en el siglo XVI cuando Martín Lutero, considerado hoy como padre del protestantismo, pues es él quien oficialmente se desmarcó de la iglesia católica en 1517.

Los protestantes solo aceptan dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía. Desconocen la autoridad del papa pues solo reconocen a cristo como líder de la iglesia. Para ellos, la Biblia es el único texto de las enseñanzas de Dios.

Se oponen a la venta de indulgencias, por lo que creen que la salvación depende de la fe de las personas y no de las obras que se hagan. No creen en el purgatorio, en el sacrificio de la misa ni en la intercesión de los santos difuntos. No permiten el uso de figuras o imágenes religiosas.

Por su extensión en el mundo y el número de seguidores, es considerada una de las ramas del cristianismo más influyentes.

2. Ortodoxos

Las iglesias ortodoxas se separaron de la iglesia católica en el siglo XI, aunque mantienen muchas similitudes con esta. Constituye una comunidad de iglesias independientes, cada una gobernada por su propio obispo. Esta rama del cristianismo surge de la separación definitiva de la Iglesia cristiana al encontrar diferencias y no aceptar las modificaciones que la Iglesia Romana proponía. De ahí el nombre “ortodoxo” que significa “creencia recta”, pues mantienen el credo original de la Iglesia Cristiana como la procedencia del espíritu santo, negar la existencia del purgatorio, rechazar la inmaculada concepción de la Virgen María y desconocer el concepto del pecado original que la Iglesia Romana adoptó.

Los países con una mayor presencia del cristianismo ortodoxo son Ucrania, Serbia, Bulgaria, Grecia y Rusia, entre otras naciones.

3. Católica

Es la rama del cristianismo formada por la Iglesia Católica Apostólica Romana en Europa Occidental. Tiene su centro en el Vaticano que reconoce al Papa como su autoridad suprema. De las ramas del cristianismo existentes, esta es la que cuenta con más adeptos, con 1214 millones de fieles.

Además de la adoración a Jesús, se caracteriza por la importancia que le da a la Virgen María y a los santos. La iglesia Católica argumenta que es ella la única iglesia fundada por Cristo que fue encomendada al apóstol Pedro, y por eso es reivindicada como un “signo e instrumento de la unión íntima con Dios».

La doctrina de la Iglesia Católica se ha basado en doctrinas y conceptos que no están presentes en la Biblia y que se transmiten mediante la tradición apostólica, esta es una de las principales razones de la separación con ortodoxos y protestantes.

Sus principales ritos y sacramentos son el bautismo, la comunión, la eucaristía y el matrimonio.

4. Iglesia Anglicana

Se funda y se practica en Inglaterra y algunos lugares de Estados Unidos. Es una fraternidad amplia de 40 provincias autónomas de dependencia mutua que se define como la fe, práctica y espíritu de las iglesias miembro de la conocida “Comunión anglicana” que son las iglesias que se encuentran en comunión con el arzobispo de Canterbury. Es una de las comuniones cristianas más numerosas del mundo, con 98 millones de miembros.

Se consideran a si mismos como parte de la iglesia cristiana: Una, Santa, Católica y apostólica, y reformada. Para muchos representa una forma de catolicisimo no papal o una forma de protestantismo sin figuras fundadoras como Martín Lutero o Juan Calvino.

El cristianismo anglicano tiene raíces hondas en los siglos anteriores al siglo XVI, lo medular de la fe de los anglicanos se encuentra en la Biblia, los 39 artículos de la fe cristiana y el libro de oración común, que resume la enseñanza de los primeros cinco siglos y rechazan la evolución posterior de la Iglesia Católica.

Rechazan el culto a las imágenes y todos sus obispos tienen el mismo rango compartiendo el liderazgo de la Iglesia. Aceptan la Biblia pero se da libertad de interpretación. Los clérigos pueden contraer matrimonio.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

Las 4 principales ramas del cristianismo

El cristianismo está basado en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, creen que él es el hijo de Dios y el mesías que fue crucificado y resucitó de entre los muertos para dar vida eterna a quienes crean en él.

Al ser una religión tan extensa y antigua, muchas comunidades cristianas se han ramificado por distintas razones dando paso a la creación de otras variantes religiosas.

1. Protestantismo

Es una de las ramas del cristianismo más importantes, con más de 900 millones de seguidores en todo el mundo. Nace en el siglo XVI cuando Martín Lutero, considerado hoy como padre del protestantismo, pues es él quien oficialmente se desmarcó de la iglesia católica en 1517.

Los protestantes solo aceptan dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía. Desconocen la autoridad del papa pues solo reconocen a cristo como líder de la iglesia. Para ellos, la Biblia es el único texto de las enseñanzas de Dios.

Se oponen a la venta de indulgencias, por lo que creen que la salvación depende de la fe de las personas y no de las obras que se hagan. No creen en el purgatorio, en el sacrificio de la misa ni en la intercesión de los santos difuntos. No permiten el uso de figuras o imágenes religiosas.

Por su extensión en el mundo y el número de seguidores, es considerada una de las ramas del cristianismo más influyentes.

2. Ortodoxos

Las iglesias ortodoxas se separaron de la iglesia católica en el siglo XI, aunque mantienen muchas similitudes con esta. Constituye una comunidad de iglesias independientes, cada una gobernada por su propio obispo. Esta rama del cristianismo surge de la separación definitiva de la Iglesia cristiana al encontrar diferencias y no aceptar las modificaciones que la Iglesia Romana proponía. De ahí el nombre “ortodoxo” que significa “creencia recta”, pues mantienen el credo original de la Iglesia Cristiana como la procedencia del espíritu santo, negar la existencia del purgatorio, rechazar la inmaculada concepción de la Virgen María y desconocer el concepto del pecado original que la Iglesia Romana adoptó.

Los países con una mayor presencia del cristianismo ortodoxo son Ucrania, Serbia, Bulgaria, Grecia y Rusia, entre otras naciones.

3. Católica

Es la rama del cristianismo formada por la Iglesia Católica Apostólica Romana en Europa Occidental. Tiene su centro en el Vaticano que reconoce al Papa como su autoridad suprema. De las ramas del cristianismo existentes, esta es la que cuenta con más adeptos, con 1214 millones de fieles.

Además de la adoración a Jesús, se caracteriza por la importancia que le da a la Virgen María y a los santos. La iglesia Católica argumenta que es ella la única iglesia fundada por Cristo que fue encomendada al apóstol Pedro, y por eso es reivindicada como un “signo e instrumento de la unión íntima con Dios».

La doctrina de la Iglesia Católica se ha basado en doctrinas y conceptos que no están presentes en la Biblia y que se transmiten mediante la tradición apostólica, esta es una de las principales razones de la separación con ortodoxos y protestantes.

Sus principales ritos y sacramentos son el bautismo, la comunión, la eucaristía y el matrimonio.

4. Iglesia Anglicana

Se funda y se practica en Inglaterra y algunos lugares de Estados Unidos. Es una fraternidad amplia de 40 provincias autónomas de dependencia mutua que se define como la fe, práctica y espíritu de las iglesias miembro de la conocida “Comunión anglicana” que son las iglesias que se encuentran en comunión con el arzobispo de Canterbury. Es una de las comuniones cristianas más numerosas del mundo, con 98 millones de miembros.

Se consideran a si mismos como parte de la iglesia cristiana: Una, Santa, Católica y apostólica, y reformada. Para muchos representa una forma de catolicisimo no papal o una forma de protestantismo sin figuras fundadoras como Martín Lutero o Juan Calvino.

El cristianismo anglicano tiene raíces hondas en los siglos anteriores al siglo XVI, lo medular de la fe de los anglicanos se encuentra en la Biblia, los 39 artículos de la fe cristiana y el libro de oración común, que resume la enseñanza de los primeros cinco siglos y rechazan la evolución posterior de la Iglesia Católica.

Rechazan el culto a las imágenes y todos sus obispos tienen el mismo rango compartiendo el liderazgo de la Iglesia. Aceptan la Biblia pero se da libertad de interpretación. Los clérigos pueden contraer matrimonio.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

Las 4 principales ramas del cristianismo

El cristianismo está basado en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, creen que él es el hijo de Dios y el mesías que fue crucificado y resucitó de entre los muertos para dar vida eterna a quienes crean en él.

Al ser una religión tan extensa y antigua, muchas comunidades cristianas se han ramificado por distintas razones dando paso a la creación de otras variantes religiosas.

1. Protestantismo

Es una de las ramas del cristianismo más importantes, con más de 900 millones de seguidores en todo el mundo. Nace en el siglo XVI cuando Martín Lutero, considerado hoy como padre del protestantismo, pues es él quien oficialmente se desmarcó de la iglesia católica en 1517.

Los protestantes solo aceptan dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía. Desconocen la autoridad del papa pues solo reconocen a cristo como líder de la iglesia. Para ellos, la Biblia es el único texto de las enseñanzas de Dios.

Se oponen a la venta de indulgencias, por lo que creen que la salvación depende de la fe de las personas y no de las obras que se hagan. No creen en el purgatorio, en el sacrificio de la misa ni en la intercesión de los santos difuntos. No permiten el uso de figuras o imágenes religiosas.

Por su extensión en el mundo y el número de seguidores, es considerada una de las ramas del cristianismo más influyentes.

2. Ortodoxos

Las iglesias ortodoxas se separaron de la iglesia católica en el siglo XI, aunque mantienen muchas similitudes con esta. Constituye una comunidad de iglesias independientes, cada una gobernada por su propio obispo. Esta rama del cristianismo surge de la separación definitiva de la Iglesia cristiana al encontrar diferencias y no aceptar las modificaciones que la Iglesia Romana proponía. De ahí el nombre “ortodoxo” que significa “creencia recta”, pues mantienen el credo original de la Iglesia Cristiana como la procedencia del espíritu santo, negar la existencia del purgatorio, rechazar la inmaculada concepción de la Virgen María y desconocer el concepto del pecado original que la Iglesia Romana adoptó.

Los países con una mayor presencia del cristianismo ortodoxo son Ucrania, Serbia, Bulgaria, Grecia y Rusia, entre otras naciones.

3. Católica

Es la rama del cristianismo formada por la Iglesia Católica Apostólica Romana en Europa Occidental. Tiene su centro en el Vaticano que reconoce al Papa como su autoridad suprema. De las ramas del cristianismo existentes, esta es la que cuenta con más adeptos, con 1214 millones de fieles.

Además de la adoración a Jesús, se caracteriza por la importancia que le da a la Virgen María y a los santos. La iglesia Católica argumenta que es ella la única iglesia fundada por Cristo que fue encomendada al apóstol Pedro, y por eso es reivindicada como un “signo e instrumento de la unión íntima con Dios».

La doctrina de la Iglesia Católica se ha basado en doctrinas y conceptos que no están presentes en la Biblia y que se transmiten mediante la tradición apostólica, esta es una de las principales razones de la separación con ortodoxos y protestantes.

Sus principales ritos y sacramentos son el bautismo, la comunión, la eucaristía y el matrimonio.

4. Iglesia Anglicana

Se funda y se practica en Inglaterra y algunos lugares de Estados Unidos. Es una fraternidad amplia de 40 provincias autónomas de dependencia mutua que se define como la fe, práctica y espíritu de las iglesias miembro de la conocida “Comunión anglicana” que son las iglesias que se encuentran en comunión con el arzobispo de Canterbury. Es una de las comuniones cristianas más numerosas del mundo, con 98 millones de miembros.

Se consideran a si mismos como parte de la iglesia cristiana: Una, Santa, Católica y apostólica, y reformada. Para muchos representa una forma de catolicisimo no papal o una forma de protestantismo sin figuras fundadoras como Martín Lutero o Juan Calvino.

El cristianismo anglicano tiene raíces hondas en los siglos anteriores al siglo XVI, lo medular de la fe de los anglicanos se encuentra en la Biblia, los 39 artículos de la fe cristiana y el libro de oración común, que resume la enseñanza de los primeros cinco siglos y rechazan la evolución posterior de la Iglesia Católica.

Rechazan el culto a las imágenes y todos sus obispos tienen el mismo rango compartiendo el liderazgo de la Iglesia. Aceptan la Biblia pero se da libertad de interpretación. Los clérigos pueden contraer matrimonio.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

Las 4 principales ramas del cristianismo

El cristianismo está basado en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, creen que él es el hijo de Dios y el mesías que fue crucificado y resucitó de entre los muertos para dar vida eterna a quienes crean en él.

Al ser una religión tan extensa y antigua, muchas comunidades cristianas se han ramificado por distintas razones dando paso a la creación de otras variantes religiosas.

1. Protestantismo

Es una de las ramas del cristianismo más importantes, con más de 900 millones de seguidores en todo el mundo. Nace en el siglo XVI cuando Martín Lutero, considerado hoy como padre del protestantismo, pues es él quien oficialmente se desmarcó de la iglesia católica en 1517.

Los protestantes solo aceptan dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía. Desconocen la autoridad del papa pues solo reconocen a cristo como líder de la iglesia. Para ellos, la Biblia es el único texto de las enseñanzas de Dios.

Se oponen a la venta de indulgencias, por lo que creen que la salvación depende de la fe de las personas y no de las obras que se hagan. No creen en el purgatorio, en el sacrificio de la misa ni en la intercesión de los santos difuntos. No permiten el uso de figuras o imágenes religiosas.

Por su extensión en el mundo y el número de seguidores, es considerada una de las ramas del cristianismo más influyentes.

2. Ortodoxos

Las iglesias ortodoxas se separaron de la iglesia católica en el siglo XI, aunque mantienen muchas similitudes con esta. Constituye una comunidad de iglesias independientes, cada una gobernada por su propio obispo. Esta rama del cristianismo surge de la separación definitiva de la Iglesia cristiana al encontrar diferencias y no aceptar las modificaciones que la Iglesia Romana proponía. De ahí el nombre “ortodoxo” que significa “creencia recta”, pues mantienen el credo original de la Iglesia Cristiana como la procedencia del espíritu santo, negar la existencia del purgatorio, rechazar la inmaculada concepción de la Virgen María y desconocer el concepto del pecado original que la Iglesia Romana adoptó.

Los países con una mayor presencia del cristianismo ortodoxo son Ucrania, Serbia, Bulgaria, Grecia y Rusia, entre otras naciones.

3. Católica

Es la rama del cristianismo formada por la Iglesia Católica Apostólica Romana en Europa Occidental. Tiene su centro en el Vaticano que reconoce al Papa como su autoridad suprema. De las ramas del cristianismo existentes, esta es la que cuenta con más adeptos, con 1214 millones de fieles.

Además de la adoración a Jesús, se caracteriza por la importancia que le da a la Virgen María y a los santos. La iglesia Católica argumenta que es ella la única iglesia fundada por Cristo que fue encomendada al apóstol Pedro, y por eso es reivindicada como un “signo e instrumento de la unión íntima con Dios».

La doctrina de la Iglesia Católica se ha basado en doctrinas y conceptos que no están presentes en la Biblia y que se transmiten mediante la tradición apostólica, esta es una de las principales razones de la separación con ortodoxos y protestantes.

Sus principales ritos y sacramentos son el bautismo, la comunión, la eucaristía y el matrimonio.

4. Iglesia Anglicana

Se funda y se practica en Inglaterra y algunos lugares de Estados Unidos. Es una fraternidad amplia de 40 provincias autónomas de dependencia mutua que se define como la fe, práctica y espíritu de las iglesias miembro de la conocida “Comunión anglicana” que son las iglesias que se encuentran en comunión con el arzobispo de Canterbury. Es una de las comuniones cristianas más numerosas del mundo, con 98 millones de miembros.

Se consideran a si mismos como parte de la iglesia cristiana: Una, Santa, Católica y apostólica, y reformada. Para muchos representa una forma de catolicisimo no papal o una forma de protestantismo sin figuras fundadoras como Martín Lutero o Juan Calvino.

El cristianismo anglicano tiene raíces hondas en los siglos anteriores al siglo XVI, lo medular de la fe de los anglicanos se encuentra en la Biblia, los 39 artículos de la fe cristiana y el libro de oración común, que resume la enseñanza de los primeros cinco siglos y rechazan la evolución posterior de la Iglesia Católica.

Rechazan el culto a las imágenes y todos sus obispos tienen el mismo rango compartiendo el liderazgo de la Iglesia. Aceptan la Biblia pero se da libertad de interpretación. Los clérigos pueden contraer matrimonio.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Semana Santa: cómo fueron los últimos días de Jesús en la Tierra

Domingo de Ramos (Enrique Breccia)Domingo de Ramos (Enrique Breccia)

La Semana Santa es la culminación de un recorrido fascinante. Para los cristianos, Jesús tenía una doble naturaleza, era el Hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo a expiar los pecados de la humanidad y a dejar un mensaje de paz y esperanza. Y un mandato de amor y servicio al prójimo.

El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; 3 años bastaron para cambiar la Historia y modelar nuestra civilización

Ahora bien, se crea o no en la doble naturaleza -divina y humana- de Jesucristo, lo innegable es que su vida y su martirio cambiaron la Historia. El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; tres años bastaron para modelar nuestra civilización y modo de vida. Su misterio, su calvario y su prédica dejaron una huella que aún perdura y que a lo largo de los siglos ha inspirado a los hombres en sus pensamientos y acciones. Y no sólo a los creyentes.

Cuando Jesús llegó a Jerusalén con sus discípulos. aquel día que hoy es recordado como Domingo de Ramos, tenía tras de sí tres años de predicación, que se iniciaron cuando, con 30 de edad, fue bautizado en el Jordán por su primo Juan el Bautista. Tras reclutar a doce discípulos, a los que promete convertir en «pescadores de hombres», empieza una vida errante por toda Galilea, predicando, haciendo milagros y «pescando» almas. A su paso, los enfermos sanan, los pecadores se arrepienten, los ricos renuncian a su riqueza, los descartados de la sociedad se sienten convocados. Él deja un rosario de enseñanzas simples que todos hemos escuchado alguna vez y que ya constituyen un acervo universal: «No sólo de pan vive el hombre»; «si te pegan en una mejilla, ofréceles la otra»; «los últimos serán los primeros», «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos»; «ámense los unos a los otros».  Y, ya en la cruz, «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Fueron también tres años de una vida en rebeldía contra el orden establecido, tanto el político como el religioso; Jesús será celebrado por la mayoría, pero también condenado, amenazado, perseguido y sospechado por una poderosa minoría.

Para comprender lo que sucederá en aquellas Pascuas , hay que tener en cuenta que la región en la que actuó Jesús se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Como en otras regiones ocupadas, las autoridades designadas por Roma toleraban la religión local -judía, en este caso-, como un elemento de orden. Pero el panorama interno de esta fe monoteísta era complejo. Había muchas discordancias y diversas corrientes: los saduceos, acomodados con el ocupante extranjero; los fariseos, apegados a la observancia de los rituales, a la forma antes que al fondo; los samaritanos, que no reconocían otra autoridad que la del Templo; los esenios -secta que algunos consideran antecedente del cristianismo-, que, asqueados por la corrupción, adoptaban el ascetismo; los zelotes, que querían pasar a la acción violenta, etcétera. Sus posicionamientos iban de la crítica al establishment religioso a la subversión política y la rebelión nacionalista. Estas corrientes y sectas fueron más o menos toleradas por las autoridades judías. Era una época de crisis política y moral, en la cual profetas, místicos y ascetas recorrían los caminos predicando y lanzando anatemas contra el pecado, el lujo y la falta de fe.

A diferencia de otras herejías, el cristianismo no pudo ser reabsorbido

También la de Jesús, en sus comienzos, fue una de estas tendencias; pero a diferencia de las otras, la herejía cristiana no fue tolerada y ello se debió a dos rasgos esenciales de la prédica de Cristo: la universalidad y la radicalidad. Jesús no predicaba sólo para los judíos, su mensaje iba dirigido a la humanidad entera, considerada como una unidad. No pretendía ser una secta, sino una religión universal. Por otra parte, su insistencia en que venía a dar vuelta todo lo dicho con anterioridad («Oísteis que fue dicho…. pero yo os digo…») anunciaba una nueva fe. Esto explica la coincidencia en la persecución y represión a Jesús y a los primeros discípulos entre las autoridades religiosas y civiles. Ni hebreos ni romanos podían tolerar semejante desafío.

El otro contexto de esta historia es la profecía. Los Evangelios recurren constantemente a la profecía bíblica para explicar la conducta de Jesús. Por eso, cuando decide ir a Jerusalén, donde será arrestado y juzgado, la Biblia lo relata como una instancia hacia el cual él mismo avanza, aún sabiendo lo que le espera.

DOMINGO DE RAMOS

Aquel domingo, entonces, Jesús avanza por la ruta a Jerusalén. Lo siguen sus discípulos, pero también una multitud entusiasmada por su palabra. 

El Maestro, como lo llaman, ingresa a la ciudad, precedido de su fama y montado en un burro. A su paso, la gente se quitaba los mantos y cubría con ellos y con ramas de laurel el camino que debía recorrer Jesús. Gritaban: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (salve) en las alturas!».

Lo primero que hace Jesús en Jerusalén es echar a los mercaderes del templo

Nada como para alegrar a las autoridades. Para colmo, Jesús se dirigió al templo a echar a los mercaderes (cambistas y vendedores de palomas para los sacrificios). «Mi casa, casa de oración será llamada. Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones», acusó.

Al día siguiente vuelve al templo y en un áspero intercambio con los sacerdotes y los ancianos les dice, por ejemplo, que «los publicanos y las rameras» irían delante de ellos «al reino de Dios».  Y explica: «Porque vino a vosotros Juan (el Bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron».

Si no lo arrestaron en ese momento, fue por temor a la multitud que rodeaba a Jesús. Había que esperar una ocasión más propicia.

Las autoridades religiosas se escandalizan con las respuestas de Jesús, que en cambio encantan a la gente. Trata de hipócritas a los fariseos que hacen «largas oraciones», pero no ayudan a nadie. Y se permite reformular los diez mandamientos de Moisés, en sólo dos, esenciales: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

Al irse del templo, predice que éste será destruido. Luego tiene una larga charla con sus discípulos, sembrada de analogías sobre cómo será el Reino de los Cielos. Y les adelanta lo que va a suceder. Una predicción que ellos no retienen o no quieren retener: «Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua -les dice- y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado».

En ese mismo momento, escribas y ancianos, reunidos con Caifás, que era el sumo sacerdote del templo, conspiran para sacarse de encima al molesto predicador. «No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo», decían.

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA

Jesús les anuncia a sus discípulos que el jueves celebrará con ellos la cena de Pascua.

Poco antes, el discípulo Judas se pone en contacto con uno de los principales sacerdotes y le ofrece entregar a Jesús. A cambio, recibe treinta piezas de plata.

La traición de JudasLa traición de Judas

Jesús envía a sus discípulos a preparar todo para la cena del jueves y les dice que será la última. Era costumbre lavarse los pies antes de una celebración como aquella. Pero no había sirvientes en el lugar.

Jesús toma entonces el recipiente con agua, se ciñe una toalla a la cintura y se pone a lavar los pies de sus discípulos. Sorprendido, Pedro le dice: «Señor, ¿tú me lavas los pies?». Y Jesús responde: «Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (…) El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió».

Durante esta cena, Jesús tiene otro gesto que dará lugar a uno de los más importantes sacramentos del cristianismo: la comunión o Santa Cena. El relato de la Biblia es conciso: «Mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»

Hay gran tensión cuando Jesús anuncia: «De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar«. Y dirigiéndose a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto». Éste se retira.

No es la única predicción. También les advierte que ellos no sólo se van a dispersar sino que van a renegar de Él. Y a Pedro que protesta indignado, le dice: «Esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces».

Viene a continuación uno de los pasajes donde más expuesta queda esta doble naturaleza de Jesús que, en esas horas previas a su calvario, se muestra profundamente humano, vulnerable, angustiado, ante la prueba que le espera.

No hará nada por evitarlo. Se retira con sus discípulos al jardín de Getsemaní para rezar y esperar. Les pide que permanezcan despiertos, en vigilia, para sentirse acompañado: «Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo». Pero cada vez que vuelve con ellos, los encuentra dormidos, inconscientes del drama que ya se está desatando.

Tres veces se retira Jesús a rezar y cada vez su ruego es el mismo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad».

Después de ese tercer rezo, vuelve con sus discípulos y les avisa: «Se acerca el que me entrega». Viene entonces Judas y le da un beso, para que los soldados sepan cuál es Jesús de Nazaret, el hombre que deben prender.

El beso de Judas, en la versión de CaravaggioEl beso de Judas, en la versión de Caravaggio

Uno de los discípulos intenta resistir el arresto: toma una espada y le corta la oreja a un soldado. Jesús lo frena: «El que a hierro mata a hierro muere».

Si no evita su arresto no es porque no puede: «¿Acaso piensas -le dice al discípulo- que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras…?»

Y a sus apresadores les reprocha que vengan a prenderlo como a un criminal cuando estuvo sentado con ellos en el templo.

Los soldados se llevan a Jesús y los discípulos huyen.

VIERNES SANTO

Jesús es llevado en primer término ante el Sanedrín, que era la asamblea de sabios, presidida por Caifás, el sumo sacerdote. Es allí, mientras su Maestro comparece ante los sacerdotes, que Pedro, mezclado entre el público para seguir los acontecimientos, es interpelado por algunos que lo reconocen y le dicen: «Tú también estabas con el Galileo». Él, asustado, lo niega: «No, no lo conozco». Así, tres veces seguidas. Y entonces cantó el gallo. Recordando las palabras de Jesús, Pedro «lloró amargamente».

Frente a sus acusadores, Jesús callaba. «Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios», lo presionó el sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo».

Entonces Caifás rasgó sus vestidura y gritó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?»

Jesús ante el SanedrínJesús ante el Sanedrín

Ya era de mañana. Jesús es llevado ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Al ver lo que había hecho, Judas se suicida.

Pilato se sorprende un poco ante la pasividad de Jesús. «¿Eres tú el Rey de los judíos?», le pregunta. «Tú lo dices», es la escueta respuesta.

¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Como era costumbre liberar un preso en ocasión de las fiestas importantes, Pilato manda a traer a un homicida, Barrabás. «¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?», preguntó a la multitud. «¡A Barrabás!»

«¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?»

«¡Sea crucificado!»

Entonces Pilato se lavó las manos -literalmente- frente a ellos y les dijo: «Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros».

Soltó a Barrabás, hizo azotar a Jesús y luego lo entregó para que fuese crucificado.

Para burlarse de quien se decía «Rey», le ponen a Jesús un manto rojo y una corona de espinas, lo escupen, lo golpean y se burlan: «¡Salve, Rey de los judíos!»

Llevan a Jesús al Gólgota -es el vía crucis, un largo trayecto llevando por momentos la cruz al hombro-, donde es crucificado, junto a dos reos comunes, uno a cada lado; le ponen un cartel «Este es el Rey de los Judíos». Los soldados echan a suerte la ropa del Nazareno.

Poncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con JesúsPoncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con Jesús

«Sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios», lo desafiaban.

Al pie de la cruz, asistían al martirio de Jesús, su madre, María, sus discípulos y su más fiel seguidora, María Magdalena.

Tras unas horas de agonía, un soldado lanceó a Jesús en el costado, según algunos evangelios, o simplemente expiró, según otros, luego de pronunciar sus últimas palabras: «Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?»

Con el último aliento de Jesús, el cielo se oscureció, la tierra tembló, se abrieron sepulcros y el templo se rajó. «Verdaderamente este era el Hijo de Dios», dijo entonces uno de los centuriones romanos.

José de Arimatea, un acaudalado seguidor de Jesús, obtuvo de Pilato el permiso para retirar el cuerpo de su Señor y darle sepultura.

SÁBADO DE GLORIA – DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El día sábado, recordando que Jesús había dicho «después de tres días, resucitaré», los sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato que la tumba fuese sellada con una piedra y vigilada. Temían que alguien lo robara.

Pese a ello, cuando el domingo a la mañana, María Magdalena fue al sepulcro de Jesús, encontró la piedra removida y la tumba vacía. Fue a ella que Jesús se le apareció por primera vez tras su resurrección.

Cuando la noticia llegó a los discípulos, pese a que Jesús se los había anunciado varias veces, algunos de ellos se mostraron escépticos. Y hubo uno que, hasta que no puso su dedo en el agujero que el clavo había dejando en la palma de Jesús, no creyó.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, dice la Biblia, no sin antes decirles a sus discípulos que les enviaría el Espíritu Santo.

Poco tiempo después, un historiador romano llamado Tácito (que vivió entre el 52 y el 118 después de Cristo) escribió en Anales, una historia de Roma, que Nerón había culpado a los cristianos del incendio de Roma; «Creó chivos expiatorios y sometió a torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Había nacido una nueva religión y, aunque sus seguidores estaban siendo implacablemente perseguidos, el cristianismo se extendería por todo el mundo -los discípulos siguieron el mandato de su Maestro de salir a llevar la buena nueva en todas las direcciones- y acabaría siendo reconocido por el propio Imperio Romano.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Semana Santa: cómo fueron los últimos días de Jesús en la Tierra

Domingo de Ramos (Enrique Breccia)Domingo de Ramos (Enrique Breccia)

La Semana Santa es la culminación de un recorrido fascinante. Para los cristianos, Jesús tenía una doble naturaleza, era el Hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo a expiar los pecados de la humanidad y a dejar un mensaje de paz y esperanza. Y un mandato de amor y servicio al prójimo.

El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; 3 años bastaron para cambiar la Historia y modelar nuestra civilización

Ahora bien, se crea o no en la doble naturaleza -divina y humana- de Jesucristo, lo innegable es que su vida y su martirio cambiaron la Historia. El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; tres años bastaron para modelar nuestra civilización y modo de vida. Su misterio, su calvario y su prédica dejaron una huella que aún perdura y que a lo largo de los siglos ha inspirado a los hombres en sus pensamientos y acciones. Y no sólo a los creyentes.

Cuando Jesús llegó a Jerusalén con sus discípulos. aquel día que hoy es recordado como Domingo de Ramos, tenía tras de sí tres años de predicación, que se iniciaron cuando, con 30 de edad, fue bautizado en el Jordán por su primo Juan el Bautista. Tras reclutar a doce discípulos, a los que promete convertir en «pescadores de hombres», empieza una vida errante por toda Galilea, predicando, haciendo milagros y «pescando» almas. A su paso, los enfermos sanan, los pecadores se arrepienten, los ricos renuncian a su riqueza, los descartados de la sociedad se sienten convocados. Él deja un rosario de enseñanzas simples que todos hemos escuchado alguna vez y que ya constituyen un acervo universal: «No sólo de pan vive el hombre»; «si te pegan en una mejilla, ofréceles la otra»; «los últimos serán los primeros», «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos»; «ámense los unos a los otros».  Y, ya en la cruz, «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Fueron también tres años de una vida en rebeldía contra el orden establecido, tanto el político como el religioso; Jesús será celebrado por la mayoría, pero también condenado, amenazado, perseguido y sospechado por una poderosa minoría.

Para comprender lo que sucederá en aquellas Pascuas , hay que tener en cuenta que la región en la que actuó Jesús se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Como en otras regiones ocupadas, las autoridades designadas por Roma toleraban la religión local -judía, en este caso-, como un elemento de orden. Pero el panorama interno de esta fe monoteísta era complejo. Había muchas discordancias y diversas corrientes: los saduceos, acomodados con el ocupante extranjero; los fariseos, apegados a la observancia de los rituales, a la forma antes que al fondo; los samaritanos, que no reconocían otra autoridad que la del Templo; los esenios -secta que algunos consideran antecedente del cristianismo-, que, asqueados por la corrupción, adoptaban el ascetismo; los zelotes, que querían pasar a la acción violenta, etcétera. Sus posicionamientos iban de la crítica al establishment religioso a la subversión política y la rebelión nacionalista. Estas corrientes y sectas fueron más o menos toleradas por las autoridades judías. Era una época de crisis política y moral, en la cual profetas, místicos y ascetas recorrían los caminos predicando y lanzando anatemas contra el pecado, el lujo y la falta de fe.

A diferencia de otras herejías, el cristianismo no pudo ser reabsorbido

También la de Jesús, en sus comienzos, fue una de estas tendencias; pero a diferencia de las otras, la herejía cristiana no fue tolerada y ello se debió a dos rasgos esenciales de la prédica de Cristo: la universalidad y la radicalidad. Jesús no predicaba sólo para los judíos, su mensaje iba dirigido a la humanidad entera, considerada como una unidad. No pretendía ser una secta, sino una religión universal. Por otra parte, su insistencia en que venía a dar vuelta todo lo dicho con anterioridad («Oísteis que fue dicho…. pero yo os digo…») anunciaba una nueva fe. Esto explica la coincidencia en la persecución y represión a Jesús y a los primeros discípulos entre las autoridades religiosas y civiles. Ni hebreos ni romanos podían tolerar semejante desafío.

El otro contexto de esta historia es la profecía. Los Evangelios recurren constantemente a la profecía bíblica para explicar la conducta de Jesús. Por eso, cuando decide ir a Jerusalén, donde será arrestado y juzgado, la Biblia lo relata como una instancia hacia el cual él mismo avanza, aún sabiendo lo que le espera.

DOMINGO DE RAMOS

Aquel domingo, entonces, Jesús avanza por la ruta a Jerusalén. Lo siguen sus discípulos, pero también una multitud entusiasmada por su palabra. 

El Maestro, como lo llaman, ingresa a la ciudad, precedido de su fama y montado en un burro. A su paso, la gente se quitaba los mantos y cubría con ellos y con ramas de laurel el camino que debía recorrer Jesús. Gritaban: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (salve) en las alturas!».

Lo primero que hace Jesús en Jerusalén es echar a los mercaderes del templo

Nada como para alegrar a las autoridades. Para colmo, Jesús se dirigió al templo a echar a los mercaderes (cambistas y vendedores de palomas para los sacrificios). «Mi casa, casa de oración será llamada. Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones», acusó.

Al día siguiente vuelve al templo y en un áspero intercambio con los sacerdotes y los ancianos les dice, por ejemplo, que «los publicanos y las rameras» irían delante de ellos «al reino de Dios».  Y explica: «Porque vino a vosotros Juan (el Bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron».

Si no lo arrestaron en ese momento, fue por temor a la multitud que rodeaba a Jesús. Había que esperar una ocasión más propicia.

Las autoridades religiosas se escandalizan con las respuestas de Jesús, que en cambio encantan a la gente. Trata de hipócritas a los fariseos que hacen «largas oraciones», pero no ayudan a nadie. Y se permite reformular los diez mandamientos de Moisés, en sólo dos, esenciales: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

Al irse del templo, predice que éste será destruido. Luego tiene una larga charla con sus discípulos, sembrada de analogías sobre cómo será el Reino de los Cielos. Y les adelanta lo que va a suceder. Una predicción que ellos no retienen o no quieren retener: «Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua -les dice- y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado».

En ese mismo momento, escribas y ancianos, reunidos con Caifás, que era el sumo sacerdote del templo, conspiran para sacarse de encima al molesto predicador. «No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo», decían.

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA

Jesús les anuncia a sus discípulos que el jueves celebrará con ellos la cena de Pascua.

Poco antes, el discípulo Judas se pone en contacto con uno de los principales sacerdotes y le ofrece entregar a Jesús. A cambio, recibe treinta piezas de plata.

La traición de JudasLa traición de Judas

Jesús envía a sus discípulos a preparar todo para la cena del jueves y les dice que será la última. Era costumbre lavarse los pies antes de una celebración como aquella. Pero no había sirvientes en el lugar.

Jesús toma entonces el recipiente con agua, se ciñe una toalla a la cintura y se pone a lavar los pies de sus discípulos. Sorprendido, Pedro le dice: «Señor, ¿tú me lavas los pies?». Y Jesús responde: «Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (…) El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió».

Durante esta cena, Jesús tiene otro gesto que dará lugar a uno de los más importantes sacramentos del cristianismo: la comunión o Santa Cena. El relato de la Biblia es conciso: «Mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»

Hay gran tensión cuando Jesús anuncia: «De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar«. Y dirigiéndose a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto». Éste se retira.

No es la única predicción. También les advierte que ellos no sólo se van a dispersar sino que van a renegar de Él. Y a Pedro que protesta indignado, le dice: «Esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces».

Viene a continuación uno de los pasajes donde más expuesta queda esta doble naturaleza de Jesús que, en esas horas previas a su calvario, se muestra profundamente humano, vulnerable, angustiado, ante la prueba que le espera.

No hará nada por evitarlo. Se retira con sus discípulos al jardín de Getsemaní para rezar y esperar. Les pide que permanezcan despiertos, en vigilia, para sentirse acompañado: «Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo». Pero cada vez que vuelve con ellos, los encuentra dormidos, inconscientes del drama que ya se está desatando.

Tres veces se retira Jesús a rezar y cada vez su ruego es el mismo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad».

Después de ese tercer rezo, vuelve con sus discípulos y les avisa: «Se acerca el que me entrega». Viene entonces Judas y le da un beso, para que los soldados sepan cuál es Jesús de Nazaret, el hombre que deben prender.

El beso de Judas, en la versión de CaravaggioEl beso de Judas, en la versión de Caravaggio

Uno de los discípulos intenta resistir el arresto: toma una espada y le corta la oreja a un soldado. Jesús lo frena: «El que a hierro mata a hierro muere».

Si no evita su arresto no es porque no puede: «¿Acaso piensas -le dice al discípulo- que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras…?»

Y a sus apresadores les reprocha que vengan a prenderlo como a un criminal cuando estuvo sentado con ellos en el templo.

Los soldados se llevan a Jesús y los discípulos huyen.

VIERNES SANTO

Jesús es llevado en primer término ante el Sanedrín, que era la asamblea de sabios, presidida por Caifás, el sumo sacerdote. Es allí, mientras su Maestro comparece ante los sacerdotes, que Pedro, mezclado entre el público para seguir los acontecimientos, es interpelado por algunos que lo reconocen y le dicen: «Tú también estabas con el Galileo». Él, asustado, lo niega: «No, no lo conozco». Así, tres veces seguidas. Y entonces cantó el gallo. Recordando las palabras de Jesús, Pedro «lloró amargamente».

