YO ME QUEDO EN CASA 4º DE ESO

4º DE ESO A + B

Hola a todos!! Estamos en la recta final. Ya nos queda muy poco para terminar el curso. Mucho ánimo a todos. Os dejo hoy la segunda de las actividades voluntarias para quien quiera subir nota en la tercera evaluación. En esta ocasión, os dejo unos cuentos de Jorge Bucay, de su libro «Cuentos para pensar». Abajo os dejo las actividades que hay que hacer sobre los cuentos. 

Jorge Bucay es un psicodramaturgo, terapeuta gestáltico y escritor argentino. Se define como «ayudador profesional» ya que, según él, mediante sus conferencias y sus libros procura ofrecer herramientas terapéuticas, para que cada quien sea capaz de sanarse a sí mismo. Por su parte, en su país natal, Argentina, es considerado uno de los mejores de la psicología actual.

«Yo trabajo sobre la idea aduéñate de tu vida, lo que tienes es tu responsabilidad. Creo que el mundo no es un lugar para competir, sino para compartir, y una condición necesaria es mirarse a uno mismo» . Jorge Bucay.

ACTIVIDADES SOBRE LOS CUENTOS: 

ESCOGE 3 DE LOS CUENTOS QUE SE RELATAN EN EL VÍDEO:

1. ¿Por qué te han llamado la atención?¿por qué has escogido cada uno de estos tres cuentos?

2. Resume con tus palabras el contenido de cada uno de estos tres cuentos. 

3. ¿Cuál es la enseñanza que se desprende de cada uno de estos cuentos?

4. Escribe un cuento breve con una enseñanza, similar a los cuentos que has escuchado. 

4º DE ESO A Y B

Hola a todos!! Estamos en la recta final. Ya nos queda muy poco para terminar el curso. Mucho ánimo a todos. Os dejo hoy la segunda de las actividades voluntarias para quien quiera subir nota en la tercera evaluación. En esta ocasión, os dejo unos cuentos de Jorge Bucay, de su libro «Cuentos para pensar». Abajo os dejo las actividades que hay que hacer sobre los cuentos. 

Jorge Bucay es un psicodramaturgo, terapeuta gestáltico y escritor argentino. Se define como «ayudador profesional» ya que, según él, mediante sus conferencias y sus libros procura ofrecer herramientas terapéuticas, para que cada quien sea capaz de sanarse a sí mismo. Por su parte, en su país natal, Argentina, es considerado uno de los mejores de la psicología actual.

«Yo trabajo sobre la idea aduéñate de tu vida, lo que tienes es tu responsabilidad. Creo que el mundo no es un lugar para competir, sino para compartir, y una condición necesaria es mirarse a uno mismo» . Jorge Bucay.

ACTIVIDADES SOBRE LOS CUENTOS: 

ESCOGE 3 DE LOS CUENTOS QUE SE RELATAN EN EL VÍDEO:

1. ¿Por qué te han llamado la atención?¿por qué has escogido cada uno de estos tres cuentos?

2. Resume con tus palabras el contenido de cada uno de estos tres cuentos. 

3. ¿Cuál es la enseñanza que se desprende de cada uno de estos cuentos?

4. Escribe un cuento breve con una enseñanza, similar a los cuentos que has escuchado. 

 

4º DE ESO A + B

 

Hola a todos!!! Una vez terminado el trabajo obligatorio para la tercera evaluación, os dejo la primera de las actividades voluntarias para subir nota. En este caso se trata de reflexionar sobre la gratitud y la gratuidad. Para ello nos serviremos de un corto muy sencillo pero efectivo. Os dejo aquí “El regalo”, un corto de Javier Fesser que ha ganado varios premios. 

Sabemos que la Gratuidad es la principal condición para que se pueda dar el Amor responsable, pero también sabemos que es la más olvidada y la más difícil de entender sobre todo en los niveles más exigentes debido a nuestra cultura mercantilista, que nos cuesta no esperar nada a cambio de nuestras ayudas o favores. Cuando a veces digo que no nos debemos ni siquiera dar las gracias, pues lo que hacemos es un deber moral con nuestros semejantes, me contestan entonces ¿no debemos ser agradecidos?. Evidentemente la Gratitud es un valor como lo es la Gratuidad la diferencia está en que la Gratuidad es un valor, una cualidad, que se da en la persona que ayuda sin esperar nada a cambio y la Gratitud se da en la persona que recibe la ayuda. Quizá las diferencias la podamos entender mejor con los contravalores de ambos, es decir, analizando el contravalor de la Gratuidad que es el egoísmo y el de la Gratitud que es la ingratitud. Actuamos de forma egoísta cuando buscamos en primer lugar, nuestros propios intereses respecto a los intereses de los demás. Actuamos con ingratitud  cuando respondemos con el que nos ayuda de forma contraria e inmerecida al comportamiento del que nos ha ayudado,  aunque éste no busque con su ayuda ningún agradecimiento por parte de nadie.

A veces somos ingratos con aquellas personas que se han sacrificado por nuestro bien particular o colectivo. Cuando nosotros no nos comportamos de la misma manera con otras personas, con lo cual hemos hecho inútil su sacrificio y generosidad con nuestro comportamiento, pues ellos se sacrificaron con la intención de que nosotros también hiciéramos lo mismo. Para no llegar a ser ingratos con las personas que consideramos modelo de conducta por su comportamiento social para hacer un mundo más justo, la Gratitud puede ser un factor de motivación, para imitarles y no hacer inútil su testimonio. La persona gratuita no espera agradecimiento pero la persona agradecida responde con reconocimiento y le motiva para hacer lo mismo con los demás: la acción de la persona gratuita.

1. Define con tus palabras qué es la gratuidad y qué es la gratitud.

2. Cuenta lo que pasa en el corto. ¿Qué es lo que más te llama la atención? ¿Por qué?

3. ¿Cuál es el mejor regalo que has hecho a alguién? ¿a quién? ¿Por qué consideras que es el mejor regalo?

4. ¿Cuál es el mejor regalo que te han hecho? ¿quién te lo ha hecho? ¿por qué lo consideras el mejor regalo?

5. Los regalos suelen ser algo extraordinario, que se recibe en ocasiones especiales. Pero si nos ponemos a pensar, todos recibimos regalos todos los días, cosas, acciones, detalles, que consideramos dentro de la normalidad, pero que si lo pensamos, son un auténtico regalo. Por poner un ejemplo, en los tiempos que vivimos, la salud, levantarse bien cada día, es un grán regalo. ¿Puedes enumerar alguna cosa más que consideramos normal pero en realidad es un regalo?

4º DE ESO A Y B

 

Hola a todos!!! Una vez terminado el trabajo obligatorio para la tercera evaluación, os dejo la primera de las actividades voluntarias para subir nota. En este caso se trata de reflexionar sobre la gratitud y la gratuidad. Para ello nos serviremos de un corto muy sencillo pero efectivo. Os dejo aquí “El regalo”, un corto de Javier Fesser que ha ganado varios premios. 

Sabemos que la Gratuidad es la principal condición para que se pueda dar el Amor responsable, pero también sabemos que es la más olvidada y la más difícil de entender sobre todo en los niveles más exigentes debido a nuestra cultura mercantilista, que nos cuesta no esperar nada a cambio de nuestras ayudas o favores. Cuando a veces digo que no nos debemos ni siquiera dar las gracias, pues lo que hacemos es un deber moral con nuestros semejantes, me contestan entonces ¿no debemos ser agradecidos?. Evidentemente la Gratitud es un valor como lo es la Gratuidad la diferencia está en que la Gratuidad es un valor, una cualidad, que se da en la persona que ayuda sin esperar nada a cambio y la Gratitud se da en la persona que recibe la ayuda. Quizá las diferencias la podamos entender mejor con los contravalores de ambos, es decir, analizando el contravalor de la Gratuidad que es el egoísmo y el de la Gratitud que es la ingratitud. Actuamos de forma egoísta cuando buscamos en primer lugar, nuestros propios intereses respecto a los intereses de los demás. Actuamos con ingratitud  cuando respondemos con el que nos ayuda de forma contraria e inmerecida al comportamiento del que nos ha ayudado,  aunque éste no busque con su ayuda ningún agradecimiento por parte de nadie.

A veces somos ingratos con aquellas personas que se han sacrificado por nuestro bien particular o colectivo. Cuando nosotros no nos comportamos de la misma manera con otras personas, con lo cual hemos hecho inútil su sacrificio y generosidad con nuestro comportamiento, pues ellos se sacrificaron con la intención de que nosotros también hiciéramos lo mismo. Para no llegar a ser ingratos con las personas que consideramos modelo de conducta por su comportamiento social para hacer un mundo más justo, la Gratitud puede ser un factor de motivación, para imitarles y no hacer inútil su testimonio. La persona gratuita no espera agradecimiento pero la persona agradecida responde con reconocimiento y le motiva para hacer lo mismo con los demás: la acción de la persona gratuita.

1. Define con tus palabras qué es la gratuidad y qué es la gratitud.

2. Cuenta lo que pasa en el corto. ¿Qué es lo que más te llama la atención? ¿Por qué?

3. ¿Cuál es el mejor regalo que has hecho a alguién? ¿a quién? ¿Por qué consideras que es el mejor regalo?

4. ¿Cuál es el mejor regalo que te han hecho? ¿quién te lo ha hecho? ¿por qué lo consideras el mejor regalo?

5. Los regalos suelen ser algo extraordinario, que se recibe en ocasiones especiales. Pero si nos ponemos a pensar, todos recibimos regalos todos los días, cosas, acciones, detalles, que consideramos dentro de la normalidad, pero que si lo pensamos, son un auténtico regalo. Por poner un ejemplo, en los tiempos que vivimos, la salud, levantarse bien cada día, es un grán regalo. ¿Puedes enumerar alguna cosa más que consideramos normal pero en realidad es un regalo?

4º DE ESO A + B

 

Hola a todos !!! Os dejo nuevo material. El último recurso que os dejo es un vídeo en el que se hace un resumen interesante de la relación entre ciencia y religión a lo largo de nuestra historia. 

Os recomiendo que lu utilicéis en vuestro trabajo, pues hace un planteamiento interesante buscando puntos de encuentro entre el pensamiento científico y el religioso. 

4º DE ESO A Y B

 

Hola a todos !!! Os dejo nuevo material. El último recurso que os dejo es un vídeo en el que se hace un resumen interesante de la relación entre ciencia y religión a lo largo de nuestra historia. 

Os recomiendo que lu utilicéis en vuestro trabajo, pues hace un planteamiento interesante buscando puntos de encuentro entre el pensamiento científico y el religioso. 

4º DE ESO A + B

 

Hola a todos !!! Os dejo nuevo material. Frases de científicos importantes que ponen de manifiesto su fe en Dios. Las frases están tomadas de un libro titulado «La dimensión espiritual de grandes científicos». En este libro podéis encontrar material muy útil para vuestro trabajo sobre los científicos creyentes. Os dejo el enlace al documento en PDF por si alguno quiere usarlo:

https://ibero.mx/web/filesd/publicaciones/la_dimension_espiritual.pdf

Y aquí tenéis las frases:

Nicolás Copérnico (1473-1543)
Precursor de la cosmología heliocéntrica
1. “Conocer las grandes obras de Dios, comprender Su sabiduría, majestad y poder, y
apreciar en plenitud el maravilloso funcionamiento de Sus leyes son con seguridad modos de alabanza agradables y aceptables al Altísimo, para quien la ignorancia no puede
ser más gratificante que el conocimiento” (Neff, 1952, 191-192; y en Hubbard, 1905).
2. “No es la gracia recibida por Pablo la que yo deseo, ni la buena voluntad con la que
Tú perdonaste a Pedro, sino la que Tú concediste al ladrón en la cruz, esa misericordia
es la que te pido” (Trepatschko 1994, vol. 44).
3. En su trabajo visionario Sobre las revoluciones de las esferas celestiales (1543),
Copérnico escribió:
“¿Quién, después de dedicarse a cosas que ve establecidas con el mejor orden y dirigidas por mandato Divino, al contemplarlas, y después de una cierta habituación, no
despertaría hacia aquello que es lo mejor, y no admiraría al Artífice de todas ellas, en
Quien se encuentra toda la felicidad y todo el bien? Porque el Salmista divino no dijo
gratuitamente que se complacía en las obras de Dios y se regocijaba en las obras de
Sus manos, a menos de que por medio de estas cosas como vehículo, seamos transportados a la contemplación del bien más alto”” (Copernicus, 1873, 10-11).

Francis Bacon (1561-1626)
Autor del método científico inductivo
1. “Existen dos libros ante nosotros que debemos estudiar para evitar caer en el error;
el primero, es el libro de las Escrituras, que revela la voluntad de Dios; el segundo es el
libro de las criaturas, que expresa Su poder” (Morris 1982, 13-14).
2. “Es verdad que un poco de filosofía inclina a la mente del hombre hacia el ateísmo;
pero profundizar en la filosofía lleva a la mente del hombre hacia la religión. A veces
la mente del hombre mira hacia causas someras y se queda en ellas sin ir más lejos;
pero cuando contempla su concatenación, unidas y entrelazadas, llega por necesidad
a la Providencia y a la Deidad” (Bacon 1875, 64).
3. En el primer capítulo de «La Verdad» en sus Ensayos (1601), Lord Bacon escribió:
“La primera criatura de Dios en el trabajo de la creación fue la luz del sentido; y la
última, fue la luz de la razón. Desde entonces Su trabajo del Sabbath es la iluminación
con Su Espíritu. Primero le sopló luz a la cara de la materia o del caos; después, la
sopló al rostro del hombre. Ahora continúa soplando e inspirando luz sobre la cara
de sus elegidos”.