Frente a sus acusadores, Jesús callaba. «Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios», lo presionó el sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo».

Entonces Caifás rasgó sus vestidura y gritó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?»

Jesús ante el SanedrínJesús ante el Sanedrín

Ya era de mañana. Jesús es llevado ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Al ver lo que había hecho, Judas se suicida.

Pilato se sorprende un poco ante la pasividad de Jesús. «¿Eres tú el Rey de los judíos?», le pregunta. «Tú lo dices», es la escueta respuesta.

¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Como era costumbre liberar un preso en ocasión de las fiestas importantes, Pilato manda a traer a un homicida, Barrabás. «¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?», preguntó a la multitud. «¡A Barrabás!»

«¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?»

«¡Sea crucificado!»

Entonces Pilato se lavó las manos -literalmente- frente a ellos y les dijo: «Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros».

Soltó a Barrabás, hizo azotar a Jesús y luego lo entregó para que fuese crucificado.

Para burlarse de quien se decía «Rey», le ponen a Jesús un manto rojo y una corona de espinas, lo escupen, lo golpean y se burlan: «¡Salve, Rey de los judíos!»

Llevan a Jesús al Gólgota -es el vía crucis, un largo trayecto llevando por momentos la cruz al hombro-, donde es crucificado, junto a dos reos comunes, uno a cada lado; le ponen un cartel «Este es el Rey de los Judíos». Los soldados echan a suerte la ropa del Nazareno.

Poncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con JesúsPoncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con Jesús

«Sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios», lo desafiaban.

Al pie de la cruz, asistían al martirio de Jesús, su madre, María, sus discípulos y su más fiel seguidora, María Magdalena.

Tras unas horas de agonía, un soldado lanceó a Jesús en el costado, según algunos evangelios, o simplemente expiró, según otros, luego de pronunciar sus últimas palabras: «Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?»

Con el último aliento de Jesús, el cielo se oscureció, la tierra tembló, se abrieron sepulcros y el templo se rajó. «Verdaderamente este era el Hijo de Dios», dijo entonces uno de los centuriones romanos.

José de Arimatea, un acaudalado seguidor de Jesús, obtuvo de Pilato el permiso para retirar el cuerpo de su Señor y darle sepultura.

SÁBADO DE GLORIA – DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El día sábado, recordando que Jesús había dicho «después de tres días, resucitaré», los sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato que la tumba fuese sellada con una piedra y vigilada. Temían que alguien lo robara.

Pese a ello, cuando el domingo a la mañana, María Magdalena fue al sepulcro de Jesús, encontró la piedra removida y la tumba vacía. Fue a ella que Jesús se le apareció por primera vez tras su resurrección.

Cuando la noticia llegó a los discípulos, pese a que Jesús se los había anunciado varias veces, algunos de ellos se mostraron escépticos. Y hubo uno que, hasta que no puso su dedo en el agujero que el clavo había dejando en la palma de Jesús, no creyó.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, dice la Biblia, no sin antes decirles a sus discípulos que les enviaría el Espíritu Santo.

Poco tiempo después, un historiador romano llamado Tácito (que vivió entre el 52 y el 118 después de Cristo) escribió en Anales, una historia de Roma, que Nerón había culpado a los cristianos del incendio de Roma; «Creó chivos expiatorios y sometió a torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Había nacido una nueva religión y, aunque sus seguidores estaban siendo implacablemente perseguidos, el cristianismo se extendería por todo el mundo -los discípulos siguieron el mandato de su Maestro de salir a llevar la buena nueva en todas las direcciones- y acabaría siendo reconocido por el propio Imperio Romano.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Semana Santa: cómo fueron los últimos días de Jesús en la Tierra

Domingo de Ramos (Enrique Breccia)Domingo de Ramos (Enrique Breccia)

La Semana Santa es la culminación de un recorrido fascinante. Para los cristianos, Jesús tenía una doble naturaleza, era el Hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo a expiar los pecados de la humanidad y a dejar un mensaje de paz y esperanza. Y un mandato de amor y servicio al prójimo.

El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; 3 años bastaron para cambiar la Historia y modelar nuestra civilización

Ahora bien, se crea o no en la doble naturaleza -divina y humana- de Jesucristo, lo innegable es que su vida y su martirio cambiaron la Historia. El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; tres años bastaron para modelar nuestra civilización y modo de vida. Su misterio, su calvario y su prédica dejaron una huella que aún perdura y que a lo largo de los siglos ha inspirado a los hombres en sus pensamientos y acciones. Y no sólo a los creyentes.

Cuando Jesús llegó a Jerusalén con sus discípulos. aquel día que hoy es recordado como Domingo de Ramos, tenía tras de sí tres años de predicación, que se iniciaron cuando, con 30 de edad, fue bautizado en el Jordán por su primo Juan el Bautista. Tras reclutar a doce discípulos, a los que promete convertir en «pescadores de hombres», empieza una vida errante por toda Galilea, predicando, haciendo milagros y «pescando» almas. A su paso, los enfermos sanan, los pecadores se arrepienten, los ricos renuncian a su riqueza, los descartados de la sociedad se sienten convocados. Él deja un rosario de enseñanzas simples que todos hemos escuchado alguna vez y que ya constituyen un acervo universal: «No sólo de pan vive el hombre»; «si te pegan en una mejilla, ofréceles la otra»; «los últimos serán los primeros», «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos»; «ámense los unos a los otros».  Y, ya en la cruz, «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Fueron también tres años de una vida en rebeldía contra el orden establecido, tanto el político como el religioso; Jesús será celebrado por la mayoría, pero también condenado, amenazado, perseguido y sospechado por una poderosa minoría.

Para comprender lo que sucederá en aquellas Pascuas , hay que tener en cuenta que la región en la que actuó Jesús se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Como en otras regiones ocupadas, las autoridades designadas por Roma toleraban la religión local -judía, en este caso-, como un elemento de orden. Pero el panorama interno de esta fe monoteísta era complejo. Había muchas discordancias y diversas corrientes: los saduceos, acomodados con el ocupante extranjero; los fariseos, apegados a la observancia de los rituales, a la forma antes que al fondo; los samaritanos, que no reconocían otra autoridad que la del Templo; los esenios -secta que algunos consideran antecedente del cristianismo-, que, asqueados por la corrupción, adoptaban el ascetismo; los zelotes, que querían pasar a la acción violenta, etcétera. Sus posicionamientos iban de la crítica al establishment religioso a la subversión política y la rebelión nacionalista. Estas corrientes y sectas fueron más o menos toleradas por las autoridades judías. Era una época de crisis política y moral, en la cual profetas, místicos y ascetas recorrían los caminos predicando y lanzando anatemas contra el pecado, el lujo y la falta de fe.

A diferencia de otras herejías, el cristianismo no pudo ser reabsorbido

También la de Jesús, en sus comienzos, fue una de estas tendencias; pero a diferencia de las otras, la herejía cristiana no fue tolerada y ello se debió a dos rasgos esenciales de la prédica de Cristo: la universalidad y la radicalidad. Jesús no predicaba sólo para los judíos, su mensaje iba dirigido a la humanidad entera, considerada como una unidad. No pretendía ser una secta, sino una religión universal. Por otra parte, su insistencia en que venía a dar vuelta todo lo dicho con anterioridad («Oísteis que fue dicho…. pero yo os digo…») anunciaba una nueva fe. Esto explica la coincidencia en la persecución y represión a Jesús y a los primeros discípulos entre las autoridades religiosas y civiles. Ni hebreos ni romanos podían tolerar semejante desafío.

El otro contexto de esta historia es la profecía. Los Evangelios recurren constantemente a la profecía bíblica para explicar la conducta de Jesús. Por eso, cuando decide ir a Jerusalén, donde será arrestado y juzgado, la Biblia lo relata como una instancia hacia el cual él mismo avanza, aún sabiendo lo que le espera.

DOMINGO DE RAMOS

Aquel domingo, entonces, Jesús avanza por la ruta a Jerusalén. Lo siguen sus discípulos, pero también una multitud entusiasmada por su palabra. 

El Maestro, como lo llaman, ingresa a la ciudad, precedido de su fama y montado en un burro. A su paso, la gente se quitaba los mantos y cubría con ellos y con ramas de laurel el camino que debía recorrer Jesús. Gritaban: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (salve) en las alturas!».

Lo primero que hace Jesús en Jerusalén es echar a los mercaderes del templo

Nada como para alegrar a las autoridades. Para colmo, Jesús se dirigió al templo a echar a los mercaderes (cambistas y vendedores de palomas para los sacrificios). «Mi casa, casa de oración será llamada. Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones», acusó.

Al día siguiente vuelve al templo y en un áspero intercambio con los sacerdotes y los ancianos les dice, por ejemplo, que «los publicanos y las rameras» irían delante de ellos «al reino de Dios».  Y explica: «Porque vino a vosotros Juan (el Bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron».

Si no lo arrestaron en ese momento, fue por temor a la multitud que rodeaba a Jesús. Había que esperar una ocasión más propicia.

Las autoridades religiosas se escandalizan con las respuestas de Jesús, que en cambio encantan a la gente. Trata de hipócritas a los fariseos que hacen «largas oraciones», pero no ayudan a nadie. Y se permite reformular los diez mandamientos de Moisés, en sólo dos, esenciales: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

Al irse del templo, predice que éste será destruido. Luego tiene una larga charla con sus discípulos, sembrada de analogías sobre cómo será el Reino de los Cielos. Y les adelanta lo que va a suceder. Una predicción que ellos no retienen o no quieren retener: «Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua -les dice- y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado».

En ese mismo momento, escribas y ancianos, reunidos con Caifás, que era el sumo sacerdote del templo, conspiran para sacarse de encima al molesto predicador. «No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo», decían.

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA

Jesús les anuncia a sus discípulos que el jueves celebrará con ellos la cena de Pascua.

Poco antes, el discípulo Judas se pone en contacto con uno de los principales sacerdotes y le ofrece entregar a Jesús. A cambio, recibe treinta piezas de plata.

La traición de JudasLa traición de Judas

Jesús envía a sus discípulos a preparar todo para la cena del jueves y les dice que será la última. Era costumbre lavarse los pies antes de una celebración como aquella. Pero no había sirvientes en el lugar.

Jesús toma entonces el recipiente con agua, se ciñe una toalla a la cintura y se pone a lavar los pies de sus discípulos. Sorprendido, Pedro le dice: «Señor, ¿tú me lavas los pies?». Y Jesús responde: «Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (…) El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió».

Durante esta cena, Jesús tiene otro gesto que dará lugar a uno de los más importantes sacramentos del cristianismo: la comunión o Santa Cena. El relato de la Biblia es conciso: «Mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»

Hay gran tensión cuando Jesús anuncia: «De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar«. Y dirigiéndose a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto». Éste se retira.

No es la única predicción. También les advierte que ellos no sólo se van a dispersar sino que van a renegar de Él. Y a Pedro que protesta indignado, le dice: «Esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces».

Viene a continuación uno de los pasajes donde más expuesta queda esta doble naturaleza de Jesús que, en esas horas previas a su calvario, se muestra profundamente humano, vulnerable, angustiado, ante la prueba que le espera.

No hará nada por evitarlo. Se retira con sus discípulos al jardín de Getsemaní para rezar y esperar. Les pide que permanezcan despiertos, en vigilia, para sentirse acompañado: «Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo». Pero cada vez que vuelve con ellos, los encuentra dormidos, inconscientes del drama que ya se está desatando.

Tres veces se retira Jesús a rezar y cada vez su ruego es el mismo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad».

Después de ese tercer rezo, vuelve con sus discípulos y les avisa: «Se acerca el que me entrega». Viene entonces Judas y le da un beso, para que los soldados sepan cuál es Jesús de Nazaret, el hombre que deben prender.

El beso de Judas, en la versión de CaravaggioEl beso de Judas, en la versión de Caravaggio

Uno de los discípulos intenta resistir el arresto: toma una espada y le corta la oreja a un soldado. Jesús lo frena: «El que a hierro mata a hierro muere».

Si no evita su arresto no es porque no puede: «¿Acaso piensas -le dice al discípulo- que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras…?»

Y a sus apresadores les reprocha que vengan a prenderlo como a un criminal cuando estuvo sentado con ellos en el templo.

Los soldados se llevan a Jesús y los discípulos huyen.

VIERNES SANTO

Jesús es llevado en primer término ante el Sanedrín, que era la asamblea de sabios, presidida por Caifás, el sumo sacerdote. Es allí, mientras su Maestro comparece ante los sacerdotes, que Pedro, mezclado entre el público para seguir los acontecimientos, es interpelado por algunos que lo reconocen y le dicen: «Tú también estabas con el Galileo». Él, asustado, lo niega: «No, no lo conozco». Así, tres veces seguidas. Y entonces cantó el gallo. Recordando las palabras de Jesús, Pedro «lloró amargamente».

Frente a sus acusadores, Jesús callaba. «Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios», lo presionó el sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo».

Entonces Caifás rasgó sus vestidura y gritó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?»

Jesús ante el SanedrínJesús ante el Sanedrín

Ya era de mañana. Jesús es llevado ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Al ver lo que había hecho, Judas se suicida.

Pilato se sorprende un poco ante la pasividad de Jesús. «¿Eres tú el Rey de los judíos?», le pregunta. «Tú lo dices», es la escueta respuesta.

¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Como era costumbre liberar un preso en ocasión de las fiestas importantes, Pilato manda a traer a un homicida, Barrabás. «¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?», preguntó a la multitud. «¡A Barrabás!»

«¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?»

«¡Sea crucificado!»

Entonces Pilato se lavó las manos -literalmente- frente a ellos y les dijo: «Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros».

Soltó a Barrabás, hizo azotar a Jesús y luego lo entregó para que fuese crucificado.

Para burlarse de quien se decía «Rey», le ponen a Jesús un manto rojo y una corona de espinas, lo escupen, lo golpean y se burlan: «¡Salve, Rey de los judíos!»

Llevan a Jesús al Gólgota -es el vía crucis, un largo trayecto llevando por momentos la cruz al hombro-, donde es crucificado, junto a dos reos comunes, uno a cada lado; le ponen un cartel «Este es el Rey de los Judíos». Los soldados echan a suerte la ropa del Nazareno.

Poncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con JesúsPoncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con Jesús

«Sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios», lo desafiaban.

Al pie de la cruz, asistían al martirio de Jesús, su madre, María, sus discípulos y su más fiel seguidora, María Magdalena.

Tras unas horas de agonía, un soldado lanceó a Jesús en el costado, según algunos evangelios, o simplemente expiró, según otros, luego de pronunciar sus últimas palabras: «Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?»

Con el último aliento de Jesús, el cielo se oscureció, la tierra tembló, se abrieron sepulcros y el templo se rajó. «Verdaderamente este era el Hijo de Dios», dijo entonces uno de los centuriones romanos.

José de Arimatea, un acaudalado seguidor de Jesús, obtuvo de Pilato el permiso para retirar el cuerpo de su Señor y darle sepultura.

SÁBADO DE GLORIA – DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El día sábado, recordando que Jesús había dicho «después de tres días, resucitaré», los sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato que la tumba fuese sellada con una piedra y vigilada. Temían que alguien lo robara.

Pese a ello, cuando el domingo a la mañana, María Magdalena fue al sepulcro de Jesús, encontró la piedra removida y la tumba vacía. Fue a ella que Jesús se le apareció por primera vez tras su resurrección.

Cuando la noticia llegó a los discípulos, pese a que Jesús se los había anunciado varias veces, algunos de ellos se mostraron escépticos. Y hubo uno que, hasta que no puso su dedo en el agujero que el clavo había dejando en la palma de Jesús, no creyó.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, dice la Biblia, no sin antes decirles a sus discípulos que les enviaría el Espíritu Santo.

Poco tiempo después, un historiador romano llamado Tácito (que vivió entre el 52 y el 118 después de Cristo) escribió en Anales, una historia de Roma, que Nerón había culpado a los cristianos del incendio de Roma; «Creó chivos expiatorios y sometió a torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Había nacido una nueva religión y, aunque sus seguidores estaban siendo implacablemente perseguidos, el cristianismo se extendería por todo el mundo -los discípulos siguieron el mandato de su Maestro de salir a llevar la buena nueva en todas las direcciones- y acabaría siendo reconocido por el propio Imperio Romano.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Semana Santa: cómo fueron los últimos días de Jesús en la Tierra

Domingo de Ramos (Enrique Breccia)Domingo de Ramos (Enrique Breccia)

La Semana Santa es la culminación de un recorrido fascinante. Para los cristianos, Jesús tenía una doble naturaleza, era el Hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo a expiar los pecados de la humanidad y a dejar un mensaje de paz y esperanza. Y un mandato de amor y servicio al prójimo.

El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; 3 años bastaron para cambiar la Historia y modelar nuestra civilización

Ahora bien, se crea o no en la doble naturaleza -divina y humana- de Jesucristo, lo innegable es que su vida y su martirio cambiaron la Historia. El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; tres años bastaron para modelar nuestra civilización y modo de vida. Su misterio, su calvario y su prédica dejaron una huella que aún perdura y que a lo largo de los siglos ha inspirado a los hombres en sus pensamientos y acciones. Y no sólo a los creyentes.

Cuando Jesús llegó a Jerusalén con sus discípulos. aquel día que hoy es recordado como Domingo de Ramos, tenía tras de sí tres años de predicación, que se iniciaron cuando, con 30 de edad, fue bautizado en el Jordán por su primo Juan el Bautista. Tras reclutar a doce discípulos, a los que promete convertir en «pescadores de hombres», empieza una vida errante por toda Galilea, predicando, haciendo milagros y «pescando» almas. A su paso, los enfermos sanan, los pecadores se arrepienten, los ricos renuncian a su riqueza, los descartados de la sociedad se sienten convocados. Él deja un rosario de enseñanzas simples que todos hemos escuchado alguna vez y que ya constituyen un acervo universal: «No sólo de pan vive el hombre»; «si te pegan en una mejilla, ofréceles la otra»; «los últimos serán los primeros», «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos»; «ámense los unos a los otros».  Y, ya en la cruz, «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Fueron también tres años de una vida en rebeldía contra el orden establecido, tanto el político como el religioso; Jesús será celebrado por la mayoría, pero también condenado, amenazado, perseguido y sospechado por una poderosa minoría.

Para comprender lo que sucederá en aquellas Pascuas , hay que tener en cuenta que la región en la que actuó Jesús se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Como en otras regiones ocupadas, las autoridades designadas por Roma toleraban la religión local -judía, en este caso-, como un elemento de orden. Pero el panorama interno de esta fe monoteísta era complejo. Había muchas discordancias y diversas corrientes: los saduceos, acomodados con el ocupante extranjero; los fariseos, apegados a la observancia de los rituales, a la forma antes que al fondo; los samaritanos, que no reconocían otra autoridad que la del Templo; los esenios -secta que algunos consideran antecedente del cristianismo-, que, asqueados por la corrupción, adoptaban el ascetismo; los zelotes, que querían pasar a la acción violenta, etcétera. Sus posicionamientos iban de la crítica al establishment religioso a la subversión política y la rebelión nacionalista. Estas corrientes y sectas fueron más o menos toleradas por las autoridades judías. Era una época de crisis política y moral, en la cual profetas, místicos y ascetas recorrían los caminos predicando y lanzando anatemas contra el pecado, el lujo y la falta de fe.

A diferencia de otras herejías, el cristianismo no pudo ser reabsorbido

También la de Jesús, en sus comienzos, fue una de estas tendencias; pero a diferencia de las otras, la herejía cristiana no fue tolerada y ello se debió a dos rasgos esenciales de la prédica de Cristo: la universalidad y la radicalidad. Jesús no predicaba sólo para los judíos, su mensaje iba dirigido a la humanidad entera, considerada como una unidad. No pretendía ser una secta, sino una religión universal. Por otra parte, su insistencia en que venía a dar vuelta todo lo dicho con anterioridad («Oísteis que fue dicho…. pero yo os digo…») anunciaba una nueva fe. Esto explica la coincidencia en la persecución y represión a Jesús y a los primeros discípulos entre las autoridades religiosas y civiles. Ni hebreos ni romanos podían tolerar semejante desafío.

El otro contexto de esta historia es la profecía. Los Evangelios recurren constantemente a la profecía bíblica para explicar la conducta de Jesús. Por eso, cuando decide ir a Jerusalén, donde será arrestado y juzgado, la Biblia lo relata como una instancia hacia el cual él mismo avanza, aún sabiendo lo que le espera.

DOMINGO DE RAMOS

Aquel domingo, entonces, Jesús avanza por la ruta a Jerusalén. Lo siguen sus discípulos, pero también una multitud entusiasmada por su palabra. 

El Maestro, como lo llaman, ingresa a la ciudad, precedido de su fama y montado en un burro. A su paso, la gente se quitaba los mantos y cubría con ellos y con ramas de laurel el camino que debía recorrer Jesús. Gritaban: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (salve) en las alturas!».

Lo primero que hace Jesús en Jerusalén es echar a los mercaderes del templo

Nada como para alegrar a las autoridades. Para colmo, Jesús se dirigió al templo a echar a los mercaderes (cambistas y vendedores de palomas para los sacrificios). «Mi casa, casa de oración será llamada. Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones», acusó.

Al día siguiente vuelve al templo y en un áspero intercambio con los sacerdotes y los ancianos les dice, por ejemplo, que «los publicanos y las rameras» irían delante de ellos «al reino de Dios».  Y explica: «Porque vino a vosotros Juan (el Bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron».

Si no lo arrestaron en ese momento, fue por temor a la multitud que rodeaba a Jesús. Había que esperar una ocasión más propicia.

Las autoridades religiosas se escandalizan con las respuestas de Jesús, que en cambio encantan a la gente. Trata de hipócritas a los fariseos que hacen «largas oraciones», pero no ayudan a nadie. Y se permite reformular los diez mandamientos de Moisés, en sólo dos, esenciales: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

Al irse del templo, predice que éste será destruido. Luego tiene una larga charla con sus discípulos, sembrada de analogías sobre cómo será el Reino de los Cielos. Y les adelanta lo que va a suceder. Una predicción que ellos no retienen o no quieren retener: «Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua -les dice- y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado».

En ese mismo momento, escribas y ancianos, reunidos con Caifás, que era el sumo sacerdote del templo, conspiran para sacarse de encima al molesto predicador. «No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo», decían.

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA

Jesús les anuncia a sus discípulos que el jueves celebrará con ellos la cena de Pascua.

Poco antes, el discípulo Judas se pone en contacto con uno de los principales sacerdotes y le ofrece entregar a Jesús. A cambio, recibe treinta piezas de plata.

La traición de JudasLa traición de Judas

Jesús envía a sus discípulos a preparar todo para la cena del jueves y les dice que será la última. Era costumbre lavarse los pies antes de una celebración como aquella. Pero no había sirvientes en el lugar.

Jesús toma entonces el recipiente con agua, se ciñe una toalla a la cintura y se pone a lavar los pies de sus discípulos. Sorprendido, Pedro le dice: «Señor, ¿tú me lavas los pies?». Y Jesús responde: «Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (…) El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió».

Durante esta cena, Jesús tiene otro gesto que dará lugar a uno de los más importantes sacramentos del cristianismo: la comunión o Santa Cena. El relato de la Biblia es conciso: «Mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»

Hay gran tensión cuando Jesús anuncia: «De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar«. Y dirigiéndose a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto». Éste se retira.

No es la única predicción. También les advierte que ellos no sólo se van a dispersar sino que van a renegar de Él. Y a Pedro que protesta indignado, le dice: «Esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces».

Viene a continuación uno de los pasajes donde más expuesta queda esta doble naturaleza de Jesús que, en esas horas previas a su calvario, se muestra profundamente humano, vulnerable, angustiado, ante la prueba que le espera.

No hará nada por evitarlo. Se retira con sus discípulos al jardín de Getsemaní para rezar y esperar. Les pide que permanezcan despiertos, en vigilia, para sentirse acompañado: «Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo». Pero cada vez que vuelve con ellos, los encuentra dormidos, inconscientes del drama que ya se está desatando.

Tres veces se retira Jesús a rezar y cada vez su ruego es el mismo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad».

Después de ese tercer rezo, vuelve con sus discípulos y les avisa: «Se acerca el que me entrega». Viene entonces Judas y le da un beso, para que los soldados sepan cuál es Jesús de Nazaret, el hombre que deben prender.

El beso de Judas, en la versión de CaravaggioEl beso de Judas, en la versión de Caravaggio

Uno de los discípulos intenta resistir el arresto: toma una espada y le corta la oreja a un soldado. Jesús lo frena: «El que a hierro mata a hierro muere».

Si no evita su arresto no es porque no puede: «¿Acaso piensas -le dice al discípulo- que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras…?»

Y a sus apresadores les reprocha que vengan a prenderlo como a un criminal cuando estuvo sentado con ellos en el templo.

Los soldados se llevan a Jesús y los discípulos huyen.

VIERNES SANTO

Jesús es llevado en primer término ante el Sanedrín, que era la asamblea de sabios, presidida por Caifás, el sumo sacerdote. Es allí, mientras su Maestro comparece ante los sacerdotes, que Pedro, mezclado entre el público para seguir los acontecimientos, es interpelado por algunos que lo reconocen y le dicen: «Tú también estabas con el Galileo». Él, asustado, lo niega: «No, no lo conozco». Así, tres veces seguidas. Y entonces cantó el gallo. Recordando las palabras de Jesús, Pedro «lloró amargamente».

Frente a sus acusadores, Jesús callaba. «Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios», lo presionó el sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo».

Entonces Caifás rasgó sus vestidura y gritó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?»

Jesús ante el SanedrínJesús ante el Sanedrín

Ya era de mañana. Jesús es llevado ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Al ver lo que había hecho, Judas se suicida.

Pilato se sorprende un poco ante la pasividad de Jesús. «¿Eres tú el Rey de los judíos?», le pregunta. «Tú lo dices», es la escueta respuesta.

¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Como era costumbre liberar un preso en ocasión de las fiestas importantes, Pilato manda a traer a un homicida, Barrabás. «¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?», preguntó a la multitud. «¡A Barrabás!»

«¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?»

«¡Sea crucificado!»

Entonces Pilato se lavó las manos -literalmente- frente a ellos y les dijo: «Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros».

Soltó a Barrabás, hizo azotar a Jesús y luego lo entregó para que fuese crucificado.

Para burlarse de quien se decía «Rey», le ponen a Jesús un manto rojo y una corona de espinas, lo escupen, lo golpean y se burlan: «¡Salve, Rey de los judíos!»

Llevan a Jesús al Gólgota -es el vía crucis, un largo trayecto llevando por momentos la cruz al hombro-, donde es crucificado, junto a dos reos comunes, uno a cada lado; le ponen un cartel «Este es el Rey de los Judíos». Los soldados echan a suerte la ropa del Nazareno.

Poncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con JesúsPoncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con Jesús

«Sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios», lo desafiaban.

Al pie de la cruz, asistían al martirio de Jesús, su madre, María, sus discípulos y su más fiel seguidora, María Magdalena.

Tras unas horas de agonía, un soldado lanceó a Jesús en el costado, según algunos evangelios, o simplemente expiró, según otros, luego de pronunciar sus últimas palabras: «Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?»

Con el último aliento de Jesús, el cielo se oscureció, la tierra tembló, se abrieron sepulcros y el templo se rajó. «Verdaderamente este era el Hijo de Dios», dijo entonces uno de los centuriones romanos.

José de Arimatea, un acaudalado seguidor de Jesús, obtuvo de Pilato el permiso para retirar el cuerpo de su Señor y darle sepultura.

SÁBADO DE GLORIA – DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El día sábado, recordando que Jesús había dicho «después de tres días, resucitaré», los sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato que la tumba fuese sellada con una piedra y vigilada. Temían que alguien lo robara.

Pese a ello, cuando el domingo a la mañana, María Magdalena fue al sepulcro de Jesús, encontró la piedra removida y la tumba vacía. Fue a ella que Jesús se le apareció por primera vez tras su resurrección.

Cuando la noticia llegó a los discípulos, pese a que Jesús se los había anunciado varias veces, algunos de ellos se mostraron escépticos. Y hubo uno que, hasta que no puso su dedo en el agujero que el clavo había dejando en la palma de Jesús, no creyó.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, dice la Biblia, no sin antes decirles a sus discípulos que les enviaría el Espíritu Santo.

Poco tiempo después, un historiador romano llamado Tácito (que vivió entre el 52 y el 118 después de Cristo) escribió en Anales, una historia de Roma, que Nerón había culpado a los cristianos del incendio de Roma; «Creó chivos expiatorios y sometió a torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Había nacido una nueva religión y, aunque sus seguidores estaban siendo implacablemente perseguidos, el cristianismo se extendería por todo el mundo -los discípulos siguieron el mandato de su Maestro de salir a llevar la buena nueva en todas las direcciones- y acabaría siendo reconocido por el propio Imperio Romano.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Semana Santa: cómo fueron los últimos días de Jesús en la Tierra

Domingo de Ramos (Enrique Breccia)Domingo de Ramos (Enrique Breccia)

La Semana Santa es la culminación de un recorrido fascinante. Para los cristianos, Jesús tenía una doble naturaleza, era el Hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo a expiar los pecados de la humanidad y a dejar un mensaje de paz y esperanza. Y un mandato de amor y servicio al prójimo.

El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; 3 años bastaron para cambiar la Historia y modelar nuestra civilización

Ahora bien, se crea o no en la doble naturaleza -divina y humana- de Jesucristo, lo innegable es que su vida y su martirio cambiaron la Historia. El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; tres años bastaron para modelar nuestra civilización y modo de vida. Su misterio, su calvario y su prédica dejaron una huella que aún perdura y que a lo largo de los siglos ha inspirado a los hombres en sus pensamientos y acciones. Y no sólo a los creyentes.

Cuando Jesús llegó a Jerusalén con sus discípulos. aquel día que hoy es recordado como Domingo de Ramos, tenía tras de sí tres años de predicación, que se iniciaron cuando, con 30 de edad, fue bautizado en el Jordán por su primo Juan el Bautista. Tras reclutar a doce discípulos, a los que promete convertir en «pescadores de hombres», empieza una vida errante por toda Galilea, predicando, haciendo milagros y «pescando» almas. A su paso, los enfermos sanan, los pecadores se arrepienten, los ricos renuncian a su riqueza, los descartados de la sociedad se sienten convocados. Él deja un rosario de enseñanzas simples que todos hemos escuchado alguna vez y que ya constituyen un acervo universal: «No sólo de pan vive el hombre»; «si te pegan en una mejilla, ofréceles la otra»; «los últimos serán los primeros», «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos»; «ámense los unos a los otros».  Y, ya en la cruz, «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Fueron también tres años de una vida en rebeldía contra el orden establecido, tanto el político como el religioso; Jesús será celebrado por la mayoría, pero también condenado, amenazado, perseguido y sospechado por una poderosa minoría.

Para comprender lo que sucederá en aquellas Pascuas , hay que tener en cuenta que la región en la que actuó Jesús se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Como en otras regiones ocupadas, las autoridades designadas por Roma toleraban la religión local -judía, en este caso-, como un elemento de orden. Pero el panorama interno de esta fe monoteísta era complejo. Había muchas discordancias y diversas corrientes: los saduceos, acomodados con el ocupante extranjero; los fariseos, apegados a la observancia de los rituales, a la forma antes que al fondo; los samaritanos, que no reconocían otra autoridad que la del Templo; los esenios -secta que algunos consideran antecedente del cristianismo-, que, asqueados por la corrupción, adoptaban el ascetismo; los zelotes, que querían pasar a la acción violenta, etcétera. Sus posicionamientos iban de la crítica al establishment religioso a la subversión política y la rebelión nacionalista. Estas corrientes y sectas fueron más o menos toleradas por las autoridades judías. Era una época de crisis política y moral, en la cual profetas, místicos y ascetas recorrían los caminos predicando y lanzando anatemas contra el pecado, el lujo y la falta de fe.

A diferencia de otras herejías, el cristianismo no pudo ser reabsorbido

También la de Jesús, en sus comienzos, fue una de estas tendencias; pero a diferencia de las otras, la herejía cristiana no fue tolerada y ello se debió a dos rasgos esenciales de la prédica de Cristo: la universalidad y la radicalidad. Jesús no predicaba sólo para los judíos, su mensaje iba dirigido a la humanidad entera, considerada como una unidad. No pretendía ser una secta, sino una religión universal. Por otra parte, su insistencia en que venía a dar vuelta todo lo dicho con anterioridad («Oísteis que fue dicho…. pero yo os digo…») anunciaba una nueva fe. Esto explica la coincidencia en la persecución y represión a Jesús y a los primeros discípulos entre las autoridades religiosas y civiles. Ni hebreos ni romanos podían tolerar semejante desafío.

El otro contexto de esta historia es la profecía. Los Evangelios recurren constantemente a la profecía bíblica para explicar la conducta de Jesús. Por eso, cuando decide ir a Jerusalén, donde será arrestado y juzgado, la Biblia lo relata como una instancia hacia el cual él mismo avanza, aún sabiendo lo que le espera.

DOMINGO DE RAMOS

Aquel domingo, entonces, Jesús avanza por la ruta a Jerusalén. Lo siguen sus discípulos, pero también una multitud entusiasmada por su palabra. 

El Maestro, como lo llaman, ingresa a la ciudad, precedido de su fama y montado en un burro. A su paso, la gente se quitaba los mantos y cubría con ellos y con ramas de laurel el camino que debía recorrer Jesús. Gritaban: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (salve) en las alturas!».

Lo primero que hace Jesús en Jerusalén es echar a los mercaderes del templo

Nada como para alegrar a las autoridades. Para colmo, Jesús se dirigió al templo a echar a los mercaderes (cambistas y vendedores de palomas para los sacrificios). «Mi casa, casa de oración será llamada. Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones», acusó.

Al día siguiente vuelve al templo y en un áspero intercambio con los sacerdotes y los ancianos les dice, por ejemplo, que «los publicanos y las rameras» irían delante de ellos «al reino de Dios».  Y explica: «Porque vino a vosotros Juan (el Bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron».

Si no lo arrestaron en ese momento, fue por temor a la multitud que rodeaba a Jesús. Había que esperar una ocasión más propicia.

Las autoridades religiosas se escandalizan con las respuestas de Jesús, que en cambio encantan a la gente. Trata de hipócritas a los fariseos que hacen «largas oraciones», pero no ayudan a nadie. Y se permite reformular los diez mandamientos de Moisés, en sólo dos, esenciales: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

Al irse del templo, predice que éste será destruido. Luego tiene una larga charla con sus discípulos, sembrada de analogías sobre cómo será el Reino de los Cielos. Y les adelanta lo que va a suceder. Una predicción que ellos no retienen o no quieren retener: «Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua -les dice- y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado».

En ese mismo momento, escribas y ancianos, reunidos con Caifás, que era el sumo sacerdote del templo, conspiran para sacarse de encima al molesto predicador. «No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo», decían.

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA

Jesús les anuncia a sus discípulos que el jueves celebrará con ellos la cena de Pascua.

Poco antes, el discípulo Judas se pone en contacto con uno de los principales sacerdotes y le ofrece entregar a Jesús. A cambio, recibe treinta piezas de plata.

La traición de JudasLa traición de Judas

Jesús envía a sus discípulos a preparar todo para la cena del jueves y les dice que será la última. Era costumbre lavarse los pies antes de una celebración como aquella. Pero no había sirvientes en el lugar.

Jesús toma entonces el recipiente con agua, se ciñe una toalla a la cintura y se pone a lavar los pies de sus discípulos. Sorprendido, Pedro le dice: «Señor, ¿tú me lavas los pies?». Y Jesús responde: «Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (…) El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió».

Durante esta cena, Jesús tiene otro gesto que dará lugar a uno de los más importantes sacramentos del cristianismo: la comunión o Santa Cena. El relato de la Biblia es conciso: «Mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»

Hay gran tensión cuando Jesús anuncia: «De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar«. Y dirigiéndose a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto». Éste se retira.

No es la única predicción. También les advierte que ellos no sólo se van a dispersar sino que van a renegar de Él. Y a Pedro que protesta indignado, le dice: «Esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces».

Viene a continuación uno de los pasajes donde más expuesta queda esta doble naturaleza de Jesús que, en esas horas previas a su calvario, se muestra profundamente humano, vulnerable, angustiado, ante la prueba que le espera.

No hará nada por evitarlo. Se retira con sus discípulos al jardín de Getsemaní para rezar y esperar. Les pide que permanezcan despiertos, en vigilia, para sentirse acompañado: «Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo». Pero cada vez que vuelve con ellos, los encuentra dormidos, inconscientes del drama que ya se está desatando.

Tres veces se retira Jesús a rezar y cada vez su ruego es el mismo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad».

Después de ese tercer rezo, vuelve con sus discípulos y les avisa: «Se acerca el que me entrega». Viene entonces Judas y le da un beso, para que los soldados sepan cuál es Jesús de Nazaret, el hombre que deben prender.

El beso de Judas, en la versión de CaravaggioEl beso de Judas, en la versión de Caravaggio

Uno de los discípulos intenta resistir el arresto: toma una espada y le corta la oreja a un soldado. Jesús lo frena: «El que a hierro mata a hierro muere».

Si no evita su arresto no es porque no puede: «¿Acaso piensas -le dice al discípulo- que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras…?»

Y a sus apresadores les reprocha que vengan a prenderlo como a un criminal cuando estuvo sentado con ellos en el templo.

Los soldados se llevan a Jesús y los discípulos huyen.