Galileo Galilei (1564-1642)
Precursor de la física experimental
1. “Para el Señor a quien alabo y agradezco, que gobierna a los cielos con Su párpado. A Él vuelvo cansado, pero lleno de vida” (Caputo 2000, 85).
2. “Cuando reflexiono sobre tantas cosas profundamente maravillosas que las personas han comprendido, buscado y hecho, reconozco aún más claramente que la
inteligencia humana es una obra de Dios, de las más excelentes” (Caputo 2000, 85).
3. “La Sagrada Escritura no puede errar, y los decretos allí contenidos son completamente verdaderos e inviolables. Pero sus exponentes e intérpretes están propensos a
errar de muchas maneras” (Ross 1991, 20).
4. “La Santa Biblia nunca puede hablar cosas falsas –siempre y cuando se comprenda
su verdadero significado” (Drake 1957, 181).

 Johannes Kepler (1571-1630)
Precursor de la astronomía física y la óptica moderna
1. “¡Oh! Tú que a través de la luz de la naturaleza aumentas en nosotros el deseo de
la luz de Tu Gracia, permite que por medio de ella logremos llegar a la luz de Tu majestad. Te doy gracias Creador y Señor, que me has dado esta alegría en Tu creación y
me regocijo en las obras de Tus manos” (Beer y Beer 1975, 526).
2. “El Mundo de la Naturaleza, el Mundo del Hombre, el Mundo de Dios —los tres se
conectan perfectamente. Vemos cómo Dios, como lo hacen los arquitectos humanos,
creó al mundo de acuerdo a un orden y a ciertas reglas, y calculó todo de esta misma
manera” (Tiner 1977,172).
3. “Ya que los astrónomos somos sacerdotes del Dios más alto, con respecto al libro
de la naturaleza debemos ser cuidadosos, no de la gloria de nuestras mentes, sino
sobre todo, de la gloria de Dios” (Morris 1982, 11; también ver Graves 1996, 51).

William Harvey (1578-1657)
Precursor de la medicina moderna
Sir William Harvey fundó la fisiología y embriología modernas y explicó la naturaleza
compleja de las funciones del corazón y la circulación de la sangre.
1. En su libro Ejercicios anatómicos sobre la generación de animales (1651/1989),
William Harvey escribió:
“Reconocemos que Dios, el Creador Supremo y Omnipotente, está presente en la
generación de todos los animales como si apuntaran con un dedo a Su presencia en
Sus obras. Todas las cosas están hechas y ordenadas con una providencia singular, una
sabiduría divina, y con la destreza más admirable e incomprensible. Y a nadie pueden
referirse estos atributos más que al Todopoderoso” (Harvey,1989).
2. “Siempre ha sido mi deleite examinar los cuerpos de animales, y he pensado que
a partir de ello podemos obtener no sólo una ligera visión de los misterios más sutiles
de la naturaleza, sino también percibir una especie de imagen o reflejo del propio
Creador omnipotente” (Keynes 1966, 330).

René Descartes (1596-1650)
Precursor de la geometría analítica y de la filosofía moderna
1. Al principio de sus Meditaciones (1641/1950) Descartes escribió:
“Siempre he opinado que la preguntas sobre Dios y el Alma son las más importantes
que deberán de ser determinadas más con ayuda de la Filosofía que de la Teología;
ya que, aunque para nosotros los creyentes la fe nos es suficiente para creer que el
alma humana no perece con el cuerpo, y que Dios existe, sin embargo parece imposible persuadir a los infieles sobre la realidad de cualquier religión, o casi incluso de
cualquier virtud moral, a menos que en primer lugar esas dos cosas se les demuestren
por razón natural. Y ya que en esta vida hay frecuentemente más recompensas por
el vicio que por la virtud, pocos preferirían lo correcto a lo útil si no los limitara ni el
temor de Dios ni la esperanza en la otra vida” (Descartes, 1901).
2. “Es totalmente cierto que tenemos que creer en Dios porque también nos lo enseña la Sagrada Escritura. Por otro lado, debemos creer en la Sagrada Escritura porque
viene de Dios” (Descartes, 1950, Carta de la Dedicación).
3. “Y por esto, veo muy claramente que la certeza y la verdad de toda ciencia dependen únicamente del conocimiento del verdadero Dios, de tal manera que antes de
que yo lo conociera no podía tener un conocimiento perfecto de ninguna otra cosa. Y
ahora que lo conozco, tengo los medios para adquirir un conocimiento perfecto sobre
innumerables asuntos, así como sobre el mismo Dios y sobre otros objetos intelectuales de naturaleza corpórea” (Descartes, 1901, Meditación V).

 Blaise Pascal (1623-1662)
Precursor de la hidrostática, la hidrodinámica
y la teoría de probabilidades
1. En su libro Pensamientos (1660/1910), Blaise Pascal escribió: “Jesucristo es un Dios
a quien nos acercamos dejando el orgullo, y ante quien nos humillamos dejando la
desesperación” (Pascal 1910, No. 528).
2. “Jesucristo no hizo otra cosa que enseñar a los hombres a amarse entre ellos: esclavos, ciegos, enfermos, infelices, y pecadores. Que Él debía liberarlos, iluminarlos,
bendecirlos y sanarlos; que esto se lograría odiando al ego y siguiéndolo a Él a través
del sufrimiento y la muerte en la cruz. Sin Jesucristo, el hombre está en el vicio y en
la miseria; en Él está toda nuestra virtud y toda nuestra felicidad. Lejos de Él sólo hay
vicio, miseria, oscuridad, muerte, y desesperación” (Pascal, 1910, No. 545-546).
3. “El Cristianismo es extraño: le pide al hombre reconocer que es vil, incluso abominable, pero le ofrece el deseo de ser como Dios. Sin tal contrapeso, esta dignidad lo
haría horriblemente vano, o esta humillación lo haría terriblemente despreciable”
(Pascal, 1910, No. 537).
4. “El conocimiento de Dios sin el conocimiento de la miseria del hombre causa orgullo. El conocimiento de la miseria del hombre sin el conocimiento de Dios causa
desesperación. El conocimiento de Jesucristo constituye el punto de balance, porque
en Él encontramos tanto a Dios como a nuestra miseria” (Pascal, 1910, No. 527).
5. “Conocemos a Dios sólo por Jesucristo. Sin este mediador no habría comunión
con Dios; a través de Jesucristo conocemos a Dios. Todos aquellos que han aseverado
conocer a Dios y probar su existencia sin Jesucristo, han tenido sólo pruebas débiles.
Pero como prueba de Jesucristo tenemos las profecías, que son pruebas sólidas y
palpables. Y estas profecías, siendo cumplidas y demostradas como verdaderas por
los hechos, marcan la certeza de estas verdades y, por consiguiente, la divinidad de
Cristo. En Él, entonces, y a través de Él, conocemos a Dios” (Pascal, 1910, No. 547).
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6. “No sólo conocemos a Dios únicamente por Jesucristo, sino que nos conocemos
a nosotros mismos sólo por Jesucristo. Conocemos la vida y la muerte sólo a través
de Jesucristo. Sin Jesucristo no sabemos lo que es nuestra vida, ni nuestra muerte,
ni Dios, ni nosotros mismos. Así, sin la Escritura, que tiene a Jesucristo como objeto
fundamental, no conocemos nada y sólo vemos oscuridad y confusión sobre la naturaleza de Dios y sobre nuestra propia naturaleza” (Pascal, 1910, No. 548).
7. Hay dos maneras de demostrar las verdades de nuestra religión; una por el poder
de la razón, y la otra por la autoridad de quien habla. No hacemos uso de la última,
pero sí de la primera. No decimos “esto debe creerse porque lo dice la Escritura, que
es divina”. Pero sí decimos que esto debe creerse por tales o cuales razones, las
que son argumentos débiles, ya que la razón puede torcerse hacia cualquier cosa“
(Pascal, 1910, No. 561). 

Robert Boyle (1627-1691)
Precursor de la química moderna
Las obras religiosas más significativas de Sir Robert Boyle son Algunas consideraciones
sobre el estilo en las Sagradas Escrituras (1661), La excelencia de la teología, comparada
con la filosofía natural (1674), y El cristiano virtuoso (1690). En su testamento, Robert
Boyle dejó fondos para ocho conferencias anuales (las famosas Conferencias Boyle,
que aún continúan) “para comprobar la religión cristiana contra infieles notorios”.
1. “Cuando examino con grandes telescopios las estrellas y planetas descubiertos
antigua y recientemente, cuando con excelentes microscopios escudriño la sutileza
inimitable de la obra de la naturaleza; y en pocas palabras, cuando estudio el libro de
la naturaleza con la ayuda de cuchillas anatómicas y con la luz de hornos químicos,
me encuentro continuamente compelido a exclamar con el Salmista: ‘¡Cuán grandes
y maravillosas son Tus obras, oh Señor! ¡En Tu sabiduría las has hecho todas!”
(Woodall, 1997, 32).
2. En La excelencia de la teología (1674), Boyle declaró: “La inmensidad, belleza y
orden de los cuerpos celestiales, la excelente estructura de los animales, las plantas
y otros fenómenos de la naturaleza, inducen al observador inteligente e imparcial a concluir que existe un Autor supremo, poderoso, justo y bueno” (Seeger, 1985, 183-184).
3. Boyle nunca encontró conflicto alguno entre la religión cristiana y la filosofía. (Por el
término filosofía los escritores del siglo xvii se referían a lo que hoy entendemos como
ciencia; ver Woodall, 1997). Boyle escribió: “Si hacemos a un lado las opiniones irracionales que se atribuyen injustamente a la religión cristiana, así como todos los conceptos erróneos repugnantes al cristianismo que han sido atribuidos supuestamente a la
filosofía, las contradicciones aparentes entre la Divinidad y la verdadera Filosofía serían
pocas, y ninguna en absoluto sería real” (Boyle, en Woodall, 1997, 32).

John Ray (1627-1705)
Precursor de la biología moderna y de la historia natural
1. En su libro La sabiduría de Dios manifestada en las obras de la Creación (1691),
John Ray escribió: “No hay mejor argumento de la existencia de una Deidad, o al
menos uno más palpable y convincente, que el arte y sabiduría admirables que se
revelan a sí mismos en el hacer y en la constitución, el orden y disposición, los fines
y usos de todas las partes y miembros de esta majestuosa obra del cielo y la tierra”
(Ray, 1717, parte I).
2. “Para un hombre libre no hay ocupación más digna y agradable que contemplar
la hermosura de la obra de la naturaleza, y honrar la infinita sabiduría y bondad de
Dios” (Graves, 1996, 66; Yahya, 2002).
3. “Nosotros alimentamos a nuestros cuerpos; así también nuestras almas deben ser
alimentadas: el alimento del alma es el conocimiento, especialmente el conocimiento
de las cosas de Dios, y las cosas relacionadas con su paz y felicidad eternas: la doctrina
cristiana, y la palabra de Dios leída y predicada. Como dice la Biblia (1 Pedro 2:2):
«Como niños recién nacidos, deseen sinceramente la leche de la Palabra para que
crezcan alrededor de ella»”. (Ray, 1717, 399).
4. “La vida de un cristiano es una guerra continua en la que nos enfrentamos a enemigos poderosos y vigilantes: el Demonio, el mundo, y esta carne corrupta que llevamos
con nosotros” (Ray, 1717, 401).
5. “Aquel que lucha valientemente con su armadura cristiana en contra de las tentaciones y asaltos de sus enemigos espirituales, y los repele; aquél que guarda puros
sus ropajes y su conciencia libre de ofensas al Señor y al hombre, gozará de la paz
perfecta aquí y de la garantía eterna” (Ray, 1717, 402).
Las principales obras teológicas de Ray son Persuasivo a una vida santa (1700) y los
tres Discursos físico-teológicos (1692).

4º DE ESO A Y B

 

Hola a todos !!! Os dejo nuevo material. Frases de científicos importantes que ponen de manifiesto su fe en Dios. Las frases están tomadas de un libro titulado «La dimensión espiritual de grandes científicos». En este libro podéis encontrar material muy útil para vuestro trabajo sobre los científicos creyentes. Os dejo el enlace al documento en PDF por si alguno quiere usarlo:

https://ibero.mx/web/filesd/publicaciones/la_dimension_espiritual.pdf

Y aquí tenéis las frases:

Nicolás Copérnico (1473-1543)
Precursor de la cosmología heliocéntrica
1. “Conocer las grandes obras de Dios, comprender Su sabiduría, majestad y poder, y
apreciar en plenitud el maravilloso funcionamiento de Sus leyes son con seguridad modos de alabanza agradables y aceptables al Altísimo, para quien la ignorancia no puede
ser más gratificante que el conocimiento” (Neff, 1952, 191-192; y en Hubbard, 1905).
2. “No es la gracia recibida por Pablo la que yo deseo, ni la buena voluntad con la que
Tú perdonaste a Pedro, sino la que Tú concediste al ladrón en la cruz, esa misericordia
es la que te pido” (Trepatschko 1994, vol. 44).
3. En su trabajo visionario Sobre las revoluciones de las esferas celestiales (1543),
Copérnico escribió:
“¿Quién, después de dedicarse a cosas que ve establecidas con el mejor orden y dirigidas por mandato Divino, al contemplarlas, y después de una cierta habituación, no
despertaría hacia aquello que es lo mejor, y no admiraría al Artífice de todas ellas, en
Quien se encuentra toda la felicidad y todo el bien? Porque el Salmista divino no dijo
gratuitamente que se complacía en las obras de Dios y se regocijaba en las obras de
Sus manos, a menos de que por medio de estas cosas como vehículo, seamos transportados a la contemplación del bien más alto”” (Copernicus, 1873, 10-11).