VIERNES SANTO

Jesús es llevado en primer término ante el Sanedrín, que era la asamblea de sabios, presidida por Caifás, el sumo sacerdote. Es allí, mientras su Maestro comparece ante los sacerdotes, que Pedro, mezclado entre el público para seguir los acontecimientos, es interpelado por algunos que lo reconocen y le dicen: «Tú también estabas con el Galileo». Él, asustado, lo niega: «No, no lo conozco». Así, tres veces seguidas. Y entonces cantó el gallo. Recordando las palabras de Jesús, Pedro «lloró amargamente».

Frente a sus acusadores, Jesús callaba. «Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios», lo presionó el sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo».

Entonces Caifás rasgó sus vestidura y gritó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?»

Jesús ante el SanedrínJesús ante el Sanedrín

Ya era de mañana. Jesús es llevado ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Al ver lo que había hecho, Judas se suicida.

Pilato se sorprende un poco ante la pasividad de Jesús. «¿Eres tú el Rey de los judíos?», le pregunta. «Tú lo dices», es la escueta respuesta.

¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Como era costumbre liberar un preso en ocasión de las fiestas importantes, Pilato manda a traer a un homicida, Barrabás. «¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?», preguntó a la multitud. «¡A Barrabás!»

«¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?»

«¡Sea crucificado!»

Entonces Pilato se lavó las manos -literalmente- frente a ellos y les dijo: «Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros».

Soltó a Barrabás, hizo azotar a Jesús y luego lo entregó para que fuese crucificado.

Para burlarse de quien se decía «Rey», le ponen a Jesús un manto rojo y una corona de espinas, lo escupen, lo golpean y se burlan: «¡Salve, Rey de los judíos!»

Llevan a Jesús al Gólgota -es el vía crucis, un largo trayecto llevando por momentos la cruz al hombro-, donde es crucificado, junto a dos reos comunes, uno a cada lado; le ponen un cartel «Este es el Rey de los Judíos». Los soldados echan a suerte la ropa del Nazareno.

Poncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con JesúsPoncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con Jesús

«Sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios», lo desafiaban.

Al pie de la cruz, asistían al martirio de Jesús, su madre, María, sus discípulos y su más fiel seguidora, María Magdalena.

Tras unas horas de agonía, un soldado lanceó a Jesús en el costado, según algunos evangelios, o simplemente expiró, según otros, luego de pronunciar sus últimas palabras: «Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?»

Con el último aliento de Jesús, el cielo se oscureció, la tierra tembló, se abrieron sepulcros y el templo se rajó. «Verdaderamente este era el Hijo de Dios», dijo entonces uno de los centuriones romanos.

José de Arimatea, un acaudalado seguidor de Jesús, obtuvo de Pilato el permiso para retirar el cuerpo de su Señor y darle sepultura.

SÁBADO DE GLORIA – DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El día sábado, recordando que Jesús había dicho «después de tres días, resucitaré», los sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato que la tumba fuese sellada con una piedra y vigilada. Temían que alguien lo robara.

Pese a ello, cuando el domingo a la mañana, María Magdalena fue al sepulcro de Jesús, encontró la piedra removida y la tumba vacía. Fue a ella que Jesús se le apareció por primera vez tras su resurrección.

Cuando la noticia llegó a los discípulos, pese a que Jesús se los había anunciado varias veces, algunos de ellos se mostraron escépticos. Y hubo uno que, hasta que no puso su dedo en el agujero que el clavo había dejando en la palma de Jesús, no creyó.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, dice la Biblia, no sin antes decirles a sus discípulos que les enviaría el Espíritu Santo.

Poco tiempo después, un historiador romano llamado Tácito (que vivió entre el 52 y el 118 después de Cristo) escribió en Anales, una historia de Roma, que Nerón había culpado a los cristianos del incendio de Roma; «Creó chivos expiatorios y sometió a torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Había nacido una nueva religión y, aunque sus seguidores estaban siendo implacablemente perseguidos, el cristianismo se extendería por todo el mundo -los discípulos siguieron el mandato de su Maestro de salir a llevar la buena nueva en todas las direcciones- y acabaría siendo reconocido por el propio Imperio Romano.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Semana Santa: cómo fueron los últimos días de Jesús en la Tierra

Domingo de Ramos (Enrique Breccia)Domingo de Ramos (Enrique Breccia)

La Semana Santa es la culminación de un recorrido fascinante. Para los cristianos, Jesús tenía una doble naturaleza, era el Hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo a expiar los pecados de la humanidad y a dejar un mensaje de paz y esperanza. Y un mandato de amor y servicio al prójimo.

El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; 3 años bastaron para cambiar la Historia y modelar nuestra civilización

Ahora bien, se crea o no en la doble naturaleza -divina y humana- de Jesucristo, lo innegable es que su vida y su martirio cambiaron la Historia. El sacerdocio de Jesús en la tierra fue breve; tres años bastaron para modelar nuestra civilización y modo de vida. Su misterio, su calvario y su prédica dejaron una huella que aún perdura y que a lo largo de los siglos ha inspirado a los hombres en sus pensamientos y acciones. Y no sólo a los creyentes.

Cuando Jesús llegó a Jerusalén con sus discípulos. aquel día que hoy es recordado como Domingo de Ramos, tenía tras de sí tres años de predicación, que se iniciaron cuando, con 30 de edad, fue bautizado en el Jordán por su primo Juan el Bautista. Tras reclutar a doce discípulos, a los que promete convertir en «pescadores de hombres», empieza una vida errante por toda Galilea, predicando, haciendo milagros y «pescando» almas. A su paso, los enfermos sanan, los pecadores se arrepienten, los ricos renuncian a su riqueza, los descartados de la sociedad se sienten convocados. Él deja un rosario de enseñanzas simples que todos hemos escuchado alguna vez y que ya constituyen un acervo universal: «No sólo de pan vive el hombre»; «si te pegan en una mejilla, ofréceles la otra»; «los últimos serán los primeros», «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos»; «ámense los unos a los otros».  Y, ya en la cruz, «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Fueron también tres años de una vida en rebeldía contra el orden establecido, tanto el político como el religioso; Jesús será celebrado por la mayoría, pero también condenado, amenazado, perseguido y sospechado por una poderosa minoría.

Para comprender lo que sucederá en aquellas Pascuas , hay que tener en cuenta que la región en la que actuó Jesús se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Como en otras regiones ocupadas, las autoridades designadas por Roma toleraban la religión local -judía, en este caso-, como un elemento de orden. Pero el panorama interno de esta fe monoteísta era complejo. Había muchas discordancias y diversas corrientes: los saduceos, acomodados con el ocupante extranjero; los fariseos, apegados a la observancia de los rituales, a la forma antes que al fondo; los samaritanos, que no reconocían otra autoridad que la del Templo; los esenios -secta que algunos consideran antecedente del cristianismo-, que, asqueados por la corrupción, adoptaban el ascetismo; los zelotes, que querían pasar a la acción violenta, etcétera. Sus posicionamientos iban de la crítica al establishment religioso a la subversión política y la rebelión nacionalista. Estas corrientes y sectas fueron más o menos toleradas por las autoridades judías. Era una época de crisis política y moral, en la cual profetas, místicos y ascetas recorrían los caminos predicando y lanzando anatemas contra el pecado, el lujo y la falta de fe.

A diferencia de otras herejías, el cristianismo no pudo ser reabsorbido

También la de Jesús, en sus comienzos, fue una de estas tendencias; pero a diferencia de las otras, la herejía cristiana no fue tolerada y ello se debió a dos rasgos esenciales de la prédica de Cristo: la universalidad y la radicalidad. Jesús no predicaba sólo para los judíos, su mensaje iba dirigido a la humanidad entera, considerada como una unidad. No pretendía ser una secta, sino una religión universal. Por otra parte, su insistencia en que venía a dar vuelta todo lo dicho con anterioridad («Oísteis que fue dicho…. pero yo os digo…») anunciaba una nueva fe. Esto explica la coincidencia en la persecución y represión a Jesús y a los primeros discípulos entre las autoridades religiosas y civiles. Ni hebreos ni romanos podían tolerar semejante desafío.

El otro contexto de esta historia es la profecía. Los Evangelios recurren constantemente a la profecía bíblica para explicar la conducta de Jesús. Por eso, cuando decide ir a Jerusalén, donde será arrestado y juzgado, la Biblia lo relata como una instancia hacia el cual él mismo avanza, aún sabiendo lo que le espera.

DOMINGO DE RAMOS

Aquel domingo, entonces, Jesús avanza por la ruta a Jerusalén. Lo siguen sus discípulos, pero también una multitud entusiasmada por su palabra. 

El Maestro, como lo llaman, ingresa a la ciudad, precedido de su fama y montado en un burro. A su paso, la gente se quitaba los mantos y cubría con ellos y con ramas de laurel el camino que debía recorrer Jesús. Gritaban: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (salve) en las alturas!».

Lo primero que hace Jesús en Jerusalén es echar a los mercaderes del templo

Nada como para alegrar a las autoridades. Para colmo, Jesús se dirigió al templo a echar a los mercaderes (cambistas y vendedores de palomas para los sacrificios). «Mi casa, casa de oración será llamada. Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones», acusó.

Al día siguiente vuelve al templo y en un áspero intercambio con los sacerdotes y los ancianos les dice, por ejemplo, que «los publicanos y las rameras» irían delante de ellos «al reino de Dios».  Y explica: «Porque vino a vosotros Juan (el Bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron».

Si no lo arrestaron en ese momento, fue por temor a la multitud que rodeaba a Jesús. Había que esperar una ocasión más propicia.

Las autoridades religiosas se escandalizan con las respuestas de Jesús, que en cambio encantan a la gente. Trata de hipócritas a los fariseos que hacen «largas oraciones», pero no ayudan a nadie. Y se permite reformular los diez mandamientos de Moisés, en sólo dos, esenciales: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

Al irse del templo, predice que éste será destruido. Luego tiene una larga charla con sus discípulos, sembrada de analogías sobre cómo será el Reino de los Cielos. Y les adelanta lo que va a suceder. Una predicción que ellos no retienen o no quieren retener: «Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua -les dice- y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado».

En ese mismo momento, escribas y ancianos, reunidos con Caifás, que era el sumo sacerdote del templo, conspiran para sacarse de encima al molesto predicador. «No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo», decían.

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA

Jesús les anuncia a sus discípulos que el jueves celebrará con ellos la cena de Pascua.

Poco antes, el discípulo Judas se pone en contacto con uno de los principales sacerdotes y le ofrece entregar a Jesús. A cambio, recibe treinta piezas de plata.

La traición de JudasLa traición de Judas

Jesús envía a sus discípulos a preparar todo para la cena del jueves y les dice que será la última. Era costumbre lavarse los pies antes de una celebración como aquella. Pero no había sirvientes en el lugar.

Jesús toma entonces el recipiente con agua, se ciñe una toalla a la cintura y se pone a lavar los pies de sus discípulos. Sorprendido, Pedro le dice: «Señor, ¿tú me lavas los pies?». Y Jesús responde: «Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (…) El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió».

Durante esta cena, Jesús tiene otro gesto que dará lugar a uno de los más importantes sacramentos del cristianismo: la comunión o Santa Cena. El relato de la Biblia es conciso: «Mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.»

Hay gran tensión cuando Jesús anuncia: «De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar«. Y dirigiéndose a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto». Éste se retira.

No es la única predicción. También les advierte que ellos no sólo se van a dispersar sino que van a renegar de Él. Y a Pedro que protesta indignado, le dice: «Esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces».

Viene a continuación uno de los pasajes donde más expuesta queda esta doble naturaleza de Jesús que, en esas horas previas a su calvario, se muestra profundamente humano, vulnerable, angustiado, ante la prueba que le espera.

No hará nada por evitarlo. Se retira con sus discípulos al jardín de Getsemaní para rezar y esperar. Les pide que permanezcan despiertos, en vigilia, para sentirse acompañado: «Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo». Pero cada vez que vuelve con ellos, los encuentra dormidos, inconscientes del drama que ya se está desatando.

Tres veces se retira Jesús a rezar y cada vez su ruego es el mismo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad».

Después de ese tercer rezo, vuelve con sus discípulos y les avisa: «Se acerca el que me entrega». Viene entonces Judas y le da un beso, para que los soldados sepan cuál es Jesús de Nazaret, el hombre que deben prender.

El beso de Judas, en la versión de CaravaggioEl beso de Judas, en la versión de Caravaggio

Uno de los discípulos intenta resistir el arresto: toma una espada y le corta la oreja a un soldado. Jesús lo frena: «El que a hierro mata a hierro muere».

Si no evita su arresto no es porque no puede: «¿Acaso piensas -le dice al discípulo- que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras…?»

Y a sus apresadores les reprocha que vengan a prenderlo como a un criminal cuando estuvo sentado con ellos en el templo.

Los soldados se llevan a Jesús y los discípulos huyen.

VIERNES SANTO

Jesús es llevado en primer término ante el Sanedrín, que era la asamblea de sabios, presidida por Caifás, el sumo sacerdote. Es allí, mientras su Maestro comparece ante los sacerdotes, que Pedro, mezclado entre el público para seguir los acontecimientos, es interpelado por algunos que lo reconocen y le dicen: «Tú también estabas con el Galileo». Él, asustado, lo niega: «No, no lo conozco». Así, tres veces seguidas. Y entonces cantó el gallo. Recordando las palabras de Jesús, Pedro «lloró amargamente».

Frente a sus acusadores, Jesús callaba. «Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios», lo presionó el sumo sacerdote. Jesús le dijo: «Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo».

Entonces Caifás rasgó sus vestidura y gritó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?»

Jesús ante el SanedrínJesús ante el Sanedrín

Ya era de mañana. Jesús es llevado ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Al ver lo que había hecho, Judas se suicida.

Pilato se sorprende un poco ante la pasividad de Jesús. «¿Eres tú el Rey de los judíos?», le pregunta. «Tú lo dices», es la escueta respuesta.

¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

Como era costumbre liberar un preso en ocasión de las fiestas importantes, Pilato manda a traer a un homicida, Barrabás. «¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?», preguntó a la multitud. «¡A Barrabás!»

«¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?»

«¡Sea crucificado!»

Entonces Pilato se lavó las manos -literalmente- frente a ellos y les dijo: «Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros».

Soltó a Barrabás, hizo azotar a Jesús y luego lo entregó para que fuese crucificado.

Para burlarse de quien se decía «Rey», le ponen a Jesús un manto rojo y una corona de espinas, lo escupen, lo golpean y se burlan: «¡Salve, Rey de los judíos!»

Llevan a Jesús al Gólgota -es el vía crucis, un largo trayecto llevando por momentos la cruz al hombro-, donde es crucificado, junto a dos reos comunes, uno a cada lado; le ponen un cartel «Este es el Rey de los Judíos». Los soldados echan a suerte la ropa del Nazareno.

Poncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con JesúsPoncio Pilato pregunta a la multitud qué hacer con Jesús

«Sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios», lo desafiaban.

Al pie de la cruz, asistían al martirio de Jesús, su madre, María, sus discípulos y su más fiel seguidora, María Magdalena.

Tras unas horas de agonía, un soldado lanceó a Jesús en el costado, según algunos evangelios, o simplemente expiró, según otros, luego de pronunciar sus últimas palabras: «Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?»

Con el último aliento de Jesús, el cielo se oscureció, la tierra tembló, se abrieron sepulcros y el templo se rajó. «Verdaderamente este era el Hijo de Dios», dijo entonces uno de los centuriones romanos.

José de Arimatea, un acaudalado seguidor de Jesús, obtuvo de Pilato el permiso para retirar el cuerpo de su Señor y darle sepultura.

SÁBADO DE GLORIA – DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El día sábado, recordando que Jesús había dicho «después de tres días, resucitaré», los sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato que la tumba fuese sellada con una piedra y vigilada. Temían que alguien lo robara.

Pese a ello, cuando el domingo a la mañana, María Magdalena fue al sepulcro de Jesús, encontró la piedra removida y la tumba vacía. Fue a ella que Jesús se le apareció por primera vez tras su resurrección.

Cuando la noticia llegó a los discípulos, pese a que Jesús se los había anunciado varias veces, algunos de ellos se mostraron escépticos. Y hubo uno que, hasta que no puso su dedo en el agujero que el clavo había dejando en la palma de Jesús, no creyó.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, dice la Biblia, no sin antes decirles a sus discípulos que les enviaría el Espíritu Santo.

Poco tiempo después, un historiador romano llamado Tácito (que vivió entre el 52 y el 118 después de Cristo) escribió en Anales, una historia de Roma, que Nerón había culpado a los cristianos del incendio de Roma; «Creó chivos expiatorios y sometió a torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Había nacido una nueva religión y, aunque sus seguidores estaban siendo implacablemente perseguidos, el cristianismo se extendería por todo el mundo -los discípulos siguieron el mandato de su Maestro de salir a llevar la buena nueva en todas las direcciones- y acabaría siendo reconocido por el propio Imperio Romano.

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

CRISTIANISMO

¿Qué es el cristianismo?

El cristianismo, junto con el islam y el judaísmo, es una de las 3 grandes religiones monoteístas. Esta surgió en el siglo I d. C. en la región de Judea, que en ese momento formaba parte del Imperio romano.

La propuesta de igualdad entre las personas y de amor y perdón de los enemigos hicieron a esta religión muy popular entre las clases más bajas de la sociedad. Aunque al principio fue prohibida por los emperadores romanos, en el siglo IV se transformó en la religión oficial del imperio y consecuentemente se difundió por toda Europa.

En la actualidad, en sus distintas ramas, es la religión con más seguidores en el mundo, con unos 2400 millones de creyentes.

Origen del cristianismo

El cristianismo surgió del judaísmo, a partir de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, llamado «el mesías» (Cristo en griego) por sus seguidores.

Según los textos evangélicos, en los cuales se basan las creencias de los cristianos, Jesús fue concebido por el Espíritu Santo en una joven judía llamada María. A los 30 años se manifestó como hijo de Dios y, luego de ser bautizado, comenzó a predicar junto a 12 discípulos.

Durante aproximadamente 3 años difundió unas ideas revolucionarias para la época: en el contexto de una sociedad esclavista y desigual predicaba, entre otras cosas, que todas las personas eran iguales y un mandato de amor al prójimo y perdón a los enemigos.

Jesús fue condenado a muerte por el Sanedrín, la máxima autoridad religiosa de Judea, bajo el cargo de blasfemia por declararse a sí mismo el mesías, es decir, el salvador anunciado por los profetas.

El cristianismo como religión se inició después de la muerte de Jesús, el día de Pentecostés; cuando según los textos sagrados, sus discípulos recibieron al Espíritu Santo y comenzaron la difusión de la fe cristiana, según un mandato del mismo Jesucristo.

A partir de la prédica de los apóstoles, el cristianismo se difundió primero por Asia Menor y luego pasó a Europa. Aunque al principio fue una religión perseguida por el Estado romano, en el año 313 d. C. fue legalizada y en el 380 se convirtió en la religión oficial de Roma. De esta manera se expandió por todo el territorio del imperio.

Luego, a partir de la llegada de los europeos a América en el siglo XV, el cristianismo se difundió también por ese continente.

pintura el sermón de la montaña

El Sermón de la montaña, por Carl Bloch. Muestra a Jesús de Nazaret predicando para una multitud.

Características del cristianismo

Las principales características del cristianismo son las siguientes:

  • La fe en la divinidad de Cristo constituye la creencia central de diversas iglesias y religiones, tales como el catolicismo, las distintas ramas del protestantismo, entre otras.
  • Conservó del judaísmo los libros sagrados que conforman el Antiguo Testamento, a los que agregó el Nuevo Testamento para formar la Biblia, su libro sagrado.
  • Los cristianos se comunican con Dios a través de la oración, que puede ser una práctica individual o colectiva. Además, existen distintas formas de rituales comunitarios, por ejemplo la misa en el catolicismo.
  • La evangelización, es decir la difusión del cristianismo, es considerada un deber para los fieles.
  • Con diferencias en las distintas ramas del cristianismo, existen rituales que se realizan en cada etapa de la vida de las personas.
  • Tiene un calendario litúrgico festivo cuyas fechas más importantes son la Navidad, que conmemora el nacimiento de Cristo, y la Pascua, que celebra su resurrección.

Creencias del cristianismo

Las creencias del cristianismo varían de acuerdo con las diversas ramas. En general, las más importantes para la mayoría de ellas son las siguientes:

  • Creencia en un único dios que existe como 3 personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dentro del dogma cristiano, esto se corresponde con el misterio de la Santísima Trinidad.
  • Concibe a la divinidad como un ser creador que participa activamente de su creación.
  • Cree que Dios se reveló a lo largo del tiempo, a través de los profetas.
  • Considera a Jesús de Nazaret como el mesías profetizado en el Antiguo Testamento, el cual corresponde con la persona trinitaria del Hijo que encarnó en forma humana. Su muerte, crucificado, fue un sacrificio por la salvación del pueblo de dios. Además, cree en su resurrección al tercer día después de su muerte y en su ascensión al cielo.
  • La muerte física es concebida como un pasaje a la vida eterna, en la que los virtuosos accederán a la gloria de dios y los pecadores serán privados de ella.

Ramas del cristianismo

Las principales ramas del cristianismo son las siguientes:

  • Iglesia católica: es la más numerosa de todas las ramas del cristianismo. Está integrada por la Iglesia latina y las 23 iglesias orientales. Es la rama originaria de la Iglesia fundada por Cristo. Su autoridad es el Papa, considerado descendiente de San Pedro, el primer pontífice designado por Cristo para sucederlo. Su sede se encuentra en la Ciudad del Vaticano, Roma.
  • Iglesia católica apostólica ortodoxa: a partir de su separación de la Iglesia católica latina, el 16 de julio de 1054, esta se difundió por el territorio del Imperio romano de Oriente y es la religión predominante en los países de Europa del Este, Rusia y Grecia, entre otros. Actualmente está constituida por 15 iglesias denominadas autocéfalas, porque niegan otra autoridad más allá de la de sus propios patriarcas.
  • El protestantismo: se conoce con este nombre a diversas ramas de la iglesia reformada a partir del proceso iniciado por Martín Lutero, en 1517. Estas niegan la autoridad del Papa y consideran que Dios se manifiesta a través de su gracia y de su palabra, contenida en la Biblia.

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CRISTIANISMO

¿Qué es el cristianismo?

El cristianismo, junto con el islam y el judaísmo, es una de las 3 grandes religiones monoteístas. Esta surgió en el siglo I d. C. en la región de Judea, que en ese momento formaba parte del Imperio romano.

La propuesta de igualdad entre las personas y de amor y perdón de los enemigos hicieron a esta religión muy popular entre las clases más bajas de la sociedad. Aunque al principio fue prohibida por los emperadores romanos, en el siglo IV se transformó en la religión oficial del imperio y consecuentemente se difundió por toda Europa.

En la actualidad, en sus distintas ramas, es la religión con más seguidores en el mundo, con unos 2400 millones de creyentes.

Origen del cristianismo

El cristianismo surgió del judaísmo, a partir de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, llamado «el mesías» (Cristo en griego) por sus seguidores.

Según los textos evangélicos, en los cuales se basan las creencias de los cristianos, Jesús fue concebido por el Espíritu Santo en una joven judía llamada María. A los 30 años se manifestó como hijo de Dios y, luego de ser bautizado, comenzó a predicar junto a 12 discípulos.

Durante aproximadamente 3 años difundió unas ideas revolucionarias para la época: en el contexto de una sociedad esclavista y desigual predicaba, entre otras cosas, que todas las personas eran iguales y un mandato de amor al prójimo y perdón a los enemigos.

Jesús fue condenado a muerte por el Sanedrín, la máxima autoridad religiosa de Judea, bajo el cargo de blasfemia por declararse a sí mismo el mesías, es decir, el salvador anunciado por los profetas.

El cristianismo como religión se inició después de la muerte de Jesús, el día de Pentecostés; cuando según los textos sagrados, sus discípulos recibieron al Espíritu Santo y comenzaron la difusión de la fe cristiana, según un mandato del mismo Jesucristo.

A partir de la prédica de los apóstoles, el cristianismo se difundió primero por Asia Menor y luego pasó a Europa. Aunque al principio fue una religión perseguida por el Estado romano, en el año 313 d. C. fue legalizada y en el 380 se convirtió en la religión oficial de Roma. De esta manera se expandió por todo el territorio del imperio.

Luego, a partir de la llegada de los europeos a América en el siglo XV, el cristianismo se difundió también por ese continente.

pintura el sermón de la montaña

El Sermón de la montaña, por Carl Bloch. Muestra a Jesús de Nazaret predicando para una multitud.

Características del cristianismo

Las principales características del cristianismo son las siguientes:

  • La fe en la divinidad de Cristo constituye la creencia central de diversas iglesias y religiones, tales como el catolicismo, las distintas ramas del protestantismo, entre otras.
  • Conservó del judaísmo los libros sagrados que conforman el Antiguo Testamento, a los que agregó el Nuevo Testamento para formar la Biblia, su libro sagrado.
  • Los cristianos se comunican con Dios a través de la oración, que puede ser una práctica individual o colectiva. Además, existen distintas formas de rituales comunitarios, por ejemplo la misa en el catolicismo.
  • La evangelización, es decir la difusión del cristianismo, es considerada un deber para los fieles.
  • Con diferencias en las distintas ramas del cristianismo, existen rituales que se realizan en cada etapa de la vida de las personas.
  • Tiene un calendario litúrgico festivo cuyas fechas más importantes son la Navidad, que conmemora el nacimiento de Cristo, y la Pascua, que celebra su resurrección.

Creencias del cristianismo

Las creencias del cristianismo varían de acuerdo con las diversas ramas. En general, las más importantes para la mayoría de ellas son las siguientes:

  • Creencia en un único dios que existe como 3 personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dentro del dogma cristiano, esto se corresponde con el misterio de la Santísima Trinidad.
  • Concibe a la divinidad como un ser creador que participa activamente de su creación.
  • Cree que Dios se reveló a lo largo del tiempo, a través de los profetas.
  • Considera a Jesús de Nazaret como el mesías profetizado en el Antiguo Testamento, el cual corresponde con la persona trinitaria del Hijo que encarnó en forma humana. Su muerte, crucificado, fue un sacrificio por la salvación del pueblo de dios. Además, cree en su resurrección al tercer día después de su muerte y en su ascensión al cielo.
  • La muerte física es concebida como un pasaje a la vida eterna, en la que los virtuosos accederán a la gloria de dios y los pecadores serán privados de ella.

Ramas del cristianismo

Las principales ramas del cristianismo son las siguientes:

  • Iglesia católica: es la más numerosa de todas las ramas del cristianismo. Está integrada por la Iglesia latina y las 23 iglesias orientales. Es la rama originaria de la Iglesia fundada por Cristo. Su autoridad es el Papa, considerado descendiente de San Pedro, el primer pontífice designado por Cristo para sucederlo. Su sede se encuentra en la Ciudad del Vaticano, Roma.
  • Iglesia católica apostólica ortodoxa: a partir de su separación de la Iglesia católica latina, el 16 de julio de 1054, esta se difundió por el territorio del Imperio romano de Oriente y es la religión predominante en los países de Europa del Este, Rusia y Grecia, entre otros. Actualmente está constituida por 15 iglesias denominadas autocéfalas, porque niegan otra autoridad más allá de la de sus propios patriarcas.
  • El protestantismo: se conoce con este nombre a diversas ramas de la iglesia reformada a partir del proceso iniciado por Martín Lutero, en 1517. Estas niegan la autoridad del Papa y consideran que Dios se manifiesta a través de su gracia y de su palabra, contenida en la Biblia.

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CRISTIANISMO

¿Qué es el cristianismo?

El cristianismo, junto con el islam y el judaísmo, es una de las 3 grandes religiones monoteístas. Esta surgió en el siglo I d. C. en la región de Judea, que en ese momento formaba parte del Imperio romano.

La propuesta de igualdad entre las personas y de amor y perdón de los enemigos hicieron a esta religión muy popular entre las clases más bajas de la sociedad. Aunque al principio fue prohibida por los emperadores romanos, en el siglo IV se transformó en la religión oficial del imperio y consecuentemente se difundió por toda Europa.

En la actualidad, en sus distintas ramas, es la religión con más seguidores en el mundo, con unos 2400 millones de creyentes.

Origen del cristianismo

El cristianismo surgió del judaísmo, a partir de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, llamado «el mesías» (Cristo en griego) por sus seguidores.

Según los textos evangélicos, en los cuales se basan las creencias de los cristianos, Jesús fue concebido por el Espíritu Santo en una joven judía llamada María. A los 30 años se manifestó como hijo de Dios y, luego de ser bautizado, comenzó a predicar junto a 12 discípulos.

Durante aproximadamente 3 años difundió unas ideas revolucionarias para la época: en el contexto de una sociedad esclavista y desigual predicaba, entre otras cosas, que todas las personas eran iguales y un mandato de amor al prójimo y perdón a los enemigos.

Jesús fue condenado a muerte por el Sanedrín, la máxima autoridad religiosa de Judea, bajo el cargo de blasfemia por declararse a sí mismo el mesías, es decir, el salvador anunciado por los profetas.

El cristianismo como religión se inició después de la muerte de Jesús, el día de Pentecostés; cuando según los textos sagrados, sus discípulos recibieron al Espíritu Santo y comenzaron la difusión de la fe cristiana, según un mandato del mismo Jesucristo.

A partir de la prédica de los apóstoles, el cristianismo se difundió primero por Asia Menor y luego pasó a Europa. Aunque al principio fue una religión perseguida por el Estado romano, en el año 313 d. C. fue legalizada y en el 380 se convirtió en la religión oficial de Roma. De esta manera se expandió por todo el territorio del imperio.

Luego, a partir de la llegada de los europeos a América en el siglo XV, el cristianismo se difundió también por ese continente.

pintura el sermón de la montaña

El Sermón de la montaña, por Carl Bloch. Muestra a Jesús de Nazaret predicando para una multitud.

Características del cristianismo

Las principales características del cristianismo son las siguientes:

  • La fe en la divinidad de Cristo constituye la creencia central de diversas iglesias y religiones, tales como el catolicismo, las distintas ramas del protestantismo, entre otras.
  • Conservó del judaísmo los libros sagrados que conforman el Antiguo Testamento, a los que agregó el Nuevo Testamento para formar la Biblia, su libro sagrado.
  • Los cristianos se comunican con Dios a través de la oración, que puede ser una práctica individual o colectiva. Además, existen distintas formas de rituales comunitarios, por ejemplo la misa en el catolicismo.
  • La evangelización, es decir la difusión del cristianismo, es considerada un deber para los fieles.
  • Con diferencias en las distintas ramas del cristianismo, existen rituales que se realizan en cada etapa de la vida de las personas.
  • Tiene un calendario litúrgico festivo cuyas fechas más importantes son la Navidad, que conmemora el nacimiento de Cristo, y la Pascua, que celebra su resurrección.

Creencias del cristianismo

Las creencias del cristianismo varían de acuerdo con las diversas ramas. En general, las más importantes para la mayoría de ellas son las siguientes:

  • Creencia en un único dios que existe como 3 personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dentro del dogma cristiano, esto se corresponde con el misterio de la Santísima Trinidad.
  • Concibe a la divinidad como un ser creador que participa activamente de su creación.
  • Cree que Dios se reveló a lo largo del tiempo, a través de los profetas.
  • Considera a Jesús de Nazaret como el mesías profetizado en el Antiguo Testamento, el cual corresponde con la persona trinitaria del Hijo que encarnó en forma humana. Su muerte, crucificado, fue un sacrificio por la salvación del pueblo de dios. Además, cree en su resurrección al tercer día después de su muerte y en su ascensión al cielo.
  • La muerte física es concebida como un pasaje a la vida eterna, en la que los virtuosos accederán a la gloria de dios y los pecadores serán privados de ella.

Ramas del cristianismo

Las principales ramas del cristianismo son las siguientes:

  • Iglesia católica: es la más numerosa de todas las ramas del cristianismo. Está integrada por la Iglesia latina y las 23 iglesias orientales. Es la rama originaria de la Iglesia fundada por Cristo. Su autoridad es el Papa, considerado descendiente de San Pedro, el primer pontífice designado por Cristo para sucederlo. Su sede se encuentra en la Ciudad del Vaticano, Roma.
  • Iglesia católica apostólica ortodoxa: a partir de su separación de la Iglesia católica latina, el 16 de julio de 1054, esta se difundió por el territorio del Imperio romano de Oriente y es la religión predominante en los países de Europa del Este, Rusia y Grecia, entre otros. Actualmente está constituida por 15 iglesias denominadas autocéfalas, porque niegan otra autoridad más allá de la de sus propios patriarcas.
  • El protestantismo: se conoce con este nombre a diversas ramas de la iglesia reformada a partir del proceso iniciado por Martín Lutero, en 1517. Estas niegan la autoridad del Papa y consideran que Dios se manifiesta a través de su gracia y de su palabra, contenida en la Biblia.

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CRISTIANISMO

¿Qué es el cristianismo?

El cristianismo, junto con el islam y el judaísmo, es una de las 3 grandes religiones monoteístas. Esta surgió en el siglo I d. C. en la región de Judea, que en ese momento formaba parte del Imperio romano.

La propuesta de igualdad entre las personas y de amor y perdón de los enemigos hicieron a esta religión muy popular entre las clases más bajas de la sociedad. Aunque al principio fue prohibida por los emperadores romanos, en el siglo IV se transformó en la religión oficial del imperio y consecuentemente se difundió por toda Europa.

En la actualidad, en sus distintas ramas, es la religión con más seguidores en el mundo, con unos 2400 millones de creyentes.

Origen del cristianismo

El cristianismo surgió del judaísmo, a partir de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, llamado «el mesías» (Cristo en griego) por sus seguidores.

Según los textos evangélicos, en los cuales se basan las creencias de los cristianos, Jesús fue concebido por el Espíritu Santo en una joven judía llamada María. A los 30 años se manifestó como hijo de Dios y, luego de ser bautizado, comenzó a predicar junto a 12 discípulos.

Durante aproximadamente 3 años difundió unas ideas revolucionarias para la época: en el contexto de una sociedad esclavista y desigual predicaba, entre otras cosas, que todas las personas eran iguales y un mandato de amor al prójimo y perdón a los enemigos.

Jesús fue condenado a muerte por el Sanedrín, la máxima autoridad religiosa de Judea, bajo el cargo de blasfemia por declararse a sí mismo el mesías, es decir, el salvador anunciado por los profetas.

El cristianismo como religión se inició después de la muerte de Jesús, el día de Pentecostés; cuando según los textos sagrados, sus discípulos recibieron al Espíritu Santo y comenzaron la difusión de la fe cristiana, según un mandato del mismo Jesucristo.

A partir de la prédica de los apóstoles, el cristianismo se difundió primero por Asia Menor y luego pasó a Europa. Aunque al principio fue una religión perseguida por el Estado romano, en el año 313 d. C. fue legalizada y en el 380 se convirtió en la religión oficial de Roma. De esta manera se expandió por todo el territorio del imperio.

Luego, a partir de la llegada de los europeos a América en el siglo XV, el cristianismo se difundió también por ese continente.

pintura el sermón de la montaña

El Sermón de la montaña, por Carl Bloch. Muestra a Jesús de Nazaret predicando para una multitud.

Características del cristianismo

Las principales características del cristianismo son las siguientes:

  • La fe en la divinidad de Cristo constituye la creencia central de diversas iglesias y religiones, tales como el catolicismo, las distintas ramas del protestantismo, entre otras.
  • Conservó del judaísmo los libros sagrados que conforman el Antiguo Testamento, a los que agregó el Nuevo Testamento para formar la Biblia, su libro sagrado.
  • Los cristianos se comunican con Dios a través de la oración, que puede ser una práctica individual o colectiva. Además, existen distintas formas de rituales comunitarios, por ejemplo la misa en el catolicismo.
  • La evangelización, es decir la difusión del cristianismo, es considerada un deber para los fieles.
  • Con diferencias en las distintas ramas del cristianismo, existen rituales que se realizan en cada etapa de la vida de las personas.
  • Tiene un calendario litúrgico festivo cuyas fechas más importantes son la Navidad, que conmemora el nacimiento de Cristo, y la Pascua, que celebra su resurrección.

Creencias del cristianismo

Las creencias del cristianismo varían de acuerdo con las diversas ramas. En general, las más importantes para la mayoría de ellas son las siguientes:

  • Creencia en un único dios que existe como 3 personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dentro del dogma cristiano, esto se corresponde con el misterio de la Santísima Trinidad.
  • Concibe a la divinidad como un ser creador que participa activamente de su creación.
  • Cree que Dios se reveló a lo largo del tiempo, a través de los profetas.
  • Considera a Jesús de Nazaret como el mesías profetizado en el Antiguo Testamento, el cual corresponde con la persona trinitaria del Hijo que encarnó en forma humana. Su muerte, crucificado, fue un sacrificio por la salvación del pueblo de dios. Además, cree en su resurrección al tercer día después de su muerte y en su ascensión al cielo.
  • La muerte física es concebida como un pasaje a la vida eterna, en la que los virtuosos accederán a la gloria de dios y los pecadores serán privados de ella.

Ramas del cristianismo

Las principales ramas del cristianismo son las siguientes:

  • Iglesia católica: es la más numerosa de todas las ramas del cristianismo. Está integrada por la Iglesia latina y las 23 iglesias orientales. Es la rama originaria de la Iglesia fundada por Cristo. Su autoridad es el Papa, considerado descendiente de San Pedro, el primer pontífice designado por Cristo para sucederlo. Su sede se encuentra en la Ciudad del Vaticano, Roma.
  • Iglesia católica apostólica ortodoxa: a partir de su separación de la Iglesia católica latina, el 16 de julio de 1054, esta se difundió por el territorio del Imperio romano de Oriente y es la religión predominante en los países de Europa del Este, Rusia y Grecia, entre otros. Actualmente está constituida por 15 iglesias denominadas autocéfalas, porque niegan otra autoridad más allá de la de sus propios patriarcas.
  • El protestantismo: se conoce con este nombre a diversas ramas de la iglesia reformada a partir del proceso iniciado por Martín Lutero, en 1517. Estas niegan la autoridad del Papa y consideran que Dios se manifiesta a través de su gracia y de su palabra, contenida en la Biblia.