Francis Bacon (1561-1626)
Autor del método científico inductivo
1. “Existen dos libros ante nosotros que debemos estudiar para evitar caer en el error;
el primero, es el libro de las Escrituras, que revela la voluntad de Dios; el segundo es el
libro de las criaturas, que expresa Su poder” (Morris 1982, 13-14).
2. “Es verdad que un poco de filosofía inclina a la mente del hombre hacia el ateísmo;
pero profundizar en la filosofía lleva a la mente del hombre hacia la religión. A veces
la mente del hombre mira hacia causas someras y se queda en ellas sin ir más lejos;
pero cuando contempla su concatenación, unidas y entrelazadas, llega por necesidad
a la Providencia y a la Deidad” (Bacon 1875, 64).
3. En el primer capítulo de «La Verdad» en sus Ensayos (1601), Lord Bacon escribió:
“La primera criatura de Dios en el trabajo de la creación fue la luz del sentido; y la
última, fue la luz de la razón. Desde entonces Su trabajo del Sabbath es la iluminación
con Su Espíritu. Primero le sopló luz a la cara de la materia o del caos; después, la
sopló al rostro del hombre. Ahora continúa soplando e inspirando luz sobre la cara
de sus elegidos”.

Galileo Galilei (1564-1642)
Precursor de la física experimental
1. “Para el Señor a quien alabo y agradezco, que gobierna a los cielos con Su párpado. A Él vuelvo cansado, pero lleno de vida” (Caputo 2000, 85).
2. “Cuando reflexiono sobre tantas cosas profundamente maravillosas que las personas han comprendido, buscado y hecho, reconozco aún más claramente que la
inteligencia humana es una obra de Dios, de las más excelentes” (Caputo 2000, 85).
3. “La Sagrada Escritura no puede errar, y los decretos allí contenidos son completamente verdaderos e inviolables. Pero sus exponentes e intérpretes están propensos a
errar de muchas maneras” (Ross 1991, 20).
4. “La Santa Biblia nunca puede hablar cosas falsas –siempre y cuando se comprenda
su verdadero significado” (Drake 1957, 181).

 Johannes Kepler (1571-1630)
Precursor de la astronomía física y la óptica moderna
1. “¡Oh! Tú que a través de la luz de la naturaleza aumentas en nosotros el deseo de
la luz de Tu Gracia, permite que por medio de ella logremos llegar a la luz de Tu majestad. Te doy gracias Creador y Señor, que me has dado esta alegría en Tu creación y
me regocijo en las obras de Tus manos” (Beer y Beer 1975, 526).
2. “El Mundo de la Naturaleza, el Mundo del Hombre, el Mundo de Dios —los tres se
conectan perfectamente. Vemos cómo Dios, como lo hacen los arquitectos humanos,
creó al mundo de acuerdo a un orden y a ciertas reglas, y calculó todo de esta misma
manera” (Tiner 1977,172).
3. “Ya que los astrónomos somos sacerdotes del Dios más alto, con respecto al libro
de la naturaleza debemos ser cuidadosos, no de la gloria de nuestras mentes, sino
sobre todo, de la gloria de Dios” (Morris 1982, 11; también ver Graves 1996, 51).

William Harvey (1578-1657)
Precursor de la medicina moderna
Sir William Harvey fundó la fisiología y embriología modernas y explicó la naturaleza
compleja de las funciones del corazón y la circulación de la sangre.
1. En su libro Ejercicios anatómicos sobre la generación de animales (1651/1989),
William Harvey escribió:
“Reconocemos que Dios, el Creador Supremo y Omnipotente, está presente en la
generación de todos los animales como si apuntaran con un dedo a Su presencia en
Sus obras. Todas las cosas están hechas y ordenadas con una providencia singular, una
sabiduría divina, y con la destreza más admirable e incomprensible. Y a nadie pueden
referirse estos atributos más que al Todopoderoso” (Harvey,1989).
2. “Siempre ha sido mi deleite examinar los cuerpos de animales, y he pensado que
a partir de ello podemos obtener no sólo una ligera visión de los misterios más sutiles
de la naturaleza, sino también percibir una especie de imagen o reflejo del propio
Creador omnipotente” (Keynes 1966, 330).

René Descartes (1596-1650)
Precursor de la geometría analítica y de la filosofía moderna
1. Al principio de sus Meditaciones (1641/1950) Descartes escribió:
“Siempre he opinado que la preguntas sobre Dios y el Alma son las más importantes
que deberán de ser determinadas más con ayuda de la Filosofía que de la Teología;
ya que, aunque para nosotros los creyentes la fe nos es suficiente para creer que el
alma humana no perece con el cuerpo, y que Dios existe, sin embargo parece imposible persuadir a los infieles sobre la realidad de cualquier religión, o casi incluso de
cualquier virtud moral, a menos que en primer lugar esas dos cosas se les demuestren
por razón natural. Y ya que en esta vida hay frecuentemente más recompensas por
el vicio que por la virtud, pocos preferirían lo correcto a lo útil si no los limitara ni el
temor de Dios ni la esperanza en la otra vida” (Descartes, 1901).
2. “Es totalmente cierto que tenemos que creer en Dios porque también nos lo enseña la Sagrada Escritura. Por otro lado, debemos creer en la Sagrada Escritura porque
viene de Dios” (Descartes, 1950, Carta de la Dedicación).
3. “Y por esto, veo muy claramente que la certeza y la verdad de toda ciencia dependen únicamente del conocimiento del verdadero Dios, de tal manera que antes de
que yo lo conociera no podía tener un conocimiento perfecto de ninguna otra cosa. Y
ahora que lo conozco, tengo los medios para adquirir un conocimiento perfecto sobre
innumerables asuntos, así como sobre el mismo Dios y sobre otros objetos intelectuales de naturaleza corpórea” (Descartes, 1901, Meditación V).

 Blaise Pascal (1623-1662)
Precursor de la hidrostática, la hidrodinámica
y la teoría de probabilidades
1. En su libro Pensamientos (1660/1910), Blaise Pascal escribió: “Jesucristo es un Dios
a quien nos acercamos dejando el orgullo, y ante quien nos humillamos dejando la
desesperación” (Pascal 1910, No. 528).
2. “Jesucristo no hizo otra cosa que enseñar a los hombres a amarse entre ellos: esclavos, ciegos, enfermos, infelices, y pecadores. Que Él debía liberarlos, iluminarlos,
bendecirlos y sanarlos; que esto se lograría odiando al ego y siguiéndolo a Él a través
del sufrimiento y la muerte en la cruz. Sin Jesucristo, el hombre está en el vicio y en
la miseria; en Él está toda nuestra virtud y toda nuestra felicidad. Lejos de Él sólo hay
vicio, miseria, oscuridad, muerte, y desesperación” (Pascal, 1910, No. 545-546).
3. “El Cristianismo es extraño: le pide al hombre reconocer que es vil, incluso abominable, pero le ofrece el deseo de ser como Dios. Sin tal contrapeso, esta dignidad lo
haría horriblemente vano, o esta humillación lo haría terriblemente despreciable”
(Pascal, 1910, No. 537).
4. “El conocimiento de Dios sin el conocimiento de la miseria del hombre causa orgullo. El conocimiento de la miseria del hombre sin el conocimiento de Dios causa
desesperación. El conocimiento de Jesucristo constituye el punto de balance, porque
en Él encontramos tanto a Dios como a nuestra miseria” (Pascal, 1910, No. 527).
5. “Conocemos a Dios sólo por Jesucristo. Sin este mediador no habría comunión
con Dios; a través de Jesucristo conocemos a Dios. Todos aquellos que han aseverado
conocer a Dios y probar su existencia sin Jesucristo, han tenido sólo pruebas débiles.
Pero como prueba de Jesucristo tenemos las profecías, que son pruebas sólidas y
palpables. Y estas profecías, siendo cumplidas y demostradas como verdaderas por
los hechos, marcan la certeza de estas verdades y, por consiguiente, la divinidad de
Cristo. En Él, entonces, y a través de Él, conocemos a Dios” (Pascal, 1910, No. 547).
23
6. “No sólo conocemos a Dios únicamente por Jesucristo, sino que nos conocemos
a nosotros mismos sólo por Jesucristo. Conocemos la vida y la muerte sólo a través
de Jesucristo. Sin Jesucristo no sabemos lo que es nuestra vida, ni nuestra muerte,
ni Dios, ni nosotros mismos. Así, sin la Escritura, que tiene a Jesucristo como objeto
fundamental, no conocemos nada y sólo vemos oscuridad y confusión sobre la naturaleza de Dios y sobre nuestra propia naturaleza” (Pascal, 1910, No. 548).
7. Hay dos maneras de demostrar las verdades de nuestra religión; una por el poder
de la razón, y la otra por la autoridad de quien habla. No hacemos uso de la última,
pero sí de la primera. No decimos “esto debe creerse porque lo dice la Escritura, que
es divina”. Pero sí decimos que esto debe creerse por tales o cuales razones, las
que son argumentos débiles, ya que la razón puede torcerse hacia cualquier cosa“
(Pascal, 1910, No. 561). 

Robert Boyle (1627-1691)
Precursor de la química moderna
Las obras religiosas más significativas de Sir Robert Boyle son Algunas consideraciones
sobre el estilo en las Sagradas Escrituras (1661), La excelencia de la teología, comparada
con la filosofía natural (1674), y El cristiano virtuoso (1690). En su testamento, Robert
Boyle dejó fondos para ocho conferencias anuales (las famosas Conferencias Boyle,
que aún continúan) “para comprobar la religión cristiana contra infieles notorios”.
1. “Cuando examino con grandes telescopios las estrellas y planetas descubiertos
antigua y recientemente, cuando con excelentes microscopios escudriño la sutileza
inimitable de la obra de la naturaleza; y en pocas palabras, cuando estudio el libro de
la naturaleza con la ayuda de cuchillas anatómicas y con la luz de hornos químicos,
me encuentro continuamente compelido a exclamar con el Salmista: ‘¡Cuán grandes
y maravillosas son Tus obras, oh Señor! ¡En Tu sabiduría las has hecho todas!”
(Woodall, 1997, 32).
2. En La excelencia de la teología (1674), Boyle declaró: “La inmensidad, belleza y
orden de los cuerpos celestiales, la excelente estructura de los animales, las plantas
y otros fenómenos de la naturaleza, inducen al observador inteligente e imparcial a concluir que existe un Autor supremo, poderoso, justo y bueno” (Seeger, 1985, 183-184).
3. Boyle nunca encontró conflicto alguno entre la religión cristiana y la filosofía. (Por el
término filosofía los escritores del siglo xvii se referían a lo que hoy entendemos como
ciencia; ver Woodall, 1997). Boyle escribió: “Si hacemos a un lado las opiniones irracionales que se atribuyen injustamente a la religión cristiana, así como todos los conceptos erróneos repugnantes al cristianismo que han sido atribuidos supuestamente a la
filosofía, las contradicciones aparentes entre la Divinidad y la verdadera Filosofía serían
pocas, y ninguna en absoluto sería real” (Boyle, en Woodall, 1997, 32).

John Ray (1627-1705)
Precursor de la biología moderna y de la historia natural
1. En su libro La sabiduría de Dios manifestada en las obras de la Creación (1691),
John Ray escribió: “No hay mejor argumento de la existencia de una Deidad, o al
menos uno más palpable y convincente, que el arte y sabiduría admirables que se
revelan a sí mismos en el hacer y en la constitución, el orden y disposición, los fines
y usos de todas las partes y miembros de esta majestuosa obra del cielo y la tierra”
(Ray, 1717, parte I).
2. “Para un hombre libre no hay ocupación más digna y agradable que contemplar
la hermosura de la obra de la naturaleza, y honrar la infinita sabiduría y bondad de
Dios” (Graves, 1996, 66; Yahya, 2002).
3. “Nosotros alimentamos a nuestros cuerpos; así también nuestras almas deben ser
alimentadas: el alimento del alma es el conocimiento, especialmente el conocimiento
de las cosas de Dios, y las cosas relacionadas con su paz y felicidad eternas: la doctrina
cristiana, y la palabra de Dios leída y predicada. Como dice la Biblia (1 Pedro 2:2):
«Como niños recién nacidos, deseen sinceramente la leche de la Palabra para que
crezcan alrededor de ella»”. (Ray, 1717, 399).
4. “La vida de un cristiano es una guerra continua en la que nos enfrentamos a enemigos poderosos y vigilantes: el Demonio, el mundo, y esta carne corrupta que llevamos
con nosotros” (Ray, 1717, 401).
5. “Aquel que lucha valientemente con su armadura cristiana en contra de las tentaciones y asaltos de sus enemigos espirituales, y los repele; aquél que guarda puros
sus ropajes y su conciencia libre de ofensas al Señor y al hombre, gozará de la paz
perfecta aquí y de la garantía eterna” (Ray, 1717, 402).
Las principales obras teológicas de Ray son Persuasivo a una vida santa (1700) y los
tres Discursos físico-teológicos (1692).

4º DE ESO A + B

 

Hola a todos !!! aquí tenéis otro artículo que enumera diferentes científicos creyentes que vivieron en diferentes momentos de la historia, y que aportaron conocimientos importantes para el progreso científico. El artículo os puede servir para completar vuestro trabajo sobre Científicos creyentes.

 

 

9 Cientificos creyentes que marcaron la historia

 

 

9 Cientificos creyentes que marcaron la historia

¡Hola! Bendiciones… Para mi fue realmente sorprendente saber que grande de los descubrimientos científicos que hoy en día revolucionaron al mundo fueron por científicos cristianos. La historia de la ciencia está llena de personas creyentes.