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LAS GRANDES RELIGIONES

JUDAÍSMO

De las grandes religiones monoteístas existentes en la actualidad, el judaísmo es la que posee más antiguas raíces. De su seno brotó el cristianismo, en tanto que el Islam adoptó diversos elementos judaicos y reconoció como profetas a Abraham y Moisés.

El judaísmo es la religión de los judíos y abarca tanto las creencias como las costumbres y el estilo de vida propios de esta comunidad mantenidos con constancia y flexibilidad a través de las vicisitudes de cuarenta siglos de existencia.

Para el pueblo judío la historia no se limita a una sucesión de acontecimientos; es una historia sagrada, que comienza con la elección del pueblo por parte de D-os y se orienta hacia el cumplimiento final de su promesa de que por mediación de este pueblo D-os bendecirá a todas las naciones. En el curso de esa historia, los sabios judíos incorporaron a los libros sagrados un amplio corpus de textos que constituyen hoy el fundamento de su religión.

La Biblia hebrea (Torá) narra los hechos fundamentales de la historia del pueblo judío, desde el momento trascendental de la elección y la alianza con D-os. Los judíos dividen su Biblia en tres partes: la Ley (Torá), los Profetas (Nebiim) y los Hagiógrafos (Ketubim).

El padre de los judíos, Abraham, habitaba en la ciudad de Ur, junto a la desembocadura del Éufrates, en el siglo XX antes de la era cristiana. De allí partió con su padre hacia el norte y recibió la orden de D-os: ‘Deja tu tierra, y tu parentela, y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Y yo haré de ti una nación grande… y serán benditas en ti todas las naciones de la tierra’ (Génesis 12:1-3).

Tras llegar a la tierra de Canaán, D-os estableció alianza con Abraham: ‘A tu posteridad daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran Éufrates’ (Génesis 15:18), y como señal de esta alianza le ordenó: ‘Todo varón entre vosotros será circuncidado’ (Génesis 16:10).

Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob, forman la línea de referencia del pueblo hebreo fiel a la alianza divina.

Jacob recibió del Señor un nuevo nombre, Israel, y de sus doce hijos surgieron las doce tribus del pueblo judío, los ‘descendientes de Israel’.

«In Jewish history there are no coincidences.»
Elie Wiesel


 

«Nuestra Sagradas Escrituras no sólo son un libro religioso, sino el fundamento de nuestra literatura, nuestra lengua y nuestra historia, son la única fuente de ellos.»
Rav Tsa’ir


La segunda etapa decisiva de la historia del pueblo hebreo comenzó con la liberación de la esclavitud de Egipto (siglo XIII a.C.), donde se había establecido a causa de la sequía.

Moisés fue el caudillo que dirigió, por orden de D-os, esta marcha durante cuarenta años a través del desierto hasta volver a conquistar la tierra de Canaán.

Durante la travesía del desierto, Moisés acuñó la ley judía, cuyo núcleo fueron las tablas recibidas de D-os en el monte Sinaí, y que abarcaban las creencias, la moral, los ritos y el ordenamiento civil del pueblo.

Esta ley, Torá -llamada también ley mosaica o de Moisés-, recogida en el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia), prestaría coherencia y unidad al pueblo judío a través del tiempo y de la geografía.

También en tiempos de Moisés, según la tradición, surgió la ley oral, que se transmitió a lo largo de generaciones y fue puesta por escrito muchos siglos después. Una vez establecidos en Canaán, la tierra prometida, los hebreos experimentaron la influencia del paganismo sensual y los ataques de filisteos y moabitas. Surgieron entonces los jueces, caudillos como Sansón, pero se hizo necesaria la reunificación de las doce tribus y se proclamó rey a Saúl (siglo XI a.C.). David, su sucesor, conquistó Jerusalén; la estableció como capital y llevó a ella el Arca, símbolo de la alianza con D-os. Salomón, hijo de David, construyó el primer templo. A su muerte, se dividió nuevamente el reino: Israel, al norte, con diez tribus, admitió elementos heréticos en el culto y pronto sucumbió; Judá, centrado en torno a Jerusalén, se mantuvo fiel a las tradiciones.

En esta época de decadencia religiosa, política y económica surgieron los grandes profetas de Israel -Elías, Amós, Isaías- que exhortaron al pueblo a regresar a la fe tradicional. La visión de la historia como instrumento de D-os, que hace caer la desgracia sobre el pueblo judío por incumplir la alianza, fue en parte obra de los profetas.

A comienzos del siglo VI, el rey babilonio Nabucodonosor, saqueó Jerusalén y deportó su población a Babilonia. Este nuevo destierro espiritual unió al ‘resto de Israel’ bajo la predicación del profeta Ezequiel y forjó una restauración religiosa que preparó la próxima, ésta de índole política.

La conquista de Babilonia por Ciro, rey de los medos y los persas, permitió a los judíos la vuelta a la tierra prometida (538 a.C.) y la reconstrucción del templo de Jerusalén (515 a.C.). Gran parte del pueblo, sin embargo, quedó repartido desde Egipto hasta la India, como una prefiguración de la posterior diáspora.


«La paz hace crecer las cosas pequeñas, la guerra arruina las grandes.»
Rey Salomón


Esta restauración religiosa y política es considerada por algunos autores como el verdadero origen de la unidad espiritual del pueblo judío. Su gran artífice fue Esdras, sacerdote de los judíos de Babilonia, que fue enviado por el rey persa Artajerjes II a Jerusalén para controlar la observancia de la ley mosaica, reconocida con carácter civil para los judíos. Esdras hizo renovar la alianza con Yahvé tras una lectura de la ley ante el pueblo durante siete días. Renovó igualmente el culto en el nuevo templo, aunque se continuó la enseñanza en las sinagogas locales, y alentó la esperanza, predicada por los profetas, en un mesías que instauraría el reino de D-os.

La influencia griega se inició con la conquista de Palestina por Alejandro Magno. Posteriormente, el pueblo judío alternó largas fases de dominación extranjera con breves períodos de independencia, hasta que en el año 63 a.C. el romano Pompeyo conquistó Jerusalén. Como grandes enclaves, judíos de esta época destacan los de Siria, Babilonia y Alejandría, de Egipto. En esta última ciudad se realizó la traducción al griego del Pentateuco denominada de los setenta o septuaginta por el número de autores que la realizaron.



Durante la dominación romana, Jesús de Nazaret reunió un grupo de discípulos que se desgajaron del judaísmo y constituyeron la iglesia cristiana. Roma sofocó diversas revueltas judías, y en el año 70 de la era cristiana el templo de Jerusalén fue arrasado. Se inició así la diáspora, la dispersión del pueblo judío, que encontró en la religión su único factor de unificación.

 

«No arrojes piedras en la fuente de la que has bebido.»
Talmud


El largo período rabínico, que los historiadores delimitan entre el siglo II y el siglo XVIII, se caracterizó por la elaboración por parte de los rabinos del Talmud. La primera época, denominada de los maestros, presentó figuras como la de Yehudá ha-Nasí, que a principios del siglo III fijó por escrito la ley oral en la Mishná, que constituía fundamentalmente su comentario de la Torá. La época siguiente, la de los intérpretes, añadió nuevos comentarios o Guemará, que junto con la Mishná constituyen el Talmud. Hubo, sin embargo, dos versiones del Talmud, según la procedencia de las Guemará: la palestina y la babilónica. Esta última, culminada en el siglo V, logró gran influencia durante la edad media y fue adoptada por el judaísmo actual.

El Talmud constituye fundamentalmente un singular esfuerzo de los rabinos por adaptar los preceptos de la ley a la existencia cotidiana de comunidades enormemente dispersas. Sus enseñanzas y contenido se dividen en la Halajá, esencialmente normativa, y la Haggadá, que incluye narraciones, parábolas, etc., destinadas a iluminar y fortalecer al pueblo.

«Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados.»
Talmud

 

Sobre una común base religiosa, la cultura judía vio durante la edad media el desarrollo de dos grandes ramas en Europa. Los sefarditas (o sefardíes) siguieron la tendencia babilónica y recibieron la influencia de los musulmanes con los que convivieron en España. Los ashkenazis, asentados en Francia y Alemania, adoptaron la línea palestina y mantuvieron estrecho contacto con la cultura cristiana. De los ashkenazis surgieron dos corrientes místicas: la cábala (probablemente de origen hispano), desarrollada en los siglos XII y XIII y relacionada con el esoterismo occidental; y el hasidismo, que se prolongó hasta la época contemporánea y preconizaba la fe piadosa y la inmediatez de la experiencia religiosa.

Las ideas de la Ilustración en el siglo XVIII ejercieron gran influencia sobre el pensamiento de las comunidades hebreas del centro y este de Europa, convertidas en centro del judaísmo. Las esperanzas mesiánicas cedieron paso al deseo de una realización personal y nacional claramente terrenal, ideas que se plasmaron en el movimiento conocido como Haskalá.

La figura más destacada fue Moses Mendelssohn, que logró un puesto en las letras alemanas con su traducción de la Biblia y defendió una religión universal de la razón. Las generaciones siguientes se dividieron entre la reforma y la ortodoxia, al tiempo que se mantenía la influencia del hasidismo.

A fines del siglo XIX, Theodor Herzl, judío húngaro, promovió el sionismo -movimiento en favor de un estado judío- que tras diversos avatares históricos culminó con la proclamación del Estado de Israel en 1948.

Actualmente los principales núcleos judíos se encuentran en Israel, la Unión Soviética y los Estados Unidos. Pese a la secularización y al liberalismo que predomina en sus instituciones, el pueblo judío sigue apegado a su religión, es decir, a sus tradiciones y al sentido de su historia.

 

«Si tú quieres, eso no será un sueño.»
Theodor Herzl

El judaísmo es una religión monoteísta que postula una relación continua entre D-os y el pueblo judío, y por medio de éste con la humanidad. Toda su doctrina y su culto se centran, por tanto, en la iluminación de las vinculaciones de D-os y del hombre, de la vida superior y la vida terrena.

Maimónides, teólogo judeohispano del siglo XII, resumió la fe judaica en trece artículos que se incorporaron a los libros de oraciones y que son los siguientes: (1) D-os es creador y providencia del mundo; (2) D-os es uno y único; (3) D-os es espíritu y no puede ser representado bajo ninguna forma; (4) D-os es eterno; (5) a D-os sólo debemos dirigir nuestros rezos; (6) todas las palabras de los profetas de Israel son verdaderas; (7) Moisés fue el mayor de todos los profetas; (8) la ley, tal como los judíos la poseen, fue dada por D-os a Moisés; (9) ningún hombre tiene derecho a reemplazarla ni a modificarla; (10) D-os conoce todas las acciones y todos los pensamientos de los hombres; (11) D-os recompensa a quienes cumplen sus mandamientos y castiga a quienes los transgreden; (12) D-os enviará al mesías anunciado por los profetas; (13) D-os hará que los muertos vuelvan otra vez a la vida.

Para el judaísmo, la humanidad constituye una gran familia salida toda ella de una sola pareja: Adán y Eva, creados ambos por D-os. Los rabinos comentan que el barro para moldear a Adán lo tomó D-os de diversas partes del mundo, a fin de que el hombre se sintiese en cualquier país como en su hogar.

El hombre es imagen de D-os y está dotado de libertad; si peca puede obtener el perdón divino con el arrepentimiento y la reparación del mal causado. La recompensa o el castigo tienen lugar en esta vida terrena y después de la muerte.

Al final de los tiempos, la humanidad conocerá una feliz era mesiánica, en la que todos los hombres vivirán en concordia. Los mandamientos de D-os se hallan recogidos en el Decálogo (los Diez Mandamientos), transmitido a Moisés, pero los hombres de otras religiones se salvarán si observan los mandamientos dados por D-os a Noé, que incluyen el rechazo de la idolatría y de la inmoralidad.

La ley de Moisés y la ley oral recogen una reglamentación muy detallada acerca de toda la vida religiosa, pública y privada, que abarca desde los acontecimientos más importantes hasta las acciones cotidianas: ayunos, comidas, purificaciones, festivales, culto, ceremonias, objetos sagrados, etc.

Las circunstancias históricas no siempre permitieron su cumplimiento, y en los tiempos modernos la tendencia reformista y liberal del judaísmo prescindió de muchas prescripciones, sin renunciar por ello a la doctrina esencial.

Son festivos todos los sábados, el día de Pascua, Pentecostés y los tabernáculos. Son días de penitencia el día anual (Rosh Hashana) y el día de la Expiación o Gran Perdón (Yom Kippur), consagrado a la plegaria y al ayuno. Los días se cuentan desde la tarde hasta el atardecer del día siguiente, conforme a la expresión del Génesis: ‘Y hubo tarde y hubo mañana; día primero.’ En los sábados y festivos está prohibido todo trabajo.

Algunos historiadores atribuyen gran importancia al calendario como unificador de las tradiciones y creencias del pueblo judío: ‘El calendario judío es el catecismo judío’. En él, la fecha de la creación del mundo, a partir de la cual se inicia la cronología judaica, corresponde al año 3761 a.C.

La liturgia judía prescribe tres oficios cotidianos para los días laborables; en los sábados, en los festivos y en el comienzo de los meses religiosos se añade un cuarto oficio; y en el día de la Expiación un quinto.

Cada servicio público se concluye pidiendo a D-os que apresure el advenimiento de su reino sobre la tierra y proclamando la esperanza de Israel: ‘En aquel día el Eterno será uno y su nombre será uno.’


“Yo creo con fe absoluta en la llegada del Mesías, y aunque tarde, lo esperaré.»
Maimonides

 

1º de ESO

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

JUDAÍSMO

De las grandes religiones monoteístas existentes en la actualidad, el judaísmo es la que posee más antiguas raíces. De su seno brotó el cristianismo, en tanto que el Islam adoptó diversos elementos judaicos y reconoció como profetas a Abraham y Moisés.

El judaísmo es la religión de los judíos y abarca tanto las creencias como las costumbres y el estilo de vida propios de esta comunidad mantenidos con constancia y flexibilidad a través de las vicisitudes de cuarenta siglos de existencia.

Para el pueblo judío la historia no se limita a una sucesión de acontecimientos; es una historia sagrada, que comienza con la elección del pueblo por parte de D-os y se orienta hacia el cumplimiento final de su promesa de que por mediación de este pueblo D-os bendecirá a todas las naciones. En el curso de esa historia, los sabios judíos incorporaron a los libros sagrados un amplio corpus de textos que constituyen hoy el fundamento de su religión.

La Biblia hebrea (Torá) narra los hechos fundamentales de la historia del pueblo judío, desde el momento trascendental de la elección y la alianza con D-os. Los judíos dividen su Biblia en tres partes: la Ley (Torá), los Profetas (Nebiim) y los Hagiógrafos (Ketubim).

El padre de los judíos, Abraham, habitaba en la ciudad de Ur, junto a la desembocadura del Éufrates, en el siglo XX antes de la era cristiana. De allí partió con su padre hacia el norte y recibió la orden de D-os: ‘Deja tu tierra, y tu parentela, y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Y yo haré de ti una nación grande… y serán benditas en ti todas las naciones de la tierra’ (Génesis 12:1-3).

Tras llegar a la tierra de Canaán, D-os estableció alianza con Abraham: ‘A tu posteridad daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran Éufrates’ (Génesis 15:18), y como señal de esta alianza le ordenó: ‘Todo varón entre vosotros será circuncidado’ (Génesis 16:10).

Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob, forman la línea de referencia del pueblo hebreo fiel a la alianza divina.

Jacob recibió del Señor un nuevo nombre, Israel, y de sus doce hijos surgieron las doce tribus del pueblo judío, los ‘descendientes de Israel’.

«In Jewish history there are no coincidences.»
Elie Wiesel


 

«Nuestra Sagradas Escrituras no sólo son un libro religioso, sino el fundamento de nuestra literatura, nuestra lengua y nuestra historia, son la única fuente de ellos.»
Rav Tsa’ir


La segunda etapa decisiva de la historia del pueblo hebreo comenzó con la liberación de la esclavitud de Egipto (siglo XIII a.C.), donde se había establecido a causa de la sequía.

Moisés fue el caudillo que dirigió, por orden de D-os, esta marcha durante cuarenta años a través del desierto hasta volver a conquistar la tierra de Canaán.

Durante la travesía del desierto, Moisés acuñó la ley judía, cuyo núcleo fueron las tablas recibidas de D-os en el monte Sinaí, y que abarcaban las creencias, la moral, los ritos y el ordenamiento civil del pueblo.

Esta ley, Torá -llamada también ley mosaica o de Moisés-, recogida en el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia), prestaría coherencia y unidad al pueblo judío a través del tiempo y de la geografía.

También en tiempos de Moisés, según la tradición, surgió la ley oral, que se transmitió a lo largo de generaciones y fue puesta por escrito muchos siglos después. Una vez establecidos en Canaán, la tierra prometida, los hebreos experimentaron la influencia del paganismo sensual y los ataques de filisteos y moabitas. Surgieron entonces los jueces, caudillos como Sansón, pero se hizo necesaria la reunificación de las doce tribus y se proclamó rey a Saúl (siglo XI a.C.). David, su sucesor, conquistó Jerusalén; la estableció como capital y llevó a ella el Arca, símbolo de la alianza con D-os. Salomón, hijo de David, construyó el primer templo. A su muerte, se dividió nuevamente el reino: Israel, al norte, con diez tribus, admitió elementos heréticos en el culto y pronto sucumbió; Judá, centrado en torno a Jerusalén, se mantuvo fiel a las tradiciones.

En esta época de decadencia religiosa, política y económica surgieron los grandes profetas de Israel -Elías, Amós, Isaías- que exhortaron al pueblo a regresar a la fe tradicional. La visión de la historia como instrumento de D-os, que hace caer la desgracia sobre el pueblo judío por incumplir la alianza, fue en parte obra de los profetas.

A comienzos del siglo VI, el rey babilonio Nabucodonosor, saqueó Jerusalén y deportó su población a Babilonia. Este nuevo destierro espiritual unió al ‘resto de Israel’ bajo la predicación del profeta Ezequiel y forjó una restauración religiosa que preparó la próxima, ésta de índole política.

La conquista de Babilonia por Ciro, rey de los medos y los persas, permitió a los judíos la vuelta a la tierra prometida (538 a.C.) y la reconstrucción del templo de Jerusalén (515 a.C.). Gran parte del pueblo, sin embargo, quedó repartido desde Egipto hasta la India, como una prefiguración de la posterior diáspora.


«La paz hace crecer las cosas pequeñas, la guerra arruina las grandes.»
Rey Salomón


Esta restauración religiosa y política es considerada por algunos autores como el verdadero origen de la unidad espiritual del pueblo judío. Su gran artífice fue Esdras, sacerdote de los judíos de Babilonia, que fue enviado por el rey persa Artajerjes II a Jerusalén para controlar la observancia de la ley mosaica, reconocida con carácter civil para los judíos. Esdras hizo renovar la alianza con Yahvé tras una lectura de la ley ante el pueblo durante siete días. Renovó igualmente el culto en el nuevo templo, aunque se continuó la enseñanza en las sinagogas locales, y alentó la esperanza, predicada por los profetas, en un mesías que instauraría el reino de D-os.

La influencia griega se inició con la conquista de Palestina por Alejandro Magno. Posteriormente, el pueblo judío alternó largas fases de dominación extranjera con breves períodos de independencia, hasta que en el año 63 a.C. el romano Pompeyo conquistó Jerusalén. Como grandes enclaves, judíos de esta época destacan los de Siria, Babilonia y Alejandría, de Egipto. En esta última ciudad se realizó la traducción al griego del Pentateuco denominada de los setenta o septuaginta por el número de autores que la realizaron.



Durante la dominación romana, Jesús de Nazaret reunió un grupo de discípulos que se desgajaron del judaísmo y constituyeron la iglesia cristiana. Roma sofocó diversas revueltas judías, y en el año 70 de la era cristiana el templo de Jerusalén fue arrasado. Se inició así la diáspora, la dispersión del pueblo judío, que encontró en la religión su único factor de unificación.

 

«No arrojes piedras en la fuente de la que has bebido.»
Talmud


El largo período rabínico, que los historiadores delimitan entre el siglo II y el siglo XVIII, se caracterizó por la elaboración por parte de los rabinos del Talmud. La primera época, denominada de los maestros, presentó figuras como la de Yehudá ha-Nasí, que a principios del siglo III fijó por escrito la ley oral en la Mishná, que constituía fundamentalmente su comentario de la Torá. La época siguiente, la de los intérpretes, añadió nuevos comentarios o Guemará, que junto con la Mishná constituyen el Talmud. Hubo, sin embargo, dos versiones del Talmud, según la procedencia de las Guemará: la palestina y la babilónica. Esta última, culminada en el siglo V, logró gran influencia durante la edad media y fue adoptada por el judaísmo actual.

El Talmud constituye fundamentalmente un singular esfuerzo de los rabinos por adaptar los preceptos de la ley a la existencia cotidiana de comunidades enormemente dispersas. Sus enseñanzas y contenido se dividen en la Halajá, esencialmente normativa, y la Haggadá, que incluye narraciones, parábolas, etc., destinadas a iluminar y fortalecer al pueblo.

«Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados.»
Talmud

 

Sobre una común base religiosa, la cultura judía vio durante la edad media el desarrollo de dos grandes ramas en Europa. Los sefarditas (o sefardíes) siguieron la tendencia babilónica y recibieron la influencia de los musulmanes con los que convivieron en España. Los ashkenazis, asentados en Francia y Alemania, adoptaron la línea palestina y mantuvieron estrecho contacto con la cultura cristiana. De los ashkenazis surgieron dos corrientes místicas: la cábala (probablemente de origen hispano), desarrollada en los siglos XII y XIII y relacionada con el esoterismo occidental; y el hasidismo, que se prolongó hasta la época contemporánea y preconizaba la fe piadosa y la inmediatez de la experiencia religiosa.

Las ideas de la Ilustración en el siglo XVIII ejercieron gran influencia sobre el pensamiento de las comunidades hebreas del centro y este de Europa, convertidas en centro del judaísmo. Las esperanzas mesiánicas cedieron paso al deseo de una realización personal y nacional claramente terrenal, ideas que se plasmaron en el movimiento conocido como Haskalá.

La figura más destacada fue Moses Mendelssohn, que logró un puesto en las letras alemanas con su traducción de la Biblia y defendió una religión universal de la razón. Las generaciones siguientes se dividieron entre la reforma y la ortodoxia, al tiempo que se mantenía la influencia del hasidismo.

A fines del siglo XIX, Theodor Herzl, judío húngaro, promovió el sionismo -movimiento en favor de un estado judío- que tras diversos avatares históricos culminó con la proclamación del Estado de Israel en 1948.

Actualmente los principales núcleos judíos se encuentran en Israel, la Unión Soviética y los Estados Unidos. Pese a la secularización y al liberalismo que predomina en sus instituciones, el pueblo judío sigue apegado a su religión, es decir, a sus tradiciones y al sentido de su historia.

 

«Si tú quieres, eso no será un sueño.»
Theodor Herzl

El judaísmo es una religión monoteísta que postula una relación continua entre D-os y el pueblo judío, y por medio de éste con la humanidad. Toda su doctrina y su culto se centran, por tanto, en la iluminación de las vinculaciones de D-os y del hombre, de la vida superior y la vida terrena.

Maimónides, teólogo judeohispano del siglo XII, resumió la fe judaica en trece artículos que se incorporaron a los libros de oraciones y que son los siguientes: (1) D-os es creador y providencia del mundo; (2) D-os es uno y único; (3) D-os es espíritu y no puede ser representado bajo ninguna forma; (4) D-os es eterno; (5) a D-os sólo debemos dirigir nuestros rezos; (6) todas las palabras de los profetas de Israel son verdaderas; (7) Moisés fue el mayor de todos los profetas; (8) la ley, tal como los judíos la poseen, fue dada por D-os a Moisés; (9) ningún hombre tiene derecho a reemplazarla ni a modificarla; (10) D-os conoce todas las acciones y todos los pensamientos de los hombres; (11) D-os recompensa a quienes cumplen sus mandamientos y castiga a quienes los transgreden; (12) D-os enviará al mesías anunciado por los profetas; (13) D-os hará que los muertos vuelvan otra vez a la vida.

Para el judaísmo, la humanidad constituye una gran familia salida toda ella de una sola pareja: Adán y Eva, creados ambos por D-os. Los rabinos comentan que el barro para moldear a Adán lo tomó D-os de diversas partes del mundo, a fin de que el hombre se sintiese en cualquier país como en su hogar.

El hombre es imagen de D-os y está dotado de libertad; si peca puede obtener el perdón divino con el arrepentimiento y la reparación del mal causado. La recompensa o el castigo tienen lugar en esta vida terrena y después de la muerte.

Al final de los tiempos, la humanidad conocerá una feliz era mesiánica, en la que todos los hombres vivirán en concordia. Los mandamientos de D-os se hallan recogidos en el Decálogo (los Diez Mandamientos), transmitido a Moisés, pero los hombres de otras religiones se salvarán si observan los mandamientos dados por D-os a Noé, que incluyen el rechazo de la idolatría y de la inmoralidad.

La ley de Moisés y la ley oral recogen una reglamentación muy detallada acerca de toda la vida religiosa, pública y privada, que abarca desde los acontecimientos más importantes hasta las acciones cotidianas: ayunos, comidas, purificaciones, festivales, culto, ceremonias, objetos sagrados, etc.

Las circunstancias históricas no siempre permitieron su cumplimiento, y en los tiempos modernos la tendencia reformista y liberal del judaísmo prescindió de muchas prescripciones, sin renunciar por ello a la doctrina esencial.

Son festivos todos los sábados, el día de Pascua, Pentecostés y los tabernáculos. Son días de penitencia el día anual (Rosh Hashana) y el día de la Expiación o Gran Perdón (Yom Kippur), consagrado a la plegaria y al ayuno. Los días se cuentan desde la tarde hasta el atardecer del día siguiente, conforme a la expresión del Génesis: ‘Y hubo tarde y hubo mañana; día primero.’ En los sábados y festivos está prohibido todo trabajo.

Algunos historiadores atribuyen gran importancia al calendario como unificador de las tradiciones y creencias del pueblo judío: ‘El calendario judío es el catecismo judío’. En él, la fecha de la creación del mundo, a partir de la cual se inicia la cronología judaica, corresponde al año 3761 a.C.

La liturgia judía prescribe tres oficios cotidianos para los días laborables; en los sábados, en los festivos y en el comienzo de los meses religiosos se añade un cuarto oficio; y en el día de la Expiación un quinto.

Cada servicio público se concluye pidiendo a D-os que apresure el advenimiento de su reino sobre la tierra y proclamando la esperanza de Israel: ‘En aquel día el Eterno será uno y su nombre será uno.’


“Yo creo con fe absoluta en la llegada del Mesías, y aunque tarde, lo esperaré.»
Maimonides

 

1º de ESO

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

JUDAÍSMO

De las grandes religiones monoteístas existentes en la actualidad, el judaísmo es la que posee más antiguas raíces. De su seno brotó el cristianismo, en tanto que el Islam adoptó diversos elementos judaicos y reconoció como profetas a Abraham y Moisés.

El judaísmo es la religión de los judíos y abarca tanto las creencias como las costumbres y el estilo de vida propios de esta comunidad mantenidos con constancia y flexibilidad a través de las vicisitudes de cuarenta siglos de existencia.

Para el pueblo judío la historia no se limita a una sucesión de acontecimientos; es una historia sagrada, que comienza con la elección del pueblo por parte de D-os y se orienta hacia el cumplimiento final de su promesa de que por mediación de este pueblo D-os bendecirá a todas las naciones. En el curso de esa historia, los sabios judíos incorporaron a los libros sagrados un amplio corpus de textos que constituyen hoy el fundamento de su religión.

La Biblia hebrea (Torá) narra los hechos fundamentales de la historia del pueblo judío, desde el momento trascendental de la elección y la alianza con D-os. Los judíos dividen su Biblia en tres partes: la Ley (Torá), los Profetas (Nebiim) y los Hagiógrafos (Ketubim).

El padre de los judíos, Abraham, habitaba en la ciudad de Ur, junto a la desembocadura del Éufrates, en el siglo XX antes de la era cristiana. De allí partió con su padre hacia el norte y recibió la orden de D-os: ‘Deja tu tierra, y tu parentela, y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Y yo haré de ti una nación grande… y serán benditas en ti todas las naciones de la tierra’ (Génesis 12:1-3).

Tras llegar a la tierra de Canaán, D-os estableció alianza con Abraham: ‘A tu posteridad daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran Éufrates’ (Génesis 15:18), y como señal de esta alianza le ordenó: ‘Todo varón entre vosotros será circuncidado’ (Génesis 16:10).

Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob, forman la línea de referencia del pueblo hebreo fiel a la alianza divina.

Jacob recibió del Señor un nuevo nombre, Israel, y de sus doce hijos surgieron las doce tribus del pueblo judío, los ‘descendientes de Israel’.

«In Jewish history there are no coincidences.»
Elie Wiesel


 

«Nuestra Sagradas Escrituras no sólo son un libro religioso, sino el fundamento de nuestra literatura, nuestra lengua y nuestra historia, son la única fuente de ellos.»
Rav Tsa’ir


La segunda etapa decisiva de la historia del pueblo hebreo comenzó con la liberación de la esclavitud de Egipto (siglo XIII a.C.), donde se había establecido a causa de la sequía.

Moisés fue el caudillo que dirigió, por orden de D-os, esta marcha durante cuarenta años a través del desierto hasta volver a conquistar la tierra de Canaán.

Durante la travesía del desierto, Moisés acuñó la ley judía, cuyo núcleo fueron las tablas recibidas de D-os en el monte Sinaí, y que abarcaban las creencias, la moral, los ritos y el ordenamiento civil del pueblo.

Esta ley, Torá -llamada también ley mosaica o de Moisés-, recogida en el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia), prestaría coherencia y unidad al pueblo judío a través del tiempo y de la geografía.

También en tiempos de Moisés, según la tradición, surgió la ley oral, que se transmitió a lo largo de generaciones y fue puesta por escrito muchos siglos después. Una vez establecidos en Canaán, la tierra prometida, los hebreos experimentaron la influencia del paganismo sensual y los ataques de filisteos y moabitas. Surgieron entonces los jueces, caudillos como Sansón, pero se hizo necesaria la reunificación de las doce tribus y se proclamó rey a Saúl (siglo XI a.C.). David, su sucesor, conquistó Jerusalén; la estableció como capital y llevó a ella el Arca, símbolo de la alianza con D-os. Salomón, hijo de David, construyó el primer templo. A su muerte, se dividió nuevamente el reino: Israel, al norte, con diez tribus, admitió elementos heréticos en el culto y pronto sucumbió; Judá, centrado en torno a Jerusalén, se mantuvo fiel a las tradiciones.

En esta época de decadencia religiosa, política y económica surgieron los grandes profetas de Israel -Elías, Amós, Isaías- que exhortaron al pueblo a regresar a la fe tradicional. La visión de la historia como instrumento de D-os, que hace caer la desgracia sobre el pueblo judío por incumplir la alianza, fue en parte obra de los profetas.

A comienzos del siglo VI, el rey babilonio Nabucodonosor, saqueó Jerusalén y deportó su población a Babilonia. Este nuevo destierro espiritual unió al ‘resto de Israel’ bajo la predicación del profeta Ezequiel y forjó una restauración religiosa que preparó la próxima, ésta de índole política.

La conquista de Babilonia por Ciro, rey de los medos y los persas, permitió a los judíos la vuelta a la tierra prometida (538 a.C.) y la reconstrucción del templo de Jerusalén (515 a.C.). Gran parte del pueblo, sin embargo, quedó repartido desde Egipto hasta la India, como una prefiguración de la posterior diáspora.


«La paz hace crecer las cosas pequeñas, la guerra arruina las grandes.»
Rey Salomón


Esta restauración religiosa y política es considerada por algunos autores como el verdadero origen de la unidad espiritual del pueblo judío. Su gran artífice fue Esdras, sacerdote de los judíos de Babilonia, que fue enviado por el rey persa Artajerjes II a Jerusalén para controlar la observancia de la ley mosaica, reconocida con carácter civil para los judíos. Esdras hizo renovar la alianza con Yahvé tras una lectura de la ley ante el pueblo durante siete días. Renovó igualmente el culto en el nuevo templo, aunque se continuó la enseñanza en las sinagogas locales, y alentó la esperanza, predicada por los profetas, en un mesías que instauraría el reino de D-os.

La influencia griega se inició con la conquista de Palestina por Alejandro Magno. Posteriormente, el pueblo judío alternó largas fases de dominación extranjera con breves períodos de independencia, hasta que en el año 63 a.C. el romano Pompeyo conquistó Jerusalén. Como grandes enclaves, judíos de esta época destacan los de Siria, Babilonia y Alejandría, de Egipto. En esta última ciudad se realizó la traducción al griego del Pentateuco denominada de los setenta o septuaginta por el número de autores que la realizaron.



Durante la dominación romana, Jesús de Nazaret reunió un grupo de discípulos que se desgajaron del judaísmo y constituyeron la iglesia cristiana. Roma sofocó diversas revueltas judías, y en el año 70 de la era cristiana el templo de Jerusalén fue arrasado. Se inició así la diáspora, la dispersión del pueblo judío, que encontró en la religión su único factor de unificación.

 

«No arrojes piedras en la fuente de la que has bebido.»
Talmud


El largo período rabínico, que los historiadores delimitan entre el siglo II y el siglo XVIII, se caracterizó por la elaboración por parte de los rabinos del Talmud. La primera época, denominada de los maestros, presentó figuras como la de Yehudá ha-Nasí, que a principios del siglo III fijó por escrito la ley oral en la Mishná, que constituía fundamentalmente su comentario de la Torá. La época siguiente, la de los intérpretes, añadió nuevos comentarios o Guemará, que junto con la Mishná constituyen el Talmud. Hubo, sin embargo, dos versiones del Talmud, según la procedencia de las Guemará: la palestina y la babilónica. Esta última, culminada en el siglo V, logró gran influencia durante la edad media y fue adoptada por el judaísmo actual.

El Talmud constituye fundamentalmente un singular esfuerzo de los rabinos por adaptar los preceptos de la ley a la existencia cotidiana de comunidades enormemente dispersas. Sus enseñanzas y contenido se dividen en la Halajá, esencialmente normativa, y la Haggadá, que incluye narraciones, parábolas, etc., destinadas a iluminar y fortalecer al pueblo.

«Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados.»
Talmud

 

Sobre una común base religiosa, la cultura judía vio durante la edad media el desarrollo de dos grandes ramas en Europa. Los sefarditas (o sefardíes) siguieron la tendencia babilónica y recibieron la influencia de los musulmanes con los que convivieron en España. Los ashkenazis, asentados en Francia y Alemania, adoptaron la línea palestina y mantuvieron estrecho contacto con la cultura cristiana. De los ashkenazis surgieron dos corrientes místicas: la cábala (probablemente de origen hispano), desarrollada en los siglos XII y XIII y relacionada con el esoterismo occidental; y el hasidismo, que se prolongó hasta la época contemporánea y preconizaba la fe piadosa y la inmediatez de la experiencia religiosa.

Las ideas de la Ilustración en el siglo XVIII ejercieron gran influencia sobre el pensamiento de las comunidades hebreas del centro y este de Europa, convertidas en centro del judaísmo. Las esperanzas mesiánicas cedieron paso al deseo de una realización personal y nacional claramente terrenal, ideas que se plasmaron en el movimiento conocido como Haskalá.

La figura más destacada fue Moses Mendelssohn, que logró un puesto en las letras alemanas con su traducción de la Biblia y defendió una religión universal de la razón. Las generaciones siguientes se dividieron entre la reforma y la ortodoxia, al tiempo que se mantenía la influencia del hasidismo.

A fines del siglo XIX, Theodor Herzl, judío húngaro, promovió el sionismo -movimiento en favor de un estado judío- que tras diversos avatares históricos culminó con la proclamación del Estado de Israel en 1948.

Actualmente los principales núcleos judíos se encuentran en Israel, la Unión Soviética y los Estados Unidos. Pese a la secularización y al liberalismo que predomina en sus instituciones, el pueblo judío sigue apegado a su religión, es decir, a sus tradiciones y al sentido de su historia.

 

«Si tú quieres, eso no será un sueño.»
Theodor Herzl

El judaísmo es una religión monoteísta que postula una relación continua entre D-os y el pueblo judío, y por medio de éste con la humanidad. Toda su doctrina y su culto se centran, por tanto, en la iluminación de las vinculaciones de D-os y del hombre, de la vida superior y la vida terrena.

Maimónides, teólogo judeohispano del siglo XII, resumió la fe judaica en trece artículos que se incorporaron a los libros de oraciones y que son los siguientes: (1) D-os es creador y providencia del mundo; (2) D-os es uno y único; (3) D-os es espíritu y no puede ser representado bajo ninguna forma; (4) D-os es eterno; (5) a D-os sólo debemos dirigir nuestros rezos; (6) todas las palabras de los profetas de Israel son verdaderas; (7) Moisés fue el mayor de todos los profetas; (8) la ley, tal como los judíos la poseen, fue dada por D-os a Moisés; (9) ningún hombre tiene derecho a reemplazarla ni a modificarla; (10) D-os conoce todas las acciones y todos los pensamientos de los hombres; (11) D-os recompensa a quienes cumplen sus mandamientos y castiga a quienes los transgreden; (12) D-os enviará al mesías anunciado por los profetas; (13) D-os hará que los muertos vuelvan otra vez a la vida.

Para el judaísmo, la humanidad constituye una gran familia salida toda ella de una sola pareja: Adán y Eva, creados ambos por D-os. Los rabinos comentan que el barro para moldear a Adán lo tomó D-os de diversas partes del mundo, a fin de que el hombre se sintiese en cualquier país como en su hogar.

El hombre es imagen de D-os y está dotado de libertad; si peca puede obtener el perdón divino con el arrepentimiento y la reparación del mal causado. La recompensa o el castigo tienen lugar en esta vida terrena y después de la muerte.

Al final de los tiempos, la humanidad conocerá una feliz era mesiánica, en la que todos los hombres vivirán en concordia. Los mandamientos de D-os se hallan recogidos en el Decálogo (los Diez Mandamientos), transmitido a Moisés, pero los hombres de otras religiones se salvarán si observan los mandamientos dados por D-os a Noé, que incluyen el rechazo de la idolatría y de la inmoralidad.

La ley de Moisés y la ley oral recogen una reglamentación muy detallada acerca de toda la vida religiosa, pública y privada, que abarca desde los acontecimientos más importantes hasta las acciones cotidianas: ayunos, comidas, purificaciones, festivales, culto, ceremonias, objetos sagrados, etc.

Las circunstancias históricas no siempre permitieron su cumplimiento, y en los tiempos modernos la tendencia reformista y liberal del judaísmo prescindió de muchas prescripciones, sin renunciar por ello a la doctrina esencial.

Son festivos todos los sábados, el día de Pascua, Pentecostés y los tabernáculos. Son días de penitencia el día anual (Rosh Hashana) y el día de la Expiación o Gran Perdón (Yom Kippur), consagrado a la plegaria y al ayuno. Los días se cuentan desde la tarde hasta el atardecer del día siguiente, conforme a la expresión del Génesis: ‘Y hubo tarde y hubo mañana; día primero.’ En los sábados y festivos está prohibido todo trabajo.

Algunos historiadores atribuyen gran importancia al calendario como unificador de las tradiciones y creencias del pueblo judío: ‘El calendario judío es el catecismo judío’. En él, la fecha de la creación del mundo, a partir de la cual se inicia la cronología judaica, corresponde al año 3761 a.C.

La liturgia judía prescribe tres oficios cotidianos para los días laborables; en los sábados, en los festivos y en el comienzo de los meses religiosos se añade un cuarto oficio; y en el día de la Expiación un quinto.

Cada servicio público se concluye pidiendo a D-os que apresure el advenimiento de su reino sobre la tierra y proclamando la esperanza de Israel: ‘En aquel día el Eterno será uno y su nombre será uno.’


“Yo creo con fe absoluta en la llegada del Mesías, y aunque tarde, lo esperaré.»
Maimonides

 

1º de ESO

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

JUDAÍSMO

De las grandes religiones monoteístas existentes en la actualidad, el judaísmo es la que posee más antiguas raíces. De su seno brotó el cristianismo, en tanto que el Islam adoptó diversos elementos judaicos y reconoció como profetas a Abraham y Moisés.

El judaísmo es la religión de los judíos y abarca tanto las creencias como las costumbres y el estilo de vida propios de esta comunidad mantenidos con constancia y flexibilidad a través de las vicisitudes de cuarenta siglos de existencia.

Para el pueblo judío la historia no se limita a una sucesión de acontecimientos; es una historia sagrada, que comienza con la elección del pueblo por parte de D-os y se orienta hacia el cumplimiento final de su promesa de que por mediación de este pueblo D-os bendecirá a todas las naciones. En el curso de esa historia, los sabios judíos incorporaron a los libros sagrados un amplio corpus de textos que constituyen hoy el fundamento de su religión.

La Biblia hebrea (Torá) narra los hechos fundamentales de la historia del pueblo judío, desde el momento trascendental de la elección y la alianza con D-os. Los judíos dividen su Biblia en tres partes: la Ley (Torá), los Profetas (Nebiim) y los Hagiógrafos (Ketubim).

El padre de los judíos, Abraham, habitaba en la ciudad de Ur, junto a la desembocadura del Éufrates, en el siglo XX antes de la era cristiana. De allí partió con su padre hacia el norte y recibió la orden de D-os: ‘Deja tu tierra, y tu parentela, y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Y yo haré de ti una nación grande… y serán benditas en ti todas las naciones de la tierra’ (Génesis 12:1-3).

Tras llegar a la tierra de Canaán, D-os estableció alianza con Abraham: ‘A tu posteridad daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran Éufrates’ (Génesis 15:18), y como señal de esta alianza le ordenó: ‘Todo varón entre vosotros será circuncidado’ (Génesis 16:10).

Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob, forman la línea de referencia del pueblo hebreo fiel a la alianza divina.

Jacob recibió del Señor un nuevo nombre, Israel, y de sus doce hijos surgieron las doce tribus del pueblo judío, los ‘descendientes de Israel’.

«In Jewish history there are no coincidences.»
Elie Wiesel


 

«Nuestra Sagradas Escrituras no sólo son un libro religioso, sino el fundamento de nuestra literatura, nuestra lengua y nuestra historia, son la única fuente de ellos.»
Rav Tsa’ir


La segunda etapa decisiva de la historia del pueblo hebreo comenzó con la liberación de la esclavitud de Egipto (siglo XIII a.C.), donde se había establecido a causa de la sequía.

Moisés fue el caudillo que dirigió, por orden de D-os, esta marcha durante cuarenta años a través del desierto hasta volver a conquistar la tierra de Canaán.

Durante la travesía del desierto, Moisés acuñó la ley judía, cuyo núcleo fueron las tablas recibidas de D-os en el monte Sinaí, y que abarcaban las creencias, la moral, los ritos y el ordenamiento civil del pueblo.

Esta ley, Torá -llamada también ley mosaica o de Moisés-, recogida en el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia), prestaría coherencia y unidad al pueblo judío a través del tiempo y de la geografía.

También en tiempos de Moisés, según la tradición, surgió la ley oral, que se transmitió a lo largo de generaciones y fue puesta por escrito muchos siglos después. Una vez establecidos en Canaán, la tierra prometida, los hebreos experimentaron la influencia del paganismo sensual y los ataques de filisteos y moabitas. Surgieron entonces los jueces, caudillos como Sansón, pero se hizo necesaria la reunificación de las doce tribus y se proclamó rey a Saúl (siglo XI a.C.). David, su sucesor, conquistó Jerusalén; la estableció como capital y llevó a ella el Arca, símbolo de la alianza con D-os. Salomón, hijo de David, construyó el primer templo. A su muerte, se dividió nuevamente el reino: Israel, al norte, con diez tribus, admitió elementos heréticos en el culto y pronto sucumbió; Judá, centrado en torno a Jerusalén, se mantuvo fiel a las tradiciones.

En esta época de decadencia religiosa, política y económica surgieron los grandes profetas de Israel -Elías, Amós, Isaías- que exhortaron al pueblo a regresar a la fe tradicional. La visión de la historia como instrumento de D-os, que hace caer la desgracia sobre el pueblo judío por incumplir la alianza, fue en parte obra de los profetas.

A comienzos del siglo VI, el rey babilonio Nabucodonosor, saqueó Jerusalén y deportó su población a Babilonia. Este nuevo destierro espiritual unió al ‘resto de Israel’ bajo la predicación del profeta Ezequiel y forjó una restauración religiosa que preparó la próxima, ésta de índole política.

La conquista de Babilonia por Ciro, rey de los medos y los persas, permitió a los judíos la vuelta a la tierra prometida (538 a.C.) y la reconstrucción del templo de Jerusalén (515 a.C.). Gran parte del pueblo, sin embargo, quedó repartido desde Egipto hasta la India, como una prefiguración de la posterior diáspora.


«La paz hace crecer las cosas pequeñas, la guerra arruina las grandes.»
Rey Salomón


Esta restauración religiosa y política es considerada por algunos autores como el verdadero origen de la unidad espiritual del pueblo judío. Su gran artífice fue Esdras, sacerdote de los judíos de Babilonia, que fue enviado por el rey persa Artajerjes II a Jerusalén para controlar la observancia de la ley mosaica, reconocida con carácter civil para los judíos. Esdras hizo renovar la alianza con Yahvé tras una lectura de la ley ante el pueblo durante siete días. Renovó igualmente el culto en el nuevo templo, aunque se continuó la enseñanza en las sinagogas locales, y alentó la esperanza, predicada por los profetas, en un mesías que instauraría el reino de D-os.

La influencia griega se inició con la conquista de Palestina por Alejandro Magno. Posteriormente, el pueblo judío alternó largas fases de dominación extranjera con breves períodos de independencia, hasta que en el año 63 a.C. el romano Pompeyo conquistó Jerusalén. Como grandes enclaves, judíos de esta época destacan los de Siria, Babilonia y Alejandría, de Egipto. En esta última ciudad se realizó la traducción al griego del Pentateuco denominada de los setenta o septuaginta por el número de autores que la realizaron.



Durante la dominación romana, Jesús de Nazaret reunió un grupo de discípulos que se desgajaron del judaísmo y constituyeron la iglesia cristiana. Roma sofocó diversas revueltas judías, y en el año 70 de la era cristiana el templo de Jerusalén fue arrasado. Se inició así la diáspora, la dispersión del pueblo judío, que encontró en la religión su único factor de unificación.

 

«No arrojes piedras en la fuente de la que has bebido.»
Talmud


El largo período rabínico, que los historiadores delimitan entre el siglo II y el siglo XVIII, se caracterizó por la elaboración por parte de los rabinos del Talmud. La primera época, denominada de los maestros, presentó figuras como la de Yehudá ha-Nasí, que a principios del siglo III fijó por escrito la ley oral en la Mishná, que constituía fundamentalmente su comentario de la Torá. La época siguiente, la de los intérpretes, añadió nuevos comentarios o Guemará, que junto con la Mishná constituyen el Talmud. Hubo, sin embargo, dos versiones del Talmud, según la procedencia de las Guemará: la palestina y la babilónica. Esta última, culminada en el siglo V, logró gran influencia durante la edad media y fue adoptada por el judaísmo actual.

El Talmud constituye fundamentalmente un singular esfuerzo de los rabinos por adaptar los preceptos de la ley a la existencia cotidiana de comunidades enormemente dispersas. Sus enseñanzas y contenido se dividen en la Halajá, esencialmente normativa, y la Haggadá, que incluye narraciones, parábolas, etc., destinadas a iluminar y fortalecer al pueblo.

«Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados.»
Talmud

 

Sobre una común base religiosa, la cultura judía vio durante la edad media el desarrollo de dos grandes ramas en Europa. Los sefarditas (o sefardíes) siguieron la tendencia babilónica y recibieron la influencia de los musulmanes con los que convivieron en España. Los ashkenazis, asentados en Francia y Alemania, adoptaron la línea palestina y mantuvieron estrecho contacto con la cultura cristiana. De los ashkenazis surgieron dos corrientes místicas: la cábala (probablemente de origen hispano), desarrollada en los siglos XII y XIII y relacionada con el esoterismo occidental; y el hasidismo, que se prolongó hasta la época contemporánea y preconizaba la fe piadosa y la inmediatez de la experiencia religiosa.

Las ideas de la Ilustración en el siglo XVIII ejercieron gran influencia sobre el pensamiento de las comunidades hebreas del centro y este de Europa, convertidas en centro del judaísmo. Las esperanzas mesiánicas cedieron paso al deseo de una realización personal y nacional claramente terrenal, ideas que se plasmaron en el movimiento conocido como Haskalá.

La figura más destacada fue Moses Mendelssohn, que logró un puesto en las letras alemanas con su traducción de la Biblia y defendió una religión universal de la razón. Las generaciones siguientes se dividieron entre la reforma y la ortodoxia, al tiempo que se mantenía la influencia del hasidismo.

A fines del siglo XIX, Theodor Herzl, judío húngaro, promovió el sionismo -movimiento en favor de un estado judío- que tras diversos avatares históricos culminó con la proclamación del Estado de Israel en 1948.

Actualmente los principales núcleos judíos se encuentran en Israel, la Unión Soviética y los Estados Unidos. Pese a la secularización y al liberalismo que predomina en sus instituciones, el pueblo judío sigue apegado a su religión, es decir, a sus tradiciones y al sentido de su historia.

 

«Si tú quieres, eso no será un sueño.»
Theodor Herzl

El judaísmo es una religión monoteísta que postula una relación continua entre D-os y el pueblo judío, y por medio de éste con la humanidad. Toda su doctrina y su culto se centran, por tanto, en la iluminación de las vinculaciones de D-os y del hombre, de la vida superior y la vida terrena.

Maimónides, teólogo judeohispano del siglo XII, resumió la fe judaica en trece artículos que se incorporaron a los libros de oraciones y que son los siguientes: (1) D-os es creador y providencia del mundo; (2) D-os es uno y único; (3) D-os es espíritu y no puede ser representado bajo ninguna forma; (4) D-os es eterno; (5) a D-os sólo debemos dirigir nuestros rezos; (6) todas las palabras de los profetas de Israel son verdaderas; (7) Moisés fue el mayor de todos los profetas; (8) la ley, tal como los judíos la poseen, fue dada por D-os a Moisés; (9) ningún hombre tiene derecho a reemplazarla ni a modificarla; (10) D-os conoce todas las acciones y todos los pensamientos de los hombres; (11) D-os recompensa a quienes cumplen sus mandamientos y castiga a quienes los transgreden; (12) D-os enviará al mesías anunciado por los profetas; (13) D-os hará que los muertos vuelvan otra vez a la vida.

Para el judaísmo, la humanidad constituye una gran familia salida toda ella de una sola pareja: Adán y Eva, creados ambos por D-os. Los rabinos comentan que el barro para moldear a Adán lo tomó D-os de diversas partes del mundo, a fin de que el hombre se sintiese en cualquier país como en su hogar.

El hombre es imagen de D-os y está dotado de libertad; si peca puede obtener el perdón divino con el arrepentimiento y la reparación del mal causado. La recompensa o el castigo tienen lugar en esta vida terrena y después de la muerte.

Al final de los tiempos, la humanidad conocerá una feliz era mesiánica, en la que todos los hombres vivirán en concordia. Los mandamientos de D-os se hallan recogidos en el Decálogo (los Diez Mandamientos), transmitido a Moisés, pero los hombres de otras religiones se salvarán si observan los mandamientos dados por D-os a Noé, que incluyen el rechazo de la idolatría y de la inmoralidad.

La ley de Moisés y la ley oral recogen una reglamentación muy detallada acerca de toda la vida religiosa, pública y privada, que abarca desde los acontecimientos más importantes hasta las acciones cotidianas: ayunos, comidas, purificaciones, festivales, culto, ceremonias, objetos sagrados, etc.

Las circunstancias históricas no siempre permitieron su cumplimiento, y en los tiempos modernos la tendencia reformista y liberal del judaísmo prescindió de muchas prescripciones, sin renunciar por ello a la doctrina esencial.

Son festivos todos los sábados, el día de Pascua, Pentecostés y los tabernáculos. Son días de penitencia el día anual (Rosh Hashana) y el día de la Expiación o Gran Perdón (Yom Kippur), consagrado a la plegaria y al ayuno. Los días se cuentan desde la tarde hasta el atardecer del día siguiente, conforme a la expresión del Génesis: ‘Y hubo tarde y hubo mañana; día primero.’ En los sábados y festivos está prohibido todo trabajo.

Algunos historiadores atribuyen gran importancia al calendario como unificador de las tradiciones y creencias del pueblo judío: ‘El calendario judío es el catecismo judío’. En él, la fecha de la creación del mundo, a partir de la cual se inicia la cronología judaica, corresponde al año 3761 a.C.

La liturgia judía prescribe tres oficios cotidianos para los días laborables; en los sábados, en los festivos y en el comienzo de los meses religiosos se añade un cuarto oficio; y en el día de la Expiación un quinto.

Cada servicio público se concluye pidiendo a D-os que apresure el advenimiento de su reino sobre la tierra y proclamando la esperanza de Israel: ‘En aquel día el Eterno será uno y su nombre será uno.’


“Yo creo con fe absoluta en la llegada del Mesías, y aunque tarde, lo esperaré.»
Maimonides

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

CUADRO SINÓPTICO

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

CUADRO SINÓPTICO

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

CUADRO SINÓPTICO

 

1º de ESO

LAS GRANDES RELIGIONES

CUADRO SINÓPTICO

 

1º de ESO

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

 

1º de ESO

EL ISLAM

1º de ESO

LAS CINCO GRANDES RELIGIONES

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

 

EL ISLAM

 

1º de ESO

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

 

EL JUDAISMO

 

1º de ESO

VIVIR EN FAMILIA 

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA FAMILIA EN TU VIDA?

¿QUÉ PUEDES APORTAR PARA QUE TU FAMILIA SEA MEJOR?

¿QUÉ COSAS BUENAS HAS RECIBIDO DE TU FAMILIA?

 EL CRISTIANISMO

1º de ESO

 

1º de ESO

VIVIR EN FAMILIA 

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA FAMILIA EN TU VIDA?

¿QUÉ PUEDES APORTAR PARA QUE TU FAMILIA SEA MEJOR?

¿QUÉ COSAS BUENAS HAS RECIBIDO DE TU FAMILIA?

EL CRISTIANISMO

 

1º de ESO

 

Vivimos en familia, el Sacramento del Matrimonio

Los sacramentos son las celebraciones que realizamos la comunidad de cristianos con carácter festivo y en las que Jesús actúa de forma especial para perpetuar en nosotros,  como Iglesia,  sus actos salvadores.

Pica aquí para leer esta historia y responde las cuestiones que te plantea.


El sacramento del Matrimonio


El sacramento del matrimonio forma parte de los 7 sacramentos instituidos por Jesús a lo largo de su vida y que forma parte del grupo de sacramentos llamados de servicio, ya que es un sacramento en el que los bautizados que lo celebran se comprometen a hacer crecer y propagar el Pueblo de Dios participando de este modo en la misión de la Iglesia.
Cuando un hombre y una mujer que han sido bautizados reciben el sacramento del Matrimonio se unen como pareja ante la presencia de Dios y de toda la comunidad de la Iglesia comprometiéndose a:

  • Amarse el uno al otro de tal manera que su amor mutuo se transforma en entrega y sacrificio hacia sus hijos.
  • Formar una familia cristiana en la que se vive el amor y sea reflejo del amor de Dios hacia los demás.
  • Educar a sus hijos cristianamente hablándoles y comportándose según las enseñanzas de Jesús,  siendo un ejemplo vivo de Jesús.
  • Realizar diferentes tareas de servicio a la comunidad de la Iglesia y a la sociedad. 

Al celebrar el sacramento del Matrimonio los principales ritos que se llevan a cabo son:
 La libre expresión del mutuo consentimiento de realiza la pareja en la que se entregan su amor y prometen fidelidad eterna tanto en las alegrías como en las penas, en la salud como en la enfermedad.
– La entrega de los anillos, símbolo de su amor y compromiso de unión.
 La bendición del sacerdote sobre los esposos por la gracia divina recibida con el sacramento, reflejo del amor fiel que tiene Cristo con su Iglesia. 


Pica aquí para comprobar lo que has aprendido sobre este sacramento. Si tienes dudas vuelve a repasar lo leído.


La Biblia y el milagro de la boda en Caná

En el evangelio de San Juan se narra el primer milagro que realizó Jesús que los cristianos interpretamos como símbolo de unión entre Dios y los bautizados que contraen matrimonio convirtiéndose en esposos.
A través de este relato y el milagro que nos narra podemos aprender que Jesús como Hijo de Dios bendice el amor que se profesan el esposo y la esposa,  en el que participa Dios, elevando a sacramento lo que es de derecho natural, convirtiéndose en fuente de gracia divina y en reflejo del amor fiel que tiene Cristo con su Iglesia.
En este vídeo veremos un resumen del texto bíblico.

Pincha aquí para comprobar lo que has aprendido.


La Biblia en el arte y la boda en Caná

Fernando Gallego es el autor más importante de la pintura medieval española, seguidor del estilo Hispano-Flamenco y principal referente de su época en España, utiliza principalmente témpera sobre madera para sus creaciones, ejemplo de ello es esta representación sobre el pasaje bíblico de la boda de Caná que forma parte de «Las Tablas de Arcilla» que realizó el pintor como retablo para la Catedral de Zamora, hacia el año 1490.

Pincha aquí para mayor información.
 
Observa y responde.
1.- Di qué personaje corresponde a cada número: Criado – Jesús – María – Apóstol – Maestresala –  Invitado
2.- Di en que momento del milagro está el cuadro.
3.- Realiza este puzle de la obra trabajada pinchando aquí.

 

Las cinco grandes religiones

 

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

1º de ESO

 

Vivimos en familia, el Sacramento del Matrimonio

Los sacramentos son las celebraciones que realizamos la comunidad de cristianos con carácter festivo y en las que Jesús actúa de forma especial para perpetuar en nosotros,  como Iglesia,  sus actos salvadores.

Pica aquí para leer esta historia y responde las cuestiones que te plantea.


El sacramento del Matrimonio


El sacramento del matrimonio forma parte de los 7 sacramentos instituidos por Jesús a lo largo de su vida y que forma parte del grupo de sacramentos llamados de servicio, ya que es un sacramento en el que los bautizados que lo celebran se comprometen a hacer crecer y propagar el Pueblo de Dios participando de este modo en la misión de la Iglesia.
Cuando un hombre y una mujer que han sido bautizados reciben el sacramento del Matrimonio se unen como pareja ante la presencia de Dios y de toda la comunidad de la Iglesia comprometiéndose a:

  • Amarse el uno al otro de tal manera que su amor mutuo se transforma en entrega y sacrificio hacia sus hijos.
  • Formar una familia cristiana en la que se vive el amor y sea reflejo del amor de Dios hacia los demás.
  • Educar a sus hijos cristianamente hablándoles y comportándose según las enseñanzas de Jesús,  siendo un ejemplo vivo de Jesús.
  • Realizar diferentes tareas de servicio a la comunidad de la Iglesia y a la sociedad. 

Al celebrar el sacramento del Matrimonio los principales ritos que se llevan a cabo son:
 La libre expresión del mutuo consentimiento de realiza la pareja en la que se entregan su amor y prometen fidelidad eterna tanto en las alegrías como en las penas, en la salud como en la enfermedad.
– La entrega de los anillos, símbolo de su amor y compromiso de unión.
 La bendición del sacerdote sobre los esposos por la gracia divina recibida con el sacramento, reflejo del amor fiel que tiene Cristo con su Iglesia. 

 

Pica aquí para comprobar lo que has aprendido sobre este sacramento. Si tienes dudas vuelve a repasar lo leído.

 

La Biblia y el milagro de la boda en Caná

En el evangelio de San Juan se narra el primer milagro que realizó Jesús que los cristianos interpretamos como símbolo de unión entre Dios y los bautizados que contraen matrimonio convirtiéndose en esposos.
A través de este relato y el milagro que nos narra podemos aprender que Jesús como Hijo de Dios bendice el amor que se profesan el esposo y la esposa,  en el que participa Dios, elevando a sacramento lo que es de derecho natural, convirtiéndose en fuente de gracia divina y en reflejo del amor fiel que tiene Cristo con su Iglesia.
En este vídeo veremos un resumen del texto bíblico.

Pincha aquí para comprobar lo que has aprendido.

 

La Biblia en el arte y la boda en Caná

Fernando Gallego es el autor más importante de la pintura medieval española, seguidor del estilo Hispano-Flamenco y principal referente de su época en España, utiliza principalmente témpera sobre madera para sus creaciones, ejemplo de ello es esta representación sobre el pasaje bíblico de la boda de Caná que forma parte de «Las Tablas de Arcilla» que realizó el pintor como retablo para la Catedral de Zamora, hacia el año 1490.

Pincha aquí para mayor información.
 
Observa y responde.
1.- Di qué personaje corresponde a cada número: Criado – Jesús – María – Apóstol – Maestresala –  Invitado
2.- Di en que momento del milagro está el cuadro.
3.- Realiza este puzle de la obra trabajada pinchando aquí.

 

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Las cinco grandes religiones

 

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

1º de ESO

Tema principal: LA FAMILIA

En este año el tema principal fue la FAMILIA, que es una comunión de personas a imagen y semejanza de la SANTÍSIMA TRINIDAD, la cual es: PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO.
Aprendimos que la familia es imagen de Dios y esta llamada a dar vida, a defenderla ya que la vida tiene como fuente a Dios y por tanto es sagrada.
Se hablo de como era la familia en los tiempos de Jesús, pues en palestina, hay una división de clases, en: ricos, clase media, pobres y marquinados. Jesús nace en el corazón de una familia humilde como la de su época, en la que el amor y la unión eran en si mismos mensajes para el mundo.
Sabemos que todos somos parte de la iglesia y que la iglesia es la familia de los hijos de Dios, esto quiere decir que todos somos una familia, ya que todos somos hijos de Dios y somos la iglesia. SOMOS EL PROYECTO DE DIOS 
Jesús es nuestro hermano y María es nuestra madre, pues cuando estaba muriendo por nosotros en la cruz nos la entrego como madre en la persona de juan : «HE AQUÍ  A TU MADRE»

Jesús nace en una familia-El reino de Dios

Jesús nace en el corazón de una familia humilde, pobre, como la mayoría del pueblo de su época, en la que el amor y la unión eran en si mismos mensajes para el mundo. Jesús se hizo pequeño y desde su mismo nacimiento sufrió en carne propia lo que era no tener nada. Maria su madre y nuestra madre, acepto tener un hijo «JESUS» y acepto que Jose sea su esposo y padre de Jesús. Maria solo escucho a Dios e hizo lo que le pidió, Fue la madre de Jesús y formo una familia, con muy pocas posibilidades económicas, salieron adelante, y siempre tenian fe en Dios ya que el es el todopoderoso, creador del mundo, Dios es nuestro padre.

En su vida Jesús hizo muchos milagros como: Curaciones: Jesús vuelve la salud a las personas. Expulsiones de demonios: Acoge a estas personas, cura sus dolencias y les devuelve la dignidad. Resurrección de los muertos: Resurrección de lázaro, son signos de que el reino de Dios es vida que vence a la muerte.  Actuaciones sobre la naturaleza: Jesús es señor de la naturaleza, como en el antiguo testamento Dios es creador y señor.
Jesús es nuestro salvador pues dio su vida en la cruz para salvarnos del pecado, Jesús nos ama, por eso entrego su vida.

La familia escuela de humanidad

La familia es la mejor escuela de formación de las personas, en ella aprendemos desde que somos pequeños, a hablar, comer, caminar, obedecer, hasta los valores fundamentales, emociones, afectos, creencias, costumbres, tradiciones. Es la primera educación de nuestra fe es en ella desde donde niños aprendemos a amar a Dios.

Como toda relación también en la familia pueden haber conflictos como peleas, insultos, frialdad, falta de amor, falta de obediencia, etc. Así que es responsabilidad de todos enriquecer a la familia o empobrecerla. La familia da amor, comida, hogar, estudio y vestido
En esta clase aprendí que la familia es una comunidad de personas que están y viven unidas gracias al amor y cariño que han cultivado, y por el parentesco o genes, familia aquella con la cual vives ida tras día, aunque hayan conflictos sabrán solucionarlos ya que el amor que se tienen y la fuerza de mantenerse unidos es lo que hace que solucionen y pasen por todos los obstáculos que hayan en el camino, porque esos todos los valores que hay (como el amor, respeto, unión, honestidad, entre otros) son la razón del porque están unidos.

La iglesia es la familia de los hijos de Dios

El proyecto de Dios es hacer que todos los hombres sean una única familia en la que cada uno se sienta amado por Dios, como en la parábola del hijo prodigo sienta el calor de serla familia de Dios. Este gran proyecto encuentra su origen en la iglesia, que no es una organización fundada por acuerdo de lagunas personas sino como ha recordado el papa benedicto: «ES OBRA DE DIOS Y NACE PRECISAMENTE DE ESE PLAN DE AMOR». La iglesia encuentra en la familia su cuna, y el lugar donde puede actuar la propia inserción en las generaciones humanas. El matrimonio y El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia; en efecto, dentro de la familia la persona humana no sólo es engendrada y progresivamente introducida, mediante la educación, en la comunidad humana, sino que mediante la regeneración por el bautismo y la educación en la fe, es introducida también en la familia de Dios, que es la Iglesia. todos somos parte de la iglesia y que la iglesia es la familia de los hijos de Dios, esto quiere decir que todos somos una familia, ya que todos somos hijos de Dios y somos la iglesia, todos somos hermanos, hijos de un mismo padre. Maria es madre de Jesús y madre nuestra pues antes de morir Jesús nos la entrego como madre por medio de la persona de Juan. Jesús es nuestro hermano pues es hijo de Maria al igual que nosotros. El dia en que nos bautizan somos miembros del reino de Dios y miembros de una gran familia «LA IGLESIA»  

YO SOY SAM

Sam Dawson (Sean Penn) es un deficiente mental que deberá luchar por conservar la custodia de su pequeña hija, ya que el Estado considera que no está capacitado para hacerse cargo de su educación. De su defensa se encargará una prestigiosa abogada, Rita Harrison (Michelle Pfeiffer), cuyo desinterés y frialdad inicial cambiarán tras conocer a Sam, descubrir el amor que siente por su hija y comprobar su determinación por defender sus derechos como padre.

 

POR @ALVY — 7 DE OCTUBRE DE 2014

Arbol genealogico de las religiones

Este Árbol genealógico de las religiones (v 2.0) de Simon E. Davies de Mythopia es un intento de abarcar cómo han ido evolucionando en la mente, las sociedades y los entornos políticos de nuestro planeta las religiones desde tiempos inmemoriales. Se puede hacer zoom para verlo con todo detalle y leer los textos con comodidad. En cierto modo es irónico que muestre una evolución, pero cosas más raras se han visto.

Su historia comienza hace unos 100.000 años con el animismo, que no es más que la creencia de que los objetos que nos rodean (animales, cielos, montañas) tienen «alma». Según su aspecto o aparente comportamiento pasan a ser venerados como dioses, pero en esencia explica el mundo como algo en donde «todo está vivo».

De ahí se pasó hace unos 10.000 o 12.000 años a la brujería y el chamanismo, que es básicamente lo mismo pero donde un tipo listo asegura poder influir sobre el sufrimiento, contactando con los dioses y los espíritus. A partir del año 3.500 a. C. apareció el politeísmo donde ya se adoraba a dioses y divinidades organizadas de una forma familiar, jerárquica y según sus habilidades, como hacían los egipcios, griegos y romanos. Esta época gloriosa tuvo su esplendor entre el 2.000 a. C. y el comienzo de nuestra era.

A partir de ahí continuaron las ramificaciones hasta lo que conocemos hoy en día: el judaísmo, cristianismo + catolicismo y el islam, que comparten origen; los mitos germánicos y celtas; los mitos chamánicos de los indios americanos; la santería de oceanía y otras regiones… Un megamix interesante de analizar en nuestra asignatura de Religión.

¿Alguna de ellas es la «correcta»? ¿Y si eliges una y te equivocas y molestas al dios «verdadero»? ¿Y si nací en un entorno social en el que la religión predominante no es la «buena»? Muchos creyentes en esas almas, dioses, santos y chamanes tienen estas preguntas como gran interrogante en sus vidas.

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

1º de ESO

Tema principal: LA FAMILIA

En este año el tema principal fue la FAMILIA, que es una comunión de personas a imagen y semejanza de la SANTÍSIMA TRINIDAD, la cual es: PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO.
Aprendimos que la familia es imagen de Dios y esta llamada a dar vida, a defenderla ya que la vida tiene como fuente a Dios y por tanto es sagrada.
Se hablo de como era la familia en los tiempos de Jesús, pues en palestina, hay una división de clases, en: ricos, clase media, pobres y marquinados. Jesús nace en el corazón de una familia humilde como la de su época, en la que el amor y la unión eran en si mismos mensajes para el mundo.
Sabemos que todos somos parte de la iglesia y que la iglesia es la familia de los hijos de Dios, esto quiere decir que todos somos una familia, ya que todos somos hijos de Dios y somos la iglesia. SOMOS EL PROYECTO DE DIOS 
Jesús es nuestro hermano y María es nuestra madre, pues cuando estaba muriendo por nosotros en la cruz nos la entrego como madre en la persona de juan : «HE AQUÍ  A TU MADRE»

Jesús nace en una familia-El reino de Dios

Jesús nace en el corazón de una familia humilde, pobre, como la mayoría del pueblo de su época, en la que el amor y la unión eran en si mismos mensajes para el mundo. Jesús se hizo pequeño y desde su mismo nacimiento sufrió en carne propia lo que era no tener nada. Maria su madre y nuestra madre, acepto tener un hijo «JESUS» y acepto que Jose sea su esposo y padre de Jesús. Maria solo escucho a Dios e hizo lo que le pidió, Fue la madre de Jesús y formo una familia, con muy pocas posibilidades económicas, salieron adelante, y siempre tenian fe en Dios ya que el es el todopoderoso, creador del mundo, Dios es nuestro padre.

En su vida Jesús hizo muchos milagros como: Curaciones: Jesús vuelve la salud a las personas. Expulsiones de demonios: Acoge a estas personas, cura sus dolencias y les devuelve la dignidad. Resurrección de los muertos: Resurrección de lázaro, son signos de que el reino de Dios es vida que vence a la muerte.  Actuaciones sobre la naturaleza: Jesús es señor de la naturaleza, como en el antiguo testamento Dios es creador y señor.
Jesús es nuestro salvador pues dio su vida en la cruz para salvarnos del pecado, Jesús nos ama, por eso entrego su vida.

La familia escuela de humanidad

La familia es la mejor escuela de formación de las personas, en ella aprendemos desde que somos pequeños, a hablar, comer, caminar, obedecer, hasta los valores fundamentales, emociones, afectos, creencias, costumbres, tradiciones. Es la primera educación de nuestra fe es en ella desde donde niños aprendemos a amar a Dios.

Como toda relación también en la familia pueden haber conflictos como peleas, insultos, frialdad, falta de amor, falta de obediencia, etc. Así que es responsabilidad de todos enriquecer a la familia o empobrecerla. La familia da amor, comida, hogar, estudio y vestido
En esta clase aprendí que la familia es una comunidad de personas que están y viven unidas gracias al amor y cariño que han cultivado, y por el parentesco o genes, familia aquella con la cual vives ida tras día, aunque hayan conflictos sabrán solucionarlos ya que el amor que se tienen y la fuerza de mantenerse unidos es lo que hace que solucionen y pasen por todos los obstáculos que hayan en el camino, porque esos todos los valores que hay (como el amor, respeto, unión, honestidad, entre otros) son la razón del porque están unidos.

La iglesia es la familia de los hijos de Dios

El proyecto de Dios es hacer que todos los hombres sean una única familia en la que cada uno se sienta amado por Dios, como en la parábola del hijo prodigo sienta el calor de serla familia de Dios. Este gran proyecto encuentra su origen en la iglesia, que no es una organización fundada por acuerdo de lagunas personas sino como ha recordado el papa benedicto: «ES OBRA DE DIOS Y NACE PRECISAMENTE DE ESE PLAN DE AMOR». La iglesia encuentra en la familia su cuna, y el lugar donde puede actuar la propia inserción en las generaciones humanas. El matrimonio y El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia; en efecto, dentro de la familia la persona humana no sólo es engendrada y progresivamente introducida, mediante la educación, en la comunidad humana, sino que mediante la regeneración por el bautismo y la educación en la fe, es introducida también en la familia de Dios, que es la Iglesia. todos somos parte de la iglesia y que la iglesia es la familia de los hijos de Dios, esto quiere decir que todos somos una familia, ya que todos somos hijos de Dios y somos la iglesia, todos somos hermanos, hijos de un mismo padre. Maria es madre de Jesús y madre nuestra pues antes de morir Jesús nos la entrego como madre por medio de la persona de Juan. Jesús es nuestro hermano pues es hijo de Maria al igual que nosotros. El dia en que nos bautizan somos miembros del reino de Dios y miembros de una gran familia «LA IGLESIA»  

YO SOY SAM

Sam Dawson (Sean Penn) es un deficiente mental que deberá luchar por conservar la custodia de su pequeña hija, ya que el Estado considera que no está capacitado para hacerse cargo de su educación. De su defensa se encargará una prestigiosa abogada, Rita Harrison (Michelle Pfeiffer), cuyo desinterés y frialdad inicial cambiarán tras conocer a Sam, descubrir el amor que siente por su hija y comprobar su determinación por defender sus derechos como padre.

 

POR @ALVY — 7 DE OCTUBRE DE 2014

Arbol genealogico de las religiones

Este Árbol genealógico de las religiones (v 2.0) de Simon E. Davies de Mythopia es un intento de abarcar cómo han ido evolucionando en la mente, las sociedades y los entornos políticos de nuestro planeta las religiones desde tiempos inmemoriales. Se puede hacer zoom para verlo con todo detalle y leer los textos con comodidad. En cierto modo es irónico que muestre una evolución, pero cosas más raras se han visto.

Su historia comienza hace unos 100.000 años con el animismo, que no es más que la creencia de que los objetos que nos rodean (animales, cielos, montañas) tienen «alma». Según su aspecto o aparente comportamiento pasan a ser venerados como dioses, pero en esencia explica el mundo como algo en donde «todo está vivo».

De ahí se pasó hace unos 10.000 o 12.000 años a la brujería y el chamanismo, que es básicamente lo mismo pero donde un tipo listo asegura poder influir sobre el sufrimiento, contactando con los dioses y los espíritus. A partir del año 3.500 a. C. apareció el politeísmo donde ya se adoraba a dioses y divinidades organizadas de una forma familiar, jerárquica y según sus habilidades, como hacían los egipcios, griegos y romanos. Esta época gloriosa tuvo su esplendor entre el 2.000 a. C. y el comienzo de nuestra era.

A partir de ahí continuaron las ramificaciones hasta lo que conocemos hoy en día: el judaísmo, cristianismo + catolicismo y el islam, que comparten origen; los mitos germánicos y celtas; los mitos chamánicos de los indios americanos; la santería de oceanía y otras regiones… Un megamix interesante de analizar en nuestra asignatura de Religión.