 
Para mi es un honor compartir con ustedes estos grandes científicos cultos y intelecuales que revolucionaron al mundo con sus grandes descubrimientos afirmando cada uno que la existencia de todo lo que vemos fue hecho por Dios.
Tengo la certeza de que los descubrimientos científicos llevan al hombre más cerca de Dios, porque es imposible ver algo tan perfecto y dudar de que es obra de un ser supremo y allí es cuando entra Dios.
 
Francis Collins
 
Francis Collins
 
Fue ateo hasta los 27 años, El científico considera que los milagros son una “posibilidad real” y descartó que la ciencia sirva para refutar la existencia de Dios debido a que está confinada al mundo “natural”.
 
Es uno de los genetistas mas prominentes del mundo, el ayudo a completar una investigacion pionera en secuencias de ADN genes humanos.
 

Tambien es conocido por dirigir el famoso proyecto del genoma humano durante nueve años. En el año 2009 fue nombrado director de NATIONAL INSTITUTE OF HEALTH DE ESTADOS UNIDOS por el presidente OBAMA quien lo consideró como «uno de los mejores científicos del mundo. 

Albert Einstein
 
Albert Einstein (1879-1955)
 
Einstein es probablemente el mejor conocido y el más reverenciado científico del siglo veinte, y es relacionado con las revoluciones muy importantes en nuestro pensar en el tiempo, la gravedad, y la conversión de la materia en energía (E = mc2). Aunque nunca llegó a la creencia en un Dios personal.
 
La Encyclopedia Britannica dice de él: «Firmemente negando el ateísmo, Einstein expresó una creencia en el Dios de Spinoza que se revela a Sí Mismo en la armonía de lo que existe.«
 

En realidad esto motivó su interés en la ciencia, como una vez se lo comentó a un joven físico: «Quiero saber cómo Dios creó este mundo, no estoy interesado en este o ese fenómeno, en el espectro de este o ese elemento. Quiero conocer Sus ideas, el resto son detalles.» El epíteto famoso sobre el «Principio de incertidumbre» de Einstein era «Dios no juega dados» – y para él ésta era una declaración legítima sobre un Dios en el que él creía. Un famoso refrán suyo era que la «Ciencia sin religión está coja, religión sin ciencia está ciega.»

Johannes Kepler (1571-1630)
 
Johannes Kepler (1571-1630)
 
Fue un astrónomo y matemático alemán, considerado el fundador de la astronomía física y la óptica moderna. Su figura es recordada universalmente por haber elaborado la descripción de las leyes del movimiento de los planetas en su órbita.
 
Fue criado en una familia cristiana y de joven consideraba ser misionero protestante. Estudió teología en la Universidad de Tubinga y más tarde en 1594 ingresó a la escuela protestante de Graz donde trabajó como profesor de matemáticas.
 

Kepler, como científico y como creyente, creía en la causalidad (todo tiene una causa), y reconoció que Dios había diseñado el mundo con una armonía racional.

Galileo GALILEI (1564 – 1642)
 
Fue un notable astrónomo, físico, ingeniero, matemático y filósofo científico italiano especialmente reconocido por retomar, teorizar y popularizar la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico (1543). Es también destacado por sus contribuciones al estudio de los cuerpos celestes, tales como la luna, los planetas Venus Júpiter y el estudio de las manchas solares, además de que contribuyó a otras disciplinas del conocimiento como la resistencia de materiales y la ciencias del movimiento; la mecánica, la cinemática, la dinámica y el estudio de la cicloide. Aunado a esto, destaca por sus mejoras al telescopio y llegó a inventar el compás geométrico militar y el reloj de péndulo.
 

Muchas personas de hoy en día les gusta hablar de los descubrimientos de Galileo como si éstos hubiesen señalado una incompatibilidad entre la ciencia y la religión y como ello sirviera de ejemplo para cuestionar el papel de la religión. No obstante, quienes usan tales argumentos a su propia conveniencia, ignoran, consciente o inconscientemente, la historia de vida y trayectoria espiritual de Galileo, y a menudo olvidan que, de hecho, este astrónomo era un hombre profundamente religioso, un creyente intelectual, que hasta el fin de sus días manifestó sus creencias en el Dios de la cristiandad.

Isaac Newton
Isaac Newton (1643 -1727)
 
Fue un físico, matemático, inventor, astrónomo, teólogo y filósofo cristiano de nacionalidad inglesa. Es considerado uno de los padres de la ciencia moderna y muchos lo perciben como el mejor físicomatemático de la historia y el científico de que ha dejado el legado más valioso e influyente de todos los tiempos.
 
Isaac Newton creía que, tanto la Biblia, como el Universo mismo, eran un criptograma establecido por el Todopoderoso (Scheurer: 1988:14), y varios de sus manuscritos, que fueron principalmente narrados en latín, estaban firmados con la frase Jehová Sanctus Unus, que significa «Jehová Dios Único«.
 
La prioridad que él le daba a las Escrituras por encima de cualquier otro libro secular fue expresada claramente a sus cercanos, de tal forma que el matemático Robert Smith reportó una ocasión al profesor Richard Watson que en una ocasión Newton dijo:
 

«Consideramos que las Escrituras de Dios son la más sublime filosofía. Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana.» [Cit. en Watson, (1806), p. 57]

Lise Meitner
Lise Meitner (1878-1968)
 
Era una física austriaca que se doctoró en Viena. En 1912, se estableció en Berlín, donde fue ayudante de Max Plank y midió la longitud de onda de los rayos gamma. En 1917, fue profesora de física en la universidad de Berlín.
 
Es célebre por haber descubierto el protactinio en 1918, junto con Otto Hahn, y por las investigaciones que dirigió en Copenhague, junto con Otto Frisch, sobre las transmutaciones de elementos y especialmente sobre la fisión del uranio (1939). Además fue la segunda mujer que obtuvo un doctorado en Física por la Universidad de Viena
 

Nació en Viena el 7 de noviembre de 1878 en el seno de una familia judía que se convirtió posteriormente al cristianismo.

Francis Bacon

 

Francis Bacon (1561 -1626)
 
fue un científico, filósofo, político, abogado, juez, poeta y escritor británico. En el área científica se le recuerda como una de las figuras más destacadas en la formación del método científico y el razonamiento inductivo. Junto a René Descartes, es un personaje clave de la llamada «Revolución Científica», y por sus contribuciones, Bacon ha sido llamado «el padre del método científico moderno«, «el padre de la investigación científica moderna«, «el padre de la ciencia experimental» y el fundador de la filosofía moderna. En esencia:
 

Él ve la ciencia como una forma de aprender las verdades más profundas acerca de Dios, con el argumento de que «un poco de filosofía inclina la mente del hombre al ateísmo, pero la profundidad en la filosofía trae mentes de los hombres acerca de la religión«.

Gregor Mendel
Gregor Mendel (1822-1884)
Fue un monje agustiniano y científico experimental que describió los fundamentos matemáticos sobre las leyes de herencia biológica. Por sus incomparables aportaciones científicas, es recordado en la historia de la ciencia como «el padre del la genética moderna«.
 

Mendel realizó investigaciones totalmente innovadoras sobre la herencia genética, mucho antes de que se conociera convencionalmente la existencia de la estructura molecular y los cromosomas.

Nicolás Copérnico
Nicolás Copérnico (1473-1543)
Fue un importante astrónomo polaco prusiano, universalmente famoso por haber desarrollado la teoría del modelo heliocéntrico del sistema solar (también llamada teoría copernicana en su honor).

Como hemos visto, además de creer que «el universo ha sido forjado por un Creador sumamente bueno y ordenado», Copérnico señalaba que Dios debía ser adorado. 

Sólo queda decir que el Creador al que Copérnico reconocía ciertamente era el Dios del cristianismo, lo cual dejó entrever en su obra «Narrativo Prima» (1540), en la cual, al describir la excentricidad del sol, mencionó que él mismo esperaba la Segunda Venida de Jesucristo, como todos los cristianos.

Fuente: https://www.enghels.com/2015/12/9-cientificos-creyentes-que-marcaron-la.html

4º DE ESO A Y B

 

Hola a todos !!! aquí tenéis otro artículo que enumera diferentes científicos creyentes que vivieron en diferentes momentos de la historia, y que aportaron conocimientos importantes para el progreso científico. El artículo os puede servir para completar vuestro trabajo sobre Científicos creyentes.

 

 

9 Cientificos creyentes que marcaron la historia

 

 

9 Cientificos creyentes que marcaron la historia

¡Hola! Bendiciones… Para mi fue realmente sorprendente saber que grande de los descubrimientos científicos que hoy en día revolucionaron al mundo fueron por científicos cristianos. La historia de la ciencia está llena de personas creyentes.

 
Para mi es un honor compartir con ustedes estos grandes científicos cultos y intelecuales que revolucionaron al mundo con sus grandes descubrimientos afirmando cada uno que la existencia de todo lo que vemos fue hecho por Dios.
Tengo la certeza de que los descubrimientos científicos llevan al hombre más cerca de Dios, porque es imposible ver algo tan perfecto y dudar de que es obra de un ser supremo y allí es cuando entra Dios.
 
Francis Collins
 
Francis Collins
 
Fue ateo hasta los 27 años, El científico considera que los milagros son una “posibilidad real” y descartó que la ciencia sirva para refutar la existencia de Dios debido a que está confinada al mundo “natural”.
 
Es uno de los genetistas mas prominentes del mundo, el ayudo a completar una investigacion pionera en secuencias de ADN genes humanos.
 

Tambien es conocido por dirigir el famoso proyecto del genoma humano durante nueve años. En el año 2009 fue nombrado director de NATIONAL INSTITUTE OF HEALTH DE ESTADOS UNIDOS por el presidente OBAMA quien lo consideró como «uno de los mejores científicos del mundo. 

Albert Einstein
 
Albert Einstein (1879-1955)
 
Einstein es probablemente el mejor conocido y el más reverenciado científico del siglo veinte, y es relacionado con las revoluciones muy importantes en nuestro pensar en el tiempo, la gravedad, y la conversión de la materia en energía (E = mc2). Aunque nunca llegó a la creencia en un Dios personal.
 
La Encyclopedia Britannica dice de él: «Firmemente negando el ateísmo, Einstein expresó una creencia en el Dios de Spinoza que se revela a Sí Mismo en la armonía de lo que existe.«
 

En realidad esto motivó su interés en la ciencia, como una vez se lo comentó a un joven físico: «Quiero saber cómo Dios creó este mundo, no estoy interesado en este o ese fenómeno, en el espectro de este o ese elemento. Quiero conocer Sus ideas, el resto son detalles.» El epíteto famoso sobre el «Principio de incertidumbre» de Einstein era «Dios no juega dados» – y para él ésta era una declaración legítima sobre un Dios en el que él creía. Un famoso refrán suyo era que la «Ciencia sin religión está coja, religión sin ciencia está ciega.»

Johannes Kepler (1571-1630)
 
Johannes Kepler (1571-1630)
 
Fue un astrónomo y matemático alemán, considerado el fundador de la astronomía física y la óptica moderna. Su figura es recordada universalmente por haber elaborado la descripción de las leyes del movimiento de los planetas en su órbita.
 
Fue criado en una familia cristiana y de joven consideraba ser misionero protestante. Estudió teología en la Universidad de Tubinga y más tarde en 1594 ingresó a la escuela protestante de Graz donde trabajó como profesor de matemáticas.
 

Kepler, como científico y como creyente, creía en la causalidad (todo tiene una causa), y reconoció que Dios había diseñado el mundo con una armonía racional.

Galileo GALILEI (1564 – 1642)
 
Fue un notable astrónomo, físico, ingeniero, matemático y filósofo científico italiano especialmente reconocido por retomar, teorizar y popularizar la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico (1543). Es también destacado por sus contribuciones al estudio de los cuerpos celestes, tales como la luna, los planetas Venus Júpiter y el estudio de las manchas solares, además de que contribuyó a otras disciplinas del conocimiento como la resistencia de materiales y la ciencias del movimiento; la mecánica, la cinemática, la dinámica y el estudio de la cicloide. Aunado a esto, destaca por sus mejoras al telescopio y llegó a inventar el compás geométrico militar y el reloj de péndulo.
 

Muchas personas de hoy en día les gusta hablar de los descubrimientos de Galileo como si éstos hubiesen señalado una incompatibilidad entre la ciencia y la religión y como ello sirviera de ejemplo para cuestionar el papel de la religión. No obstante, quienes usan tales argumentos a su propia conveniencia, ignoran, consciente o inconscientemente, la historia de vida y trayectoria espiritual de Galileo, y a menudo olvidan que, de hecho, este astrónomo era un hombre profundamente religioso, un creyente intelectual, que hasta el fin de sus días manifestó sus creencias en el Dios de la cristiandad.

Isaac Newton
Isaac Newton (1643 -1727)
 
Fue un físico, matemático, inventor, astrónomo, teólogo y filósofo cristiano de nacionalidad inglesa. Es considerado uno de los padres de la ciencia moderna y muchos lo perciben como el mejor físicomatemático de la historia y el científico de que ha dejado el legado más valioso e influyente de todos los tiempos.
 
Isaac Newton creía que, tanto la Biblia, como el Universo mismo, eran un criptograma establecido por el Todopoderoso (Scheurer: 1988:14), y varios de sus manuscritos, que fueron principalmente narrados en latín, estaban firmados con la frase Jehová Sanctus Unus, que significa «Jehová Dios Único«.
 