¿Alguna de ellas es la «correcta»? ¿Y si eliges una y te equivocas y molestas al dios «verdadero»? ¿Y si nací en un entorno social en el que la religión predominante no es la «buena»? Muchos creyentes en esas almas, dioses, santos y chamanes tienen estas preguntas como gran interrogante en sus vidas.

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

 

YO SOY SAM

Sam Dawson (Sean Penn) es un deficiente mental que deberá luchar por conservar la custodia de su pequeña hija, ya que el Estado considera que no está capacitado para hacerse cargo de su educación. De su defensa se encargará una prestigiosa abogada, Rita Harrison (Michelle Pfeiffer), cuyo desinterés y frialdad inicial cambiarán tras conocer a Sam, descubrir el amor que siente por su hija y comprobar su determinación por defender sus derechos como padre.

 

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

 

YO SOY SAM

Sam Dawson (Sean Penn) es un deficiente mental que deberá luchar por conservar la custodia de su pequeña hija, ya que el Estado considera que no está capacitado para hacerse cargo de su educación. De su defensa se encargará una prestigiosa abogada, Rita Harrison (Michelle Pfeiffer), cuyo desinterés y frialdad inicial cambiarán tras conocer a Sam, descubrir el amor que siente por su hija y comprobar su determinación por defender sus derechos como padre.

 

HERMANO OSO

En los bosques del noroeste americano vive un niño indio llamado Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar. 

 

1º DE ESO 

 

Título original
Maktub
Año
Duración
113 min.
País
España España
Dirección
Guion
Paco Arango
Música
Nathan Wang
Fotografía
Carlos Suárez
Reparto
Productora
Sonrisas que Hacen Magia Producciones, Antena 3 Films
Género
Comedia. Drama | Cine familiar. Navidad. Enfermedad
Sinopsis
Cuento de Navidad. Manolo (Diego Peretti) atraviesa una crisis aguda: la rutina de su trabajo le resulta insoportable, su matrimonio con Beatriz (Aitana Sánchez-Gijón) está al borde del abismo y las relaciones con sus hijos no son buenas. Un día, conoce a Antonio (Andoni Hernández) un chico canario de 15 años, con cáncer, pero con unas ganas de vivir tan contagiosas que la vida de Manolo da un vuelco radical. La madre de Antonio (Goya Toledo), la madre de Manolo (Amparo Baró) y su singular amiga (Mariví Bilbao), el vecino de la familia (Enrique Villén), un divertido repartidor de comida (Jorge García), una extravagante enfermera (Rosa María Sardà) y un sinfín de personajes, cambiarán completamente la tediosa vida de Manolo. (FILMAFFINITY)
Premios
2011: Premios Goya: 3 nominaciones

 

1º DE ESO 

 

1º DE ESO 

 El Padrenuestro

Explicación de las partes del Padrenuestro

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras ncesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

TRABAJAR CON LOS CUENTOS:

1. Resumen del cuento

2. Qué es lo que más te llama la atención

3. Cual es la enseñanza del cuento

4. Escribe una historia semejante de la que se pueda sacar la misma enseñanza

 

1º DE ESO 

 

LOS MILAGROS DE JESÚS

Cuando leemos los evangelios, encontramos que sus autores dedicaron buena parte de ellos, a relatar con algún detalle, las acciones extraordinarias que Jesús realizaba en favor  de las  personas que se acercaban a él, acciones que nosotros llamamos milagros, y san Juan en su Evangelio, denomina “signos”.

Frente a esta realidad innegable de la vida de Jesús, podemos preguntarnos:

  • ¿Por qué o para qué obraba milagros Jesús?
  • ¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?

Intentaremos dar una respuesta clara a estas preguntas.

Muchas veces, cuando pensamos en Dios y hablamos de él, lo que más nos llama la atención y proclamamos con más fuerza, es su poder. Dios es para nosotros, fundamentalmente, “el todopoderoso”, porque tiene pleno dominio sobre el mundo y nada escapa a su voluntad. Si no lo reconociéramos así, no estaríamos hablando de Dios.

Sin embargo, al acercarnos más detenidamente a lo que los evangelios anuncian, llegamos a otra conclusión que es muchísimo más bonita y también más justa con lo que Dios nos reveló de sí mismo en la persona de Jesús: La grandeza de Dios, su majestad, no está en su poder,  en su fuerza, y tampoco en el dominio que puede ejercer sobre las personas y sobre los acontecimientos, como tantas veces suponemos. El verdadero poder de Dios es el amor: su amor infinito por los seres humanos; y es precisamente ese amor lo que Jesús quiere ayudarnos a conocer, lo que quiere hacernos presente, no sólo con sus palabras, sino también y muy especialmente con sus obras, y más concretamente con sus milagros.

  • ¿Por qué o para qué hacía milagros Jesús?

El contexto general de los evangelios nos muestra que Jesús no hizo nunca un milagro en favor de sí mismo. Recordemos por ejemplo, el pasaje del Evangelio de Mateo, que no cuenta que cuando Jesús estaba ayunando en el desierto, después de su bautismo en el Jordán, el demonio se le presentó proponiéndole que convirtiera las piedras en panes para que saciara su hambre. Jesús le respondió sin dudarlo: “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4, 1 ss).

Tampoco hizo ningún milagro para castigar a alguien por sus pecados. Al contrario. Se opuso a que los discípulos “hicieran caer fuego del cielo” sobre un pueblo de Samaría donde no los habían recibido (cf. Lu

bartimeo 2

cas 9, 51-55).

Y, finalmente, Jesús tampoco hizo milagros para satisfacer la curiosidad de quienes no creían en él, o para ganarse el favor de las autoridades. Pensemos, por ejemplo, en la señal que los doctores de la ley y los fariseos le pidieron para poder aceptarlo como Mesías, según nos lo refiere san Mateo: “Algunos maestros de la Ley y fariseos, le dijeron: “Maestro, queremos verte hacer un milagro”. Pero él contestó: “Esta raza perversa y adúltera pide una señal, pero sólo se le dará la señal de Jonás…” (Mateo 12, 38-39)

O el milagro que Herodes le solicitó cuando lo llevaron los soldados de Pilato, para que lo juzgara:  “Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia. Le hizo un montón de preguntas, pero Jesús no contestó nada…” (Lucas 23, 8-9).

Todos los milagros de Jesús fueron obrados en favor de las personas más débiles, y tenían como primera  intención ayudarles en sus necesidades más urgentes.

cananea

Jesús se acercaba a las personas movido íntimamente por el amor que el Padre había puesto en su corazón de Hijo. Un amor compasivo y misericordioso como el suyo; un amor creador y salvador a la vez; un amor que se conduele siempre del sufrimiento humano y busca la manera de devolver a quien sufre, su fe, su esperanza y su libertad. Podemos constatarlo, por ejemplo, en el pasaje del Evangelio según san Lucas que nos refiere la resurrección del hijo de la viuda de Naín:

“Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas. Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo lo acompañaba. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: “Joven, yo te lo mando, levántate”. Se incorporó el muerto inmediatamente, y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre” (Lucas 7, 11-15).

¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?02

 

San Juan llama a todas estas acciones extraordinarias de Jesús, “signos” o “señales”, porque ellas nos dan a entender quién es realmente Jesús, y cuál es la misión que le ha sido encomendada. Esta misma idea la encontramos en el Evangelio según san Lucas, cuando Jesús en la sinagoga de Nazaret, lee el texto de Isaías, que luego se aplica a sí mismo; y en el Evangelio según san Mateo, cuando Jesús responde a los enviados de Juan Bautista:

“Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”. Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.  ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!” (Mateo 11, 2-6).

 

1º DE ESO 

 El Padrenuestro

Explicación de las partes del Padrenuestro

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras ncesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

 

1º DE ESO 

 El Padrenuestro

Explicación de las partes del Padrenuestro

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras ncesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

 

1º DE ESO 

 El Padrenuestro

Explicación de las partes del Padrenuestro

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras ncesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

 

1º DE ESO 

 

LOS MILAGROS DE JESÚS

Cuando leemos los evangelios, encontramos que sus autores dedicaron buena parte de ellos, a relatar con algún detalle, las acciones extraordinarias que Jesús realizaba en favor  de las  personas que se acercaban a él, acciones que nosotros llamamos milagros, y san Juan en su Evangelio, denomina “signos”.

Frente a esta realidad innegable de la vida de Jesús, podemos preguntarnos:

  • ¿Por qué o para qué obraba milagros Jesús?
  • ¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?

Intentaremos dar una respuesta clara a estas preguntas.

Muchas veces, cuando pensamos en Dios y hablamos de él, lo que más nos llama la atención y proclamamos con más fuerza, es su poder. Dios es para nosotros, fundamentalmente, “el todopoderoso”, porque tiene pleno dominio sobre el mundo y nada escapa a su voluntad. Si no lo reconociéramos así, no estaríamos hablando de Dios.

Sin embargo, al acercarnos más detenidamente a lo que los evangelios anuncian, llegamos a otra conclusión que es muchísimo más bonita y también más justa con lo que Dios nos reveló de sí mismo en la persona de Jesús: La grandeza de Dios, su majestad, no está en su poder,  en su fuerza, y tampoco en el dominio que puede ejercer sobre las personas y sobre los acontecimientos, como tantas veces suponemos. El verdadero poder de Dios es el amor: su amor infinito por los seres humanos; y es precisamente ese amor lo que Jesús quiere ayudarnos a conocer, lo que quiere hacernos presente, no sólo con sus palabras, sino también y muy especialmente con sus obras, y más concretamente con sus milagros.

  • ¿Por qué o para qué hacía milagros Jesús?

El contexto general de los evangelios nos muestra que Jesús no hizo nunca un milagro en favor de sí mismo. Recordemos por ejemplo, el pasaje del Evangelio de Mateo, que no cuenta que cuando Jesús estaba ayunando en el desierto, después de su bautismo en el Jordán, el demonio se le presentó proponiéndole que convirtiera las piedras en panes para que saciara su hambre. Jesús le respondió sin dudarlo: “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4, 1 ss).

Tampoco hizo ningún milagro para castigar a alguien por sus pecados. Al contrario. Se opuso a que los discípulos “hicieran caer fuego del cielo” sobre un pueblo de Samaría donde no los habían recibido (cf. Lu

bartimeo 2

cas 9, 51-55).

Y, finalmente, Jesús tampoco hizo milagros para satisfacer la curiosidad de quienes no creían en él, o para ganarse el favor de las autoridades. Pensemos, por ejemplo, en la señal que los doctores de la ley y los fariseos le pidieron para poder aceptarlo como Mesías, según nos lo refiere san Mateo: “Algunos maestros de la Ley y fariseos, le dijeron: “Maestro, queremos verte hacer un milagro”. Pero él contestó: “Esta raza perversa y adúltera pide una señal, pero sólo se le dará la señal de Jonás…” (Mateo 12, 38-39)

O el milagro que Herodes le solicitó cuando lo llevaron los soldados de Pilato, para que lo juzgara:  “Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia. Le hizo un montón de preguntas, pero Jesús no contestó nada…” (Lucas 23, 8-9).

Todos los milagros de Jesús fueron obrados en favor de las personas más débiles, y tenían como primera  intención ayudarles en sus necesidades más urgentes.

cananea

Jesús se acercaba a las personas movido íntimamente por el amor que el Padre había puesto en su corazón de Hijo. Un amor compasivo y misericordioso como el suyo; un amor creador y salvador a la vez; un amor que se conduele siempre del sufrimiento humano y busca la manera de devolver a quien sufre, su fe, su esperanza y su libertad. Podemos constatarlo, por ejemplo, en el pasaje del Evangelio según san Lucas que nos refiere la resurrección del hijo de la viuda de Naín:

“Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas. Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo lo acompañaba. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: “Joven, yo te lo mando, levántate”. Se incorporó el muerto inmediatamente, y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre” (Lucas 7, 11-15).

¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?02

 

San Juan llama a todas estas acciones extraordinarias de Jesús, “signos” o “señales”, porque ellas nos dan a entender quién es realmente Jesús, y cuál es la misión que le ha sido encomendada. Esta misma idea la encontramos en el Evangelio según san Lucas, cuando Jesús en la sinagoga de Nazaret, lee el texto de Isaías, que luego se aplica a sí mismo; y en el Evangelio según san Mateo, cuando Jesús responde a los enviados de Juan Bautista:

“Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”. Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.  ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!” (Mateo 11, 2-6).

 

1º DE ESO 

 

LOS MILAGROS DE JESÚS

Cuando leemos los evangelios, encontramos que sus autores dedicaron buena parte de ellos, a relatar con algún detalle, las acciones extraordinarias que Jesús realizaba en favor  de las  personas que se acercaban a él, acciones que nosotros llamamos milagros, y san Juan en su Evangelio, denomina “signos”.

Frente a esta realidad innegable de la vida de Jesús, podemos preguntarnos:

  • ¿Por qué o para qué obraba milagros Jesús?
  • ¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?

Intentaremos dar una respuesta clara a estas preguntas.

Muchas veces, cuando pensamos en Dios y hablamos de él, lo que más nos llama la atención y proclamamos con más fuerza, es su poder. Dios es para nosotros, fundamentalmente, “el todopoderoso”, porque tiene pleno dominio sobre el mundo y nada escapa a su voluntad. Si no lo reconociéramos así, no estaríamos hablando de Dios.

Sin embargo, al acercarnos más detenidamente a lo que los evangelios anuncian, llegamos a otra conclusión que es muchísimo más bonita y también más justa con lo que Dios nos reveló de sí mismo en la persona de Jesús: La grandeza de Dios, su majestad, no está en su poder,  en su fuerza, y tampoco en el dominio que puede ejercer sobre las personas y sobre los acontecimientos, como tantas veces suponemos. El verdadero poder de Dios es el amor: su amor infinito por los seres humanos; y es precisamente ese amor lo que Jesús quiere ayudarnos a conocer, lo que quiere hacernos presente, no sólo con sus palabras, sino también y muy especialmente con sus obras, y más concretamente con sus milagros.

  • ¿Por qué o para qué hacía milagros Jesús?

El contexto general de los evangelios nos muestra que Jesús no hizo nunca un milagro en favor de sí mismo. Recordemos por ejemplo, el pasaje del Evangelio de Mateo, que no cuenta que cuando Jesús estaba ayunando en el desierto, después de su bautismo en el Jordán, el demonio se le presentó proponiéndole que convirtiera las piedras en panes para que saciara su hambre. Jesús le respondió sin dudarlo: “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4, 1 ss).

bartimeo 2

Tampoco hizo ningún milagro para castigar a alguien por sus pecados. Al contrario. Se opuso a que los discípulos “hicieran caer fuego del cielo” sobre un pueblo de Samaría donde no los habían recibido (cf. Lucas 9, 51-55).

Y, finalmente, Jesús tampoco hizo milagros para satisfacer la curiosidad de quienes no creían en él, o para ganarse el favor de las autoridades. Pensemos, por ejemplo, en la señal que los doctores de la ley y los fariseos le pidieron para poder aceptarlo como Mesías, según nos lo refiere san Mateo: “Algunos maestros de la Ley y fariseos, le dijeron: “Maestro, queremos verte hacer un milagro”. Pero él contestó: “Esta raza perversa y adúltera pide una señal, pero sólo se le dará la señal de Jonás…” (Mateo 12, 38-39)

O el milagro que Herodes le solicitó cuando lo llevaron los soldados de Pilato, para que lo juzgara:  “Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia. Le hizo un montón de preguntas, pero Jesús no contestó nada…” (Lucas 23, 8-9).

Todos los milagros de Jesús fueron obrados en favor de las personas más débiles, y tenían como primera  intención ayudarles en sus necesidades más urgentes.

cananea

Jesús se acercaba a las personas movido íntimamente por el amor que el Padre había puesto en su corazón de Hijo. Un amor compasivo y misericordioso como el suyo; un amor creador y salvador a la vez; un amor que se conduele siempre del sufrimiento humano y busca la manera de devolver a quien sufre, su fe, su esperanza y su libertad. Podemos constatarlo, por ejemplo, en el pasaje del Evangelio según san Lucas que nos refiere la resurrección del hijo de la viuda de Naín:

“Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas. Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo lo acompañaba. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: “Joven, yo te lo mando, levántate”. Se incorporó el muerto inmediatamente, y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre” (Lucas 7, 11-15).

  •  ¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?02

San Juan llama a todas estas acciones extraordinarias de Jesús, “signos” o “señales”, porque ellas nos dan a entender quién es realmente Jesús, y cuál es la misión que le ha sido encomendada. Esta misma idea la encontramos en el Evangelio según san Lucas, cuando Jesús en la sinagoga de Nazaret, lee el texto de Isaías, que luego se aplica a sí mismo; y en el Evangelio según san Mateo, cuando Jesús responde a los enviados de Juan Bautista:

“Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”. Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.  ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!” (Mateo 11, 2-6).

 

1º DE ESO 

 

LOS MILAGROS DE JESÚS

Cuando leemos los evangelios, encontramos que sus autores dedicaron buena parte de ellos, a relatar con algún detalle, las acciones extraordinarias que Jesús realizaba en favor  de las  personas que se acercaban a él, acciones que nosotros llamamos milagros, y san Juan en su Evangelio, denomina “signos”.

Frente a esta realidad innegable de la vida de Jesús, podemos preguntarnos:

  • ¿Por qué o para qué obraba milagros Jesús?
  • ¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?

Intentaremos dar una respuesta clara a estas preguntas.

Muchas veces, cuando pensamos en Dios y hablamos de él, lo que más nos llama la atención y proclamamos con más fuerza, es su poder. Dios es para nosotros, fundamentalmente, “el todopoderoso”, porque tiene pleno dominio sobre el mundo y nada escapa a su voluntad. Si no lo reconociéramos así, no estaríamos hablando de Dios.

Sin embargo, al acercarnos más detenidamente a lo que los evangelios anuncian, llegamos a otra conclusión que es muchísimo más bonita y también más justa con lo que Dios nos reveló de sí mismo en la persona de Jesús: La grandeza de Dios, su majestad, no está en su poder,  en su fuerza, y tampoco en el dominio que puede ejercer sobre las personas y sobre los acontecimientos, como tantas veces suponemos. El verdadero poder de Dios es el amor: su amor infinito por los seres humanos; y es precisamente ese amor lo que Jesús quiere ayudarnos a conocer, lo que quiere hacernos presente, no sólo con sus palabras, sino también y muy especialmente con sus obras, y más concretamente con sus milagros.

  • ¿Por qué o para qué hacía milagros Jesús?

El contexto general de los evangelios nos muestra que Jesús no hizo nunca un milagro en favor de sí mismo. Recordemos por ejemplo, el pasaje del Evangelio de Mateo, que no cuenta que cuando Jesús estaba ayunando en el desierto, después de su bautismo en el Jordán, el demonio se le presentó proponiéndole que convirtiera las piedras en panes para que saciara su hambre. Jesús le respondió sin dudarlo: “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4, 1 ss).

bartimeo 2

Tampoco hizo ningún milagro para castigar a alguien por sus pecados. Al contrario. Se opuso a que los discípulos “hicieran caer fuego del cielo” sobre un pueblo de Samaría donde no los habían recibido (cf. Lucas 9, 51-55).

Y, finalmente, Jesús tampoco hizo milagros para satisfacer la curiosidad de quienes no creían en él, o para ganarse el favor de las autoridades. Pensemos, por ejemplo, en la señal que los doctores de la ley y los fariseos le pidieron para poder aceptarlo como Mesías, según nos lo refiere san Mateo: “Algunos maestros de la Ley y fariseos, le dijeron: “Maestro, queremos verte hacer un milagro”. Pero él contestó: “Esta raza perversa y adúltera pide una señal, pero sólo se le dará la señal de Jonás…” (Mateo 12, 38-39)

O el milagro que Herodes le solicitó cuando lo llevaron los soldados de Pilato, para que lo juzgara:  “Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia. Le hizo un montón de preguntas, pero Jesús no contestó nada…” (Lucas 23, 8-9).

Todos los milagros de Jesús fueron obrados en favor de las personas más débiles, y tenían como primera  intención ayudarles en sus necesidades más urgentes.

cananea

Jesús se acercaba a las personas movido íntimamente por el amor que el Padre había puesto en su corazón de Hijo. Un amor compasivo y misericordioso como el suyo; un amor creador y salvador a la vez; un amor que se conduele siempre del sufrimiento humano y busca la manera de devolver a quien sufre, su fe, su esperanza y su libertad. Podemos constatarlo, por ejemplo, en el pasaje del Evangelio según san Lucas que nos refiere la resurrección del hijo de la viuda de Naín:

“Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas. Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo lo acompañaba. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: “Joven, yo te lo mando, levántate”. Se incorporó el muerto inmediatamente, y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre” (Lucas 7, 11-15).

  •  ¿Qué sentido daba Jesús a los milagros que realizaba?02

San Juan llama a todas estas acciones extraordinarias de Jesús, “signos” o “señales”, porque ellas nos dan a entender quién es realmente Jesús, y cuál es la misión que le ha sido encomendada. Esta misma idea la encontramos en el Evangelio según san Lucas, cuando Jesús en la sinagoga de Nazaret, lee el texto de Isaías, que luego se aplica a sí mismo; y en el Evangelio según san Mateo, cuando Jesús responde a los enviados de Juan Bautista:

“Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”. Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.  ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!” (Mateo 11, 2-6).

 

1º DE ESO 

 

1. La iniciativa del encuentro con Jesús la tiene Él

Dios es siempre quien sale a nuestro encuentro, Él es quien toma la iniciativa, aunque en ocasiones pensemos que fuimos nosotros quienes nos acercamos a Él, es Él quien se ha hecho el “encontradizo” con nosotros, propiciando este encuentro. Lo vemos en diversas ocasiones en los Evangelios: le pide a la Samaritana que le dé de beber (Jn 4,7), se sube a la barca de Pedro para predicar desde allí (Lc 5,3), se acerca al mostrador donde Leví cobraba impuestos (Mc 2,14), entra a enseñar en la sinagoga cuando estaba allí un hombre que tenía una mano atrofiada (Lc 6,7); en todo momento vemos a Jesús que sale día tras día por las calles de Palestina buscando encontrarse con la gente, dando ocasión para que todo el que quiera pueda acercarse a Él.

«Dios es quien primero llama al hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su faz, corra detrás de sus ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, la actitud del hombre es siempre una respuesta»[2].

Jesús quiere encontrarse con cada uno y este encuentro que se da en el corazón[3], es anterior a cualquier método o forma de oración. Él nos habla en un lenguaje en el que cada uno puede comprenderlo, sea con mociones, a través de su Palabra, en una meditación o contemplación, Él se hace presente y nos ilumina, sorprendiéndonos siempre cuando menos lo esperamos[4].

El Señor Jesús desea el encuentro con cada persona, nadie le es indiferente, todo lo contrario. Él siempre busca acercarse, como con la samaritana, a cada uno de nosotros. Estamos llamados a responderle con amor y abrir nuestros corazones a su luz y verdad.

2. Dios se hace cercano a mí

Jesús es Dios y es hombre de verdad. ¡Cuántas veces nos olvidamos de esta realidad, en nuestra vida cotidiana y al relacionarnos con Él; y cuánto nos ayuda tener en nuestra conciencia que Aquel que nos llama para entrar en relación con nosotros, conoce nuestra realidad humana plenamente no sólo porque es Dios, sino porque como hombre la conoce de cerca!

«Encarnándose en Palestina entra de lleno en la torpeza humana, se hace hombre sin remilgos, tan desamparado como cualquier otro miembro de nuestra raza. Palestina es, por ello, todo menos una tierra «de lujo» […] La frase de san Pablo: «Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo» (Gal 4,4), nos hace pensar que Cristo vino al mundo en una especie de «supertiempo», en un maravilloso siglo de oro. Al venir él, los relojes se habrían detenido, los conflictos sociales enmudecido, un universal armisticio habría amordazado las guerras y contiendas. Cristo habría sido así, no un hombre pleno y total, sino un huésped de lujo, que vive unos años de paso en un tiempo y una tierra de lujo. Pero el acercarnos a su tiempo nos descubre que tampoco fue una época preservada por mágicos privilegios. Fueron tiempos de muerte, de llanto y de injusticia, tiempos de amor y sangre como todos. Y el calendario no se quedó inmóvil mientras él moraba en esta tierra»[5].

Jesús, vivió en un lugar y un tiempo determinado. Él fue un hombre que respondió a la realidad en la que vivió. Siendo Dios, asume nuestra naturaleza con una manera de ser propia. Y siendo como es, se hace cercano a cada persona, para comprenderla y amarla. Se hizo cercano a un San Pablo como a una Santa Teresita del Niño Jesús y de la misma manera quiere hacerse cercano a cada uno de nosotros.

Jesús nos trata con mucha reverencia al acercarse a cada uno de nosotros. Considera quiénes somos, lo que hemos vivido en el pasado y lo que vivimos en este momento: nuestras alegrías y sufrimientos, nuestras decepciones y nuestras anhelos; y de esta manera su amor toma una forma concreta que responde a nuestra realidad.

3. Encuentro con el corazón de Jesús

Podemos entender el encuentro con Jesús como el encuentro de nuestro corazón con su corazón[6]. Es en este contacto cuando se da el encuentro de lo más íntimo mío y lo más íntimo Suyo, es la experiencia de encontrarnos con alguien no con algo ni con algún concepto. En este encuentro uno queda rendido ante su presencia y amor. Encuentro de corazones que es transformador; transformación que podemos ver en su encuentro con Zaqueo (Lc 19,1-10), con la pecadora arrepentida (Lc 7,36-50), con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) y con tantos otros.

En el encuentro con el corazón de Jesús encontramos un corazón humano cercano a nosotros:

«Todo el evangelio es un testimonio de ese corazón maternal con el que aparece retratado el Padre que espera al hijo pródigo o el buen pastor que busca a la oveja perdida […] Así le encontraremos compadeciéndose del pueblo y de sus problemas (Mt 9,36); contemplando con cariño a un joven que parece interesado en seguirle (Mc 10,21); mirando con ira a los hipócritas, entristecido por la dureza de su corazón (Mc 3,5); estallando ante la incomprensión de sus apóstoles (Mc 8,17); lleno de alegría cuando éstos regresan satisfechos de predicar (Lc 10,21); entusiasmado por la fe de un pagano (Lc 7,9); conmovido ante la figura de una madre que llora a su hijo muerto (Lc 7,13); indignado por la falta de fe del pueblo (Mc 9,19); dolorido por la ingratitud de los nueve leprosos curados (Lc 17,17); preocupado por las necesidades materiales de sus apóstoles (Lc 22,35). Le veremos participar de los más comunes sentimientos humanos: tener hambre (Mt 4,2); sed y cansancio (Jn 4,6s); frío y calor ante la inseguridad de la vida sin techo (Lc 9,58); llanto (Lc 19,41); tristeza (Mt 26,37); tentaciones (Mt 4,1)»[7].

4. Jesús nos busca para estar con Él

En los Evangelios podemos ver cómo Jesús busca a las personas para invitarlas a tener una relación personal y de amistad con ellas: elige a los doce apóstoles “para que estuviesen con él” (Mc 3,14); Juan y Andrés lo siguen y le preguntan ¿dónde vives? y Él los invita a su casa, “Venid y lo veréis” (Jn 1,39); Él se invita a la casa de Zaqueo al verlo subido en el sicómoro diciéndole que baje de prisa, pues, “… es necesario que hoy me quede en tu casa”(Lc 19,5).

En todos los casos, la llamada de Jesús es personal y para estar con Él. Es decir, para mantener una relación cercana y de amistad. Cada uno de nosotros vive una situación personal distinta y es según esa situación particular que el Señor se pone delante nuestro y nos da la gracia para que lo reconozcamos y acojamos en nuestro corazón.

5. Nuestra respuesta

La llamada de Jesús invita a una respuesta de nuestra parte[8]. Podemos aprender mucho de quiénes han sabido responder: los doce apóstoles: “… vinieron a él” (Mc 3,13); Juan y Andrés “se quedaron con Él aquel día” (Jn 1,39); Zaqueo “descendió aprisa, y le recibió gozoso” (Lc 19,6) y el ciego fue a su presencia para pedirle lo que necesitaba, “Señor, que reciba la vista” (Lc 18,40). En todos los casos la respuesta fue inmediata, como quien reconoce en la invitación una esperanza a la búsqueda que tenían en sus corazones y a las inquietudes que vivían.

Jesús nos invita a tener una relación de amistad con Él que dure para siempre. Y es así como toda nuestra vida será una permanente historia de nuestra relación de amor con Él, en la que podemos constatar que sin tener en cuenta nuestra fragilidad, Él va a seguir siempre buscándonos, pues aunque nosotros nos alejemos, Él permanece fiel.

Por eso se hace el “encontradizo” en muchas y diversas ocasiones, en las cuales nos da la oportunidad de encontrarnos o reencontrarnos con Él. Puede ser un encuentro inesperado como en el caso de Leví (Mc 2,14) o del Cireneo (Mt 27,32); puede ser propiciado por otros como en el caso de Pedro (Jn 1,41) o del paralítico (Mc 2,3-4); puede ser tras el mal cometido como en el caso de la mujer adúltera (Jn 8,3) o el buen ladrón (Lc 23,39ss); puede ocurrir en un momento de desesperanza como con los discípulos de Emaús (Lc 24,15); puede suceder fruto de nuestro esfuerzo[9] como la hemorroísa (Mt 9,20) o Zaqueo (Lc 19,15); o puede que sea la Virgen quien lo traiga a nuestra presencia como lo hizo con su prima Santa Isabel (Lc 1,41).

En cada una de las ocasiones de encuentro que se nos presentan en nuestra vida el Señor anhela y nos da la oportunidad de una respuesta positiva a su gracia, a su misericordia, a su amor.

6. Conversión y anuncio

Todo encuentro con Jesús nos transforma. Él va transformando toda nuestra vida y nos lleva a comunicar aquel rostro con que nos hemos encontrado y que hace arder nuestros corazones de gozo y plenitud. El anuncio del Evangelio con nuestra vida y palabra es la consecuencia de nuestro encuentro con Jesús, encuentro que nos renueva y nos invita a una mayor conversión, a una conversión pastoral y misionera como bien nos recuerda el Papa Francisco[10].

Esto ha sucedido a lo largo de la historia con personas de todos los tiempos y todas las latitudes: Andrés y Juan lo anuncian a Pedro (Jn 1,41), Felipe lo anuncia a Natanael (Jn 1,45), la samaritana lo anuncia en su pueblo (Jn 4,7), las mujeres anuncian a Cristo resucitado a los apóstoles (Lc 24,9), Zaqueo repara las injusticias que había cometido (Lc 19,8); el ciego de Jericó recobrada la vista lo empezó a seguir dándole gloria, moviendo al pueblo, con su testimonio a alabar a Dios (Lc 18,43). Los doce apóstoles sabemos que lo siguieron en la misión que les dio de predicar el Evangelio (Mc 3,14) hasta el fin de sus vidas, incluso con el martirio.

Conclusión

Estamos llamados al encuentro personal con Jesús, encuentro que se da en nuestro interior y que colma y da significado a nuestra vida. Este encuentro que requiere de nosotros una escucha a su llamado —para encontrar nuestra vocación personal y, para anunciarlo a los demás— debemos buscarlo especialmente en el silencio de la oración personal y en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, donde Jesús nos espera[11].

«Él, que murió por los pecados de todos, desea entrar en comunión con cada uno de vosotros, llama a la puerta de vuestro corazón para daros su gracia. Id a su encuentro en la santa Eucaristía, id a adorarlo en las iglesias y permaneced arrodillados ante el Sagrario:  Jesús os colmará de su amor y os manifestará los sentimientos de su Corazón».[12]

 

1º DE ESO 

 

1. La iniciativa del encuentro con Jesús la tiene Él

Dios es siempre quien sale a nuestro encuentro, Él es quien toma la iniciativa, aunque en ocasiones pensemos que fuimos nosotros quienes nos acercamos a Él, es Él quien se ha hecho el “encontradizo” con nosotros, propiciando este encuentro. Lo vemos en diversas ocasiones en los Evangelios: le pide a la Samaritana que le dé de beber (Jn 4,7), se sube a la barca de Pedro para predicar desde allí (Lc 5,3), se acerca al mostrador donde Leví cobraba impuestos (Mc 2,14), entra a enseñar en la sinagoga cuando estaba allí un hombre que tenía una mano atrofiada (Lc 6,7); en todo momento vemos a Jesús que sale día tras día por las calles de Palestina buscando encontrarse con la gente, dando ocasión para que todo el que quiera pueda acercarse a Él.

«Dios es quien primero llama al hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su faz, corra detrás de sus ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, la actitud del hombre es siempre una respuesta»[2].

Jesús quiere encontrarse con cada uno y este encuentro que se da en el corazón[3], es anterior a cualquier método o forma de oración. Él nos habla en un lenguaje en el que cada uno puede comprenderlo, sea con mociones, a través de su Palabra, en una meditación o contemplación, Él se hace presente y nos ilumina, sorprendiéndonos siempre cuando menos lo esperamos[4].

El Señor Jesús desea el encuentro con cada persona, nadie le es indiferente, todo lo contrario. Él siempre busca acercarse, como con la samaritana, a cada uno de nosotros. Estamos llamados a responderle con amor y abrir nuestros corazones a su luz y verdad.

2. Dios se hace cercano a mí

Jesús es Dios y es hombre de verdad. ¡Cuántas veces nos olvidamos de esta realidad, en nuestra vida cotidiana y al relacionarnos con Él; y cuánto nos ayuda tener en nuestra conciencia que Aquel que nos llama para entrar en relación con nosotros, conoce nuestra realidad humana plenamente no sólo porque es Dios, sino porque como hombre la conoce de cerca!

«Encarnándose en Palestina entra de lleno en la torpeza humana, se hace hombre sin remilgos, tan desamparado como cualquier otro miembro de nuestra raza. Palestina es, por ello, todo menos una tierra «de lujo» […] La frase de san Pablo: «Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo» (Gal 4,4), nos hace pensar que Cristo vino al mundo en una especie de «supertiempo», en un maravilloso siglo de oro. Al venir él, los relojes se habrían detenido, los conflictos sociales enmudecido, un universal armisticio habría amordazado las guerras y contiendas. Cristo habría sido así, no un hombre pleno y total, sino un huésped de lujo, que vive unos años de paso en un tiempo y una tierra de lujo. Pero el acercarnos a su tiempo nos descubre que tampoco fue una época preservada por mágicos privilegios. Fueron tiempos de muerte, de llanto y de injusticia, tiempos de amor y sangre como todos. Y el calendario no se quedó inmóvil mientras él moraba en esta tierra»[5].

Jesús, vivió en un lugar y un tiempo determinado. Él fue un hombre que respondió a la realidad en la que vivió. Siendo Dios, asume nuestra naturaleza con una manera de ser propia. Y siendo como es, se hace cercano a cada persona, para comprenderla y amarla. Se hizo cercano a un San Pablo como a una Santa Teresita del Niño Jesús y de la misma manera quiere hacerse cercano a cada uno de nosotros.

Jesús nos trata con mucha reverencia al acercarse a cada uno de nosotros. Considera quiénes somos, lo que hemos vivido en el pasado y lo que vivimos en este momento: nuestras alegrías y sufrimientos, nuestras decepciones y nuestras anhelos; y de esta manera su amor toma una forma concreta que responde a nuestra realidad.

3. Encuentro con el corazón de Jesús

Podemos entender el encuentro con Jesús como el encuentro de nuestro corazón con su corazón[6]. Es en este contacto cuando se da el encuentro de lo más íntimo mío y lo más íntimo Suyo, es la experiencia de encontrarnos con alguien no con algo ni con algún concepto. En este encuentro uno queda rendido ante su presencia y amor. Encuentro de corazones que es transformador; transformación que podemos ver en su encuentro con Zaqueo (Lc 19,1-10), con la pecadora arrepentida (Lc 7,36-50), con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) y con tantos otros.

En el encuentro con el corazón de Jesús encontramos un corazón humano cercano a nosotros:

«Todo el evangelio es un testimonio de ese corazón maternal con el que aparece retratado el Padre que espera al hijo pródigo o el buen pastor que busca a la oveja perdida […] Así le encontraremos compadeciéndose del pueblo y de sus problemas (Mt 9,36); contemplando con cariño a un joven que parece interesado en seguirle (Mc 10,21); mirando con ira a los hipócritas, entristecido por la dureza de su corazón (Mc 3,5); estallando ante la incomprensión de sus apóstoles (Mc 8,17); lleno de alegría cuando éstos regresan satisfechos de predicar (Lc 10,21); entusiasmado por la fe de un pagano (Lc 7,9); conmovido ante la figura de una madre que llora a su hijo muerto (Lc 7,13); indignado por la falta de fe del pueblo (Mc 9,19); dolorido por la ingratitud de los nueve leprosos curados (Lc 17,17); preocupado por las necesidades materiales de sus apóstoles (Lc 22,35). Le veremos participar de los más comunes sentimientos humanos: tener hambre (Mt 4,2); sed y cansancio (Jn 4,6s); frío y calor ante la inseguridad de la vida sin techo (Lc 9,58); llanto (Lc 19,41); tristeza (Mt 26,37); tentaciones (Mt 4,1)»[7].

4. Jesús nos busca para estar con Él

En los Evangelios podemos ver cómo Jesús busca a las personas para invitarlas a tener una relación personal y de amistad con ellas: elige a los doce apóstoles “para que estuviesen con él” (Mc 3,14); Juan y Andrés lo siguen y le preguntan ¿dónde vives? y Él los invita a su casa, “Venid y lo veréis” (Jn 1,39); Él se invita a la casa de Zaqueo al verlo subido en el sicómoro diciéndole que baje de prisa, pues, “… es necesario que hoy me quede en tu casa”(Lc 19,5).

En todos los casos, la llamada de Jesús es personal y para estar con Él. Es decir, para mantener una relación cercana y de amistad. Cada uno de nosotros vive una situación personal distinta y es según esa situación particular que el Señor se pone delante nuestro y nos da la gracia para que lo reconozcamos y acojamos en nuestro corazón.