La prioridad que él le daba a las Escrituras por encima de cualquier otro libro secular fue expresada claramente a sus cercanos, de tal forma que el matemático Robert Smith reportó una ocasión al profesor Richard Watson que en una ocasión Newton dijo:
 

«Consideramos que las Escrituras de Dios son la más sublime filosofía. Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana.» [Cit. en Watson, (1806), p. 57]

Lise Meitner
Lise Meitner (1878-1968)
 
Era una física austriaca que se doctoró en Viena. En 1912, se estableció en Berlín, donde fue ayudante de Max Plank y midió la longitud de onda de los rayos gamma. En 1917, fue profesora de física en la universidad de Berlín.
 
Es célebre por haber descubierto el protactinio en 1918, junto con Otto Hahn, y por las investigaciones que dirigió en Copenhague, junto con Otto Frisch, sobre las transmutaciones de elementos y especialmente sobre la fisión del uranio (1939). Además fue la segunda mujer que obtuvo un doctorado en Física por la Universidad de Viena
 

Nació en Viena el 7 de noviembre de 1878 en el seno de una familia judía que se convirtió posteriormente al cristianismo.

Francis Bacon

 

Francis Bacon (1561 -1626)
 
fue un científico, filósofo, político, abogado, juez, poeta y escritor británico. En el área científica se le recuerda como una de las figuras más destacadas en la formación del método científico y el razonamiento inductivo. Junto a René Descartes, es un personaje clave de la llamada «Revolución Científica», y por sus contribuciones, Bacon ha sido llamado «el padre del método científico moderno«, «el padre de la investigación científica moderna«, «el padre de la ciencia experimental» y el fundador de la filosofía moderna. En esencia:
 

Él ve la ciencia como una forma de aprender las verdades más profundas acerca de Dios, con el argumento de que «un poco de filosofía inclina la mente del hombre al ateísmo, pero la profundidad en la filosofía trae mentes de los hombres acerca de la religión«.

Gregor Mendel
Gregor Mendel (1822-1884)
Fue un monje agustiniano y científico experimental que describió los fundamentos matemáticos sobre las leyes de herencia biológica. Por sus incomparables aportaciones científicas, es recordado en la historia de la ciencia como «el padre del la genética moderna«.
 

Mendel realizó investigaciones totalmente innovadoras sobre la herencia genética, mucho antes de que se conociera convencionalmente la existencia de la estructura molecular y los cromosomas.

Nicolás Copérnico
Nicolás Copérnico (1473-1543)
Fue un importante astrónomo polaco prusiano, universalmente famoso por haber desarrollado la teoría del modelo heliocéntrico del sistema solar (también llamada teoría copernicana en su honor).

Como hemos visto, además de creer que «el universo ha sido forjado por un Creador sumamente bueno y ordenado», Copérnico señalaba que Dios debía ser adorado. 

Sólo queda decir que el Creador al que Copérnico reconocía ciertamente era el Dios del cristianismo, lo cual dejó entrever en su obra «Narrativo Prima» (1540), en la cual, al describir la excentricidad del sol, mencionó que él mismo esperaba la Segunda Venida de Jesucristo, como todos los cristianos.

Fuente: https://www.enghels.com/2015/12/9-cientificos-creyentes-que-marcaron-la.html

4º DE ESO A + B

Os dejo la tarea que contará para la nota de la tercera evaluación. En la línea de lo que hemos venido trabajando a lo largo del curso, la reflexión sobre la relación entre ciencia y religión, os propongo investigar ahora sobre los científicos creyentes más importantes de la historia. Como hemos hecho otras veces, tenéis que recopilar la información y organizarla en un POWERPOINT. El mínimo son 10 diapositivas, que podéis distribuir como queráis. Tendréis todo el mes de mayo para hacer la tarea. Cada martes, en la hora de clase que nos corresponde, os iré dejando información para que podáis completar el trabajo, y estaré disponible por TEAMS para resolver las dudas que tengáis. Para empezar, aquí teneis algunos enlaces que os pueden servir para ir dando forma a vuestro trabajo: 

 

 

https://www.godandscience.org/apologetics/sciencefaith-es.html

 

https://es.aleteia.org/2018/05/26/estos-5-cientificos-catolicos-dieron-forma-a-nuestra-comprension-del-mundo/

 

https://www.quo.es/ciencia/g71062/grandes-descubrimientos-cientificos-protagonizados-por-el-clero/

 

http://apologeticacatolica.org/Ateismo/ateismo23.htm

 

 

4º DE ESO A + B

Os dejo nuevo material para completar el trabajo sobre cientificos cristianos. En esta ocasión os dejo algunos vídeos en los que se presentan diferentes científicos creyentes. En el último vídeo encontrareis una entrevista al neurocientífico David del Rosario, que explica en pocas palabras su forma de creer en Dios amparándose en la ciencia. 

4º DE ESO A Y B

 

Os dejo la tarea que contará para la nota de la tercera evaluación. En la línea de lo que hemos venido trabajando a lo largo del curso, la reflexión sobre la relación entre ciencia y religión, os propongo investigar ahora sobre los científicos creyentes más importantes de la historia. Como hemos hecho otras veces, tenéis que recopilar la información y organizarla en un POWERPOINT. El mínimo son 10 diapositivas, que podéis distribuir como queráis. Tendréis todo el mes de mayo para hacer la tarea. Cada martes, en la hora de clase que nos corresponde, os iré dejando información para que podáis completar el trabajo, y estaré disponible por este medio para resolver las dudas que tengáis. Para empezar, aquí teneis algunos enlaces que os pueden servir para ir dando forma a vuestro trabajo: 

 

 

https://www.godandscience.org/apologetics/sciencefaith-es.html

 

https://es.aleteia.org/2018/05/26/estos-5-cientificos-catolicos-dieron-forma-a-nuestra-comprension-del-mundo/

 

https://www.quo.es/ciencia/g71062/grandes-descubrimientos-cientificos-protagonizados-por-el-clero/

 

http://apologeticacatolica.org/Ateismo/ateismo23.htm

4º DE ESO A + B

A lo largo del curso nos hemos preguntado cómo será la humanidad del futuro. Hemos trabajado películas como INTERSTELLAR que presentan situaciones que hasta hace poco más de un mes parecían ciencia ficción. Como resultado de la situación que estamos viviendo, surgen muchas preguntas sobre lo que ocurrirá en el futuro y hacia donde avanzará la humanidad. 

Como actividad para hoy os dejo un documental de la serie «Soñar el futuro», que se ocupa en concreto del tema de la educación. 

Os propongo reflexionar sobre este tema. La tecnología nos ayudará en la educación del futuro, pero… ¿es suficiente?

Esta actividad no será evaluable. 

 

4º DE ESO A + B

 

A lo largo del curso nos hemos preguntado cómo será la humanidad del futuro. Hemos trabajado películas como IN TIME que presentan situaciones que hasta hace poco más de un mes parecían ciencia ficción. Como resultado de la situación que estamos viviendo, surgen muchas preguntas sobre lo que ocurrirá en el futuro y hacia donde avanzará la humanidad.

Como actividad para hoy os dejo un documental de la serie «Soñar el futuro», que se ocupa en concreto del tema de la educación.

Os propongo reflexionar sobre este tema. La tecnología nos ayudará en la educación del futuro, pero… ¿es suficiente?

Esta actividad no será evaluable.

 

 

4º DE ESO A + B

 Para profundizar en el tema «Ciencia y Religión» que hemos ido tratando a lo largo del curso, os propongo para hoy la lectura del artículo del mismo nombre, en el que se habla de la compatibilidad de ambas disciplinas. 

Enlace:

https://elpais.com/elpais/2017/05/12/ciencia/1494581585_827393.html

 

 

4º DE ESO A + B

 

Para profundizar en el tema «Ciencia y Religión» que hemos ido tratando a lo largo del curso, os propongo para hoy la lectura del artículo del mismo nombre, en el que se habla de la compatibilidad de ambas disciplinas. 

 

Enlace:

 

https://elpais.com/elpais/2017/05/12/ciencia/1494581585_827393.html

4º DE ESO A + B

 

CANCIONES PARA LA ESPERANZA

En la línea de lo que hemos hecho en otros cursos, os propongo reflexionar a partir de la música. He llamado a esta actividad «Canciones para la esperanza» y la llevaremos a cabo los de 4º de ESO y  1º de Bachillerato. Se trata de que busquéis canciones que hablen de esperanza, que manden un mensaje positivo en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo. 

Habilitaré en esta página un apartado con el mismo nombre, para ir colgando las canciones que me mandéis. 

Esta actividad es voluntaria y no evaluable, pero os animo a participar a todos, creo que puede ser muy interesante. 

Podéis mandarme el enlace del vídeo de la canción a:

 religionalbadetormes@gmail.com

Para empezar os dejo esta canción de Saurom, «Soñando contigo». 

4º DE ESO A + B

 

CANCIONES PARA LA ESPERANZA

En la línea de lo que hemos hecho en otros cursos, os propongo reflexionar a partir de la música. He llamado a esta actividad «Canciones para la esperanza» y la llevaremos a cabo los de 3º y 4º de ESO. Se trata de que busquéis canciones que hablen de esperanza, que manden un mensaje positivo en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo.

Habilitaré en esta página un apartado con el mismo nombre, para ir colgando las canciones que me mandéis.

Esta actividad es voluntaria y no evaluable, pero os animo a participar a todos, creo que puede ser muy interesante.

Podéis mandarme el enlace del vídeo de la canción a:

religionvillamayor@hotmail.com

Para empezar os dejo esta canción de Saurom, «Soñando contigo».

 

 

 

4º DE ESO A + B

TERMINAR EL POWERPOINT SOBRE EL ATEÍSMO. 

ENVIARLO A: religionvillamayor@hotmail.com

Muy importante: Los trabajos eran por parejas, pero ahora tendréis que completarlos por separado. cada uno el suyo. 

Por lo tanto, cada uno me tiene que enviar su propio trabajo. 

Plazo: antes del jueves 19 de Marzo de 2020

4º ESO A Y 4º ESO B

LECTURA COMPLETA DEL TEXTO: 

LAS NARRACIONES EVANGÉLICAS DE LA PASIÓN DE JESÚS

 

 

(JPG)

 

Pasión y Resurrección de Je­sús fue el núcleo de la predicación cris­tiana de los primeros días; los seguido­res del crucificado no sólo no se aver­gonzaron de la cruz de su Maestro, sino que la convirtieron en centro de su fe y de su anuncio; en ella vieron, tanto o más que la acción criminal humana, el lugar de la fuerza creadora de Dios que dio nueva vida al Mesías asesinado y en él a todos los que creyesen.

Por eso la predicación de la cruz no fue nunca una pura información, sino sobre todo una llamada a la conversión, a la fe; nunca se trataba de una presen­tación distante o aséptica de un proceso más o menos injusto, sino de su inter­pretación, de la búsqueda de su sentido.

A partir de un determinado mo­mento la predicación y catequesis cris­tiana comienzan a tomar forma escrita. Probablemente la Pasión fue la primera parte de los evangelios en ser redactada; luego se le antepondría el camino de Je­sús hacia Jerusalén con sus predicciones del ajusticiamiento, y finalmente la acti­vidad del profeta en Galilea debidamen­te introducida por la actividad del otro gran profeta de la época, Juan el Bautis­ta. Curiosa composición «hacia atrás», cuyo resultado es «una narración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús con una introducción detallada» (M.Káhler).

Los evangelios se compusieron para creyentes concretos, comunidades situa­das en un determinado contexto geo­gráfico, histórico y cultural, con sus lu­ces y sombras, sus fidelidades y sus defi­ciencias. Cada evangelio lleva la marca de esa vida de la comunidad destinataria y del esfuerzo del correspondiente evangelista por ofrecer la orientación que el grupo en ese momento precisa.

Como no podía ser menos, esto se observa también en la presentación de la pasión de Jesús. No parece casual que Lucas presente a Jesús intercediendo por los que le crucifican (Le 23,34); o que Mateo ponga una defensa de Jesús pre­cisamente en boca de la pagana mujer De Pilatos (Mt 27,19) y éste se lave las I manos (27,24).

En su conjunto, los cuatro relatos de la pasión ofrecen un itinerario semejante. Jesús, después de la cena, se retira a Getsemaní; allí es apresado por soldados del templo guiados por Judas; a continuación conducen a Jesús a casa del sumo sacerdote, donde tiene lugar un interrogatorio y -según Mc y Mt una condena a muerte por blasfemia; seguidamente es entregado a la autoridad civil romana -Poncio Pilato-, la cual escucha las acusaciones de los judíos y, de mala gana, le condena a muerte; finalmente es conducido al monte de la calavera y crucificado junto con dos sediciosos. Con algunas variantes, los evangelios hablan, además de las burlas y ultrajes que inflingen a Jesús tanto los soldados del sumo sacerdote como los del procurador romano.

Pero cada evangelista tiene algún material peculiar que inserta en la se­cuencia común en función del propio mensaje. Y, en la transmisión de los ma­teriales comunes, encontramos en cada narración pequeños matices o variantes que cumplen el mismo servicio.

MARCOS O LA PARADOJA DEL MESÍAS SUFRIENTE

El relato de Marcos ofrece una vi­veza más típica del estilo oral que de una elaboración teológico-literaria; quedan cabos por atar, hay frases ambi­guas, saltos inesperados. Pero quizá ra­dique aquí su genialidad: capacidad de comunicar un mensaje propio con un mínimo de recursos.

a) La crudeza de los hechos.

(JPG)En la pasión según Marcos escasean las referencias explicativas veterotestamentarías y falta todo intento de suavi­zar lo que en sí mismo es hiriente. Cuando Jesús es apresado todos sus dis­cípulos le abandonan (14,50); posterior­mente Pedro le niega con maldiciones y juramentos (14,71); y las burlas en el palacio de Caifás y en el de Pilato son inmisericordes (14,65; 15,16-19).

Particularmente desgarradora es la muerte de Jesús en la cruz; su última expresión es una queja al Padre que le ha abandonado (15,34), y expira dando un grito inarticulado (15,37).

Los acontecimientos del calvario están enmarcados entre la imposición de la cruz a Simón de Cirene (15,21) y la observación a distancia de unas mujeres (15,40); pero uno y otras no figuran aquí en cuanto discípulos -eso se dará en Lucas-, sino en cuanto garantes de la tradición que el evangelista ofrece. b) La desconcertante revelación mesiánica.

A lo largo del evangelio, Jesús ha evitado aparecer como Mesías; ha im­puesto secreto sobre sus milagros (1,44), sobre la transfiguración (9,9), sobre la confesión de Pedro (8,30). Ahora, en cambio, humillado por el Sanedrín e in­terrogado por Caifás acerca de su mesianídad, responde afirmativamente: «yo soy» (14,62).

Justamente a esta autoconfesión van a seguir la condena a muerte, las burlas, la entrega al gobernador pagano y la nueva condena seguida de la ejecu­ción; es el trato más antimesíánico que pudiera imaginarse. Y la extrañeza no tiene límites cuando, tras haber presen­ciado la muerte más escandalosa, el centurión confiese que «verdaderamente este hombre era Hijo de Dios» (15,39).

c) Más allá de las apariencias.

La palabra última no la tienen los sacerdotes y escribas que se mofan del crucificado (15,31-32), ni los soldados que le han escarnecido (15,16-19), sino Dios que se hace presente en el miste­rioso fracaso de su Hijo. El Dios que «vi­ve en la nube oscura» (1Re 8,12) se hace ahora presente en la tiniebla universal de mediodía (Me 15,33). Y la promesa de Jesús de destruir el templo y edificar uno nuevo -materia de acusación en el proceso (14,57)- encuentra su realiza­ción al rasgarse el velo (15,38): Dios se ha acercado definitiva e insuperable­mente al mundo mediante la humilla­ción (y exaltación) de Jesús.

MATEO O LA CRISIS DEL ANTIGUO PUEBLO DE DIOS

Mateo es el sinóptico más doctri­nal; de ahí su tendencia a la claridad y su cúmulo de citas y alusiones bíblicas explicativas. Su constante contraposi­ción entre Israel y la Iglesia indica clara­mente en qué situación compone su evangelio: Jerusalén ya ha sido destrui­da (en torno al año 70) y la Iglesia ha roto con la sinagoga (hacia el año 80).

a) Narración sin ambigüedades u oscuridades.

Según Mateo, Jesús tiene una pala­bra para con Judas: «amigo, ¿a qué has venido?» (26,50); el que saca la espada es «uno de los que estaban con Jesús» (26,51) y no simplemente «uno de los presentes» (cf. Me 14,47); los que aban­donan a Jesús y huyen no son designa­dos por el impreciso «todos» (cf.Mc 14,50), que podría incluir a los enemi­gos, sino «todos sus discípulos» (Mt 26,56).

Llevado de ese deseo de claridad, Mateo separa muy netamente el proceso judío del proceso romano, insertando entre ambos el suicidio de Judas, símbo­lo de un pueblo que, al rechazar a Jesús, se autodestruye. Y, para dejar claro que los responsables de la muerte de Jesús son los judíos, inserta un episodio ausenté en los otros evangelios: Pilato la­vándose las manos (27,24-25).

b) Destaca el cumplimiento de las Escrituras.

Dirigiéndose a una comunidad pre­dominantemente judeocristiana, Mateo sabe cómo destacar que Jesús es el Me­sías inconfundible: constatando una y otra vez el cumplimiento de las Escritu­ras. Tras el beso de Judas hay ya un eco de Sal 55,13ss: «si el enemigo me ultra­jara…, pero eres tú, un hombre de los míos». Inmediatamente antes de salir de Getsemaní, Jesús indica expresamente que renuncia a toda defensa, pues de lo contrario, «¿cómo se cumplirían las Es­crituras?» (26,54); e inmediatamente re­calca que «todo esto sucedió para que se cumpliesen las Escrituras de los profe­tas» (14,56).

La venta de Jesús por treinta mone­das es contemplada por Mateo como el cumplimiento de un oráculo profético (Jr 32,6-9). Dentro de esta perspectiva veterotestamentaria tienen en Mateo especial importancia las referencias bí­blicas que se combinan en la respuesta de Jesús al sumo sacerdote: hijo del hombre, a la derecha del poder de Dios, viniendo sobre las nubes del cielo; es in­confundible la referencia al Mesías davídico del Salmo 110 y a la figura mesiánica de Dn 7: «uno como hijo de hombre viniendo sobre las nubes del cielo», que ; es interpretado como aquél que queda i entronizado tras privar de su poder a las fuerzas del mal que dominan el mundo. En las escenas del calvario las alu­siones y citas bíblicas se multiplican. A Jesús se le da a beber no ya vino con mirra (cf. Me 15,23) sino con hiél (Mt 27,34) con lo que se cumple lo dicho en Sal 69,21. Los que pasan cerca del cruci­ficado «menean sus cabezas» (Mt 27,39) y los sumos sacerdotes se mofan de la confianza que Jesús tuvo en Dios (Mt 27,43: «se fió de Dios, que le libre si tan­to le quiere»), con lo cual unos y otros dan cumplimiento a lo dicho en el Sal­mo 22,7-8.

c) Israel y la Iglesia recorren caminos divergentes.

Esta constante referencia a las es­peranzas de Israel hace más patente la mesianidad de Jesús y, en consecuencia, magnífica el pecado de Israel al recha­zarle. En el proceso ante el sumo sacer­dote, la respuesta de Jesús respecto de su mesianidad reviste una forma espe­cial: «tú lo has dicho» (Mt 26,64); es el símbolo de Israel que confiesa a Jesús como Mesías y a continuación lo conde­na a muerte.

La escena de la mujer de Pilatos es particularmente significativa. Ella, una pagana, defiende a Jesús y le confiesa justo (27, 19), mientras que los sacerdo­tes y ancianos azuzan al pueblo para que pida su muerte (27,20). Con ello se le está diciendo al judaismo que ha per­dido su categoría de pueblo mesíánico y ésta ha pasado a otra «etnia» (cumplién­dose así la sentencia sobre los viñadores homicidas; cf. Mt 21,43). Esta culpa co­lectiva del pueblo judío se explícita in­superablemente en su aceptación de la propia responsabilidad en el proceso: «todo el pueblo dijo: caiga su sangre so­bre nosotros y sobre nuestros hijos» (27,25). Para Mateo no cabe la menor duda: el pueblo de Israel ya no es pue­blo mesíánico; las viejas promesas no lo sitúan en ventaja frente al paganismo; cada judío, como cada pagano, necesita la conversión, que ahora reviste la for­ma de confesión de Jesús como Mesías.

Esta distancia entre judaísmo e iglesia se ahonda en el calvario, cuando, ante el crucificado, los judíos se burlan de que Elías no viene a salvar a Jesús (27,49) y de que éste, que salvó a otros, no es capaz de bajar de la cruz (27,42); son burlas que contrastan con el temor reverencial del centurión y los que íe acompañan, que, ante lo sucedido, ex­claman: «verdaderamente este hombre era Hijo de Dios» (27,54).

Estos caminos paralelos Mateo los subraya igualmente con la anotación de historias judías extrañas a la Iglesia; es característica la expresión «hasta el día de hoy», con la que hace referencia al campo de sangre (27,8) y al rumor de que los discípulos robaron el cadáver de Jesús (28,15).

d) La interpretación escatológica de la muerte de Jesús.

La respuesta de Jesús al sumo sa­cerdote sobre su mesianidad tiene en Mateo un matiz que no hemos encon­trado en Marcos: «desde ahora veréis al Hijo del Hombre…». Para Mateo la muer­te de Jesús cambia las edades de la his­toria; el viejo mundo ha pasado. Esto se subraya igualmente con los motivos apocalípticos del calvario que este evan- gelio resalta especialmente: tinieblas so­bre toda la tierra (27,45), ruptura del velo del templo, terremoto, resquebraja­miento de las rocas (27,51), apertura de sepulcros y resurrección de difuntos santos (27,52).

De este modo Mateo interpreta la muerte de Jesús como la intervención divina decisiva sobre la historia. Se repi­ten los signos teofánicos del Éxodo (Ex 19,18) y los descritos por los salmos (Sal 18,8; 114,7), y se da cumplimiento a la vieja profecía de Ezequiel: «yo mismo abriré vuestros sepulcros y os haré salir de ellos» (Ez 37,12s).

LUCAS: EL MAESTRO MODÉLICO EDUCA AL DISCÍPULO

Las características generales del tercer evangelio quedan más acentua­das, si cabe, en la narración de la Pasión. Como buen escritor de historia, el autor busca el orden y la lógica, y evita todo lo que pueda implicar confusión. Con frecuencia mejora literariamente las fuentes de que dispone, pero sobre todo destaca su delicadeza para con Jesús y su deseo de edificar a la comunidad lec­tora.

a) Supresión de «estridencias».

No es que el tercer evangelista quiera ignorar lo hipócrita y brutal del proceso y ejecución del Maestro, pero de acuerdo con su habitual tendencia pe­dagógica lima las expresiones. En él pa­rece que el beso de Judas se queda en un intento (Lc 22,47-48). Pedro niega a Jesús, pero sin juramento (Lc 22,54-60), y, al narrar su arrepentimiento antes de las burlas infligidas a Jesús, el autor deja claro que Pedro es un pecador arrepen­tido y no forma parte de los que insul­tan a Jesús.

Entre las burlas a Jesús en el atrio del sumo sacerdote (Lc 22,63-64) no se mencionan los esputos ni las bofetadas de que hablan Mateo y Marcos. Y las burlas por los soldados de Pilatos son sencillamente ignoradas. La flagelación se insinúa (23,22), pero no se narra. En esta línea de delicadeza hay que notar que Lucas desconoce el grito des­garrador de Jesús en la cruz; en su lugar se encuentra una piadosa cita del Sal 31,5: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».

b) Jesús inocente y paciente.

Probablemente la comunidad lucana sufre persecución por sus conciuda­danos y el autor les ofrece un modelo de paciencia y bondad. Jesús no sólo no participa en la resistencia de los discípu­los que quieren defenderle, sino que in­cluso cura la oreja al enemigo herido (Le 22,51).

La mirada de Jesús a Pedro en el atrio del sumo sacerdote (Le 22,61) no es un gesto de reproche sino de cariño, que conduce a Pedro a la conversión. Igualmente su mansedumbre en la cru­cifixión y frente a quienes le insultan, y su súplica de perdón para los enemigos que «no saben lo que hacen» (23,34) causa la conversión del buen ladrón (23,42).

En el proceso civil se recalca una y otra vez la ausencia de culpa en Jesús. Tras una primera confesión de inocencia por parte de Pilato (23,4), Jesús es en­viado a Herodes, el cual tampoco en­cuentra culpa alguna en Jesús (23,15); un último intento de claridad por parte de Pilato lleva al mismo resultado (23,22). En el calvario es el buen ladrón quien confiesa que Jesús «no ha hecho nada malo» (23,41). Finalmente, de ma­nera sorprendente, la exclamación del centurión no es, como en Mateo y Mar­cos, una confesión de fe en Jesús, sino el reconocimiento de su inocencia: «verda­deramente este hombre era justo» (23,47).

La ejemplaridad de Jesús queda fi­nalmente subrayada por su modo de afrontar la muerte. No hay un lamento frente a un Dios que se olvide de su Hi­jo, ni un grito inarticulado de desespe­ración. En lugar de los tintes de tragedia que se encuentran en los otros dos sinópticos, Lucas resalta el abandono confiado de Jesús en manos del Padre (23,46).

c) Llamada al auténtico discipulado.

En el texto lucano de la pasión hay una invitación permanente a tomar par­te en lo que está sucediendo y un repro­che enérgico y callado a quien quiera ser mero espectador; es el caso del rey Herodes, a quien Jesús ni siquiera dirige una palabra (23,9). El evangelista anticipa el «arrepen­timiento» de Pedro para que pueda se­guir los acontecimientos desde la acti­tud correcta de pecador convertido. Y las mujeres de Jerusalén participan en la pasión con su llanto y lamento, y escuchando la recomendación del Maestro (23,27-31).

Al mencionar a Simón de Cirene, el evangelista omite que le «forzasen» (cf. Me 15,21; Mt 27,32), y le presenta «lle­vando la cruz detrás de Jesús» (Le 23,26) como auténtico discípulo (cf. Le 9,23; 14,27). Finalmente, los que vuelven del calvario se dan golpes de pecho (23,48), la clásica señal de conversión. Con ello el evangelista dice al lector que no se puede permanecer indiferente ante lo que se acaba de contemplar, sino que debe captarse una llamada al cambio de vida.

 

JUAN, O LA MAJESTAD DEL AJUSTICIADO

El cuarto evangelio, aun más que los sinópticos, está transido de la fe en la gloría de Jesús, el Hijo de Dios. Esto da a la narración de la pasión un tono muy peculiar, de modo que el Jesús pa­ciente es simultáneamente el Jesús resu­citado, con un cierto peligro de encubrir su verdadera humanidad. La lejana afir­mación «nadie me quita la vida, sino que yo la doy; tengo poder para darla y poder para recuperarla» (Jn 10,18) está presente a lo largo de todo el proceso y ejecución.

a) Jesús vive la pasión como «Señor».