5. Nuestra respuesta

La llamada de Jesús invita a una respuesta de nuestra parte[8]. Podemos aprender mucho de quiénes han sabido responder: los doce apóstoles: “… vinieron a él” (Mc 3,13); Juan y Andrés “se quedaron con Él aquel día” (Jn 1,39); Zaqueo “descendió aprisa, y le recibió gozoso” (Lc 19,6) y el ciego fue a su presencia para pedirle lo que necesitaba, “Señor, que reciba la vista” (Lc 18,40). En todos los casos la respuesta fue inmediata, como quien reconoce en la invitación una esperanza a la búsqueda que tenían en sus corazones y a las inquietudes que vivían.

Jesús nos invita a tener una relación de amistad con Él que dure para siempre. Y es así como toda nuestra vida será una permanente historia de nuestra relación de amor con Él, en la que podemos constatar que sin tener en cuenta nuestra fragilidad, Él va a seguir siempre buscándonos, pues aunque nosotros nos alejemos, Él permanece fiel.

Por eso se hace el “encontradizo” en muchas y diversas ocasiones, en las cuales nos da la oportunidad de encontrarnos o reencontrarnos con Él. Puede ser un encuentro inesperado como en el caso de Leví (Mc 2,14) o del Cireneo (Mt 27,32); puede ser propiciado por otros como en el caso de Pedro (Jn 1,41) o del paralítico (Mc 2,3-4); puede ser tras el mal cometido como en el caso de la mujer adúltera (Jn 8,3) o el buen ladrón (Lc 23,39ss); puede ocurrir en un momento de desesperanza como con los discípulos de Emaús (Lc 24,15); puede suceder fruto de nuestro esfuerzo[9] como la hemorroísa (Mt 9,20) o Zaqueo (Lc 19,15); o puede que sea la Virgen quien lo traiga a nuestra presencia como lo hizo con su prima Santa Isabel (Lc 1,41).

En cada una de las ocasiones de encuentro que se nos presentan en nuestra vida el Señor anhela y nos da la oportunidad de una respuesta positiva a su gracia, a su misericordia, a su amor.

6. Conversión y anuncio

Todo encuentro con Jesús nos transforma. Él va transformando toda nuestra vida y nos lleva a comunicar aquel rostro con que nos hemos encontrado y que hace arder nuestros corazones de gozo y plenitud. El anuncio del Evangelio con nuestra vida y palabra es la consecuencia de nuestro encuentro con Jesús, encuentro que nos renueva y nos invita a una mayor conversión, a una conversión pastoral y misionera como bien nos recuerda el Papa Francisco[10].

Esto ha sucedido a lo largo de la historia con personas de todos los tiempos y todas las latitudes: Andrés y Juan lo anuncian a Pedro (Jn 1,41), Felipe lo anuncia a Natanael (Jn 1,45), la samaritana lo anuncia en su pueblo (Jn 4,7), las mujeres anuncian a Cristo resucitado a los apóstoles (Lc 24,9), Zaqueo repara las injusticias que había cometido (Lc 19,8); el ciego de Jericó recobrada la vista lo empezó a seguir dándole gloria, moviendo al pueblo, con su testimonio a alabar a Dios (Lc 18,43). Los doce apóstoles sabemos que lo siguieron en la misión que les dio de predicar el Evangelio (Mc 3,14) hasta el fin de sus vidas, incluso con el martirio.

Conclusión

Estamos llamados al encuentro personal con Jesús, encuentro que se da en nuestro interior y que colma y da significado a nuestra vida. Este encuentro que requiere de nosotros una escucha a su llamado —para encontrar nuestra vocación personal y, para anunciarlo a los demás— debemos buscarlo especialmente en el silencio de la oración personal y en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, donde Jesús nos espera[11].

«Él, que murió por los pecados de todos, desea entrar en comunión con cada uno de vosotros, llama a la puerta de vuestro corazón para daros su gracia. Id a su encuentro en la santa Eucaristía, id a adorarlo en las iglesias y permaneced arrodillados ante el Sagrario:  Jesús os colmará de su amor y os manifestará los sentimientos de su Corazón».[12]

 

1º DE ESO 

 

1. La iniciativa del encuentro con Jesús la tiene Él

Dios es siempre quien sale a nuestro encuentro, Él es quien toma la iniciativa, aunque en ocasiones pensemos que fuimos nosotros quienes nos acercamos a Él, es Él quien se ha hecho el “encontradizo” con nosotros, propiciando este encuentro. Lo vemos en diversas ocasiones en los Evangelios: le pide a la Samaritana que le dé de beber (Jn 4,7), se sube a la barca de Pedro para predicar desde allí (Lc 5,3), se acerca al mostrador donde Leví cobraba impuestos (Mc 2,14), entra a enseñar en la sinagoga cuando estaba allí un hombre que tenía una mano atrofiada (Lc 6,7); en todo momento vemos a Jesús que sale día tras día por las calles de Palestina buscando encontrarse con la gente, dando ocasión para que todo el que quiera pueda acercarse a Él.

«Dios es quien primero llama al hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su faz, corra detrás de sus ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, la actitud del hombre es siempre una respuesta»[2].

Jesús quiere encontrarse con cada uno y este encuentro que se da en el corazón[3], es anterior a cualquier método o forma de oración. Él nos habla en un lenguaje en el que cada uno puede comprenderlo, sea con mociones, a través de su Palabra, en una meditación o contemplación, Él se hace presente y nos ilumina, sorprendiéndonos siempre cuando menos lo esperamos[4].

El Señor Jesús desea el encuentro con cada persona, nadie le es indiferente, todo lo contrario. Él siempre busca acercarse, como con la samaritana, a cada uno de nosotros. Estamos llamados a responderle con amor y abrir nuestros corazones a su luz y verdad.

2. Dios se hace cercano a mí

Jesús es Dios y es hombre de verdad. ¡Cuántas veces nos olvidamos de esta realidad, en nuestra vida cotidiana y al relacionarnos con Él; y cuánto nos ayuda tener en nuestra conciencia que Aquel que nos llama para entrar en relación con nosotros, conoce nuestra realidad humana plenamente no sólo porque es Dios, sino porque como hombre la conoce de cerca!

«Encarnándose en Palestina entra de lleno en la torpeza humana, se hace hombre sin remilgos, tan desamparado como cualquier otro miembro de nuestra raza. Palestina es, por ello, todo menos una tierra «de lujo» […] La frase de san Pablo: «Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo» (Gal 4,4), nos hace pensar que Cristo vino al mundo en una especie de «supertiempo», en un maravilloso siglo de oro. Al venir él, los relojes se habrían detenido, los conflictos sociales enmudecido, un universal armisticio habría amordazado las guerras y contiendas. Cristo habría sido así, no un hombre pleno y total, sino un huésped de lujo, que vive unos años de paso en un tiempo y una tierra de lujo. Pero el acercarnos a su tiempo nos descubre que tampoco fue una época preservada por mágicos privilegios. Fueron tiempos de muerte, de llanto y de injusticia, tiempos de amor y sangre como todos. Y el calendario no se quedó inmóvil mientras él moraba en esta tierra»[5].

Jesús, vivió en un lugar y un tiempo determinado. Él fue un hombre que respondió a la realidad en la que vivió. Siendo Dios, asume nuestra naturaleza con una manera de ser propia. Y siendo como es, se hace cercano a cada persona, para comprenderla y amarla. Se hizo cercano a un San Pablo como a una Santa Teresita del Niño Jesús y de la misma manera quiere hacerse cercano a cada uno de nosotros.

Jesús nos trata con mucha reverencia al acercarse a cada uno de nosotros. Considera quiénes somos, lo que hemos vivido en el pasado y lo que vivimos en este momento: nuestras alegrías y sufrimientos, nuestras decepciones y nuestras anhelos; y de esta manera su amor toma una forma concreta que responde a nuestra realidad.

3. Encuentro con el corazón de Jesús

Podemos entender el encuentro con Jesús como el encuentro de nuestro corazón con su corazón[6]. Es en este contacto cuando se da el encuentro de lo más íntimo mío y lo más íntimo Suyo, es la experiencia de encontrarnos con alguien no con algo ni con algún concepto. En este encuentro uno queda rendido ante su presencia y amor. Encuentro de corazones que es transformador; transformación que podemos ver en su encuentro con Zaqueo (Lc 19,1-10), con la pecadora arrepentida (Lc 7,36-50), con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) y con tantos otros.

En el encuentro con el corazón de Jesús encontramos un corazón humano cercano a nosotros:

«Todo el evangelio es un testimonio de ese corazón maternal con el que aparece retratado el Padre que espera al hijo pródigo o el buen pastor que busca a la oveja perdida […] Así le encontraremos compadeciéndose del pueblo y de sus problemas (Mt 9,36); contemplando con cariño a un joven que parece interesado en seguirle (Mc 10,21); mirando con ira a los hipócritas, entristecido por la dureza de su corazón (Mc 3,5); estallando ante la incomprensión de sus apóstoles (Mc 8,17); lleno de alegría cuando éstos regresan satisfechos de predicar (Lc 10,21); entusiasmado por la fe de un pagano (Lc 7,9); conmovido ante la figura de una madre que llora a su hijo muerto (Lc 7,13); indignado por la falta de fe del pueblo (Mc 9,19); dolorido por la ingratitud de los nueve leprosos curados (Lc 17,17); preocupado por las necesidades materiales de sus apóstoles (Lc 22,35). Le veremos participar de los más comunes sentimientos humanos: tener hambre (Mt 4,2); sed y cansancio (Jn 4,6s); frío y calor ante la inseguridad de la vida sin techo (Lc 9,58); llanto (Lc 19,41); tristeza (Mt 26,37); tentaciones (Mt 4,1)»[7].

4. Jesús nos busca para estar con Él

En los Evangelios podemos ver cómo Jesús busca a las personas para invitarlas a tener una relación personal y de amistad con ellas: elige a los doce apóstoles “para que estuviesen con él” (Mc 3,14); Juan y Andrés lo siguen y le preguntan ¿dónde vives? y Él los invita a su casa, “Venid y lo veréis” (Jn 1,39); Él se invita a la casa de Zaqueo al verlo subido en el sicómoro diciéndole que baje de prisa, pues, “… es necesario que hoy me quede en tu casa”(Lc 19,5).

En todos los casos, la llamada de Jesús es personal y para estar con Él. Es decir, para mantener una relación cercana y de amistad. Cada uno de nosotros vive una situación personal distinta y es según esa situación particular que el Señor se pone delante nuestro y nos da la gracia para que lo reconozcamos y acojamos en nuestro corazón.

5. Nuestra respuesta

La llamada de Jesús invita a una respuesta de nuestra parte[8]. Podemos aprender mucho de quiénes han sabido responder: los doce apóstoles: “… vinieron a él” (Mc 3,13); Juan y Andrés “se quedaron con Él aquel día” (Jn 1,39); Zaqueo “descendió aprisa, y le recibió gozoso” (Lc 19,6) y el ciego fue a su presencia para pedirle lo que necesitaba, “Señor, que reciba la vista” (Lc 18,40). En todos los casos la respuesta fue inmediata, como quien reconoce en la invitación una esperanza a la búsqueda que tenían en sus corazones y a las inquietudes que vivían.

Jesús nos invita a tener una relación de amistad con Él que dure para siempre. Y es así como toda nuestra vida será una permanente historia de nuestra relación de amor con Él, en la que podemos constatar que sin tener en cuenta nuestra fragilidad, Él va a seguir siempre buscándonos, pues aunque nosotros nos alejemos, Él permanece fiel.

Por eso se hace el “encontradizo” en muchas y diversas ocasiones, en las cuales nos da la oportunidad de encontrarnos o reencontrarnos con Él. Puede ser un encuentro inesperado como en el caso de Leví (Mc 2,14) o del Cireneo (Mt 27,32); puede ser propiciado por otros como en el caso de Pedro (Jn 1,41) o del paralítico (Mc 2,3-4); puede ser tras el mal cometido como en el caso de la mujer adúltera (Jn 8,3) o el buen ladrón (Lc 23,39ss); puede ocurrir en un momento de desesperanza como con los discípulos de Emaús (Lc 24,15); puede suceder fruto de nuestro esfuerzo[9] como la hemorroísa (Mt 9,20) o Zaqueo (Lc 19,15); o puede que sea la Virgen quien lo traiga a nuestra presencia como lo hizo con su prima Santa Isabel (Lc 1,41).

En cada una de las ocasiones de encuentro que se nos presentan en nuestra vida el Señor anhela y nos da la oportunidad de una respuesta positiva a su gracia, a su misericordia, a su amor.

6. Conversión y anuncio

Todo encuentro con Jesús nos transforma. Él va transformando toda nuestra vida y nos lleva a comunicar aquel rostro con que nos hemos encontrado y que hace arder nuestros corazones de gozo y plenitud. El anuncio del Evangelio con nuestra vida y palabra es la consecuencia de nuestro encuentro con Jesús, encuentro que nos renueva y nos invita a una mayor conversión, a una conversión pastoral y misionera como bien nos recuerda el Papa Francisco[10].

Esto ha sucedido a lo largo de la historia con personas de todos los tiempos y todas las latitudes: Andrés y Juan lo anuncian a Pedro (Jn 1,41), Felipe lo anuncia a Natanael (Jn 1,45), la samaritana lo anuncia en su pueblo (Jn 4,7), las mujeres anuncian a Cristo resucitado a los apóstoles (Lc 24,9), Zaqueo repara las injusticias que había cometido (Lc 19,8); el ciego de Jericó recobrada la vista lo empezó a seguir dándole gloria, moviendo al pueblo, con su testimonio a alabar a Dios (Lc 18,43). Los doce apóstoles sabemos que lo siguieron en la misión que les dio de predicar el Evangelio (Mc 3,14) hasta el fin de sus vidas, incluso con el martirio.

Conclusión

Estamos llamados al encuentro personal con Jesús, encuentro que se da en nuestro interior y que colma y da significado a nuestra vida. Este encuentro que requiere de nosotros una escucha a su llamado —para encontrar nuestra vocación personal y, para anunciarlo a los demás— debemos buscarlo especialmente en el silencio de la oración personal y en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, donde Jesús nos espera[11].

«Él, que murió por los pecados de todos, desea entrar en comunión con cada uno de vosotros, llama a la puerta de vuestro corazón para daros su gracia. Id a su encuentro en la santa Eucaristía, id a adorarlo en las iglesias y permaneced arrodillados ante el Sagrario:  Jesús os colmará de su amor y os manifestará los sentimientos de su Corazón».[12]

 

1º DE ESO 

 

1. La iniciativa del encuentro con Jesús la tiene Él

Dios es siempre quien sale a nuestro encuentro, Él es quien toma la iniciativa, aunque en ocasiones pensemos que fuimos nosotros quienes nos acercamos a Él, es Él quien se ha hecho el “encontradizo” con nosotros, propiciando este encuentro. Lo vemos en diversas ocasiones en los Evangelios: le pide a la Samaritana que le dé de beber (Jn 4,7), se sube a la barca de Pedro para predicar desde allí (Lc 5,3), se acerca al mostrador donde Leví cobraba impuestos (Mc 2,14), entra a enseñar en la sinagoga cuando estaba allí un hombre que tenía una mano atrofiada (Lc 6,7); en todo momento vemos a Jesús que sale día tras día por las calles de Palestina buscando encontrarse con la gente, dando ocasión para que todo el que quiera pueda acercarse a Él.

«Dios es quien primero llama al hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su faz, corra detrás de sus ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, la actitud del hombre es siempre una respuesta»[2].

Jesús quiere encontrarse con cada uno y este encuentro que se da en el corazón[3], es anterior a cualquier método o forma de oración. Él nos habla en un lenguaje en el que cada uno puede comprenderlo, sea con mociones, a través de su Palabra, en una meditación o contemplación, Él se hace presente y nos ilumina, sorprendiéndonos siempre cuando menos lo esperamos[4].

El Señor Jesús desea el encuentro con cada persona, nadie le es indiferente, todo lo contrario. Él siempre busca acercarse, como con la samaritana, a cada uno de nosotros. Estamos llamados a responderle con amor y abrir nuestros corazones a su luz y verdad.

2. Dios se hace cercano a mí

Jesús es Dios y es hombre de verdad. ¡Cuántas veces nos olvidamos de esta realidad, en nuestra vida cotidiana y al relacionarnos con Él; y cuánto nos ayuda tener en nuestra conciencia que Aquel que nos llama para entrar en relación con nosotros, conoce nuestra realidad humana plenamente no sólo porque es Dios, sino porque como hombre la conoce de cerca!

«Encarnándose en Palestina entra de lleno en la torpeza humana, se hace hombre sin remilgos, tan desamparado como cualquier otro miembro de nuestra raza. Palestina es, por ello, todo menos una tierra «de lujo» […] La frase de san Pablo: «Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo» (Gal 4,4), nos hace pensar que Cristo vino al mundo en una especie de «supertiempo», en un maravilloso siglo de oro. Al venir él, los relojes se habrían detenido, los conflictos sociales enmudecido, un universal armisticio habría amordazado las guerras y contiendas. Cristo habría sido así, no un hombre pleno y total, sino un huésped de lujo, que vive unos años de paso en un tiempo y una tierra de lujo. Pero el acercarnos a su tiempo nos descubre que tampoco fue una época preservada por mágicos privilegios. Fueron tiempos de muerte, de llanto y de injusticia, tiempos de amor y sangre como todos. Y el calendario no se quedó inmóvil mientras él moraba en esta tierra»[5].

Jesús, vivió en un lugar y un tiempo determinado. Él fue un hombre que respondió a la realidad en la que vivió. Siendo Dios, asume nuestra naturaleza con una manera de ser propia. Y siendo como es, se hace cercano a cada persona, para comprenderla y amarla. Se hizo cercano a un San Pablo como a una Santa Teresita del Niño Jesús y de la misma manera quiere hacerse cercano a cada uno de nosotros.

Jesús nos trata con mucha reverencia al acercarse a cada uno de nosotros. Considera quiénes somos, lo que hemos vivido en el pasado y lo que vivimos en este momento: nuestras alegrías y sufrimientos, nuestras decepciones y nuestras anhelos; y de esta manera su amor toma una forma concreta que responde a nuestra realidad.

3. Encuentro con el corazón de Jesús

Podemos entender el encuentro con Jesús como el encuentro de nuestro corazón con su corazón[6]. Es en este contacto cuando se da el encuentro de lo más íntimo mío y lo más íntimo Suyo, es la experiencia de encontrarnos con alguien no con algo ni con algún concepto. En este encuentro uno queda rendido ante su presencia y amor. Encuentro de corazones que es transformador; transformación que podemos ver en su encuentro con Zaqueo (Lc 19,1-10), con la pecadora arrepentida (Lc 7,36-50), con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) y con tantos otros.

En el encuentro con el corazón de Jesús encontramos un corazón humano cercano a nosotros:

«Todo el evangelio es un testimonio de ese corazón maternal con el que aparece retratado el Padre que espera al hijo pródigo o el buen pastor que busca a la oveja perdida […] Así le encontraremos compadeciéndose del pueblo y de sus problemas (Mt 9,36); contemplando con cariño a un joven que parece interesado en seguirle (Mc 10,21); mirando con ira a los hipócritas, entristecido por la dureza de su corazón (Mc 3,5); estallando ante la incomprensión de sus apóstoles (Mc 8,17); lleno de alegría cuando éstos regresan satisfechos de predicar (Lc 10,21); entusiasmado por la fe de un pagano (Lc 7,9); conmovido ante la figura de una madre que llora a su hijo muerto (Lc 7,13); indignado por la falta de fe del pueblo (Mc 9,19); dolorido por la ingratitud de los nueve leprosos curados (Lc 17,17); preocupado por las necesidades materiales de sus apóstoles (Lc 22,35). Le veremos participar de los más comunes sentimientos humanos: tener hambre (Mt 4,2); sed y cansancio (Jn 4,6s); frío y calor ante la inseguridad de la vida sin techo (Lc 9,58); llanto (Lc 19,41); tristeza (Mt 26,37); tentaciones (Mt 4,1)»[7].

4. Jesús nos busca para estar con Él

En los Evangelios podemos ver cómo Jesús busca a las personas para invitarlas a tener una relación personal y de amistad con ellas: elige a los doce apóstoles “para que estuviesen con él” (Mc 3,14); Juan y Andrés lo siguen y le preguntan ¿dónde vives? y Él los invita a su casa, “Venid y lo veréis” (Jn 1,39); Él se invita a la casa de Zaqueo al verlo subido en el sicómoro diciéndole que baje de prisa, pues, “… es necesario que hoy me quede en tu casa”(Lc 19,5).

En todos los casos, la llamada de Jesús es personal y para estar con Él. Es decir, para mantener una relación cercana y de amistad. Cada uno de nosotros vive una situación personal distinta y es según esa situación particular que el Señor se pone delante nuestro y nos da la gracia para que lo reconozcamos y acojamos en nuestro corazón.

5. Nuestra respuesta

La llamada de Jesús invita a una respuesta de nuestra parte[8]. Podemos aprender mucho de quiénes han sabido responder: los doce apóstoles: “… vinieron a él” (Mc 3,13); Juan y Andrés “se quedaron con Él aquel día” (Jn 1,39); Zaqueo “descendió aprisa, y le recibió gozoso” (Lc 19,6) y el ciego fue a su presencia para pedirle lo que necesitaba, “Señor, que reciba la vista” (Lc 18,40). En todos los casos la respuesta fue inmediata, como quien reconoce en la invitación una esperanza a la búsqueda que tenían en sus corazones y a las inquietudes que vivían.

Jesús nos invita a tener una relación de amistad con Él que dure para siempre. Y es así como toda nuestra vida será una permanente historia de nuestra relación de amor con Él, en la que podemos constatar que sin tener en cuenta nuestra fragilidad, Él va a seguir siempre buscándonos, pues aunque nosotros nos alejemos, Él permanece fiel.

Por eso se hace el “encontradizo” en muchas y diversas ocasiones, en las cuales nos da la oportunidad de encontrarnos o reencontrarnos con Él. Puede ser un encuentro inesperado como en el caso de Leví (Mc 2,14) o del Cireneo (Mt 27,32); puede ser propiciado por otros como en el caso de Pedro (Jn 1,41) o del paralítico (Mc 2,3-4); puede ser tras el mal cometido como en el caso de la mujer adúltera (Jn 8,3) o el buen ladrón (Lc 23,39ss); puede ocurrir en un momento de desesperanza como con los discípulos de Emaús (Lc 24,15); puede suceder fruto de nuestro esfuerzo[9] como la hemorroísa (Mt 9,20) o Zaqueo (Lc 19,15); o puede que sea la Virgen quien lo traiga a nuestra presencia como lo hizo con su prima Santa Isabel (Lc 1,41).

En cada una de las ocasiones de encuentro que se nos presentan en nuestra vida el Señor anhela y nos da la oportunidad de una respuesta positiva a su gracia, a su misericordia, a su amor.

6. Conversión y anuncio

Todo encuentro con Jesús nos transforma. Él va transformando toda nuestra vida y nos lleva a comunicar aquel rostro con que nos hemos encontrado y que hace arder nuestros corazones de gozo y plenitud. El anuncio del Evangelio con nuestra vida y palabra es la consecuencia de nuestro encuentro con Jesús, encuentro que nos renueva y nos invita a una mayor conversión, a una conversión pastoral y misionera como bien nos recuerda el Papa Francisco[10].

Esto ha sucedido a lo largo de la historia con personas de todos los tiempos y todas las latitudes: Andrés y Juan lo anuncian a Pedro (Jn 1,41), Felipe lo anuncia a Natanael (Jn 1,45), la samaritana lo anuncia en su pueblo (Jn 4,7), las mujeres anuncian a Cristo resucitado a los apóstoles (Lc 24,9), Zaqueo repara las injusticias que había cometido (Lc 19,8); el ciego de Jericó recobrada la vista lo empezó a seguir dándole gloria, moviendo al pueblo, con su testimonio a alabar a Dios (Lc 18,43). Los doce apóstoles sabemos que lo siguieron en la misión que les dio de predicar el Evangelio (Mc 3,14) hasta el fin de sus vidas, incluso con el martirio.

Conclusión

Estamos llamados al encuentro personal con Jesús, encuentro que se da en nuestro interior y que colma y da significado a nuestra vida. Este encuentro que requiere de nosotros una escucha a su llamado —para encontrar nuestra vocación personal y, para anunciarlo a los demás— debemos buscarlo especialmente en el silencio de la oración personal y en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, donde Jesús nos espera[11].

«Él, que murió por los pecados de todos, desea entrar en comunión con cada uno de vosotros, llama a la puerta de vuestro corazón para daros su gracia. Id a su encuentro en la santa Eucaristía, id a adorarlo en las iglesias y permaneced arrodillados ante el Sagrario:  Jesús os colmará de su amor y os manifestará los sentimientos de su Corazón».[12]

 

1º DE ESO 

 

Las tres tentaciones

Reflexionar sobre las tentaciones a las que Jesús fue sometido en el desierto es una invitación para cada uno de nosotros a responder a una pregunta fundamenta: ¿qué es importante realmente en mi vida? En la primera tentación el diablo propone a Jesús convertir la piedra en pan para saciar el hambre. Jesús rebate que el hombre vive también de pan, pero no sólo: sin una respuesta al hambre de verdad, al hambre de Dios, el hombre no se puede salvar (cfr vv. 3-4).

En la segunda tentación, el demonio propone a Jesús la vía del poder: lo conduce a lo alto y le ofrece el dominio del mundo; pero no es este el camino de Dios: Jesús tiene muy claro que no es el poder mundano el que salva al mundo, sino el poder de la cruz, de la humildad, del amor (cfr vv. 5-8).

En la tercera tentación, el demonio propone a Jesús de tirarse del pináculo del Templo de Jerusalén y que lo salve Dios mediante sus ángeles, de hacer algo sensacional para poner a prueba a Dios mismo; pero la respuesta es que Dios no es un objeto al que imponer nuestras condiciones: es el Señor de todo (cfr vv. 9-12).

¿Cuál es el núcleo de las tres tentaciones que sufrió Jesús? Es la propuesta de instrumentalización de Dios, de usarlo para los propios intereses, para la propia gloria y el propio éxito. Y por lo tanto, en definitiva, de ponerse al en lugar de Dios, sacándolo de la propia existencia y haciéndole parecer superfluo. Cada uno debería preguntarse ahora: ¿qué lugar tiene Dios en mi vida? ¿Es Él el Señor o soy yo?

Superar la tentación de someter Dios a sí y a los propios intereses o de ponerlo en un rincón y convertirse al justo orden de prioridad, dar a Dios el primer puesto, es un camino que cada cristiano tiene que recorrer siempre de nuevo. «Convertirse», una invitación que escucharemos muchas veces en Cuaresma, significa seguir a Jesús de forma que su Evangelio se guía concreta de la vida; significa dejar que Dios nos transforme, dejar de pensar que somos nosotros los únicos constructores de nuestra existencia; significa reconocer que somos criaturas, que dependemos de Dios, de su amor, y solamente «perdiendo» nuestra vida en Él podemos ganarla.

Esto exige trabajar nuestras elecciones a la luz de la Palabra de Dios. Hoy no se puede ser cristiano como simple consecuencia del hecho de vivir en una sociedad que tiene raíces cristianas: también quien nace de una familia cristiana y es educado religiosamente debe, cada día, renovar la elección de ser cristiano, es decir dar a Dios el primer puesto, frente a las tentaciones que una cultura secularizada le propone continuamente, frente al juicio crítico de muchos contemporáneos.

Las pruebas a las que la sociedad actual pone al cristiano, de hecho, son muchas y tocan la vida personal y social. No es fácil ser fiel al matrimonio cristiano, practicar la misericordia en la vida cotidiana, dejar espacio a la oración y al silencio interior; no es fácil oponerse públicamente a elecciones que muchos consideran obvias, como el aborto en caso de embarazo no deseado, la eutanasia en caso de enfermedades graves, o la selección de embriones para prevenir enfermedades hereditarias. La tentación de poner la fe a parte está siempre presente y la conversión se convierte en una respuesta a Dios que debe ser confirmada más veces en la vida.

 

1º DE ESO 

 

Las tres tentaciones

Reflexionar sobre las tentaciones a las que Jesús fue sometido en el desierto es una invitación para cada uno de nosotros a responder a una pregunta fundamenta: ¿qué es importante realmente en mi vida? En la primera tentación el diablo propone a Jesús convertir la piedra en pan para saciar el hambre. Jesús rebate que el hombre vive también de pan, pero no sólo: sin una respuesta al hambre de verdad, al hambre de Dios, el hombre no se puede salvar (cfr vv. 3-4).

En la segunda tentación, el demonio propone a Jesús la vía del poder: lo conduce a lo alto y le ofrece el dominio del mundo; pero no es este el camino de Dios: Jesús tiene muy claro que no es el poder mundano el que salva al mundo, sino el poder de la cruz, de la humildad, del amor (cfr vv. 5-8).

En la tercera tentación, el demonio propone a Jesús de tirarse del pináculo del Templo de Jerusalén y que lo salve Dios mediante sus ángeles, de hacer algo sensacional para poner a prueba a Dios mismo; pero la respuesta es que Dios no es un objeto al que imponer nuestras condiciones: es el Señor de todo (cfr vv. 9-12).

¿Cuál es el núcleo de las tres tentaciones que sufrió Jesús? Es la propuesta de instrumentalización de Dios, de usarlo para los propios intereses, para la propia gloria y el propio éxito. Y por lo tanto, en definitiva, de ponerse al en lugar de Dios, sacándolo de la propia existencia y haciéndole parecer superfluo. Cada uno debería preguntarse ahora: ¿qué lugar tiene Dios en mi vida? ¿Es Él el Señor o soy yo?

Superar la tentación de someter Dios a sí y a los propios intereses o de ponerlo en un rincón y convertirse al justo orden de prioridad, dar a Dios el primer puesto, es un camino que cada cristiano tiene que recorrer siempre de nuevo. «Convertirse», una invitación que escucharemos muchas veces en Cuaresma, significa seguir a Jesús de forma que su Evangelio se guía concreta de la vida; significa dejar que Dios nos transforme, dejar de pensar que somos nosotros los únicos constructores de nuestra existencia; significa reconocer que somos criaturas, que dependemos de Dios, de su amor, y solamente «perdiendo» nuestra vida en Él podemos ganarla.

Esto exige trabajar nuestras elecciones a la luz de la Palabra de Dios. Hoy no se puede ser cristiano como simple consecuencia del hecho de vivir en una sociedad que tiene raíces cristianas: también quien nace de una familia cristiana y es educado religiosamente debe, cada día, renovar la elección de ser cristiano, es decir dar a Dios el primer puesto, frente a las tentaciones que una cultura secularizada le propone continuamente, frente al juicio crítico de muchos contemporáneos.

Las pruebas a las que la sociedad actual pone al cristiano, de hecho, son muchas y tocan la vida personal y social. No es fácil ser fiel al matrimonio cristiano, practicar la misericordia en la vida cotidiana, dejar espacio a la oración y al silencio interior; no es fácil oponerse públicamente a elecciones que muchos consideran obvias, como el aborto en caso de embarazo no deseado, la eutanasia en caso de enfermedades graves, o la selección de embriones para prevenir enfermedades hereditarias. La tentación de poner la fe a parte está siempre presente y la conversión se convierte en una respuesta a Dios que debe ser confirmada más veces en la vida.

 

1º DE ESO 

 

Las tres tentaciones

Reflexionar sobre las tentaciones a las que Jesús fue sometido en el desierto es una invitación para cada uno de nosotros a responder a una pregunta fundamenta: ¿qué es importante realmente en mi vida? En la primera tentación el diablo propone a Jesús convertir la piedra en pan para saciar el hambre. Jesús rebate que el hombre vive también de pan, pero no sólo: sin una respuesta al hambre de verdad, al hambre de Dios, el hombre no se puede salvar (cfr vv. 3-4).

En la segunda tentación, el demonio propone a Jesús la vía del poder: lo conduce a lo alto y le ofrece el dominio del mundo; pero no es este el camino de Dios: Jesús tiene muy claro que no es el poder mundano el que salva al mundo, sino el poder de la cruz, de la humildad, del amor (cfr vv. 5-8).

En la tercera tentación, el demonio propone a Jesús de tirarse del pináculo del Templo de Jerusalén y que lo salve Dios mediante sus ángeles, de hacer algo sensacional para poner a prueba a Dios mismo; pero la respuesta es que Dios no es un objeto al que imponer nuestras condiciones: es el Señor de todo (cfr vv. 9-12).

¿Cuál es el núcleo de las tres tentaciones que sufrió Jesús? Es la propuesta de instrumentalización de Dios, de usarlo para los propios intereses, para la propia gloria y el propio éxito. Y por lo tanto, en definitiva, de ponerse al en lugar de Dios, sacándolo de la propia existencia y haciéndole parecer superfluo. Cada uno debería preguntarse ahora: ¿qué lugar tiene Dios en mi vida? ¿Es Él el Señor o soy yo?

Superar la tentación de someter Dios a sí y a los propios intereses o de ponerlo en un rincón y convertirse al justo orden de prioridad, dar a Dios el primer puesto, es un camino que cada cristiano tiene que recorrer siempre de nuevo. «Convertirse», una invitación que escucharemos muchas veces en Cuaresma, significa seguir a Jesús de forma que su Evangelio se guía concreta de la vida; significa dejar que Dios nos transforme, dejar de pensar que somos nosotros los únicos constructores de nuestra existencia; significa reconocer que somos criaturas, que dependemos de Dios, de su amor, y solamente «perdiendo» nuestra vida en Él podemos ganarla.

Esto exige trabajar nuestras elecciones a la luz de la Palabra de Dios. Hoy no se puede ser cristiano como simple consecuencia del hecho de vivir en una sociedad que tiene raíces cristianas: también quien nace de una familia cristiana y es educado religiosamente debe, cada día, renovar la elección de ser cristiano, es decir dar a Dios el primer puesto, frente a las tentaciones que una cultura secularizada le propone continuamente, frente al juicio crítico de muchos contemporáneos.

Las pruebas a las que la sociedad actual pone al cristiano, de hecho, son muchas y tocan la vida personal y social. No es fácil ser fiel al matrimonio cristiano, practicar la misericordia en la vida cotidiana, dejar espacio a la oración y al silencio interior; no es fácil oponerse públicamente a elecciones que muchos consideran obvias, como el aborto en caso de embarazo no deseado, la eutanasia en caso de enfermedades graves, o la selección de embriones para prevenir enfermedades hereditarias. La tentación de poner la fe a parte está siempre presente y la conversión se convierte en una respuesta a Dios que debe ser confirmada más veces en la vida.

 

1º DE ESO 

 

Las tres tentaciones

Reflexionar sobre las tentaciones a las que Jesús fue sometido en el desierto es una invitación para cada uno de nosotros a responder a una pregunta fundamenta: ¿qué es importante realmente en mi vida? En la primera tentación el diablo propone a Jesús convertir la piedra en pan para saciar el hambre. Jesús rebate que el hombre vive también de pan, pero no sólo: sin una respuesta al hambre de verdad, al hambre de Dios, el hombre no se puede salvar (cfr vv. 3-4).

En la segunda tentación, el demonio propone a Jesús la vía del poder: lo conduce a lo alto y le ofrece el dominio del mundo; pero no es este el camino de Dios: Jesús tiene muy claro que no es el poder mundano el que salva al mundo, sino el poder de la cruz, de la humildad, del amor (cfr vv. 5-8).

En la tercera tentación, el demonio propone a Jesús de tirarse del pináculo del Templo de Jerusalén y que lo salve Dios mediante sus ángeles, de hacer algo sensacional para poner a prueba a Dios mismo; pero la respuesta es que Dios no es un objeto al que imponer nuestras condiciones: es el Señor de todo (cfr vv. 9-12).

¿Cuál es el núcleo de las tres tentaciones que sufrió Jesús? Es la propuesta de instrumentalización de Dios, de usarlo para los propios intereses, para la propia gloria y el propio éxito. Y por lo tanto, en definitiva, de ponerse al en lugar de Dios, sacándolo de la propia existencia y haciéndole parecer superfluo. Cada uno debería preguntarse ahora: ¿qué lugar tiene Dios en mi vida? ¿Es Él el Señor o soy yo?

Superar la tentación de someter Dios a sí y a los propios intereses o de ponerlo en un rincón y convertirse al justo orden de prioridad, dar a Dios el primer puesto, es un camino que cada cristiano tiene que recorrer siempre de nuevo. «Convertirse», una invitación que escucharemos muchas veces en Cuaresma, significa seguir a Jesús de forma que su Evangelio se guía concreta de la vida; significa dejar que Dios nos transforme, dejar de pensar que somos nosotros los únicos constructores de nuestra existencia; significa reconocer que somos criaturas, que dependemos de Dios, de su amor, y solamente «perdiendo» nuestra vida en Él podemos ganarla.

Esto exige trabajar nuestras elecciones a la luz de la Palabra de Dios. Hoy no se puede ser cristiano como simple consecuencia del hecho de vivir en una sociedad que tiene raíces cristianas: también quien nace de una familia cristiana y es educado religiosamente debe, cada día, renovar la elección de ser cristiano, es decir dar a Dios el primer puesto, frente a las tentaciones que una cultura secularizada le propone continuamente, frente al juicio crítico de muchos contemporáneos.

Las pruebas a las que la sociedad actual pone al cristiano, de hecho, son muchas y tocan la vida personal y social. No es fácil ser fiel al matrimonio cristiano, practicar la misericordia en la vida cotidiana, dejar espacio a la oración y al silencio interior; no es fácil oponerse públicamente a elecciones que muchos consideran obvias, como el aborto en caso de embarazo no deseado, la eutanasia en caso de enfermedades graves, o la selección de embriones para prevenir enfermedades hereditarias. La tentación de poner la fe a parte está siempre presente y la conversión se convierte en una respuesta a Dios que debe ser confirmada más veces en la vida.