Al inicio de la pasión en Getsemaní ya se afirma que «Jesús conoce todo lo que va a venir sobre él» (18,4). Y en la discusión acerca de quién debe juzgarle (18,31), aparece igualmente su sobera­nía sobre cuanto sucede: él había indi­cado previamente que tenía que ser «le­vantado en alto» (cf.3,14; 8,28; 12,34); ahora se cumple su pa­labra al respecto (18,32). La pasión es designada frecuentemente por Je­sús como «su hora», hora que se define como la de su glorificación (12,23: «ha llegado la hora de que sea glorifi­cado…»; 17,1: «ha llega­do la hora; glorifica a tu Hijo…»).

El cuarto evangelio está transido de la fe en la gloria de Jesús, lo que da a la narración de la pasión un tono muy peculiar, de modo que el Jesús paciente es simultáneamente el Jesús resucitado.

Todavía en Getse­maní, ante quienes vienen a prenderle, pronuncia Jesús su tri­ple «yo soy», el nombre de Dios en Ex 3,14; al oír este nombre los presentes retroceden y caen por tierra.

Jesús aparece como el director del drama representado, de modo que sólo se atreven a prenderle una vez que él ha expresado su decisión de «beber el cáliz» (18,11), y todo concluye cuando él da la orden de ’bajar el telón’: «está cumplido» (19,30).

b) Jesús es Rey y Juez.

En el cuarto evangelio tiene una es­pecial extensión el proceso ante Pilato (18,28-19,16). Algunos lo dividen en sie­te cuadros, según los movimientos de entrada y salida de Pilato. El interroga­torio versa sobre la realeza de Jesús: hasta nueve veces aparece en este epi­sodio la Palabra basiléus (=rey). Como en los otros evangelios, Jesús recibe una corona y un manto rojo (19,2), símbolos regios con los que es presentado al pue­blo (19,5) y de los que -a diferencia de los sinópticos- ya no se le despojará.

Al final de esta comparecencia, Pi­lato mismo hace que Jesús se siente so­lemnemente en el tribunal (19,13), con lo que el evangelista subraya su catego­ría de juez. La escena se corona medían­te la presentación inconfundible de Je­sús al pueblo: «aquí tenéis a vuestro Rey» (19,15).

La discusión sobre la realeza de Je­sús reaparece en relación con el título de la cruz, rechazado por los judíos pero declarado intocable por Pilato: «lo escri­to escrito está» (19,22). Y, para que no quede duda respecto de la universalidad de dicho reinado, se hace notar que to­dos pueden leer el letre­ro por estar en las tres lenguas entonces usadas en Palestina (19,20).

c) Jesús Cordero Pascual, testigo, «alter ego» del Padre.

Un viejo problema de datación de la muer­te de Jesús reside en la diferencia entre Juan y los sinópticos; mientras que, según éstos, Jesús cena con sus discípulos el cordero pascual un día antes de morir, el cuarto evangelista hace que la muerte de Jesús sea simul­tánea con el sacrificio de los corderos (cf. Jn 18,28). Esta identificación de Je­sús con el cordero el autor la lleva ade­lante aplicándole el texto de Ex 12,46: «no le quebrarán ningún hueso», texto originariamente referido al cordero pas­cual y ahora a Jesús en la cruz.

El sumo sacerdote interroga a Jesús por su doctrina (18,19), y Jesús se maní-fiesta como revelador universal: ha ha­blado al mundo, y en especial a los judí­os en la sinagoga y en el templo. El re­chazo de ese testimonio por los judíos se manifiesta en la bofetada infligida a Jesús. A pesar de ello, él reafirma ante Pilato su condición de «testigo de la verdad» (18,37).

Pero la verdad que Jesús manifiesta es el Padre; su «ser la verdad» (14,6), es transparentar a Dios (14,9: «quien me ha visto ha visto al Padre»). Por ello, la lan­zada en el costado de Jesús (19,34) es el cumplimiento de la profecía de Yahvé sobre sí mismo en Zac 12,10; «me mira­rán a mí, a quien traspasaron»; traspasar a Jesús es traspasar al Padre.

d) Jesús crucificado, vida de la Iglesia.

Es frecuente en el cuarto evangelio la simbolización de los sucesos de la vi­da de Jesús en orden a fundamentar los sacramentos de la iglesia. La afirmación de que, por la lanzada, brotan sangre y agua del costado de Jesús es una muy probable referencia a los sacramentos del bautismo (agua) y eucaristía (san­gre). Los Santos Padres veían en Cristo muerto en la cruz el antitípo de Adán dormido, de cuyo costado nació su es­posa Eva; ahora es la iglesia esposa la que nace del costado de Cristo.

También son muy del gusto del i evangelista las expresiones de doble sentido, de las que nos ofrece una muy bella en Jn 19,30: «inclinando la cabeza entregó el Espíritu». El ’expirar’ de Jesús es simultáneamente el primer Pentecos­tés; Jesús ya ha sido «levantado en alto» (cf. Jn 3,14), es decir, exaltado y gloríficado; por ello ya hay Espíritu para la Iglesia (cf. Jn 7,39).

4º ESO A + B

LECTURA COMPLETA DEL TEXTO: 

LAS NARRACIONES EVANGÉLICAS DE LA PASIÓN DE JESÚS

 

 

(JPG)

 

Pasión y Resurrección de Je­sús fue el núcleo de la predicación cris­tiana de los primeros días; los seguido­res del crucificado no sólo no se aver­gonzaron de la cruz de su Maestro, sino que la convirtieron en centro de su fe y de su anuncio; en ella vieron, tanto o más que la acción criminal humana, el lugar de la fuerza creadora de Dios que dio nueva vida al Mesías asesinado y en él a todos los que creyesen.

Por eso la predicación de la cruz no fue nunca una pura información, sino sobre todo una llamada a la conversión, a la fe; nunca se trataba de una presen­tación distante o aséptica de un proceso más o menos injusto, sino de su inter­pretación, de la búsqueda de su sentido.

A partir de un determinado mo­mento la predicación y catequesis cris­tiana comienzan a tomar forma escrita. Probablemente la Pasión fue la primera parte de los evangelios en ser redactada; luego se le antepondría el camino de Je­sús hacia Jerusalén con sus predicciones del ajusticiamiento, y finalmente la acti­vidad del profeta en Galilea debidamen­te introducida por la actividad del otro gran profeta de la época, Juan el Bautis­ta. Curiosa composición «hacia atrás», cuyo resultado es «una narración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús con una introducción detallada» (M.Káhler).

Los evangelios se compusieron para creyentes concretos, comunidades situa­das en un determinado contexto geo­gráfico, histórico y cultural, con sus lu­ces y sombras, sus fidelidades y sus defi­ciencias. Cada evangelio lleva la marca de esa vida de la comunidad destinataria y del esfuerzo del correspondiente evangelista por ofrecer la orientación que el grupo en ese momento precisa.

Como no podía ser menos, esto se observa también en la presentación de la pasión de Jesús. No parece casual que Lucas presente a Jesús intercediendo por los que le crucifican (Le 23,34); o que Mateo ponga una defensa de Jesús pre­cisamente en boca de la pagana mujer De Pilatos (Mt 27,19) y éste se lave las I manos (27,24).

En su conjunto, los cuatro relatos de la pasión ofrecen un itinerario semejante. Jesús, después de la cena, se retira a Getsemaní; allí es apresado por soldados del templo guiados por Judas; a continuación conducen a Jesús a casa del sumo sacerdote, donde tiene lugar un interrogatorio y -según Mc y Mt una condena a muerte por blasfemia; seguidamente es entregado a la autoridad civil romana -Poncio Pilato-, la cual escucha las acusaciones de los judíos y, de mala gana, le condena a muerte; finalmente es conducido al monte de la calavera y crucificado junto con dos sediciosos. Con algunas variantes, los evangelios hablan, además de las burlas y ultrajes que inflingen a Jesús tanto los soldados del sumo sacerdote como los del procurador romano.

Pero cada evangelista tiene algún material peculiar que inserta en la se­cuencia común en función del propio mensaje. Y, en la transmisión de los ma­teriales comunes, encontramos en cada narración pequeños matices o variantes que cumplen el mismo servicio.

MARCOS O LA PARADOJA DEL MESÍAS SUFRIENTE

El relato de Marcos ofrece una vi­veza más típica del estilo oral que de una elaboración teológico-literaria; quedan cabos por atar, hay frases ambi­guas, saltos inesperados. Pero quizá ra­dique aquí su genialidad: capacidad de comunicar un mensaje propio con un mínimo de recursos.

a) La crudeza de los hechos.

(JPG)En la pasión según Marcos escasean las referencias explicativas veterotestamentarías y falta todo intento de suavi­zar lo que en sí mismo es hiriente. Cuando Jesús es apresado todos sus dis­cípulos le abandonan (14,50); posterior­mente Pedro le niega con maldiciones y juramentos (14,71); y las burlas en el palacio de Caifás y en el de Pilato son inmisericordes (14,65; 15,16-19).

Particularmente desgarradora es la muerte de Jesús en la cruz; su última expresión es una queja al Padre que le ha abandonado (15,34), y expira dando un grito inarticulado (15,37).

Los acontecimientos del calvario están enmarcados entre la imposición de la cruz a Simón de Cirene (15,21) y la observación a distancia de unas mujeres (15,40); pero uno y otras no figuran aquí en cuanto discípulos -eso se dará en Lucas-, sino en cuanto garantes de la tradición que el evangelista ofrece. b) La desconcertante revelación mesiánica.

A lo largo del evangelio, Jesús ha evitado aparecer como Mesías; ha im­puesto secreto sobre sus milagros (1,44), sobre la transfiguración (9,9), sobre la confesión de Pedro (8,30). Ahora, en cambio, humillado por el Sanedrín e in­terrogado por Caifás acerca de su mesianídad, responde afirmativamente: «yo soy» (14,62).

Justamente a esta autoconfesión van a seguir la condena a muerte, las burlas, la entrega al gobernador pagano y la nueva condena seguida de la ejecu­ción; es el trato más antimesíánico que pudiera imaginarse. Y la extrañeza no tiene límites cuando, tras haber presen­ciado la muerte más escandalosa, el centurión confiese que «verdaderamente este hombre era Hijo de Dios» (15,39).

c) Más allá de las apariencias.

La palabra última no la tienen los sacerdotes y escribas que se mofan del crucificado (15,31-32), ni los soldados que le han escarnecido (15,16-19), sino Dios que se hace presente en el miste­rioso fracaso de su Hijo. El Dios que «vi­ve en la nube oscura» (1Re 8,12) se hace ahora presente en la tiniebla universal de mediodía (Me 15,33). Y la promesa de Jesús de destruir el templo y edificar uno nuevo -materia de acusación en el proceso (14,57)- encuentra su realiza­ción al rasgarse el velo (15,38): Dios se ha acercado definitiva e insuperable­mente al mundo mediante la humilla­ción (y exaltación) de Jesús.

MATEO O LA CRISIS DEL ANTIGUO PUEBLO DE DIOS

Mateo es el sinóptico más doctri­nal; de ahí su tendencia a la claridad y su cúmulo de citas y alusiones bíblicas explicativas. Su constante contraposi­ción entre Israel y la Iglesia indica clara­mente en qué situación compone su evangelio: Jerusalén ya ha sido destrui­da (en torno al año 70) y la Iglesia ha roto con la sinagoga (hacia el año 80).

a) Narración sin ambigüedades u oscuridades.

Según Mateo, Jesús tiene una pala­bra para con Judas: «amigo, ¿a qué has venido?» (26,50); el que saca la espada es «uno de los que estaban con Jesús» (26,51) y no simplemente «uno de los presentes» (cf. Me 14,47); los que aban­donan a Jesús y huyen no son designa­dos por el impreciso «todos» (cf.Mc 14,50), que podría incluir a los enemi­gos, sino «todos sus discípulos» (Mt 26,56).

Llevado de ese deseo de claridad, Mateo separa muy netamente el proceso judío del proceso romano, insertando entre ambos el suicidio de Judas, símbo­lo de un pueblo que, al rechazar a Jesús, se autodestruye. Y, para dejar claro que los responsables de la muerte de Jesús son los judíos, inserta un episodio ausenté en los otros evangelios: Pilato la­vándose las manos (27,24-25).

b) Destaca el cumplimiento de las Escrituras.

Dirigiéndose a una comunidad pre­dominantemente judeocristiana, Mateo sabe cómo destacar que Jesús es el Me­sías inconfundible: constatando una y otra vez el cumplimiento de las Escritu­ras. Tras el beso de Judas hay ya un eco de Sal 55,13ss: «si el enemigo me ultra­jara…, pero eres tú, un hombre de los míos». Inmediatamente antes de salir de Getsemaní, Jesús indica expresamente que renuncia a toda defensa, pues de lo contrario, «¿cómo se cumplirían las Es­crituras?» (26,54); e inmediatamente re­calca que «todo esto sucedió para que se cumpliesen las Escrituras de los profe­tas» (14,56).

La venta de Jesús por treinta mone­das es contemplada por Mateo como el cumplimiento de un oráculo profético (Jr 32,6-9). Dentro de esta perspectiva veterotestamentaria tienen en Mateo especial importancia las referencias bí­blicas que se combinan en la respuesta de Jesús al sumo sacerdote: hijo del hombre, a la derecha del poder de Dios, viniendo sobre las nubes del cielo; es in­confundible la referencia al Mesías davídico del Salmo 110 y a la figura mesiánica de Dn 7: «uno como hijo de hombre viniendo sobre las nubes del cielo», que ; es interpretado como aquél que queda i entronizado tras privar de su poder a las fuerzas del mal que dominan el mundo. En las escenas del calvario las alu­siones y citas bíblicas se multiplican. A Jesús se le da a beber no ya vino con mirra (cf. Me 15,23) sino con hiél (Mt 27,34) con lo que se cumple lo dicho en Sal 69,21. Los que pasan cerca del cruci­ficado «menean sus cabezas» (Mt 27,39) y los sumos sacerdotes se mofan de la confianza que Jesús tuvo en Dios (Mt 27,43: «se fió de Dios, que le libre si tan­to le quiere»), con lo cual unos y otros dan cumplimiento a lo dicho en el Sal­mo 22,7-8.

c) Israel y la Iglesia recorren caminos divergentes.