 

1º DE ESO 

 

PORTADA: CADA ALUMNO REALIZARÁ LA PORTADA DEL TRABAJO HACIENDO UN DIBUJO RELACIONADO CON LA PELÍCULA
¿Qué harías si fueras Dios?: las tentaciones de Jesús en el desierto

Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días con cuarenta noches, sintió hambre. Y acercándose el tentador le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. El respondiendo dijo: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios (Mt 4, 1-4).

“Una escena llena de misterio, que el hombre pretende en vano entender —Dios que se somete a la tentación, que deja hacer al Maligno—, pero que puede ser meditada, pidiendo al Señor que nos haga saber la enseñanza que contiene.

Jesucristo tentado. La tradición ilustra esta escena considerando que Nuestro Señor, para darnos ejemplo en todo, quiso también sufrir la tentación. Así es, porque Cristo fue perfecto Hombre, igual a nosotros, salvo en el pecado [i]. Después de cuarenta días de ayuno, con el solo alimento –quizá– de yerbas y de raíces y de un poco de agua, Jesús siente hambre: hambre de verdad, como la de cualquier criatura. Y cuando el diablo le propone que convierta en pan las piedras, Nuestro Señor no sólo rechaza el alimento que su cuerpo pedía, sino que aleja de sí una incitación mayor: la de usar del poder divino para remediar, si podemos hablar así, un problema personal.

Lo habréis notado a lo largo de los Evangelios: Jesús no hace milagros en beneficio propio. Convierte el agua en vino, para los esposos de Caná [ii]; multiplica los panes y los peces, para dar de comer a una multitud hambrienta [iii]. Pero El se gana el pan, durante largos años, con su propio trabajo. Y, más tarde, durante el tiempo de su peregrinar por tierras de Israel, vive con la ayuda de aquellos que le siguen [iv].

Relata san Juan que, después de una larga caminata, al llegar Jesús al pozo de Sicar, hace que sus discípulos vayan al pueblo a comprar comida; y viendo acercarse a la samaritana, le pide agua, porque El no tenía con qué obtenerla [v]. Su cuerpo fatigado por el largo caminar experimenta el cansancio, y otras veces, para reponer las fuerzas, acude al sueño [vi]. Generosidad del Señor que se ha humillado, que ha aceptado en pleno la condición humana, que no se sirve de su poder de Dios para huir de las dificultades o del esfuerzo. Que nos enseña a ser recios, a amar el trabajo, a apreciar la nobleza humana y divina de saborear las consecuencias del entregamiento”.

 

1º DE ESO 

 

PORTADA: CADA ALUMNO REALIZARÁ LA PORTADA DEL TRABAJO HACIENDO UN DIBUJO RELACIONADO CON LA PELÍCULA
¿Qué harías si fueras Dios?: las tentaciones de Jesús en el desierto

Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días con cuarenta noches, sintió hambre. Y acercándose el tentador le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. El respondiendo dijo: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios (Mt 4, 1-4).

“Una escena llena de misterio, que el hombre pretende en vano entender —Dios que se somete a la tentación, que deja hacer al Maligno—, pero que puede ser meditada, pidiendo al Señor que nos haga saber la enseñanza que contiene.

Jesucristo tentado. La tradición ilustra esta escena considerando que Nuestro Señor, para darnos ejemplo en todo, quiso también sufrir la tentación. Así es, porque Cristo fue perfecto Hombre, igual a nosotros, salvo en el pecado [i]. Después de cuarenta días de ayuno, con el solo alimento –quizá– de yerbas y de raíces y de un poco de agua, Jesús siente hambre: hambre de verdad, como la de cualquier criatura. Y cuando el diablo le propone que convierta en pan las piedras, Nuestro Señor no sólo rechaza el alimento que su cuerpo pedía, sino que aleja de sí una incitación mayor: la de usar del poder divino para remediar, si podemos hablar así, un problema personal.

Lo habréis notado a lo largo de los Evangelios: Jesús no hace milagros en beneficio propio. Convierte el agua en vino, para los esposos de Caná [ii]; multiplica los panes y los peces, para dar de comer a una multitud hambrienta [iii]. Pero El se gana el pan, durante largos años, con su propio trabajo. Y, más tarde, durante el tiempo de su peregrinar por tierras de Israel, vive con la ayuda de aquellos que le siguen [iv].

Relata san Juan que, después de una larga caminata, al llegar Jesús al pozo de Sicar, hace que sus discípulos vayan al pueblo a comprar comida; y viendo acercarse a la samaritana, le pide agua, porque El no tenía con qué obtenerla [v]. Su cuerpo fatigado por el largo caminar experimenta el cansancio, y otras veces, para reponer las fuerzas, acude al sueño [vi]. Generosidad del Señor que se ha humillado, que ha aceptado en pleno la condición humana, que no se sirve de su poder de Dios para huir de las dificultades o del esfuerzo. Que nos enseña a ser recios, a amar el trabajo, a apreciar la nobleza humana y divina de saborear las consecuencias del entregamiento”.

 

1º DE ESO 

 

PORTADA: CADA ALUMNO REALIZARÁ LA PORTADA DEL TRABAJO HACIENDO UN DIBUJO RELACIONADO CON LA PELÍCULA

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
 grandespreguntascomodios from SusanaG on Vimeo.

2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
 ComoDiosCondiciones from SusanaG on Vimeo.
3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

 

4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

 ComoDiosCambioBruce from SusanaG on Vimeo.

 

7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
 ComoDiosOracionGrace from SusanaG on Vimeo.

9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

ComoDiosoracionBruce from SusanaG on Vimeo.
10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

PORTADA: CADA ALUMNO REALIZARÁ LA PORTADA DEL TRABAJO HACIENDO UN DIBUJO RELACIONADO CON LA PELÍCULA

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
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2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
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3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

 

4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

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7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
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9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

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10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

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Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
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2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
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3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

 

4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

 ComoDiosCambioBruce from SusanaG on Vimeo.

 

7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
 ComoDiosOracionGrace from SusanaG on Vimeo.

9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

ComoDiosoracionBruce from SusanaG on Vimeo.
10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

PORTADA: CADA ALUMNO REALIZARÁ LA PORTADA DEL TRABAJO HACIENDO UN DIBUJO RELACIONADO CON LA PELÍCULA

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
 grandespreguntascomodios from SusanaG on Vimeo.

2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
 ComoDiosCondiciones from SusanaG on Vimeo.
3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

 

4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

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7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
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9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

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10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
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2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
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3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

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4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

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7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
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9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

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10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
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2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
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3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

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4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

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7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
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9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

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10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
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2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
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3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

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4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

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7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
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9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

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10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

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SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

Escenas para dialogar y trabajar en el aula
1. ¿Por qué culpaba Bruce a Dios de todo lo que le pasa? ¿Por qué cree que Dios le puede solucionar sus problemas?
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2. ¿Qué condiciones le puso Dios a Bruce para «ejercer su trabajo»? ¿Crees que Bruce lo hizo bien?
 ComoDiosCondiciones from SusanaG on Vimeo.
3. ¿Por qué no fue buena idea conceder a todas las personas lo que pedían? ¿Es tan fácil ser Dios? ¿Estás de acuerdo con la frase de Dios – «¿Desde cuándo la gente sabe lo que quiere?» Pon algún ejemplo

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4. En la escena anterior hay una frase con un doble sentido… ¿A qué crees que se refiere Dios con esta frase: «Por mucho que se ensucie una cosa siempre puedes limpiarla de arriba abajo»?

 

5. Bruce empieza a cambiar y se da cuenta que es difícil ser Dios y contentar a todo el mundo. Y le dice que lo difícil no es hacer milagros precisamente Dios dice que la gente confunde lo que son los verdaderos milagros… «Separar la sopa no es un milagro, es un truco de magia, una madre soltera que combina dos trabajos y encuentra tiempo para llevar a su hijo al entrenamiento de futbol eso es un milagro. Un adolescente que dice No a las drogas y Si a los estudios eso si es un milagro…» Pon tú algún ejemplo de «milagro» que conozcas de tu entorno

6 ¿Por qué ha cambiado la actitud de Bruce hacia Evan? ¿Crees que eso hace que también cambie la actitud de Evan hacia Bruce?

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7 . La película habla de las «señales» de Dios, cuando por ejemplo Bruce le pide a Dios alguna señal y cuando le envía «señales» a Grace para que vuelva con él… ¿cómo crees que son las «señales» de Dios? ¿te parece que son muy claras o hay que saber leerlas? Busca en la Biblia las señales que pidieron los discípulos de Juan Bautista para saber si Jesús era el Mesías
8. ¿Por qué se emociona Bruce con la oración de Grace? ¿Qué pide Grace a Dios? ¿Qué le pide entonces Bruce a Dios?
 ComoDiosOracionGrace from SusanaG on Vimeo.

9. Comenta la frase Bruce«¿Cómo puedo hacer que me quiera sin interferir en su voluntad?» Dios- «Bienvenido a mi mundo, si encuentras la respuesta avísame» ¿Qué quiere decir Dios? ¿Por qué crees que nos hizo libres?

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10. Al final de la película Bruce cree que ha muerto y reza una oración «auténtica», ha aprendido a amar de verdad y ya no es egoísta:
– Dios – «Pideme lo que quieras»
– Bruce – «Que se acabe el hambre en el mundo, que se acaben las guerras, que haya paz… ¿qué te parece?
– Dios – «Está bien si lo que quieres es ser Miss América… ¿qué te importa de verdad?
– Bruce – Grace… 
– Dios – «¿Quieres que vuelva?»
– Bruce – «No, quiero que sea feliz, que encuentre un hombre que la quiera de verdad y que la haga feliz, que la vea como la veo yo a través de tus ojos» 
¿Por qué sabemos que Bruce ahora quiere de verdad a Grace?

Para concluir ¿qué cosas crees que ha aprendido Bruce con esta «aventura»? ¿En qué aspectos ha madurado? ¿Qué lección has aprendido tú?

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

 

1º DE ESO 

 

TRAILER
SINOPSIS
Bruce es un hombre insatisfecho con su vida y su trabajo, aunque tiene una novia estupenda y es un buen reportero. Pero aspira a más… un apartamento mejor, un trabajo mejor (trabajando en el telediario como presentador), ganar más dinero…. Un día todo le sale mal y le despiden de su trabajo. En vez de mirarse a sí mismo le echa la culpa a Dios y le dice que «es inútil», que no sirve para nada. Entonces Dios le ofrece su «trabajo» y le da sus «poderes», siempre que cumpla dos normas, no puede decir a nadie que es dios y tampoco puede cambiar el «libre albedrío» de las personas, no puede forzar su libertad (Dios respeta siempre la libertad de las personas, tanto si quieren hacer el bien como si pretenden hacer el mal)
Al principio Bruce utiliza los poderes sólo para sí mismo y no escucha bien las oraciones de la gente, concediéndoles a todos todo lo que piden. Entonces se va dando cuenta de que no se tan fácil ser Dios, ya que tienes que respetar también la libertad de las personas. Cuando pierde a Alice le dice a Dios que ya no quiere tener sus poderes y que quiere que se haga su voluntad. Al final recupera a Alice y su antiguo trabajo, ya que se da cuenta que es más feliz con menos cosas y como estaba antes.

 

1º DE ESO B

 

En esta primera clase nos presentamos y presentamos la asignatura. Para la mayoría de vosotros, la asignatura de Religión no es nada nuevo, pero si que lo será la forma en la que se desarrollarán las clases y las diferentes actividades que llevaremos a cabo durante el curso. Este será un curso un poco diferente, en el que tendremos que adaptar nuestra metodología y nuestras actividades a la nueva situación, que supone un reto tanto para el profesor como para los alumnos, pero seguro que entre todos conseguiremos afrontarlo.

 

1. PRESENTACIÓN

Comenzamos la clase presentándonos. Para ello nos ayudaremos de una actividad que vamos a llamar «La mano».

La actividad se desarrollará de la siguiente forma:

– Cada alumno dibuja su mano y en cada dedo debe poner:

   1. Un adjetivo que cree que le describe.

   2. Una persona que sea muy importante para él.

   3. Actividad, aficción, hobby. Alque que le guste mucho hacer y a lo que dedica tiempo

   4. Película, programa de televisión o serie favorita.

   5. Una canción que le guste y que estuche habitualmente.

– Una vez escrito, cada alumno leerá lo que ha escrito y dará una pequeña explicación.

 

2. LA ASIGNATURA

Por la experiencia de otros cursos, el paso de primara a la ESO supone cambios importantes en el desarrollo de la asignatura de Religión. Vamos a explicar ahora brevemente cómo van a ser las clases y cómo se va a evaluar.

A) Desarrollo de las clases:

Las actividades que vamos a realizar en clase de Religión son básicamente TRES:

Películas. Comenzaremos cada trimestre con una película, sobre la que trabajaremos posteriormente. La temática de las películas no tiene que ser específicamente religiosa (algunas sí), puesto que ser creyente es una forma de vivir y de situarse ante el mundo, por lo que cualquier tema importante para la vida es importante para el creyente. Se trata de aprender a enfrentarse a diferentes situaciones desde el punto de vista de un creyente. El cine es una muy buena herramienta para descubrir nuevos puntos de vista, para aprender lecciones importantes y para desarrollar nuestra empatía. Las películas que veremos nos ayudarán a plantearnos preguntas importantes sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre la vida.

En la sección «Películas 1º de ESO» de esta página, aparecen las películas que vamos a trabajar durante el curso, sección que se irá completando poco a poco (se aceptan sugerencias).

Una vez vista la película, la trabajaremos de diferentes formas, fundamentalmente a través de una ficha de trabajo y a través del diálogo y los comentarios sobre diferentes escénas de la película.

Powerpoint. Otra actividad importante será la realización de un trabajo en Powerpoint. Habitualmente se realiza por parejas y se hace en horas de clase, pero dadas las circunstancias habrá que hacerlo en casa. Se puede plantear de manera individual o por parejas, haciéndose en todo caso el reparto del trabajo de forma telemática. Los temas serán los correspondientes al temario de Religión de 1º de ESO. Una vez realizados, habrá que exponerlos en clase y el profesor explicará cada tema según se va exponiendo. Para realizar el trabajo, nos ayudaremos de los apuntes que hay en la sección «Apuntes 1º de ESO» de esta página, y de diferentes recursos que podemos encontrar en internet.

Actividades complementarias. Además de estas dos actividades básicas, sobre las que recae el mayor peso de la nota, realizaremos algunas otras adaptadas a la nueva situación. Por poner algún ejemplo, cada día comenzaremos la clase con un cuento o con una canción. Entre todos comentaremos el significado del cuento o de la letra de la canción. También realizaremos algún juego, siempre adaptado a las nuevas circunstancias.

3. EL TEMARIO. 

La relación de temas que trataremos durante este curso es la siguiente:

1. La realidad creada y los acontecimientos son
signo de Dios

2. La historia de Israel: elección, alianza, monarquía
y profetismo

3. La divinidad y humanidad de Jesús

4. Los evangelios: testimonio y anuncio

5. Composición de los evangelios.

6. La Iglesia, presencia de Jesucristo en la historia

7. El Espíritu Santo edifica continuamente la Iglesia

Los diferentes temas se abordarán a través de las actividades propuestas anteriormente, acercándose a ellos y profundizando a través de las películas vistas, los trabajos en Powerpoint y las actividades complementarias. 

 

4. EVALUACIÓN

La nota de la asignatura de religión dependerá fundamentalmente de dos cosas:

1. Actitud en clase y comportamiento. el 50% de la nota depende de la actitud en clase y del comportamiento. No se realizarán exámenes ni orales ni escritos, por lo que es fundamental el desarrollo de las clases y el trabajo realizado en las mismas para la evaluación. Una buena actitud en clase implica realizar las tareas que se encomiendan en cada momento y comportarse de manera adecuada.

2. Actividades realizadas. El otro 50% de la nota de la asignatura, procederá de la corrección de los diferentes trabajos realizados en clase o en casa a lo largo de cada trimestre.

5. CREACIÓN DE EQUIPOS TEAMS

Dadas las circunstancias que estamos viviendo, cabría la posibilidad de que alguno de nosotros, o todos, tuvieramos que trabajar desde casa en algún momento, por lo que es bueno tener previsto cómo hacerlo. La herramienta que usaremos para ello será TEAMS. En los primeros días de clase formaremos los equipos y explicaremos la forma de trabajar. Esta página, RELI S. XXI, será integrada en cada uno de los equipos y se podrá nevegar por ella desde TEAMS. En esta página el profesor colgará el diario de cada clase para  que los alumnos que estén en casa puedan seguir la clase sin problemas. 

 

 

1º DE ESO B

 

En esta primera clase nos presentamos y presentamos la asignatura. Para la mayoría de vosotros, la asignatura de Religión no es nada nuevo, pero si que lo será la forma en la que se desarrollarán las clases y las diferentes actividades que llevaremos a cabo durante el curso. Este será un curso un poco diferente, en el que tendremos que adaptar nuestra metodología y nuestras actividades a la nueva situación, que supone un reto tanto para el profesor como para los alumnos, pero seguro que entre todos conseguiremos afrontarlo.

 

1. PRESENTACIÓN

Comenzamos la clase presentándonos. Para ello nos ayudaremos de una actividad que vamos a llamar «La mano».

La actividad se desarrollará de la siguiente forma:

– Cada alumno dibuja su mano y en cada dedo debe poner:

1. Un adjetivo que cree que le describe.

2. Una persona que sea muy importante para él.

3. Actividad, aficción, hobby. Alque que le guste mucho hacer y a lo que dedica tiempo

4. Película, programa de televisión o serie favorita.

5. Una canción que le guste y que estuche habitualmente.

– Una vez escrito, cada alumno leerá lo que ha escrito y dará una pequeña explicación.

 

2. LA ASIGNATURA

Por la experiencia de otros cursos, el paso de primara a la ESO supone cambios importantes en el desarrollo de la asignatura de Religión. Vamos a explicar ahora brevemente cómo van a ser las clases y cómo se va a evaluar.

A) Desarrollo de las clases:

Las actividades que vamos a realizar en clase de Religión son básicamente TRES:

Películas. Comenzaremos cada trimestre con una película, sobre la que trabajaremos posteriormente. La temática de las películas no tiene que ser específicamente religiosa (algunas sí), puesto que ser creyente es una forma de vivir y de situarse ante el mundo, por lo que cualquier tema importante para la vida es importante para el creyente. Se trata de aprender a enfrentarse a diferentes situaciones desde el punto de vista de un creyente. El cine es una muy buena herramienta para descubrir nuevos puntos de vista, para aprender lecciones importantes y para desarrollar nuestra empatía. Las películas que veremos nos ayudarán a plantearnos preguntas importantes sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre la vida.

En la sección «Películas 1º de ESO» de esta página, aparecen las películas que vamos a trabajar durante el curso, sección que se irá completando poco a poco (se aceptan sugerencias).

Una vez vista la película, la trabajaremos de diferentes formas, fundamentalmente a través de una ficha de trabajo y a través del diálogo y los comentarios sobre diferentes escénas de la película.

Powerpoint. Otra actividad importante será la realización de un trabajo en Powerpoint. Habitualmente se realiza por parejas y se hace en horas de clase, pero dadas las circunstancias habrá que hacerlo en casa. Se puede plantear de manera individual o por parejas, haciéndose en todo caso el reparto del trabajo de forma telemática. Los temas serán los correspondientes al temario de Religión de 1º de ESO. Una vez realizados, habrá que exponerlos en clase y el profesor explicará cada tema según se va exponiendo. Para realizar el trabajo, nos ayudaremos de los apuntes que hay en la sección «Apuntes 1º de ESO» de esta página, y de diferentes recursos que podemos encontrar en internet.

Actividades complementarias. Además de estas dos actividades básicas, sobre las que recae el mayor peso de la nota, realizaremos algunas otras adaptadas a la nueva situación. Por poner algún ejemplo, cada día comenzaremos la clase con un cuento o con una canción. Entre todos comentaremos el significado del cuento o de la letra de la canción. También realizaremos algún juego, siempre adaptado a las nuevas circunstancias.

3. EL TEMARIO. 

La relación de temas que trataremos durante este curso es la siguiente:

1. La realidad creada y los acontecimientos son
signo de Dios

 

2. La historia de Israel: elección, alianza, monarquía
y profetismo

3. La divinidad y humanidad de Jesús

4. Los evangelios: testimonio y anuncio

5. Composición de los evangelios.

6. La Iglesia, presencia de Jesucristo en la historia

7. El Espíritu Santo edifica continuamente la Iglesia

Los diferentes temas se abordarán a través de las actividades propuestas anteriormente, acercándose a ellos y profundizando a través de las películas vistas, los trabajos en Powerpoint y las actividades complementarias.

 

4. EVALUACIÓN

La nota de la asignatura de religión dependerá fundamentalmente de dos cosas:

1. Actitud en clase y comportamiento. el 50% de la nota depende de la actitud en clase y del comportamiento. No se realizarán exámenes ni orales ni escritos, por lo que es fundamental el desarrollo de las clases y el trabajo realizado en las mismas para la evaluación. Una buena actitud en clase implica realizar las tareas que se encomiendan en cada momento y comportarse de manera adecuada.

2. Actividades realizadas. El otro 50% de la nota de la asignatura, procederá de la corrección de los diferentes trabajos realizados en clase o en casa a lo largo de cada trimestre.

5. CREACIÓN DE EQUIPOS TEAMS

Dadas las circunstancias que estamos viviendo, cabría la posibilidad de que alguno de nosotros, o todos, tuvieramos que trabajar desde casa en algún momento, por lo que es bueno tener previsto cómo hacerlo. La herramienta que usaremos para ello será TEAMS. En los primeros días de clase formaremos los equipos y explicaremos la forma de trabajar. Esta página, RELI S. XXI, será integrada en cada uno de los equipos y se podrá nevegar por ella desde TEAMS. En esta página el profesor colgará el diario de cada clase para  que los alumnos que estén en casa puedan seguir la clase sin problemas.

 

1º DE ESO A

En esta primera clase nos presentamos y presentamos la asignatura. Para la mayoría de vosotros, la asignatura de Religión no es nada nuevo, pero si que lo será la forma en la que se desarrollarán las clases y las diferentes actividades que llevaremos a cabo durante el curso. Este será un curso un poco diferente, en el que tendremos que adaptar nuestra metodología y nuestras actividades a la nueva situación, que supone un reto tanto para el profesor como para los alumnos, pero seguro que entre todos conseguiremos afrontarlo.

1. PRESENTACIÓN

Comenzamos la clase presentándonos. Para ello nos ayudaremos de una actividad que vamos a llamar «La mano».

La actividad se desarrollará de la siguiente forma:

– Cada alumno dibuja su mano y en cada dedo debe poner:

   1. Un adjetivo que cree que le describe.

   2. Una persona que sea muy importante para él.

   3. Actividad, aficción, hobby. Alque que le guste mucho hacer y a lo que dedica tiempo

   4. Película, programa de televisión o serie favorita.

   5. Una canción que le guste y que estuche habitualmente.

– Una vez escrito, cada alumno leerá lo que ha escrito y dará una pequeña explicación.

2. LA ASIGNATURA

Por la experiencia de otros cursos, el paso de primara a la ESO supone cambios importantes en el desarrollo de la asignatura de Religión. Vamos a explicar ahora brevemente cómo van a ser las clases y cómo se va a evaluar.

A) Desarrollo de las clases:

Las actividades que vamos a realizar en clase de Religión son básicamente TRES:

Películas. Comenzaremos cada trimestre con una película, sobre la que trabajaremos posteriormente. La temática de las películas no tiene que ser específicamente religiosa (algunas sí), puesto que ser creyente es una forma de vivir y de situarse ante el mundo, por lo que cualquier tema importante para la vida es importante para el creyente. Se trata de aprender a enfrentarse a diferentes situaciones desde el punto de vista de un creyente. El cine es una muy buena herramienta para descubrir nuevos puntos de vista, para aprender lecciones importantes y para desarrollar nuestra empatía. Las películas que veremos nos ayudarán a plantearnos preguntas importantes sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre la vida.

En la sección «Películas 1º de ESO» de esta página, aparecen las películas que vamos a trabajar durante el curso, sección que se irá completando poco a poco (se aceptan sugerencias).

Una vez vista la película, la trabajaremos de diferentes formas, fundamentalmente a través de una ficha de trabajo y a través del diálogo y los comentarios sobre diferentes escénas de la película.

Powerpoint. Otra actividad importante será la realización de un trabajo en Powerpoint. Habitualmente se realiza por parejas y se hace en horas de clase, pero dadas las circunstancias habrá que hacerlo en casa. Se puede plantear de manera individual o por parejas, haciéndose en todo caso el reparto del trabajo de forma telemática. Los temas serán los correspondientes al temario de Religión de 1º de ESO. Una vez realizados, habrá que exponerlos en clase y el profesor explicará cada tema según se va exponiendo. Para realizar el trabajo, nos ayudaremos de los apuntes que hay en la sección «Apuntes 1º de ESO» de esta página, y de diferentes recursos que podemos encontrar en internet.

Actividades complementarias. Además de estas dos actividades básicas, sobre las que recae el mayor peso de la nota, realizaremos algunas otras adaptadas a la nueva situación. Por poner algún ejemplo, cada día comenzaremos la clase con un cuento o con una canción. Entre todos comentaremos el significado del cuento o de la letra de la canción. También realizaremos algún juego, siempre adaptado a las nuevas circunstancias.

3. EL TEMARIO. 

La relación de temas que trataremos durante este curso es la siguiente:

1. La realidad creada y los acontecimientos son
signo de Dios

2. La historia de Israel: elección, alianza, monarquía
y profetismo

3. La divinidad y humanidad de Jesús

4. Los evangelios: testimonio y anuncio

5. Composición de los evangelios.

6. La Iglesia, presencia de Jesucristo en la historia

7. El Espíritu Santo edifica continuamente la Iglesia

Los diferentes temas se abordarán a través de las actividades propuestas anteriormente, acercándose a ellos y profundizando a través de las películas vistas, los trabajos en Powerpoint y las actividades complementarias. 

4. EVALUACIÓN

La nota de la asignatura de religión dependerá fundamentalmente de dos cosas:

1. Actitud en clase y comportamiento. el 50% de la nota depende de la actitud en clase y del comportamiento. No se realizarán exámenes ni orales ni escritos, por lo que es fundamental el desarrollo de las clases y el trabajo realizado en las mismas para la evaluación. Una buena actitud en clase implica realizar las tareas que se encomiendan en cada momento y comportarse de manera adecuada.

2. Actividades realizadas. El otro 50% de la nota de la asignatura, procederá de la corrección de los diferentes trabajos realizados en clase o en casa a lo largo de cada trimestre.

5. CREACIÓN DE EQUIPOS TEAMS

Dadas las circunstancias que estamos viviendo, cabría la posibilidad de que alguno de nosotros, o todos, tuvieramos que trabajar desde casa en algún momento, por lo que es bueno tener previsto cómo hacerlo. La herramienta que usaremos para ello será TEAMS. En los primeros días de clase formaremos los equipos y explicaremos la forma de trabajar. Esta página, RELI S. XXI, será integrada en cada uno de los equipos y se podrá nevegar por ella desde TEAMS. En esta página el profesor colgará el diario de cada clase para  que los alumnos que estén en casa puedan seguir la clase sin problemas. 

1º DE ESO A

En esta primera clase nos presentamos y presentamos la asignatura. Para la mayoría de vosotros, la asignatura de Religión no es nada nuevo, pero si que lo será la forma en la que se desarrollarán las clases y las diferentes actividades que llevaremos a cabo durante el curso. Este será un curso un poco diferente, en el que tendremos que adaptar nuestra metodología y nuestras actividades a la nueva situación, que supone un reto tanto para el profesor como para los alumnos, pero seguro que entre todos conseguiremos afrontarlo.

 

1. PRESENTACIÓN

Comenzamos la clase presentándonos. Para ello nos ayudaremos de una actividad que vamos a llamar «La mano».

La actividad se desarrollará de la siguiente forma:

– Cada alumno dibuja su mano y en cada dedo debe poner:

   1. Un adjetivo que cree que le describe.

   2. Una persona que sea muy importante para él.

   3. Actividad, aficción, hobby. Alque que le guste mucho hacer y a lo que dedica tiempo

   4. Película, programa de televisión o serie favorita.

   5. Una canción que le guste y que estuche habitualmente.

– Una vez escrito, cada alumno leerá lo que ha escrito y dará una pequeña explicación.

 

2. LA ASIGNATURA

Por la experiencia de otros cursos, el paso de primara a la ESO supone cambios importantes en el desarrollo de la asignatura de Religión. Vamos a explicar ahora brevemente cómo van a ser las clases y cómo se va a evaluar.

A) Desarrollo de las clases:

Las actividades que vamos a realizar en clase de Religión son básicamente TRES:

Películas. Comenzaremos cada trimestre con una película, sobre la que trabajaremos posteriormente. La temática de las películas no tiene que ser específicamente religiosa (algunas sí), puesto que ser creyente es una forma de vivir y de situarse ante el mundo, por lo que cualquier tema importante para la vida es importante para el creyente. Se trata de aprender a enfrentarse a diferentes situaciones desde el punto de vista de un creyente. El cine es una muy buena herramienta para descubrir nuevos puntos de vista, para aprender lecciones importantes y para desarrollar nuestra empatía. Las películas que veremos nos ayudarán a plantearnos preguntas importantes sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre la vida.

En la sección «Películas 1º de ESO» de esta página, aparecen las películas que vamos a trabajar durante el curso, sección que se irá completando poco a poco (se aceptan sugerencias).

Una vez vista la película, la trabajaremos de diferentes formas, fundamentalmente a través de una ficha de trabajo y a través del diálogo y los comentarios sobre diferentes escénas de la película.

Powerpoint. Otra actividad importante será la realización de un trabajo en Powerpoint. Habitualmente se realiza por parejas y se hace en horas de clase, pero dadas las circunstancias habrá que hacerlo en casa. Se puede plantear de manera individual o por parejas, haciéndose en todo caso el reparto del trabajo de forma telemática. Los temas serán los correspondientes al temario de Religión de 1º de ESO. Una vez realizados, habrá que exponerlos en clase y el profesor explicará cada tema según se va exponiendo. Para realizar el trabajo, nos ayudaremos de los apuntes que hay en la sección «Apuntes 1º de ESO» de esta página, y de diferentes recursos que podemos encontrar en internet.

Actividades complementarias. Además de estas dos actividades básicas, sobre las que recae el mayor peso de la nota, realizaremos algunas otras adaptadas a la nueva situación. Por poner algún ejemplo, cada día comenzaremos la clase con un cuento o con una canción. Entre todos comentaremos el significado del cuento o de la letra de la canción. También realizaremos algún juego, siempre adaptado a las nuevas circunstancias.

3. EL TEMARIO. 

La relación de temas que trataremos durante este curso es la siguiente:

1. La realidad creada y los acontecimientos son
signo de Dios

 

2. La historia de Israel: elección, alianza, monarquía
y profetismo

3. La divinidad y humanidad de Jesús

4. Los evangelios: testimonio y anuncio

5. Composición de los evangelios.

6. La Iglesia, presencia de Jesucristo en la historia

7. El Espíritu Santo edifica continuamente la Iglesia

Los diferentes temas se abordarán a través de las actividades propuestas anteriormente, acercándose a ellos y profundizando a través de las películas vistas, los trabajos en Powerpoint y las actividades complementarias. 

 

4. EVALUACIÓN

La nota de la asignatura de religión dependerá fundamentalmente de dos cosas:

1. Actitud en clase y comportamiento. el 50% de la nota depende de la actitud en clase y del comportamiento. No se realizarán exámenes ni orales ni escritos, por lo que es fundamental el desarrollo de las clases y el trabajo realizado en las mismas para la evaluación. Una buena actitud en clase implica realizar las tareas que se encomiendan en cada momento y comportarse de manera adecuada.

2. Actividades realizadas. El otro 50% de la nota de la asignatura, procederá de la corrección de los diferentes trabajos realizados en clase o en casa a lo largo de cada trimestre.

5. CREACIÓN DE EQUIPOS TEAMS

Dadas las circunstancias que estamos viviendo, cabría la posibilidad de que alguno de nosotros, o todos, tuvieramos que trabajar desde casa en algún momento, por lo que es bueno tener previsto cómo hacerlo. La herramienta que usaremos para ello será TEAMS. En los primeros días de clase formaremos los equipos y explicaremos la forma de trabajar. Esta página, RELI S. XXI, será integrada en cada uno de los equipos y se podrá nevegar por ella desde TEAMS. En esta página el profesor colgará el diario de cada clase para  que los alumnos que estén en casa puedan seguir la clase sin problemas. 

 

En esta primera clase nos presentamos y presentamos la asignatura. Para la mayoría de vosotros, la asignatura de Religión no es nada nuevo, pero si que lo será la forma en la que se desarrollarán las clases y las diferentes actividades que llevaremos a cabo durante el curso. Este será un curso un poco diferente, en el que tendremos que adaptar nuestra metodología y nuestras actividades a la nueva situación, que supone un reto tanto para el profesor como para los alumnos, pero seguro que entre todos conseguiremos afrontarlo.

 

1. PRESENTACIÓN

Comenzamos la clase presentándonos. Para ello nos ayudaremos de una actividad que vamos a llamar «La mano».

La actividad se desarrollará de la siguiente forma:

– Cada alumno dibuja su mano y en cada dedo debe poner:

   1. Un adjetivo que cree que le describe.

   2. Una persona que sea muy importante para él.

   3. Actividad, aficción, hobby. Alque que le guste mucho hacer y a lo que dedica tiempo

   4. Película, programa de televisión o serie favorita.

   5. Una canción que le guste y que estuche habitualmente.

– Una vez escrito, cada alumno leerá lo que ha escrito y dará una pequeña explicación.

 

2. LA ASIGNATURA

Por la experiencia de otros cursos, el paso de primara a la ESO supone cambios importantes en el desarrollo de la asignatura de Religión. Vamos a explicar ahora brevemente cómo van a ser las clases y cómo se va a evaluar.

A) Desarrollo de las clases:

Las actividades que vamos a realizar en clase de Religión son básicamente TRES:

Películas. Comenzaremos cada trimestre con una película, sobre la que trabajaremos posteriormente. La temática de las películas no tiene que ser específicamente religiosa (algunas sí), puesto que ser creyente es una forma de vivir y de situarse ante el mundo, por lo que cualquier tema importante para la vida es importante para el creyente. Se trata de aprender a enfrentarse a diferentes situaciones desde el punto de vista de un creyente. El cine es una muy buena herramienta para descubrir nuevos puntos de vista, para aprender lecciones importantes y para desarrollar nuestra empatía. Las películas que veremos nos ayudarán a plantearnos preguntas importantes sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre la vida.

En la sección «Películas 1º de ESO» de esta página, aparecen las películas que vamos a trabajar durante el curso, sección que se irá completando poco a poco (se aceptan sugerencias).

Una vez vista la película, la trabajaremos de diferentes formas, fundamentalmente a través de una ficha de trabajo y a través del diálogo y los comentarios sobre diferentes escénas de la película.

Powerpoint. Otra actividad importante será la realización de un trabajo en Powerpoint. Habitualmente se realiza por parejas y se hace en horas de clase, pero dadas las circunstancias habrá que hacerlo en casa. Se puede plantear de manera individual o por parejas, haciéndose en todo caso el reparto del trabajo de forma telemática. Los temas serán los correspondientes al temario de Religión de 1º de ESO. Una vez realizados, habrá que exponerlos en clase y el profesor explicará cada tema según se va exponiendo. Para realizar el trabajo, nos ayudaremos de los apuntes que hay en la sección «Apuntes 1º de ESO» de esta página, y de diferentes recursos que podemos encontrar en internet.

Actividades complementarias. Además de estas dos actividades básicas, sobre las que recae el mayor peso de la nota, realizaremos algunas otras adaptadas a la nueva situación. Por poner algún ejemplo, cada día comenzaremos la clase con un cuento o con una canción. Entre todos comentaremos el significado del cuento o de la letra de la canción. También realizaremos algún juego, siempre adaptado a las nuevas circunstancias.

3. EL TEMARIO. 

La relación de temas que trataremos durante este curso es la siguiente:

1. La realidad creada y los acontecimientos son
signo de Dios

 

2. La historia de Israel: elección, alianza, monarquía
y profetismo

3. La divinidad y humanidad de Jesús

4. Los evangelios: testimonio y anuncio

5. Composición de los evangelios.

6. La Iglesia, presencia de Jesucristo en la historia

7. El Espíritu Santo edifica continuamente la Iglesia

Los diferentes temas se abordarán a través de las actividades propuestas anteriormente, acercándose a ellos y profundizando a través de las películas vistas, los trabajos en Powerpoint y las actividades complementarias. 

 

4. EVALUACIÓN

La nota de la asignatura de religión dependerá fundamentalmente de dos cosas:

1. Actitud en clase y comportamiento. el 50% de la nota depende de la actitud en clase y del comportamiento. No se realizarán exámenes ni orales ni escritos, por lo que es fundamental el desarrollo de las clases y el trabajo realizado en las mismas para la evaluación. Una buena actitud en clase implica realizar las tareas que se encomiendan en cada momento y comportarse de manera adecuada.

2. Actividades realizadas. El otro 50% de la nota de la asignatura, procederá de la corrección de los diferentes trabajos realizados en clase o en casa a lo largo de cada trimestre.

5. CREACIÓN DE EQUIPOS TEAMS

Dadas las circunstancias que estamos viviendo, cabría la posibilidad de que alguno de nosotros, o todos, tuvieramos que trabajar desde casa en algún momento, por lo que es bueno tener previsto cómo hacerlo. La herramienta que usaremos para ello será TEAMS. En los primeros días de clase formaremos los equipos y explicaremos la forma de trabajar. Esta página, RELI S. XXI, será integrada en cada uno de los equipos y se podrá nevegar por ella desde TEAMS. En esta página el profesor colgará el diario de cada clase para  que los alumnos que estén en casa puedan seguir la clase sin problemas.