Esta constante referencia a las es­peranzas de Israel hace más patente la mesianidad de Jesús y, en consecuencia, magnífica el pecado de Israel al recha­zarle. En el proceso ante el sumo sacer­dote, la respuesta de Jesús respecto de su mesianidad reviste una forma espe­cial: «tú lo has dicho» (Mt 26,64); es el símbolo de Israel que confiesa a Jesús como Mesías y a continuación lo conde­na a muerte.

La escena de la mujer de Pilatos es particularmente significativa. Ella, una pagana, defiende a Jesús y le confiesa justo (27, 19), mientras que los sacerdo­tes y ancianos azuzan al pueblo para que pida su muerte (27,20). Con ello se le está diciendo al judaismo que ha per­dido su categoría de pueblo mesíánico y ésta ha pasado a otra «etnia» (cumplién­dose así la sentencia sobre los viñadores homicidas; cf. Mt 21,43). Esta culpa co­lectiva del pueblo judío se explícita in­superablemente en su aceptación de la propia responsabilidad en el proceso: «todo el pueblo dijo: caiga su sangre so­bre nosotros y sobre nuestros hijos» (27,25). Para Mateo no cabe la menor duda: el pueblo de Israel ya no es pue­blo mesíánico; las viejas promesas no lo sitúan en ventaja frente al paganismo; cada judío, como cada pagano, necesita la conversión, que ahora reviste la for­ma de confesión de Jesús como Mesías.

Esta distancia entre judaísmo e iglesia se ahonda en el calvario, cuando, ante el crucificado, los judíos se burlan de que Elías no viene a salvar a Jesús (27,49) y de que éste, que salvó a otros, no es capaz de bajar de la cruz (27,42); son burlas que contrastan con el temor reverencial del centurión y los que íe acompañan, que, ante lo sucedido, ex­claman: «verdaderamente este hombre era Hijo de Dios» (27,54).

Estos caminos paralelos Mateo los subraya igualmente con la anotación de historias judías extrañas a la Iglesia; es característica la expresión «hasta el día de hoy», con la que hace referencia al campo de sangre (27,8) y al rumor de que los discípulos robaron el cadáver de Jesús (28,15).

d) La interpretación escatológica de la muerte de Jesús.

La respuesta de Jesús al sumo sa­cerdote sobre su mesianidad tiene en Mateo un matiz que no hemos encon­trado en Marcos: «desde ahora veréis al Hijo del Hombre…». Para Mateo la muer­te de Jesús cambia las edades de la his­toria; el viejo mundo ha pasado. Esto se subraya igualmente con los motivos apocalípticos del calvario que este evan- gelio resalta especialmente: tinieblas so­bre toda la tierra (27,45), ruptura del velo del templo, terremoto, resquebraja­miento de las rocas (27,51), apertura de sepulcros y resurrección de difuntos santos (27,52).

De este modo Mateo interpreta la muerte de Jesús como la intervención divina decisiva sobre la historia. Se repi­ten los signos teofánicos del Éxodo (Ex 19,18) y los descritos por los salmos (Sal 18,8; 114,7), y se da cumplimiento a la vieja profecía de Ezequiel: «yo mismo abriré vuestros sepulcros y os haré salir de ellos» (Ez 37,12s).

LUCAS: EL MAESTRO MODÉLICO EDUCA AL DISCÍPULO

Las características generales del tercer evangelio quedan más acentua­das, si cabe, en la narración de la Pasión. Como buen escritor de historia, el autor busca el orden y la lógica, y evita todo lo que pueda implicar confusión. Con frecuencia mejora literariamente las fuentes de que dispone, pero sobre todo destaca su delicadeza para con Jesús y su deseo de edificar a la comunidad lec­tora.

a) Supresión de «estridencias».

No es que el tercer evangelista quiera ignorar lo hipócrita y brutal del proceso y ejecución del Maestro, pero de acuerdo con su habitual tendencia pe­dagógica lima las expresiones. En él pa­rece que el beso de Judas se queda en un intento (Lc 22,47-48). Pedro niega a Jesús, pero sin juramento (Lc 22,54-60), y, al narrar su arrepentimiento antes de las burlas infligidas a Jesús, el autor deja claro que Pedro es un pecador arrepen­tido y no forma parte de los que insul­tan a Jesús.

Entre las burlas a Jesús en el atrio del sumo sacerdote (Lc 22,63-64) no se mencionan los esputos ni las bofetadas de que hablan Mateo y Marcos. Y las burlas por los soldados de Pilatos son sencillamente ignoradas. La flagelación se insinúa (23,22), pero no se narra. En esta línea de delicadeza hay que notar que Lucas desconoce el grito des­garrador de Jesús en la cruz; en su lugar se encuentra una piadosa cita del Sal 31,5: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».

b) Jesús inocente y paciente.

Probablemente la comunidad lucana sufre persecución por sus conciuda­danos y el autor les ofrece un modelo de paciencia y bondad. Jesús no sólo no participa en la resistencia de los discípu­los que quieren defenderle, sino que in­cluso cura la oreja al enemigo herido (Le 22,51).

La mirada de Jesús a Pedro en el atrio del sumo sacerdote (Le 22,61) no es un gesto de reproche sino de cariño, que conduce a Pedro a la conversión. Igualmente su mansedumbre en la cru­cifixión y frente a quienes le insultan, y su súplica de perdón para los enemigos que «no saben lo que hacen» (23,34) causa la conversión del buen ladrón (23,42).

En el proceso civil se recalca una y otra vez la ausencia de culpa en Jesús. Tras una primera confesión de inocencia por parte de Pilato (23,4), Jesús es en­viado a Herodes, el cual tampoco en­cuentra culpa alguna en Jesús (23,15); un último intento de claridad por parte de Pilato lleva al mismo resultado (23,22). En el calvario es el buen ladrón quien confiesa que Jesús «no ha hecho nada malo» (23,41). Finalmente, de ma­nera sorprendente, la exclamación del centurión no es, como en Mateo y Mar­cos, una confesión de fe en Jesús, sino el reconocimiento de su inocencia: «verda­deramente este hombre era justo» (23,47).

La ejemplaridad de Jesús queda fi­nalmente subrayada por su modo de afrontar la muerte. No hay un lamento frente a un Dios que se olvide de su Hi­jo, ni un grito inarticulado de desespe­ración. En lugar de los tintes de tragedia que se encuentran en los otros dos sinópticos, Lucas resalta el abandono confiado de Jesús en manos del Padre (23,46).

c) Llamada al auténtico discipulado.

En el texto lucano de la pasión hay una invitación permanente a tomar par­te en lo que está sucediendo y un repro­che enérgico y callado a quien quiera ser mero espectador; es el caso del rey Herodes, a quien Jesús ni siquiera dirige una palabra (23,9). El evangelista anticipa el «arrepen­timiento» de Pedro para que pueda se­guir los acontecimientos desde la acti­tud correcta de pecador convertido. Y las mujeres de Jerusalén participan en la pasión con su llanto y lamento, y escuchando la recomendación del Maestro (23,27-31).

Al mencionar a Simón de Cirene, el evangelista omite que le «forzasen» (cf. Me 15,21; Mt 27,32), y le presenta «lle­vando la cruz detrás de Jesús» (Le 23,26) como auténtico discípulo (cf. Le 9,23; 14,27). Finalmente, los que vuelven del calvario se dan golpes de pecho (23,48), la clásica señal de conversión. Con ello el evangelista dice al lector que no se puede permanecer indiferente ante lo que se acaba de contemplar, sino que debe captarse una llamada al cambio de vida.

 

JUAN, O LA MAJESTAD DEL AJUSTICIADO

El cuarto evangelio, aun más que los sinópticos, está transido de la fe en la gloría de Jesús, el Hijo de Dios. Esto da a la narración de la pasión un tono muy peculiar, de modo que el Jesús pa­ciente es simultáneamente el Jesús resu­citado, con un cierto peligro de encubrir su verdadera humanidad. La lejana afir­mación «nadie me quita la vida, sino que yo la doy; tengo poder para darla y poder para recuperarla» (Jn 10,18) está presente a lo largo de todo el proceso y ejecución.

a) Jesús vive la pasión como «Señor».

Al inicio de la pasión en Getsemaní ya se afirma que «Jesús conoce todo lo que va a venir sobre él» (18,4). Y en la discusión acerca de quién debe juzgarle (18,31), aparece igualmente su sobera­nía sobre cuanto sucede: él había indi­cado previamente que tenía que ser «le­vantado en alto» (cf.3,14; 8,28; 12,34); ahora se cumple su pa­labra al respecto (18,32). La pasión es designada frecuentemente por Je­sús como «su hora», hora que se define como la de su glorificación (12,23: «ha llegado la hora de que sea glorifi­cado…»; 17,1: «ha llega­do la hora; glorifica a tu Hijo…»).

El cuarto evangelio está transido de la fe en la gloria de Jesús, lo que da a la narración de la pasión un tono muy peculiar, de modo que el Jesús paciente es simultáneamente el Jesús resucitado.

Todavía en Getse­maní, ante quienes vienen a prenderle, pronuncia Jesús su tri­ple «yo soy», el nombre de Dios en Ex 3,14; al oír este nombre los presentes retroceden y caen por tierra.

Jesús aparece como el director del drama representado, de modo que sólo se atreven a prenderle una vez que él ha expresado su decisión de «beber el cáliz» (18,11), y todo concluye cuando él da la orden de ’bajar el telón’: «está cumplido» (19,30).

b) Jesús es Rey y Juez.

En el cuarto evangelio tiene una es­pecial extensión el proceso ante Pilato (18,28-19,16). Algunos lo dividen en sie­te cuadros, según los movimientos de entrada y salida de Pilato. El interroga­torio versa sobre la realeza de Jesús: hasta nueve veces aparece en este epi­sodio la Palabra basiléus (=rey). Como en los otros evangelios, Jesús recibe una corona y un manto rojo (19,2), símbolos regios con los que es presentado al pue­blo (19,5) y de los que -a diferencia de los sinópticos- ya no se le despojará.

Al final de esta comparecencia, Pi­lato mismo hace que Jesús se siente so­lemnemente en el tribunal (19,13), con lo que el evangelista subraya su catego­ría de juez. La escena se corona medían­te la presentación inconfundible de Je­sús al pueblo: «aquí tenéis a vuestro Rey» (19,15).

La discusión sobre la realeza de Je­sús reaparece en relación con el título de la cruz, rechazado por los judíos pero declarado intocable por Pilato: «lo escri­to escrito está» (19,22). Y, para que no quede duda respecto de la universalidad de dicho reinado, se hace notar que to­dos pueden leer el letre­ro por estar en las tres lenguas entonces usadas en Palestina (19,20).

c) Jesús Cordero Pascual, testigo, «alter ego» del Padre.

Un viejo problema de datación de la muer­te de Jesús reside en la diferencia entre Juan y los sinópticos; mientras que, según éstos, Jesús cena con sus discípulos el cordero pascual un día antes de morir, el cuarto evangelista hace que la muerte de Jesús sea simul­tánea con el sacrificio de los corderos (cf. Jn 18,28). Esta identificación de Je­sús con el cordero el autor la lleva ade­lante aplicándole el texto de Ex 12,46: «no le quebrarán ningún hueso», texto originariamente referido al cordero pas­cual y ahora a Jesús en la cruz.

El sumo sacerdote interroga a Jesús por su doctrina (18,19), y Jesús se maní-fiesta como revelador universal: ha ha­blado al mundo, y en especial a los judí­os en la sinagoga y en el templo. El re­chazo de ese testimonio por los judíos se manifiesta en la bofetada infligida a Jesús. A pesar de ello, él reafirma ante Pilato su condición de «testigo de la verdad» (18,37).

Pero la verdad que Jesús manifiesta es el Padre; su «ser la verdad» (14,6), es transparentar a Dios (14,9: «quien me ha visto ha visto al Padre»). Por ello, la lan­zada en el costado de Jesús (19,34) es el cumplimiento de la profecía de Yahvé sobre sí mismo en Zac 12,10; «me mira­rán a mí, a quien traspasaron»; traspasar a Jesús es traspasar al Padre.

d) Jesús crucificado, vida de la Iglesia.

Es frecuente en el cuarto evangelio la simbolización de los sucesos de la vi­da de Jesús en orden a fundamentar los sacramentos de la iglesia. La afirmación de que, por la lanzada, brotan sangre y agua del costado de Jesús es una muy probable referencia a los sacramentos del bautismo (agua) y eucaristía (san­gre). Los Santos Padres veían en Cristo muerto en la cruz el antitípo de Adán dormido, de cuyo costado nació su es­posa Eva; ahora es la iglesia esposa la que nace del costado de Cristo.

También son muy del gusto del i evangelista las expresiones de doble sentido, de las que nos ofrece una muy bella en Jn 19,30: «inclinando la cabeza entregó el Espíritu». El ’expirar’ de Jesús es simultáneamente el primer Pentecos­tés; Jesús ya ha sido «levantado en alto» (cf. Jn 3,14), es decir, exaltado y gloríficado; por ello ya hay Espíritu para la Iglesia (cf. Jn 7,39).